Definición de imaginación

La imaginación es una facultad creativa y cognitiva capaz de crear imágenes, representaciones y conceptos independientemente del mundo real. Consiste en un proceso subjetivo de creación de imágenes y escenas usando los datos de la experiencia, para crear un universo ficticio más allá de las leyes del mundo ordinario. Esta facultad de crear mundos y universos distintos del mundo real se produce a partir de un proceso cognitivo interior, independiente de los estímulos reales, que reinterpreta los datos sensibles para crear una imagen nueva, producto de una elaboración intrínseca del pensamiento creativo.

La imaginación es una facultad cognitiva compleja que involucra habilidades como la creatividad, la fantasía, la inspiración, la originalidad y la innovación como conjunto de habilidades que desarrollan la imaginación desde diversos aspectos. Así, la imaginación es capaz de producir imágenes en ausencia de estímulos reales, es decir, sólo a partir del uso de la creatividad, la inspiración, la memoria y la visualización. Mediante la imaginación las personas son capaces de imaginar realidades más allá de los límites o leyes del mundo real.

Los alcances de la imaginación en la vida cognitiva de las personas son muy amplios, ya que es una facultad de primer orden en la conformación del sentido y el significado que le damos a las experiencias. La imaginación está presente en el desarrollo cognitivo desde la más temprana infancia, cuando el niño aprende a elaborar imágenes y representaciones, y las usa a modo de juego como proceso aprendizaje y reconocimiento del mundo. En este sentido, la imaginación es una habilidad cognitiva que se desarrolla anterior a la razón y es el medio por el cual los seres humanos nos representamos el mundo desde la más temprana infancia.

La imaginación también está presente en todas las formas de arte, la narración y la ficción. Es fundamental en la creación y la experimentación artística, ya sea en las artes visuales como la pintura, la escultura, el cine o las artes escénicas, así como también en la música, la danza, la poesía y la literatura.

Además, la imaginación juega un papel fundamental a nivel inconsciente, ya que es la principal herramienta mediante la cual se generan los sueños, las fantasías y un mundo imaginario personal totalmente independiente de la consciencia despierta.

Históricamente, la imaginación fue el medio por el cual las culturas antiguas de todo el mundo expresaron sus más profundas inquietudes y experiencias acerca de la naturaleza, el universo, la vida y la muerte, el origen de la humanidad, entre otras. La mitología, las leyendas, las fábulas y la alegoría fueron el lenguaje propio de las culturas antiguas. El desarrollo del pensamiento simbólico y la metáfora fue de vital importancia para los pueblos antiguos, quienes expresaron sus conocimientos y experiencias mediante la imaginación.

Etimológicamente, la palabra «imaginación» proviene del latín imaginatio (representación, imagen o ilusión) participio que deriva del verbo imaginor (imaginar), y este, a su vez, del sustantivo imago (imagen, retrato, aparición, fantasma). El término latino es una traducción del vocablo griego phantasia, términos que se utilizaron como sinónimos a lo largo de la historia para referirse al proceso por el cual los seres humanos son capaces de crear imágenes, representaciones o ideas.

Aspectos psicológicos y cognitivos de la imaginación.

A nivel psicológico, la imaginación es un proceso cognitivo complejo que involucra e integra cualidades como el pensamiento abstracto, la memoria, la percepción, la intuición, la inventiva, la creatividad, entre otros. Los psicólogos asocian a la imaginación con un proceso subjetivo, el cual puede ser consciente o inconsciente, que representa una cualidad fundamental para el desarrollo cognitivo del ser humano en su interacción con el entorno y con las propias experiencias internas. La imaginación juega un papel importante en la conformación de sentidos y la atribución de significados de las experiencias y estímulos del mundo real. La producción de imágenes, representaciones, conceptos, narrativas etc. no sólo permite a la mente humana expandirse «más allá de los límites de la realidad», sino también dar sentido y significado a sus propias experiencias, lo que posibilita una comprensión más amplia y desarrollada de sí mismo y del mundo que lo rodea.

Procesos cognitivos vinculados con la imaginación.

A continuación, apuntaremos brevemente aquellos procesos cognitivos involucrados en la imaginación:

• Percepción: En primer lugar, la percepción representa una fuente directa de estímulos para la imaginación, ya que esta se sirve de los datos de la experiencia sensorial para elaborar y crear, a partir de ellas, imágenes nuevas, tanto a modo de representación como de creación distinta de lo real. Muchas veces, se ha llamado a la imaginación el «ojo del alma» u «ojo de la mente», metáfora que hace referencia a que la imaginación cumple un rol similar al dela percepción pero a nivel subjetivo. Mientras la percepción es la captación de los estímulos sensibles del exterior, la imaginación representa la percepción del mundo interno, emocional y mental, del ser humano.
• Memoria: La memoria guarda un vínculo indisociable con la imaginación, ya que la constitución de recuerdos, la rememoración y la evocación de hechos pasados se realiza a partir de la imaginación activa como modo de reelaboración de los recuerdos. La acción de rememorar está estrechamente ligada a la imaginación, ya que al recordar estamos reelaborando sucesos mediante el recuerdo y la imaginación. El acto memorativo se compone así de dos elementos: uno exterior (el propio hecho evocado) y otro interior (las imágenes y representaciones subjetivas que se elaboran del hecho para poder evocarlo). La narración de un hecho pasado no sólo transmite el hecho concreto en sí mismo, sino que pone en marcha el desarrollo creativo de la imaginación en el proceso de rememoración y generación de recuerdos.
• Creatividad: La imaginación es una actividad creativa como tal, ya que se trata de la creación y elaboración de imágenes, representaciones y escenarios. El desarrollo de la creatividad está íntimamente ligado a la imaginación, pues mediante ella, es posible desarrollar la inventiva, la innovación y la creación de nuevas ideas, objetos o estructuras complejas, tanto absolutamente ficcionales, como también objetos y elementos útiles para la realidad. Muchos inventos científicos se dieron gracias a la creatividad y la imaginación de sus creadores, así como también la creación en el mundo del arte y la literatura de aquellas obras artísticas y literarias capaces de conmover e inspirar a la humanidad a lo largo de la historia.

• Predicción: La imaginación también se vincula con la capacidad de anticiparnos a los hechos a partir de elaborar conjeturas, hipótesis o predicciones de lo que posiblemente pueda suceder en un futuro determinado. Para poder predecir o intentar suponer cuáles serán los futuros posibles, tanto a corto como a largo plazo, es imprescindible el uso de la imaginación a modo de representación de los sucesos futuros. A partir de la memoria y las experiencias obtenidas, mediante la imaginación es posible crear escenarios de futuros posibles, a través de los cuales anticiparse a modo de preparación para el futuro o, también, de manera recreativa, como por ejemplo a través de la literatura en la narrativa de ciencia ficción.
• Autoconsciencia: La imaginación juega un papel fundamental para el desarrollo de la autoconsciencia, sobre todo a nivel de la autoimagen. Así como utilizamos la imaginación para representarnos el mundo exterior, también imaginamos nuestro mundo interno, y producimos una imagen de nosotros mismos, en la cual, el uso de la imaginación es fundamental para el desarrollo de este proceso de autoconsciencia y autoimagen. Especialmente, la imaginación es una poderosa herramienta de representación de los estados mentales internos de las personas. Mediante la facultad imaginativa somos capaces de representar en imágenes, metáforas y escenas el amplio y complejo mundo interior de las personas, lo que nos permite ser más conscientes de la realidad emocional, sensible y mental de nuestra vida psíquica.
• Simbolismo: El pensamiento simbólico consiste en la capacidad de pensar y traducir el contenido del pensamiento y la percepción a través de símbolos. Los símbolos representan la síntesis de una gran cantidad de conocimiento, resumido en una imagen o representación que guarda la esencia principal de un conocimiento mucho más amplio. En este sentido, la imaginación y el pensamiento simbólico son capaces de elaborar un lenguaje que transmite mediante símbolos una gran cantidad de contenido cognitivo de manera resumida y sintética.

Aspectos neurológicos de la imaginación.

A nivel neurológico, los diversos estudios realizados de la actividad cerebral que se realiza a partir de tareas creativas e imaginativas arrojan datos importantes para comprender la imaginación a nivel cerebral y cómo esta se vincula con áreas del cerebro relacionadas a la percepción, la memoria y el lenguaje, entre otros. Al observar el cerebro de una persona mientras ejerce el uso de su imaginación, se puede observar una actividad intensa en diferentes áreas del cerebro:

• La corteza occipital (parte del cerebro que se encarga del procesamiento visual de la información).
• La corteza parietal (encargada de la percepción sensorial).
• El lóbulo frontal (sector encargado del razonamiento, el pensamiento, la reflexión y la abstracción).
• Precúneo o precuña (parte del lóbulo parietal encargada de la autoconsciencia, es conocido también bajo el nombre de «ojo de la mente»).

Desarrollo de la imaginación en la niñez.

En el proceso de desarrollo cognitivo del niño, la imaginación ocupa un papel central, tanto en el pensamiento abstracto como en el desarrollo de la inteligencia emocional y social. Mediante el juego imaginativo, los niños aprenden a representar las diferentes estructuras y estímulos del mundo circundante. El juego de roles y la representación imaginaria de situaciones y escenarios de la vida adulta son el primer contacto que los niños establecen con el entorno de manera subjetiva, mediante la imaginación.

A nivel del aprendizaje en todas las áreas, el niño se sirve de la imaginación como principal herramienta de representación, cuyas imágenes y proyecciones sirven de guía para poder representar ideas abstractas y conceptos, cuya complejidad estimula el desarrollo imaginativo de los niños. La curiosidad, la exploración, el ingenio y la invención son actitudes claves para desarrollar la imaginación y estimular la libertad de pensamiento y creatividad en los niños. Al fantasear, el niño está aplicando la imaginación como vía para su desarrollo cognitivo. Por esta razón, es importante estimular el pensamiento imaginativo en los niños, con el fin de incentivar y enriquecer su desarrollo mediante actividades imaginativas como la lectura, el dibujo, el juego imaginario, la representación y el teatro, el pensamiento lateral y el arte, entre muchas otras formas de estimular la imaginación en la infancia.

Imaginación en las artes.

En el ámbito artístico, la imaginación cumple un rol central, ya que la creación, en todas sus formas artísticas, depende de la imaginación como herramienta principal para la producción de obras artísticas de todo tipo. A continuación, comentaremos brevemente cómo se vincula la imaginación en cada una de las diversas artes:

• Artes visuales: La imaginación es la herramienta principal de creación visual, ya que permite a los artistas visualizar la imagen de la obra que buscan plasmar en la pintura, la escultura, la arquitectura, el diseño o la fotografía. Mediante la proyección de la imagen de la obra surge luego la creación de la obra. Antes de que la obra artística esté realizada ya existe previamente en la imaginación del autor, quien va dando forma concreta a su obra utilizando diversas técnicas y ejerciendo la imaginación como principal fuente creativa. En la pintura, por ejemplo, estilos como el surrealismo han expandido los alcances de la imaginación, produciendo un tipo de obras puramente irreales, en donde la imaginación cobra un papel central en la producción y sentido de la obra.
• Artes escénicas: En el ámbito escénico, la imaginación también cumple un rol fundamental, ya que toda representación, sea una obra teatral, de danza o música, se sirve del pensamiento imaginativo para la puesta en escena, el diseño de la escenografía y el vestuario teatral, la creación de personajes o la conformación del espacio escénico donde se realizará la obra.
• Artes literarias: Las artes narrativas como poéticas tienen a la imaginación como principal fuente de inspiración. En el caso de la narrativa y la literatura, consiste en la creación de un mundo ficcional, que puede ser verosímil, como la literatura realista o inverosímil como los cuentos de hadas y el género fantástico o maravilloso. Tanto el cuento como la novela son la expresión más característica de la imaginación literaria, ya que no sólo los creadores de las obras son los que imaginan, sino que, en este caso, los propios lectores también son agentes activos de la imaginación a través de la lectura. La escritura creativa es una gran fuente de estímulo para la imaginación, la cual representa el medio principal por el cual, tanto escritores como lectores, le dan vida a las obras literarias.
• Arte abstracto y arte conceptual: En el marco del arte abstracto y conceptual, la imaginación también es fundamental en la composición de las obras. El acto de conceptualización no sólo se vincula con el pensamiento abstracto, sino también con la potencialidad imaginativa de los autores que, combinando la imaginación con la abstracción, producen un estilo artístico basado en el concepto intrínseco detrás de las obras plásticas.

Imaginación en la literatura.

En el ámbito literario, la imaginación es el bastión principal mediante el cual se produce las obras literarias, y es fundamental tanto en la escritura como en la lectura. A diferencia del resto de las artes, la literatura se basa fundamentalmente en la imaginación como el principal medio de producción literaria. En la literatura, la imaginación es el lenguaje a través del cual se hacen posibles las obras literarias en la mente de los lectores, cuya imaginación activa produce su propia versión de la obra imaginada por el autor. De esta manera, la literatura es el arte de la imaginación mediante las palabras. Sin la imaginación, las palabras no tendrían sentido y la narrativa no podría contar ninguna historia. De modo que, la dimensión imaginaria de la conciencia es la que permite el desarrollo de la literatura en todas sus formas.

La ficción consiste en la capacidad creativa de producir mundos imaginarios, tanto verosímiles como inverosímiles, en los cuales se desarrolla la imaginación como el medio principal para hacer posible la ficción literaria. La ficcionalización permite la creación de mundos y realidades imaginarias de una diversidad infinita, donde los autores plasman el producto de su imaginación, según su propio estilo e imaginario, lo que permite el desarrollo de múltiples géneros y estilos literarios que utilizan la imaginación como herramienta para crear mundos ficcionales muy diversos y variados. Los géneros ficcionales se caracterizan por desarrollar diferentes formas de ficcionar y utilizar la imaginación para crear ficciones diversas y de múltiple estilo y significado. Entre los tipos de ficción más destacados se encuentran el mito y la leyenda, el género fantástico, el realista, el policial y la ciencia ficción, entre muchos otros.

Imaginación en la filosofía.

En el ámbito de la filosofía, la imaginación ha sido pensada desde diversas perspectivas y filósofos a lo largo de la historia. En primer lugar, la principal cuestión giró entorno a los contrastes y relaciones entre la imaginación y la razón, en qué se diferencian y en qué se asocian, y cuál es el alcance y el límite de ambas facultades cognitivas. Desde los orígenes de la filosofía, pensadores como Platón, Aristóteles, luego Kant y Hegel y, en un nivel más contemporáneo, Sartre y Castoriadis, entre muchos otros, han pensado la imaginación desde la perspectiva del pensamiento filosófico.

La distinción más destacada entre imaginación y razón radica en que mientras la imaginación es una facultad subjetiva estrechamente vinculada a los sentidos, ya que de ellos se sirve para producir las imágenes y representaciones, la razón, por otra parte, es una facultad cognitiva que prescinde de los sentidos para elaborar ideas y conceptos. Es importante aquí hacer una aclaración: Si bien, la imaginación es independiente en la creación de nuevas imágenes, es cierto que se sirve de los datos sensoriales de la experiencia para poder imaginar alternativas distintas a la realidad que percibimos mediante los sentidos.

No obstante, la razón posee una dimensión «pura» en la cual sus conceptos e ideas no tienen una vinculación directa con lo sensible, sino que constituyen conceptos abstractos puros de la razón. Esto no es así en la imaginación, ya que si bien puede crear imágenes de objetos o situaciones no existentes en el mundo real, estas siempre están inspiradas, en parte, en los objetos y situaciones reales. Por ejemplo: Un unicornio no existe, es una criatura fantástica creada mediante la imaginación, pero su imagen está elaborada a partir de la imagen de un caballo y un cuerno. Mientras que conceptos abstractos de la razón como el infinito, la libertad o la justicia, entre otros, jamás pueden ser visualizados por la imaginación de forma pura, por lo que debe, para representarlos, servirse de imágenes del mundo real para construir una versión imaginaria de dichos conceptos. En todos los casos, la imaginación parte de la percepción para ir más allá de la percepción, pero nunca de forma absolutamente independiente de la misma.

El filósofo francés Jean Paul Sartre dedicó una obra completa a este asunto llamada «Lo imaginario», en la cual estudia la naturaleza de la imaginación desde la perspectiva de la filosofía. En esta obra, Sartre realiza un estudio fenomenológico de la imaginación, en el cual distingue la imagen de la percepción y establece que existe una dimensión imaginaria en la consciencia cuya naturaleza es la ficción. Según Sartre, lo imaginario pertenece al mundo de la ficcionalidad y sobrepasa los límites de la percepción y la objetividad, permitiendo una dimensión de expansión de posibilidades en la consciencia, más allá de la razón y la percepción.

La filosofía de la imaginación, es una rama de la filosofía de reciente creación pero creciente desarrollo, la cual se encarga del estudio filosófico de la imaginación y su relación con la razón y otras facultades cognitivas como el pensamiento abstracto, la representación y la ficción.

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Aci, E. M. (27 de enero de 2024). Definición de imaginación. Características, desarrollo, aspectos cognitivos y psicológicos. Definicion.com. https://definicion.com/imaginacion/