El término relieve proviene del latín relevare, que se traduce como levantar, alzar o elevar. Así, relieve será todo aquello que sobresalga de una superficie plana, y que puede tener múltiples variaciones.
Este es, quizás, el concepto más extendido: si tomamos la idea de “elevarse” en el sentido más abstracto, de “resaltar”, veremos que también posee un uso muy cotidiano relacionado con los conceptos “relevante” (que sobresale, o que es significativo, importante, que destaca) y “relevancia” (cualidad de importancia, de ser relevante).
Nos encontraremos con dos áreas de conocimiento donde este concepto es central, y en este artículo vamos a describírtelas.
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Relieve en geografía.
En geografía, el vocablo hará referencia a toda aquella irregularidad que haya sobre la superficie terrestre. Tenemos una serie de relieves que se incluyen dentro de dos grupos:
Relieve continental o superficial.
Encontraremos en este grupo las siguientes categorías:
Montañas.
Estas formaciones suponen elevaciones naturales, que generalmente alcanzan una altura que las hace destacar y ser fácilmente reconocibles.
Se originan gracias a las fuerzas tectónicas que provoca que su altura sea superior a 600 o 700 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m. de aquí en adelante). Es muy típico encontrarlas en grupos, tanto pequeños en términos espaciales, como con una prolongada extensión, con muchos kilómetros de distancia.
De acuerdo con sus alturas, podemos encontrar las siguientes formaciones:
- Montañas altas y medianas.
- Colinas: de menor tamaño que las montañas tradicionalmente conocidas, tienen formas más redondas, y no suelen superar los 100 m s.n.m.
A su vez, encontraremos que, de acuerdo con su origen, hay dos grandes subtipos: aquellas producto de una falla tectónica y las volcánicas.
Se forman a partir de deformaciones o cruce entre un par de placas tectónicas: cuando entre ellas ejercen fuerza generan un movimiento que hace que una descienda y otra vaya hacia arriba, lo que provocará que se eleven a muchos metros.
Han llamado la atención de los humanos desde épocas milenarias, y en términos generales ocupan casi un 30 % de la superficie total del planeta. Son, también, el lugar donde muchos ríos se originan, y han sido asimismo el hogar de numerosas poblaciones. Hay que tener en cuenta incluso su clima, que dependerá en gran medida de la altitud de tal montaña, además de su elevación. Mientras más alta sea la montaña, más baja será su temperatura (ocurre lo mismo con las lluvias, que son más fuertes en la parte superior de ellas y que, por ende, generan un clima mucho más húmedo en esta zona).
Ahora bien, a continuación te dejamos algunos de los picos más altos del planeta:
- En Asia, el Monte Everest: su cima es el punto terrestre más alto respecto del nivel del mar. Se sitúa entre Nepal y el Tíbet, tiene aproximadamente 8848 m s.n.m. Es parte de la cordillera del Himalaya (que se traduce al español, desde el sánscrito, como el lugar o la morada de la nieve), que alberga 14 montañas de gran altura. Además, es el espacio donde algunos de los ríos más extensos nacen, como el Ganges, el Brahmaputra o el Yangtsé.
- En América del Sur, el Aconcagua: esta montaña se ubica en Argentina, específicamente en la provincia de Mendoza. Su altura es de aproximadamente 6960 m s.n.m. Es el pico más alto del continente y uno de los rincones más visitados por andinistas que provienen de todo el planeta. La primera vez que alguien subió a ella fue durante una expedición en la cual se destacó Matthias Zurbriggen, de Suiza, ya que alcanzó la cima en 1897.
Mesetas.
Son también relieves con altura, y usualmente se las considera así cuando superan los 300 o 400 m s.n.m.
Las mesetas tienen relativamente mayor tiempo que otras formaciones, dado que es un proceso mucho más lento. Su formación está ligada con la fuerza entre placas tectónicas, aunque en este marco la erosión influye. ¿Qué significa esto? Que en ellas hay influjo de los vientos, por lo que podría decirse, a grandes rasgos, que probablemente han sido montañas en algún momento, pero la potencia de vientos ha erosionado, o desgastado, su superficie, por lo que la ha moldeado hasta disminuir su altura hasta la que conocemos hoy.
Llanuras.
Se consideran dentro del grupo de los relieves porque, si bien es el más plano o llano como indica su nombre, puede tener pequeñas elevaciones.
Tienden a recibir esta denominación si su tamaño es inferior a 200 m s.n.m., y podemos encontrar múltiples tipos: las fluviales (formadas por la acumulación de sedimentos que arrastran los ríos); llanuras lacustres o aquellas que surgen tras que desaparece el agua de lagunas o lagos. Otra clase muy interesante es la penillanura, una montaña que fue erosionada y disminuyó tan drásticamente que originó este tipo de relieve.
Relieve y arte.
Por otra parte, desde el lado del arte encontraremos que relieve puede emplearse en dos disciplinas diferentes:
En la pintura.
Aquí es una técnica mediante la cual se generará la impresión de profundidad en una superficie al destacarse algunas áreas y segmentos de distintas maneras.
En la escultura.
En la escultura encontraremos su expresión artística más conocida. No solo puede generarse relieve en superficies tan variadas como madera, papel o incluso piedra, sino que las técnicas son múltiples: modelado, tallado de la superficie, hendiduras, etcétera.
Hallaremos los siguientes “niveles” de relieve en un muro (pero puede extenderse a otras superficies, el muro ha sido el más empleado):
- Bajo relieve: hay un relieve que realza levemente en el plano. Muchas veces se sirve de destacar los bordes de una figura, lo que da un muy sutil efecto de tres dimensiones. Suele aplicarse en las zonas inferiores de un edificio (de ahí que se utilizara mucho en muros).
- Medio relieve: es la instancia posterior al bajorrelieve, y supone una elevación un poco más notoria respecto del plano. Puede asimismo resaltar hasta la mitad de la figura que se está construyendo.
- Alto relieve: la escultura o figura se diferenciará claramente respecto del fondo, ya que sobresale en más del 50 %. Supone mayor distancia con este fondo, lo cual se logrará con un tallado más profundo que en los anteriores casos.
Encontramos dos casos más de construcción con relieve, aunque a uno de ellos no se lo considera estrictamente “dentro” de este grupo:
- Medio bulto: estas construcciones están más ligadas con la arquitectura que con la escultura. Sin embargo, sí se las contempla dentro del denominado “relieve” ya que mantienen una continuidad con su fondo. Generalmente, se elaboran figuras antropomórficas y se asocian al período del arte gótico.
- Bulto redondo: esta figura se vincula generalmente con una escultura, es decir, una construcción que puede observarse desde cualquiera de sus ángulos. Es, así, claramente visible desde adelante, detrás o desde sus costados. Lo que no podrá divisarse es la base, pues sobre ella se erige esta escultura. No se considera que esté “estrictamente” dentro del relieve dado que no emerge de una superficie sino que, directamente, no hay relación con una superficie excepto con su base.
- Relieve hueco: Se caracterizan porque sus partes más sobresalientes están tanto al mismo nivel de la superficie como por debajo de ella. Esto significa que las formas se “hundirán”, de cierta manera, en esta superficie tras tallarse mediante incisiones más o menos profundas.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (14 de diciembre de 2021). Definición de relieve. Concepto en geografía y en arte. Definicion.com. https://definicion.com/relieve/
