La filosofía política es una disciplina filosófica que se encarga de estudiar el pensamiento político, sus ideas y propuestas a lo largo de la historia, y cómo estas influyen y participan en la realidad política y social. La filosofía política se pregunta por el concepto de lo político, qué ideas y fundamentos definen el pensamiento político, y cuáles son los factores clave de las diferentes posturas y teorías políticas. Así, la filosofía política se centra en los planteamientos teóricos de los diferentes sistemas políticos (monarquía, aristocracia, democracia, etc.), a través de los pensadores que han contribuido a elaborarlos y sus principales ideas políticas.
Entre las cuestiones más importantes de la filosofía política se destacan las ideas y conceptos acerca de los distintos modelos de gobierno, la relación entre individuo y sociedad, la justicia, las leyes y la libertad, los derechos y la igualdad, el concepto de propiedad y el poder político, entre otras cuestiones fundamentales que hacen de la filosofía política un amplio campo de estudio acerca de las relaciones de poder y las ideas que fundamentan los distintos modelos de pensamiento político.
Algunas de las preguntas fundamentales de la filosofía política se cuestionan acerca de: ¿Qué forma de gobierno se debería adoptar, qué modelo de autoridad y por qué? ¿Qué diferencia a un gobierno legítimo de uno ilegítimo? ¿Cómo debe dividirse y administrarse el poder político? ¿Qué formas de participación social y política son posibles? ¿Cómo deben administrarse los derechos y obligaciones de los ciudadanos? ¿Cuál debe ser el marco legal que debe establecerse para una sociedad justa? ¿Qué concepto y modelo de justicia debe aplicarse y por qué? Entre muchos otros interrogantes esenciales de la filosofía política.
Históricamente, la filosofía política se remonta a los mismos orígenes de la filosofía, donde autores fundamentales de la historia del pensamiento como Platón en su libro República y Aristóteles en la Política sentaron las bases del análisis y fundamentación de las ideas políticas, desde la perspectiva de la filosofía, según la cual la política no sólo es una estructura de poder sino que debe ser estudiada racionalmente, como una ciencia con principios y leyes propias. Así, en la antigüedad se establecieron los inicios de lo que hoy se conoce como «ciencias políticas». Posteriormente, autores importantes de la filosofía política como Nicolás Maquiavelo, Thomas Hobbes, John Locke, Montesquieu, Rousseau, entre otros, continuaron realizando grandes aportes al estudio filosófico del pensamiento político.
Etimológicamente, la palabra «política» proviene del término griego politeia (política), y este, a su vez, del vocablo polis (público, ciudad, sociedad). De aquí que la filosofía política sea un estudio filosófico acerca de los asuntos públicos que competen a todos los ciudadanos y la sociedad en general.
Índice de temas
Filosofía política, origen e historia.
Podemos establecer el inicio histórico de la filosofía política a partir de la República de Platón, ya que fue la primera obra dedicada a establecer una fundamentación filosófica acerca de los asuntos públicos, la vida política y cómo debería ser el gobierno y la sociedad ideal. De esta manera, Platón inaugura una línea de pensamiento e investigación filosófica de la política que continuaría hasta la actualidad.
La República de Platón.
República es un libro dedicado principalmente a asuntos que tienen que ver con lo público y la política. Sin embargo, no constituye un estudio aislado e íntegramente propio de «lo político» sino que la filosofía política platónica está íntimamente relacionada con todo su pensamiento en sentido general. En la República se tratan temas importantes de la filosofía platónica como la teoría de las ideas, la inmortalidad del alma, el mito de la caverna, entre otros. No obstante, las temáticas estrictamente dedicadas a la política son el eje central de la República. En esta obra, a través de los diálogos de Sócrates, Platón desarrolla diversas cuestiones referentes a la política de la ciudad y cómo debería ser el gobierno ideal. El tema principal de la República versa sobre la Justicia, qué es, cuál es el concepto de justicia y cómo se manifiesta y establece en la sociedad. Así, la disertación acerca de «lo justo» y «la justicia» lleva a Platón a hablar de un Estado ideal, el cual sea capaz de administrar con justicia los asuntos de la ciudad-estado (polis).
En un momento del diálogo, Sócrates propone que para entender la justicia en los individuos es importante verla en el Estado y la sociedad. A partir de esta propuesta, Sócrates comienza a desarrollar su visión de una «ciudad ideal», y establece las bases del «Estado perfecto» y justo según los siguientes criterios:
- Mito de los metales (sobre las clases sociales): Según Platón la sociedad ideal debe estar compuesta por tres clases sociales, representadas en metales (oro, plata y bronce). Cada clase social tiene una función y un lugar específico que ocupar en la sociedad. A partir de esta división, Platón esboza una primera definición de justicia, según la cual, la justicia es la facultad de administrar con justeza el rol de cada uno de los individuos y grupos en la sociedad. Según Platón, el «justo orden» de la polis debe estar estructurado jerárquicamente: La clase inferior pertenece a los trabajadores manuales, la clase intermedia a los soldados y guerreros (guardianes), y la clase superior será la clase gobernante, compuesta por los hombres más «justos» y «sabios» de la ciudad.
- Rey filósofo (gobierno de sabios): La clase gobernante, para poder gobernar con justicia, debe estar educada en la filosofía y el estudio de las artes y ciencias más elevadas. Así, Platón propone a la figura del filósofo rey como el gobernante perfecto para la ciudad ideal, una ciudad basada en el conocimiento y dirigida por los hombres más sabios y virtuosos de la polis.
- Crítica a los 4 sistemas políticos injustos: Platón establece una crítica a los que, según según su criterio, son modelos de gobierno injustos: la timocracia griega, un tipo de gobierno en el cual sólo participan aquellos que poseen tierras o riquezas; la oligarquía, donde el gobierno está en manos de unas pocas personas; la democracia, según Platón es un sistema injusto debido a que el exceso de libertad y la participación de ciudadanos no educados en asuntos importantes del Estado lleva, tarde o temprano, a la peor forma de gobierno: la tiranía, gobierno en el cual todo el poder se concentra en la figura de un tirano.
- Intervención del Estado en la educación: En su ciudad ideal, Platón establece que la educación de cada ciudadano debe ser acorde a su clase social: aquellos que deban cumplir tareas manuales recibirán una educación práctica, los guardianes serán educados en el arte de la guerra y la defensa de la ciudad, y los gobernantes, recibirán la educación en las artes y ciencias más elevadas.
- Igualdad entre el hombre y la mujer: Platón señala que tanto el hombre como la mujer tienen el mismo derecho y capacidad para gobernar y, por tanto, deben recibir la misma educación. Sin embargo, en muchos pasajes de la República, el Sócrates platónico deja claras marcas de las diferencias entre ambos sexos.
- Crítica al arte y la poesía: En el marco de su programa educativo, Platón destierra a la poesía y al arte de la «ciudad ideal», ya que los considera una educación errónea que engaña a las personas y distorsiona la percepción del «mundo real», basado en las ideas. Según la división entre mundo sensible y mundo inteligible, Platón identifica al arte y la poesía como imitadoras del mundo sensible, y por lo tanto, engañosas y perjudiciales para el orden social.
La Política de Aristóteles.
La Política de Aristóteles puede considerarse la primer obra filosófica dedicada exclusivamente a la política. En ella, Aristóteles diseña su propio concepto de Estado y desarrolla una definición antropológica del hombre como «animal político». Según Aristóteles, lo que define al ser humano en su esencia es que este es un ser social y político y encuentra su realización cumpliendo una función social en la polis. A partir de la teleología, Aristóteles postula que el ser humano tiene como finalidad principal servir a la polis, ser útil a la sociedad. Así, subordina la ética (gobierno del individuo) a la política (gobierno de todos), Aristóteles señala una primacía de lo político por sobre lo ético y afirma que la ética individual sólo puede tener sentido en concordancia con la política.
La filosofía de Aristóteles se divide en dos grandes grupos de saberes: saberes prácticos (ética, política, arte), y saberes teóricos (metafísica, matemática, geometría). En este sentido, Aristóteles identifica a la política como la «ciencia superior» entre los saberes prácticos, ya que es la encargada de coordinar y ordenar todos los aspectos de la vida social humana (justicia, economía, educación, gobierno, etc.). Así, Aristóteles compara a la política en la práctica con la metafísica en lo teórico, mientras la metafísica es la «Filosofía Primera» más universal y completa de las ciencias teóricas, la política lo es entre las ciencias prácticas.
Filosofía política en la Edad Media.
La filosofía medieval vinculó a la política directamente con la religión y desarrolló una teología política basada en el catolicismo. San Agustín, en su obra Ciudad de Dios, habló de un «Estado celestial», divino y perfecto, ordenado por Dios, el cual debe ser establecido de la misma forma en la Tierra. Se llama agustinismo político al modelo por el cual se divide al poder político en dos grandes autoridades: el Papa como sumo gobernante de la comunidad católica en su totalidad, y los reyes, administradores políticos de la fe católica en cada territorio. Según Tomás de Aquino, el orden natural y humano debe subordinarse a un orden divino y eterno, establecido por Dios. Así, dividió a la ley natural y la ley humana, de la ley divina, una ley eterna e inquebrantable basada en un orden religioso.
Filosofía política en el Renacimiento y la Modernidad.
El Príncipe de Maquiavelo.
El Príncipe es una obra cumbre de la filosofía política renacentista, fue escrita por Nicolás Maquiavelo y dedicada a Lorenzo de Medici con el fin de ayudar unificar a Italia y superar la crisis política en la que se encontraba. En esta obra, Maquiavelo afirma que un sólo hombre (el príncipe), utilizando su genio, puede ser capaz de superar y ordenar a la sociedad en su conjunto. Según el maquiavelismo, tanto el Principado como la República son modelos políticos viables para el correcto control de la población, siempre y cuando, el Estado haga uso de todos los medios posibles para gobernar. El tópico principal de la obra se basa en la separación total entre ética y política. Si para los antiguos griegos ambas formaban un sólo sentido, para Maquiavelo el Estado no debe detenerse en asuntos éticos y morales, sino que debe concentrar todas sus fuerzas en el control de la población, incluso si esto implica métodos poco éticos como infundir el miedo o la coerción en la sociedad. A diferencia de los modelos políticos idealistas, Maquiavelo se centra en desarrollar, no una teoría del «Estado ideal», sino un realismo político basado en los efectos concretos de las acciones gubernamentales en la sociedad.
Contrato social y teorías del Estado.
En la Modernidad comienzan a surgir las primeras teorías del Estado, en las cuales el concepto de contrato social fue el eje fundamental para establecer los modelos políticos modernos. Thomas Hobbes, en su obra El Leviatán, habla del estado de naturaleza, según el cual, «el hombre es el lobo del hombre» y no existe ley ni orden social. Según Hobbes, para superar el estado de naturaleza salvaje, los hombres deben establecer un contrato social en el cual le otorgan el poder absoluto al Estado (absolutismo).
John Locke, padre del liberalismo clásico, en su Segundo tratado sobre el gobierno civil, desarrolla su teoría del Estado basada en los derechos naturales y la propiedad privada. Según Locke, el Estado debe proteger todo aquello que está en peligro en el estado de naturaleza: la propiedad, la libertad y los bienes. Así, para evitar la corrupción política y la tiranía, Locke propone la división de poderes del Estado en poder ejecutivo, legislativo y federativo.
Por otro lado, la teoría política de Rousseau se diferenció del concepto antropológico del «estado de naturaleza», según el cual el hombre «nace malvado» y la sociedad debe rectificarlo a partir del gobierno. Contrariamente, Rousseau opina que el hombre en su naturaleza «nace bueno» y es la sociedad la que corrompe la naturaleza humana. Así, en su obra El contrato social, Rousseau busca fundamentar el derecho político de participación ciudadana, a través de la soberanía popular sustentada sobre los valores de la libertad y igualdad entre todos los ciudadanos. Esta obra es considerada una de las principales precursoras de lo que luego se convertiría en la revolución política más importante de la Modernidad: la Revolución Francesa.
Ilustración y filosofía política.
Con el advenimiento de la Ilustración se produjo un marcado impulso racionalista y modernista en la filosofía política, que llegó a influenciar hasta las esferas más altas del poder. Se conoce como despotismo ilustrado al período de segunda mitad del siglo XVIII en el que las monarquías absolutas adhirieron al movimiento ilustrado y buscaron establecer cambios y reformas políticas sin pasar por un proceso revolucionario. Sin embargo, las mismas ideas ilustradas de igualdad, libertad y expansión de derechos políticos llevaron, en 1789, a que se produzca la Revolución Francesa. En este marco de ilustración y proceso revolucionario, surgen posturas teóricas representativas de la filosofía política de la época.
Montesquieu, en su obra El espíritu de las leyes, desarrolló su teoría política, en la cual rechaza el absolutismo y propone una separación de poderes en ejecutivo, legislativo y judicial, en el marco de una monarquía constitucional. En su obra, Montesquieu realiza un análisis de los tipos de gobierno, a los que dividió en dos: gobiernos republicanos (democracia y aristocracia), y los gobiernos monárquicos (despotismo y tiranía). Por otra parte, Voltaire basó su filosofía política en la idea de que el Estado debe proteger y garantizar los derechos de la población, la propiedad y establecer una sociedad basada en la libertad, la igualdad y la tolerancia.
Alexis de Tocqueville fue uno de los más importantes pensadores del liberalismo, en su obra La democracia en América, estudió el modelo de gobierno representativo en Estados Unidos, y habló de los excesos de la democracia. Señaló los peligros del sistema de convertirse en un despotismo democrático, en el cual la representatividad terminaría degenerando en un despotismo suavizado por el modelo democrático.
Immanuel Kant, en su Tratado sobre la paz perpetua, se adelanta más de dos siglos a la creación de la ONU, y prepone que para alcanzar la «paz perpetua» entre las naciones, los Estados del mundo deben establecerse según una estructura política global, aplicable a todos los países, que permita el común acuerdo de las naciones para mantener la paz perpetua. Kant postula ideas como el desarme internacional, la no disolución ni intervención de las naciones pequeñas por las más grandes, la prohibición de la deuda nacional, una hospitalidad universal entre las naciones, entre otras propuestas tendientes a un pacifismo internacional.
Filosofía política en el mundo contemporáneo.
Hacia el siglo XX, el contexto político contemporáneo está marcado, por un lado, por el avance de los modelos políticos de los Estados modernos, basados en un sistema de democracia liberal y expansión del capitalismo hacia un mercado internacional, y por el otro, las dos guerras mundiales y el surgimiento del totalitarismo como la forma política más violenta y despótica del siglo XX. En este marco de potencias industriales, capitalismo en expansión, democracias liberales y totalitarismos, Surgen diversos modelos de posturas filosófico-políticas:
Filosofía política liberal.
Desde el surgimiento del utilitarismo de Jeremy Bentham y John Stuart Mill, comienza a perfilarse un tipo de filosofía política basada en las ideas liberales de un mundo establecido a partir del principio de utilidad productiva. El utilitarismo adhiere a sistemas políticos democráticos liberales en los que se beneficie a la mayoría, según el principio de la mayor felicidad, la propiedad privada y la libertad de expresión.
Por otro lado, Max Weber, en su obra Ética protestante y el espíritu del capitalismo, adhirió al capitalismo liberal y elaboró una teoría política basada en la burocracia como estructura de la sociedad civil capitalista.
John Rawls, en su Teoría de la justicia propone un modelo liberal que sea capaz de conciliar la libertad y la igualdad, mediante el principio de igualdad equitativa de oportunidades y el principio de diferencia.
Robert Nozick, en su libro Anarquía, Estado y utopía, establece una teoría de los derechos naturales, según la cual el único Estado moralmente admisible debe ser un Estado mínimo, que sólo se encargue de proteger los derechos y libertades de los individuos. El liberalismo extremo de Nozick se acerca a un libertarianismo, según el cual el Estado debe reducirse a su mínima expresión, y regirse política y socialmente por las «leyes del mercado».
Crítica al capitalismo y revolución.
En el marco de un contexto capitalista expansivo de concentración de riquezas en monopolios, se presenta el problema de la desigualdad estructural de los sistemas liberales y la lucha de clases planteada por Karl Marx en su crítica al capitalismo. En la obra Manifiesto comunista, desde la perspectiva del materialismo histórico, Marx y Friedrich Engels plantean un estado de desigualdad generado por el sistema capitalista, el cual debe ser superado por una revolución definitiva (la revolución de los trabajadores), que establezca un Estado basado en los principios del comunismo y el socialismo, a partir de los cuales se terminaría con las clases sociales. Estas ideas influenciaron poderosamente el advenimiento de la Revolución Rusa (1917) y el surgimiento de la Unión Soviética como Estado comunista.
Posteriormente, Antonio Gramsci planteó el concepto de hegemonía, para referirse a aquellas estructuras de poder desigual, las cuales son aceptadas por el pueblo como legítimas, pero que, sin embargo, establecen una gran desigualdad estructural en la población. Gramsci acuñó el concepto de bloque histórico para referirse al conjunto de situaciones políticas que se dan en un determinado marco histórico entre la estructura, la superestructura y las fuerzas políticas y sociales.
Crítica al totalitarismo.
En un contexto marcado por el nazismo, el fascismo y el totalitarismo, sistemas absolutistas que dieron como resultado los más terribles crímenes de lesa humanidad dejando millones de víctimas, Hannah Arendt, en su obra La condición humana explica los orígenes del totalitarismo a partir del concepto de «la banalidad del mal», mediante el cual Arendt describe cómo un sistema político puede banalizar actos y crímenes de lesa humanidad, llegando a trivializar el asesinato y exterminio masivo de personas, a partir de procesos burocráticos, en los cuales los funcionarios responsables son incapaces de considerar las graves faltas éticas y morales de los actos que justifican.
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Aci, E. M. (21 de julio de 2023). Definición de filosofía política. Origen, historia, teorías políticas y autores. Definicion.com. https://definicion.com/filosofia-politica/