Un texto narrativo es un tipo de producción que cuenta una historia, sea ficticia o real, en una estructura determinada. La palabra narrativo tiene su raíz en el latín narrativus, que se interpreta como relativo al relato de una historia.
Lo que hace el texto narrativo es contar un suceso ordenando las acciones que lo componen y delimitando un tiempo – que en ocasiones es amplio y en otras circunstancias, breve – dependiendo del estilo, las necesidades, el género y otras cuestiones que definen a cada material.
Las finalidades que puede tener una producción de esta índole son variadas. Existen, en este marco, trabajos literarios o comunicacionales, divulgativos u otros, a los cuales es posible difundirlos en soportes orales o escritos.
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El argumento en los textos narrativos.
El argumento de un texto narrativo es lo que conocemos como historia. En general, los relatos se componen de una trama que se divide en una acción principal y otras acciones secundarias, que se entrecruzan y se alternan y generan diferentes líneas de desarrollo. Estas líneas, en su totalidad y en el orden elegido, conforman el ritmo de una historia.
Hay que tener bajo consideración que el ritmo narrativo de un texto se puede acelerar o ralentizar utilizando dos recursos:
- Condensación: es una forma de síntesis. Entre otras herramientas, utiliza la elipsis. Cuando una historia se desarrolla en una línea muy grande en el tiempo, este recurso resulta fundamental.
- Expansión: El relato es demorado y a veces detenido en detalles. Complementa la acción con la utilización de descripciones más exhaustivas.
Autor y narrador.
Autor y narrador son dos cosas diferentes, pero a veces se confunden. A los fines de poder profundizar en otros conceptos del texto narrativo, es fundamental tener esto en cuenta. Así, podemos definir que el autor de un relato es la persona que elabora o recopila la historia. Por su parte, el narrador es una voz inventada por el autor para contar dicho contenido.
El narrador puede adoptar múltiples puntos de vista y disponer de más o menos información, según resulte necesario. Así, los narradores pueden relatar una historia desde la tercera persona, desde la segunda persona o desde la primera persona. Lo más habitual es que lo hagan desde la tercera, en segundo lugar desde la primera y mucho menos habitualmente desde la segunda, que es un recurso de gran calidad estética pero también difícil de llevar a cabo.
Más allá del punto de vista, el narrador puede ser:
- Narrador protagonista: relata desde su punto de vista y asume el papel más importante en la historia.
- Narrador testigo: Cuenta una historia que no es la propia, pero igual la conoce de alguna manera.
- Monólogo interior: en estos relatos, el narrador cuenta la historia para sí mismo.
- Narrador omnisciente: este tipo de narrador conoce la historia en todos sus detalles, desde cómo suceden las cosas y cuáles están por suceder. También conoce los pensamientos y sentimientos de cada uno de los personajes.
- Narrador equisciente: tiene los mismos alcances que el anterior pero sólo respecto del personaje que protagoniza la trama. Su visión es limitada, aunque es objetivo al contar los hechos.
Orden temporal de los textos narrativos.
La tarea más importante del autor -que se vale para esto del narrador incorporado en su relato- es que el contenido resulte fácil de comprender para el lector. Por esto son muchos los relatos construidos sencillamente en una línea temporal ordenada, pero son múltiples las posibilidades y los recursos a los que se puede recurrir para alterar este orden habitual.
A veces es necesario modificar este orden para poder trabajar en una tensión narrativa, que genera emotividad en el lector. Estas decisiones respecto de la organización temporal de los sucesos son las que componen la estructura narrativa.
Las estructuras pueden ser:
- Cronológicas: el orden más esperable, digamos, en el orden cronológico de los hechos contados.
- In media res: en latín, en el medio del asunto. Es una estructura que comienza justo en medio de la narración, y sirve para captar de inmediato la atención del lector.
- Flashback: Con este recurso -apto para utilizarse incluso en las dos estructuras anteriores – el narrador va del presente hacia el pasado, trasladando el momento de la acción del relato.
- Flashforward: Como en el caso anterior, que se puede utilizar en las otras estructuras, lo que hace el narrador es moverse en el tiempo, pero en vez de trasladar la acción al pasado, la mueve al futuro.
- Contrapunto: historias entrecruzadas a lo largo del relato. Son construcciones corales.
- Circular: la historia empieza y termina en el mismo momento de la acción.
A su vez, el tiempo de la historia se divide en externo (el contexto temporal o histórico) e interno (el tiempo que dura la historia).
Otra cuestión para no pasar por alto es que el tiempo, en función de sus particularidades, ser subjetivo (aquel que se percibe, por ejemplo: una semana que se pasa volando) u objetivo (el medible, como los años, los días, etcétera).
Personajes en un texto narrativo.
Los personajes conducen y hacen avanzar la trama de una historia. También son quienes la viven.
Según el nivel de participación que tengan dentro del relato, se dividen en:
- Protagonistas: Es el punto céntrico de la narración. Puede ser una o varias personas. Tiene sí o sí una evolución en la historia. O sea, no empieza y termina nunca de la misma manera. A veces, este personaje tiene un antagonista, es decir, un opuesto. Actualmente hay mucha narrativa que convierte al mismo protagonista en antagonista, luchando contra sus demonios interiores más que con demonios externos.
- Personaje secundario: Son personajes planos, sin evolución. Generalmente responden a arquetipos o estereotipos y están puestos en función de las necesidades de una historia para sumar verosimilitud, para dar contexto o incluso para sacar a relucir el carácter del protagonista.
- Comparsas: vendrían a ser los extras de un texto narrativo.
Todos estos personajes, pero especialmente los protagonistas que son el eje de la historia, pueden caracterizarse de forma directa (se conoce al personaje a partir de los datos que proporciona el narrador) o indirecta (los conocemos a través de pensamientos, diálogos, decisiones, formas de responder, gestos y otros elementos que nos ayudan a construir esa imagen nosotros mismos).
El discurso de estos personajes puede aparecer de distintas maneras, que son los modelos de cita habituales en los textos:
- Estilo directo: las palabras del personaje se reproducen textuales.
- Estilo indirecto: las palabras del personaje se incorporan al discurso del narrador, y esto puede hacer que cambien por ejemplo las formas o tiempos verbales.
- Estilo indirecto libre: el discurso del narrador lleva añadido el pensamiento del personaje, pero sin uso de conectores.
- Monólogo: el personaje habla con él mismo. Sirve para expresar emociones y suele estar en primera persona aunque, en ocasiones, puede estar en segunda.
Tipos de textos narrativos.
Textos narrativos hay para todos los gustos, formas y necesidades. Algunos de estos tipos de texto son:
- Novela: es una narración extensa y compleja, que generalmente cuenta una historia en clave de ficción, aunque las hay de temáticas reales.
- Cuento: es una narración más breve que la novela y con menos personajes. En general, utiliza recursos mucho más concisos.
- Crónica: la crónica narra un conjunto de hechos en un orden temporal bien definido. Es un género que está en continuo debate. Las hay de todos los tipos y temáticas, predominando los recursos narrativos en las llamadas crónicas de largo aliento.
- Perfil: narración sobre un momento de la vida de una persona, que cuenta detalles biográficos, pero en una especie de retrato que elige un punto en el tiempo.
La fórmula aristotélica.
Desde muy pequeños, seguro que a ustedes también, nos enseñan la clásica conformación de una historia: introducción, nudo y desenlace. Esta fórmula se remonta a Aristóteles, que la propuso junto con un sinfín de recursos para pensar en literatura, vigentes hasta el día de hoy. Esta estructura clásica se puede romper o elegir preservar, pero definitivamente hay que conocerla bien para poder escribir buenos textos narrativos.
Los tres componentes fundamentales se dividen, como dijimos, en:
- Introducción: se presentan tanto la historia como los personajes, fundamentalmente. La revelación ción puede ser literal o se puede realizar describiendo hechos, acciones o diálogos.
- Nudo: es el momento en el que se expone el problema al que se enfrentará el protagonista de la historia.
- Desenlace: aquí concluye el relato y se soluciona el problema planteado. Para que la historia funcione, el personaje principal debe trazar un camino entre la introducción y el desenlace, y no puede llegar a este punto sin haber sufrido ningún cambio en su carácter. Los lectores esperan de su héroe un crecimiento, una transformación.
Citar este artículo
Krause, G. (1 de diciembre de 2021). Definición de texto narrativo. Sus variaciones, estructuras, y recursos varios. Definicion.com. https://definicion.com/texto-narrativo/