El vocablo descripción se utiliza para hablar de la caracterización o la representación que se realiza de algo o de alguien. Una descripción, usualmente, no tiene la finalidad de hacer un recuento exhaustivo, absoluto, de las características de un elemento o ser. Más bien, su descripción es señalar los rasgos más llamativos o representativos, de modo tal que sea posible construir una imagen sobre lo descrito.

La palabra es la acción o el acto de describir: este término, del latín describĕre, se empleaba para representar algo a grandes rasgos.

También se utiliza este concepto para hacer referencia a un tipo de textos en los que se realizan explicaciones con más o menos detalle. Suele ser presentado en conjunto con otros dos clases de contenidos:

  • narrativos
  • argumentativos
Texto y descripción
La descripción puede ser un texto completo o un recurso breve en un texto más amplio.

Características.

Algunas de las características principales para tener en cuenta en una descripción son las siguientes:

  • La descripción supone un relevamiento general de rasgos que apunta a construir un perfil más o menos detallado.
  • Puede describirse tanto un fenómeno como un acontecimiento, como a una persona e incluso un lugar o una situación.
  • La descripción tiene un estrecho vínculo con la imagen, con recrearla en la mente del interlocutor (y, por ende, con una descripción que configure una imagen visual): de ahí que los detalles sean muy importantes.
  • No es un texto expositivo que se vincule con explicar razones o con dar motivos y argumentos sobre algo o alguien: puede decirse, de cierto modo, que se apunta a brindar una información de forma objetiva, sin que medie una gran interpretación sobre lo descrito.

La descripción suele relacionarse con la clase de palabras con la que se realiza, que pueden ser adjetivos o sustantivos. Los primeros se utilizan para expresar cualidades, calificar o describir a una cosa o un ser.

El sustantivo, por su parte, designa a personas, animales, cosas, ideas y objetos, entre otras. Es, también, aquello que el adjetivo describe: de ahí que deben coincidir obligatoriamente en género (masculino, femenino, neutro) y número (singular, plural).

Adjetivos y sustantivos
Una descripción, gracias a adjetivos y sustantivos, permite adornar un texto y despertar la imaginación.

Por este motivo es que las descripciones, muchas veces, se sirven de estas categorías y ambas son un rasgo característico de ellas. Esto no significa, sin embargo, que una descripción sea una extensa lista de adjetivos y sustantivos. Cada tipo de texto que las emplea las adapta en función de la cantidad de adjetivos, por ejemplo, que se usa, o en función de qué tan objetiva debe ser tal descripción.

La objetividad y la subjetividad.

Al toparnos con una descripción, es posible que nos encontremos con que existen formas generales de cómo redactarlas. Esto se vincula con la intervención de quien escribe en la descripción misma, y esto puede adoptar dos formas:

  • Objetividad
  • Subjetividad

La subjetividad es una propiedad vinculada con brindar una opinión o una percepción que surge desde el propio modo de pensar y de concebir el mundo. Suele tener una connotación negativa, dado que se la vincula con no conseguir ser imparcial o con no poder dejar de lado las propias emociones y sentimientos al momento de aludir a una cierta cuestión.

Por otra parte, la objetividad hace referencia a un modo de hablar desprovisto de la injerencia de quien escribe (esto es, de sus sentimientos y emociones). Al contrario de la subjetividad, suele ser considerada una característica positiva ya que da cuenta de que el sujeto puede no intervenir en aquello que describe y logra ver el mundo de forma imparcial, justa y ecuánime.

Objetividad y subjetividad
Algunos preconceptos indican que lo objetivo es positivo y lo subjetivo, no; sin embargo, ambas son grandes estrategias si se emplean adecuadamente.

Al momento de realizar una descripción, muchos textos pueden clasificarse en función de qué tan subjetivos u objetivos sean. Es importante considerar que ambas características son útiles, interesantes y pueden responder a intereses diferentes.

En este sentido, la objetividad y la subjetividad pueden ser estrategias al momento de redactar una descripción. Por un lado, la subjetividad tal vez sea inadecuada en un artículo o nota que apunta a describir el funcionamiento de una máquina. Para los fines de ese texto (la comprensión de cómo utilizar algo, de modo semejante a un tutorial), es preferible un listado de herramientas y una serie de pasos que indiquen cómo trabajar.

Por otra parte, en una descripción realizada en una obra literaria del género romántico, por ejemplo, no es útil una descripción objetiva de los rasgos que tiene un humano. Para los fines de ese material (entretener, despertar la imaginación, generar curiosidad o leer por placer), la descripción subjetiva, con adjetivos, caracterizaciones y comparaciones, es más adecuada. El uso de recursos literarios que permitan salirse del lenguaje convencional (como metáforas, hipérboles, aliteraciones y otros) hace que esa producción sea mucho más atractiva.

Usos.

Veremos, a continuación, cómo puede utilizarse la descripción en diferentes variedades de escritos. Es un recurso que puede adoptar múltiples formas, y además es posible emplearlo no solo en textos literarios. Posee usos, asimismo, en el ámbito de la geografía.

Como recurso literario.

En la literatura (abarcando novelas, cuentos y narraciones extensas), la descripción es un recurso asociado con las oraciones extensas, cargadas de adjetivos y sustantivos, y con descripciones detalladas sobre los personajes.

Aquí, las descripciones sirven para construir el universo narrativo: permiten visualizar un paisaje, darle forma en nuestra mente a cómo luce un personaje, cómo es su personalidad, qué actitudes tiene y qué actividades disfruta. Es importante incluir descripciones para poder construir un ambiente literario sólido, y para que el lector logre seguir la narración. Cuanto más extensa la obra, o más personajes y lugares tenga, más útil es la descripción.

El lector no debe volver a leer las páginas anteriores para saber de quién se habla: solo debe recuperar de su mente las imágenes que creó gracias a las descripciones.

Topografía.

La descripción topográfica (del griego τόπος, topos, lugar) alude a un relato que describe cómo es un lugar geográfico.

Topografía
Gracias a una descripción podemos contar cómo luce un paisaje a alguien sin que esta persona lo vea.

Crinografía.

Otra figura retórica muy utilizada es la crinografía. Esta es empleada para hacer un recuento exhaustivo de detalles y características de un objeto.

Prosopografía.

La prosopografía es un recurso destinado a describir el aspecto externo de una persona o de un personaje. Se compone del término griego πρόσωπον, prósōpon, que significa aspecto o, incluso, máscara.

Usualmente se restringe a los aspectos físicos, sin que tenga intervención la personalidad o la forma de ser de esa criatura.

Cronografía.

Finalmente, la cronografía (del griego χρονο, krono, es decir, tiempo) hace una construcción sobre el transcurso del tiempo en su relación con un hecho, con un personaje o incluso con un conjunto de costumbres de un grupo social. Puede realizarse a modo de línea del tiempo, lo que permite que haya una extensión considerable, que puede incluir numerosos detalles.

En otras áreas: en geometría.

Existe un área denominada geometría descriptiva, en la que se estudian las representaciones gráficas de algunas figuras. Para ello, se sirve de una multiplicidad de técnicas gracias a las cuales puede traducir el espacio de tres dimensiones sobre una superficie de dos dimensiones.

Gracias a ella es posible resolver problemas espaciales, de cuerpos sólidos (tridimensionales) sin necesidad de tener que plasmarlo en tres planos.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de agosto de 2022). Definición de descripción. Rasgos, usos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/descripcion/