Eficiencia energética es la denominación para la relación entre ahorro de energía y la capacidad para llevar a cabo una tarea con la mayor cantidad de eficacia posible. Esta práctica supone tratar de reducir, hasta límites medidos y controlados, el uso de esta forma de energía, de modo tal que haya una gestión de la demanda y que incluso su efecto sobre el medio ambiente y la calidad de vida sean positivos.

El concepto deriva de eficacia, es decir, la capacidad de alcanzar una meta u objetivo (deriva del latín efficacia, con el mismo significado) y de energética, vinculado con la energía, es decir, la capacidad de un cuerpo para realizar un trabajo o producir un cambio. Este término proviene de energīa, es decir, fuerza o capacidad de acción.

Postes de luz
La eficiencia energética nos permite conocer cuál es el mínimo de energía posible de usar para obtener resultados.

Principios.

Para poder comprender cómo funciona la eficiencia energética, podemos recorrer algunos conceptos clave:

  • La energía es la capacidad de un cuerpo para realizar un trabajo. Esta puede medirse en energía mecánica, eléctrica o térmica, entre otras.
  • La potencia es una magnitud que se emplea para indicar la eficiencia de una máquina o un dispositivo, y se mide en watts (W), y permite conocer cuánta energía se utiliza en una cierta medida de tiempo.
  • El consumo es la cantidad de energía que se emplea en un período de tiempo específico. Suele ser expresado en kilovatios-hora (kWh).

A su vez, encontramos una serie de leyes de la termodinámica que pueden ser consideradas en relación con la eficiencia energética. Veamos dos de ellas:

  • La primera ley indica que la energía se transforma (ni se crea, ni se destruye). En este sentido, en relación con la eficiencia energética, indica que las cantidades de energía van a mantenerse siempre constantes y, si hay algún tipo de cambio positivo, debe ser a raíz de una transformación de esta que sea más eficiente.
  • Con la segunda ley (la cantidad de energía disminuye con el tiempo), se indica que la pérdida de energía es inevitable, por lo que siempre puede recurrirse a opciones que optimicen la eficiencia y disminuyan toda eventual pérdida.

Dimensiones.

Exploraremos a continuación una serie de dimensiones relacionadas con la eficiencia energética.

Uso de electricidad.

tiras LED
Las luces LED tienen muy bajo consumo en comparación con otros métodos de iluminación, y una extensa vida útil.

En primer lugar, la eficiencia en el uso de la electricidad. Esta puede potenciarse gracias al empleo de iluminación LED, es decir, la tecnología que es de muy bajo consumo, cuya vida útil puede ser muy alta (algunas, de hasta 50.000 horas), que requieren poco mantenimiento y son amigables con el medio ambiente.

También, encontramos la tecnología inverter, es decir, aquella que regula la utilización de energía de los electrodomésticos o artefactos de forma frecuente, debido a su sensibilidad a los cambios de temperatura. Otras dos opciones son:

  • El empleo de electrodomésticos de bajo consumo, que permiten que en el ámbito doméstico ahorremos energía. Algunos ejemplos son las calefacciones de color azul; frigoríficos no frost; lavadoras con carga frontal; lavavajillas, que emplean poca agua; y televisores con pantallas LED.
  • Sistemas de gestión de energía o SGE, que son una serie de procedimientos para mejorar la eficiencia energética, ahorrar dinero, reducir el impacto en el ambiente y que se sirven de normativas actualizadas que avalan estos sistemas.

Calefacción y refrigeración.

Si consideramos la dimensión de eficiencia en la calefacción y la refrigeración, encontramos las siguientes opciones:

  • Aislamiento térmico: el uso de elementos que reducen la pérdida energética a través de materiales que impiden su escape.
  • Ventilación eficiente: permite una entrada y salida natural de corrientes de aire para disminuir la carga sobre sistemas de refrigeración, y sostener un clima agradable en el ambiente.
  • Bombillas de bajo consumo: las LED, por ejemplo, tienen vidas útiles mucho más prolongadas que las bombillas convencionales.
  • Recuperación de calor: este sistema consiste en, mediante ventilación y filtros, la expulsión parcial de aire del interior para usar el aire de afuera, más fresco, y disminuir los sistemas de calefacción.
Ventanas
La ventilación natural no solo evita tener que recurrir a sistemas como ventiladores, sino que hace fluir el aire interno y externo y mantiene un agradable clima en los interiores.

Transporte.

Por otra parte, en el transporte, encontramos que la eficiencia puede potenciarse gracias al uso de vehículos híbridos (con motores eléctricos), coches eléctricos (es decir, con baterías que pueden recargarse), o motores eléctricos de alta eficiencia, que usan la energía eléctrica en trabajo mecánico para el vehículo.

También, encontramos que la planificación, como la del urbanismo sostenible, contribuye a contemplar todo el espacio urbano para explorar opciones como movilidad sostenible, el uso de transporte eficiente y mejoras en la calidad de vida civil. Otras prácticas aquí incluyen el empleo de transporte eficiente, es decir, optar por opciones alternativas en la movilidad, cuando sea posible, y disminuir el uso de automóviles o vehículos.

Tecnologías y eficiencia.

Para coordinar herramientas y tecnologías en ámbitos como la industria, encontramos diferentes opciones. Por ejemplo, en el aislamiento y diseño térmico de edificios, una opción son los edificios de consumo casi nulo, cuyo diseño minimizan todo lo posible el uso de energía, y utilizan formatos renovables de energía para disminuir su impacto medioambiental. También, hay normativas de eficiencia energética que proponen estándares para su construcción.

Otras opciones son:

  • diseño bioclimático: se sirven de la posición del edificio, la entrada de luz solar y las ventilaciones posibles al construir
  • techos verdes: son coberturas con vegetación en la parte superior que permiten mejorar la eficiencia energética, ya que son excelentes aislantes de temperatura.
  • ventanas de doble acristalamiento: no solo son grandes aislantes del sonido, sino que impiden una excesiva salida de calor en invierno, y en verano impiden que un espacio se caliente en demasía, lo que mantiene el clima interno.
Vegetación y arquitectura
Algunos edificios se sirven de la vegetación para mantener un espacio fresco y, a la vez, que mantenga el clima cálido al interior de ese espacio.

Si consideramos el uso de energías renovables, encontramos opciones como la energía solar fotovoltaica, que se sirve de la radiación solar y paneles para generar energía, o la energía eólica, que usa la fuerza del viento para el mismo fin. También, la energía hidroeléctrica es un sistema complejo que usa el flujo del agua en movimiento (ríos, embalses) para producir electricidad, y la energía del océano se emplea utilizando la fuerza de las corrientes oceánicas y las mareas para este objetivo.

Finalmente, si consideramos la eficiencia en la industria propiamente dicha, encontramos que hay optimización de procesos industriales que continuamente revisan y ajustan las formas de producir energía, para minimizar desperdicios, reducir el daño ambiental y mejorar, a la vez, la productividad.

Algunas alternativas involucran la cogeneración o coproducción de calor y energía, que se sirve de una única fuente energética y el calor residual para generar electricidad y también calor. Siempre es posible servirse del desarrollo de nuevas tecnologías de eficiencia para investigar, financiar y desarrollar mejoras constantes, que permita automatizar procesos, disminuir el consumo y tener un impacto positivo en la comunidad.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de enero de 2024). Definición de eficiencia energética. Conceptos, dimensiones y usos. Definicion.com. https://definicion.com/eficiencia-energetica/