Definición de agricultura

Agricultura es el nombre con el que se conoce al grupo de actividades vinculadas con el trabajo de la tierra y su cuidado para la producción de cultivos. Se la denomina, también, labranza (aunque este concepto se vincula más específicamente a la preparación de la tierra para el cultivo).

La palabra proviene del latín agricultūra, y se compone de dos términos:

• -agro: relativo al campo
• -cultura: cultivo o crianza

Las técnicas comprendidas dentro de este sector productivo incluyen un conocimiento específico del suelo en el que se quiere cultivar, el tipo de cultivo que se hace, y los períodos y épocas del año en que esto es posible. Los productos que se obtienen del cultivo de la tierra son frutas, verduras y cereales.

Como actividad económica, además, es una de las grandes fuentes de alimentos que, a lo largo de la historia y hasta la fecha, han provisto a la sociedad con bienes para el consumo. Es, también, una de las industrias más importantes, y el sector en el que estas actividades se inscriben se denomina sector agrícola.

Historia.

La historia de la agricultura data de, por lo menos, diez mil años atrás, es decir que se ubica dentro del período neolítico (que se extiende desde ese momento hasta aproximadamente el 3000 a.C.). Este período prehistórico, posterior al mesolítico, se caracteriza por la actividad agrícola que comienza a desarrollarse. También es relevante por los siguientes rasgos:

• Además de esta actividad productiva, se hizo extensivo el pastoreo del ganado, y la domesticación de algunos de ellos;
• Se desarrolla la alfarería;
• Se empiezan a utilizar múltiples herramientas, como la piedra pulida;
• Las comunidades empiezan, paulatinamente, a abandonar la vida nómade y a asentarse en regiones por tiempos más extensos (inicio del sedentarismo). Esto permite que se construyeran asentamientos próximos a donde se cultivaba;
• La caza era otra actividad muy extendida;
• La economía de las comunidades empieza a aumentar ya que hay producción de alimentos (por la agricultura y la ganadería).

La agricultura es, entonces, una entre tantas actividades que empezaron a modificar las sociedades de aquel entonces. Contribuye con la conformación de sociedades asentadas en un lugar, activa la economía, y plantea nuevos vínculos con la tierra.

Incluso, se ha descubierto que en aquel momento se fabricaron molinos para prensar el cereal. Al pensar en las actividades que las sociedades practicaban para subsistir, es inevitable considerar cómo impactaron en las concepciones sobre el mundo que las rodeaba. Cazar alimentos para sobrevivir cada día suponía un escenario muy diferente de uno en el que se contaba con tierras para cultivar. En este escenario, debe prestarse atención a cambios en la tierra y factores climáticos que alteraran las cosechas.

Luego, a esa cosecha era posible hacerla atravesar por un proceso tecnológico, sin importar cuán rudimentario fuese. De ello se pudo obtener, en aquellos días y hasta hoy, otros productos (como la molienda de cereal que permite obtener harinas, por ejemplo).

Esta actividad fue avanzando y perfeccionándose hasta que, hacia el siglo XVIII de nuestra era, tuvo lugar un suceso trascendental. La Revolución Industrial permitió no solo el uso de nuevas tecnologías, sino también un aumento sin precedentes en la forma de producción, de comercialización y cambios sociales vinculados con ello.

El valor económico que suponía la inversión en la maquinaria necesaria hizo posible que accediera a ello quienes contaban con el capital suficiente para tal adquisición. Quienes quedaron imposibilitados de esa posibilidad debieron trabajar la tierra en calidad de asalariados. El desarrollo de la industria en general, y del sector agrícola en particular, provocó no solo grandes éxodos del campo a las incipientes ciudades donde la industria se concentraba, sino que también causó grandes desigualdades sociales.

Características.

Algunos de los rasgos que se vinculan con la agricultura son los siguientes:

• Quien se dedica a realizar esta actividad es denominado agricultor, o agricultora;
• Es, como su historia lo demuestra, una de las actividades humanas más antiguas de nuestra historia;
• Gracias a ella, las primeras comunidades que lograron estabilizarse vieron transformadas sus sociedades, sus economías y sus vínculos con el medio en el que vivían;
• Su sinónimo, labranza, alude al trabajo específico sobre los suelos, a prepararlo para sembrar y al uso de herramientas diseñadas para uno u otro cultivo y tipo de tierra;
• Con el paso del tiempo, las técnicas, maquinaria e industria necesaria para su producción a gran escala ha ido aumentando;
• Es una de las más grandes fuentes de trabajo en todas las sociedades.

Tipos de agricultura.

Existen múltiples formas en que la agricultura se clasifica, y ellas dependen de los elementos que intervienen, de la tecnología utilizada, o de su impacto sobre el medio ambiente, por ejemplo. Veamos algunos ejemplos.

Según el uso del agua que se haga, hay dos tipos:

• Agricultura de regadío: también denominada agricultura de riego, supone que se riega la cosecha gracias a instrumentos artificiales (creados por el hombre). Hay una programación cuidadosa, entonces, para poder cubrir las necesidades que esa tierra y ese cultivo tiene, y se dispone de manera sistemática. Se caracterizan, también, por el alto coste económico que suponen en infraestructura, por ejemplo.
• Agricultura de secano: este tipo de riego es aquel donde el hombre y la máquina no intervienen para hacer crecer los cultivos, sino que dependen exclusivamente de lo que la naturaleza en general, y las lluvias en particular, provea. La avena, el trigo, algunas legumbres, el girasol o las olivas son algunos ejemplos de cultivos que pueden crecer adecuadamente de esta manera.

Según el uso de medios de producción:

• Intensiva: supone un sistema de producción de cultivos en el que intervienen maquinarias y suplementos necesarios para aumentar al máximo posible la cantidad de cultivos. Aquí entran en juego fertilizantes, maquinaria pesada, semillas cuidadosamente seleccionadas, y todo aquello necesario para producir a gran escala.
• Extensiva: este tipo de agricultura trata de aprovechar al máximo posible la tierra y sus recursos, sin recurrir a elementos externos, tecnológicos o artificiales.

Según el cuidado que hay para proteger al medio ambiente, encontramos los siguientes tipos:

• La agricultura natural: esta trata de ser cuidadosa con la naturaleza y de adaptarse a los tiempos en que la tierra produce los alimentos, sin recurrir a elementos externos. No se utiliza maquinaria pesada, ni ningún tipo de recursos que acelere los procesos.
• La agricultura biodinámica: este tipo de actividad agrícola, por su parte, también trata de emplear con la mayor responsabilidad posible los recursos de la naturaleza. Se evita el uso de elementos químicos. Esta forma de actividad supone también una concepción más amplia y profunda, no solo ligada a la producción o la economía. Se considera que el medio ambiente y el trabajo de la tierra funcionan como un ente unificado, y que la agricultura es un proceso que debe trabajar en absoluta armonía con el suelo.
• La orgánica: también respetuosa del suelo, la agricultura orgánica pone en primer lugar la fertilidad que existe en la tierra por trabajar, pero también en tratar de proteger el medio en el que se cultiva. Hay un fuerte desarrollo de este sector agrícola, que procura, también, ser respetuoso de toso el sistema productivo que involucra el cultivo y el trabajo en la tierra. Se contempla el cuidado de la naturaleza, pero también el empleo cuidadoso de la fuerza de carga animal, si hace falta, y también se trata de mantener condiciones justas para con quienes trabajan la tierra.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (28 de junio de 2022). Definición de agricultura. Historia, rasgos y tipos. Definicion.com. https://definicion.com/agricultura/