Eurocentrismo es la denominación que recibe la perspectiva por la cual la visión europea prevalece como la hegemonía cultural y de pensamiento respecto de otras perspectivas, en Occidente y en otras territorialidades.
Esta perspectiva fue cobrando cada vez más relevancia desde la época del incipiente colonialismo de ultramar de las potencias del Viejo Continente. Desde allí en adelante, la historia de la modernidad, y la posterior globalización, ha sido regida por la lógica de los centros y periferias, desde lo cultural hasta lo administrativo y geopolítico.
La palabra deriva de la unión entre Europa y -centrismo, es decir, aquello en torno a lo que otras cosas giran alrededor.
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Desarrollo histórico.
Cuando se considera que el eurocentrismo responde a una cosmovisión donde la perspectiva europea se posiciona como única válida respecto a otra, se hace referencia a un fenómeno que tiene larga data.
Europa, en este sentido, no es solo la tierra donde nace el racionalismo o la Ilustración, donde se gesta la Revolución Industrial o que tiene entre sus grandes hitos el descubrimiento de América, Asia y otros territorios. Es, simbólicamente, el eje de la cultura occidental: es la esencia del progreso, la civilización, la literatura, la cultura, la filosofía y la política.
Este importante bagaje cultural, cultivado a lo largo de muchos siglos, posicionó a otras culturas y pueblos como inferiores: un ejemplo de ello es el desarrollo del término bárbaro. En aquel entonces, el término fue utilizado por la civilización greco-romana para representar a todas aquellas naciones que habitaban por fuera de sus fronteras y que, por ende, hablaban otra lengua.
Debido a la incomprensión lingüística, este término, que se traduce como aquel que balbucea, es utilizado posteriormente como base para la idea de barbarie. Con esta denominación se define una ausencia de educación, respeto o de civilidad. Al igual que bárbaro, responde a una narrativa de superioridad mediante la que, peyorativa y despectivamente, se considera como inferior a aquel que carece de cultura o de valores considerados civilizatorios.
Con el paso del tiempo, hay un nuevo evento que genera una nueva forma de observar al resto del mundo: el colonialismo de ultramar de fines del siglo XV, que modifica la geopolítica de aquel momento.
Cuando las principales potencias de la Europa occidental comienzan a navegar hacia territorios desconocidos, el imperialismo toma una nueva dimensión. El mundo occidental se encuentra con el mundo no occidental: las culturas indígenas de América, por ejemplo, atravesarán una profunda redefinición cultural, histórica, demográfica, social y política.
Los territorios conquistados por Cristóbal Colón y quienes le sucedieron son eje de la misión civilizatoria de Europa:
- experimentan una profunda evangelización que acaba con toda manifestación no cristiana de religiosidad o espiritualidad, ya que el cristianismo es la nueva religión oficial de todo el continente
- Se impone el español como lengua de todos los pueblos, y se lo enseña desde el caribe continental hasta los pueblos conquistados del sur;
- Se instaura un sistema colonialista de extracción de riquezas y explotación de indígenas y esclavos africanos que se extiende por algunos siglos.
- Se domina, política y administrativamente, los territorios conquistados.
En los siglos posteriores, se hace evidente el eurocentrismo en la educación ya que la llegada a América será enseñada como descubrimiento. Se encuentra aquí el etnocentrismo sobre la conquista y el genocidio americano del siglo XVI en adelante. Los pueblos del Nuevo Mundo, como se llamó a las tierras americanas, tenían una cultura milenaria, sistemas sociales muy desarrollados, rituales, costumbres, tradiciones y creencias.
Contaban también con una vasta expresión artística manifestada en la gran cantidad de esculturas, piezas de cerámica, arte rupestre y piezas textiles encontradas.
De este modo, la idea de descubrimiento alude a algo que es conocido solo gracias a la labor reveladora de alguien. En este sentido, el explorador europeo es quien conquista y enseña al habitante primitivo de esas tierras lejanas todo lo que debe saber sobre el mundo, Dios, los valores, las tradiciones y las buenas costumbres. La dicotomía entre «descubrimiento vs. conquista» permite repensar la construcción sobre el hombre europeo, colonizador, y el hombre colonizado.
Esta forma de percibir al otro no solo se manifiesta en la visión sobre la llegada a América, sino también en la visión sobre esos habitantes.
La exotización y la romantización son dos fenómenos mediante los que se construye a una persona o un entorno en función de reglas ajenas a ese universo. Esto provocó que se percibiera al habitante indígena como el buen salvaje, mito propio de la literatura europea de la época sobre aquellos que habitan la naturaleza (no la civilización) y que son ajenos a los vicios y pecados de la sociedad.
Así, América es interpretada como un paraíso habitado por personas incapaces de hacer el mal, bondadosas y dóciles. Esta práctica de exotización es también común en la literatura sobre pueblos orientales, que representan aquello desconocido, misterioso y atractivo sobre el que recaen múltiples estereotipos.
Finalmente, otro espacio donde el eurocentrismo tuvo lugar es en el discurso científico. América, como otros territorios coloniales, fue el espacio donde los científicos de múltiples áreas (ciencias duras y ciencias sociales, botánica, antropología, filosofía) observaron, analizaron y categorizaron en función de sus propias perspectivas científicas del mundo a este nuevo territorio.
Consecuencias y alternativas.
Entre los principales efectos del eurocentrismo, encontramos que, al presentarse como válida y/o verdadera una única perspectiva sobre el mundo, las demás formas de habitarlo quedan en un segundo plano. Se minimiza, además, la complejidad que otros sistemas de pensamiento, de cultura y de vida, ya que se consideran más primitivos, no tan avanzados ni desarrollados y por ende débiles o poco evolucionados.
Existen muchos sistemas de creencias occidentales que no comprenden únicamente la perspectiva eurocentrista, y desde el siglo XX esto se ha trabajado, desde distintos espacios, fundamentalmente con estudios poscoloniales.
En ellos, se reanaliza el discurso colonial y se problematiza sobre los efectos devastadores de la colonización sobre los pueblos originarios. Fundamentalmente, se intenta recuperar la identidad milenaria de los territorios colonizados y que sus historias, lenguas y arte puedan también ser conocidas y difundidas.
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Fernández, A. M. (28 de septiembre de 2023). Definición de eurocentrismo. Historia, tipos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/eurocentrismo/