Se utiliza la palabra liberalismo para hacer referencia a una corriente de pensamiento con alcances en la filosofía, el derecho, la política y la economía, que se caracteriza por defender la libertad de los individuos, por sostener la igualdad de todas las personas ante la ley y por buscar una limitación a los poderes que detentan los Estados.
Hay una línea central de pensamiento, con sus principios básicos, que luego se manifiesta de un modo particular en cada una de las ramas en las que se aplica. Por ejemplo, en el ámbito de la economía se destaca la incentivación de toda iniciativa privada y de operaciones sostenidas en un mercado libre; mientras que en el terreno delo socialse manifiesta en la defensa de la libertad de las personas para elegir sus propios caminos.
El término se conforma a partir de raíces latinas, con liber marcando la pauta de la libertad, complementada por el sufijo –ismo, que hace referencia a la doctrina. Está enraizada en la historia de la palabra una tendencia a ser la doctrina que aboga por la exclusión del estado de los ámbitos privados y la exaltación de la libertad individual por sobre todas las cosas.
Lo que hoy en día conocemos como liberalismo tuvo su origen más reciente en la época de la Ilustración, popularizándose luego en Europa entre algunos filósofos y economistas, y de allí en la mayor parte de la burguesía. Lo que estas personas buscaban era eliminar la monarquía absoluta como forma de gobierno predominante, y con ella los títulos de nobleza, el carácter confesional del Estado y el supuesto derecho divino de los reyes.
Una vez realizado esto, podrían, por fin, instaurar una democracia representativa asentada en las bases sólidas que proporciona el Estado de derecho. Una de las primeras medidas que tomaron fue el levantamiento de las políticas de índole mercantilista, incentivando el libre comercio y los movimientos propios del mercado. Han surgido, desde entonces, diversas ideologías o corrientes políticas que se han proclamado en contra de las bases teóricas que el liberalismo propone, entre ellas el comunismo y el fascismo; y también han surgido otras que se pueden catalogar como instancias intermedias entre la libertad absoluta de los ciudadanos y un estatismo fuerte.
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Características principales.
Se ha mencionado que hay una línea central, a partir de la cual se desprende cada una de las aplicaciones del liberalismo en diversos ámbitos. Esa línea central presenta ciertas características que necesariamente estarán presentes en todas estas ramificaciones. Algunas de las principales son:
- Libertad individual: Quizá la característica troncal de esta corriente, de la cual se desprenden todas las demás: en el liberalismo se defiende la libertad de todas las personas para elegir. Esto se ve en la libertad de opinión, en la libre expresión, en la libertad de comerciar según los movimientos del mercado, en la libertad de prensa, religiosa y tantas otras.
- Igualdad ante la ley: Alineada con el movimiento inicial de la ilustración en línea a abolir el supuesto derecho divino a gobernar de los reyes, aquí se plantea que todas las personas, por el solo hecho de serlo, gozan del principio de igualdad ante la ley, y de todos los derechos y obligaciones que de allí surgen.
- Un Estado laico: Después de muchos siglos en los que el vínculo entre la Iglesia y el Estado no estuvo del todo claro, el liberalismo se posiciona con fuerza en cuanto a la necesidad de un Estado laico. Las personas tienen derecho a seguir las religiones que elijan y sus prácticas, pero esto se hará de un modo independiente, cesando cualquier tipo de injerencia que un culto pudiera tener en los asuntos gubernamentales.
- La propiedad privada: Se trata de uno de los pilares en los que se asienta el acercamiento a la economía en el liberalismo, y de aquí surge el incentivo a toda iniciativa personal. Las personas trabajarán en lo que quieran trabajar, obtendrán el fruto de su trabajo y podrán disponer de él como mejor les parezca.
Historia del liberalismo.
La primera etapa suele llamarse protoliberalismo, y se le adjudica una duración que va desde el año 1688 hasta el año 1799. Dentro de estos ciento once años se suceden una serie de hechos que son considerados como hitos en la historia de las ideas. Algunos de ellos son:
- 1688-89: La Revolución de 1688 en Inglaterra causó el derrocamiento de Jacobo II, a partir de movimientos conspirativos que se tejieron entre parlamentarios ingleses y el holandés Guillermo de Orange. Suele denominarse “Revolución Gloriosa” o también “Revolución Incruenta” (a pesar de que haya habido combates y muchas personas perdieron la vida, especialmente en Escocia e Irlanda).
- 1776: La Revolución estadounidense, también llamada “Revolución de las Trece Colonias” consistió en un proceso de independencia por parte de las trece colonias británicas en América del Norte, y del que surgiría un nuevo país: los Estados Unidos de América. En estos movimientos se consolidaron textos jurídicos de una gran importancia, entre ellos la Declaración de Independencia del año 1776 y la Constitución de los Estados Unidos, acordada en el año 1787 pero vigente a partir de 1789. Se trató de la primera constitución en el mundo, y se proclaman muchos derechos alineados con el ideal liberal, como ser la igualdad ante la ley, la propiedad privada y la libertad de culto.
- 1789: La Revolución francesa puede describirse como un movimiento social y también político que sacudió a Francia (y por extensión a otras naciones europeas) a partir del año 1789. En diversos momentos se caracterizó por un nivel de violencia alto, y se considera que cesó con el golpe de Estado que asestó Napoleón Bonaparte en 1799.
Al protoliberalismo lo sigue el llamado Liberalismo clásico, que, según los principales autores de esta corriente se extendió del año 1780 a 1860. Aquí es el momento en el que se conforman y consolidan los cimientos del pensamiento liberal. Se desarrollan las teorías que acabarán por redefinir el rol del Estado y sus puntos de contacto con el pueblo. Se destaca el trabajo de pensadores como John Locke, en Inglaterra, Jean-Jacques Rousseau, en Francia, y Adam Smith, en Escocia.
Pero, por supuesto, no fueron estos tres los únicos exponentes: surgieron muchos pensadores que reflexionaron acerca de la relación que existe entre lo individual y lo colectivo, y de los modos más adecuados en los que estos dos principios puedan operar de modo conjunto. Se trabaja en la línea que separa a lo privado de lo público, limitándose, a partir de ello, las funciones del Estado.
Por último, desde el año 1870 a la actualidad, se considera que se vive una tercera etapa del liberalismo, llamada Nuevos liberalismos (con la ambigüedad que el empleo del término nuevos trae siempre aparejada, en un mundo que constantemente se mueve). En esencia, podemos afirmar que el liberalismo como postura y como doctrina continúa vigente, más allá de haber sido fuertemente atacada por otras líneas de pensamiento, y de haber experimentado cambios y reinterpretaciones a la luz de los eventos que han tenido lugar en el mundo desde 1870 al día de hoy.
También se ha generado una tendencia en la que ciertas líneas se han especificado en el cuadro grande del liberalismo, a partir de ciertas características particulares. Entre ellas podemos hallar a los liberalismos sociales, los liberalismos conservadores, el liberalismo comunitario, los liberalismos neutralistas, el llamado neoliberalismo o incluso al libertarismo.
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Lehrer, L. (29 de mayo de 2022). Definición de liberalismo. Su origen, características e historia. Definicion.com. https://definicion.com/liberalismo/