Economía circular es la denominación para un modelo económico en el que se trata de apelar a la reutilización de elementos, la reducción de residuos y un consumo responsable de los recursos que existen.

Aquí, hay una recuperación de aquello ya producido, en lugar de desecharlo, para poder disminuir el impacto de estos desechos sobre la huella de carbono, alargar el ciclo de vida del producto y fomentar una economía de funcionalidad extendida de estos.

La palabra proviene del inglés circular economy, que es utilizada para señalar un sistema de interacciones cerradas, es decir, sin más elementos que intervengan desde afuera, entre la economía y el medio ambiente. Es, además, un sistema que propone alternativas para extender la vida útil de un producto, por lo que su ciclo de vida se restaura con cada nuevo empleo.

Historia.

La dimensión histórica de los orígenes de la economía circular nos remonta a principios del siglo XX, fundamentalmente a contextos socioeconómicos de escasez de alimentos y recursos. Así, en períodos de enfrentamientos bélicos, donde estos elementos faltaban, la necesidad llevó a que se contemplaran estrategias de maximización de estos recursos.

Escasez
La falta de alimentos provocada por conflictos bélicos llevó a que muchos pueblos busquen alternativas para maximizar la vida útil de sus recursos disponibles

Con el paso del tiempo, además de la necesidad, la conciencia por la reducción de la contaminación, la medición del impacto social de desechos y la búsqueda de una producción más limpia dio paso a nuevas perspectivas. Hacia fines de siglo, una de estas teorías es la del Cradle to Cradle (De la cuna a la cuna), es decir, la propuesta en la que se producen elementos cuyo ciclo completo de utilidad es contemplado.

Esto implica que sean elementos compostables y que apunten a la biodegradabilidad y puedan ser usados para reciclaje, que tengan un diseño sostenible y que su cadena productiva tenga una gestión de recursos óptima.

También conocido como Enfoque C2C, se apunta a dejar de lado la noción de residuos, para dar paso a una nueva modalidad en la que todos los materiales puedan servir, una vez finalizado su diseño inicial, para otros procesos y elementos. Esto fomenta una perspectiva de cero desperdicio, fomenta la economía regenerativa, y maximiza la eficiencia de recursos.

Con el paso del tiempo, esta filosofía ha dado paso a certificaciones ambientales de elementos que se adaptan a ella, y es una estrategia empleada por empresas, por construcciones de arquitectura y en el organigrama productivo de múltiples instituciones.

Principios.

Veamos a continuación algunos de los principios centrales de esta perspectiva.

Reducir, Reusar, Reciclar (las 3Rs).

Tres erres
El proceso de reducir, reusar y reciclar constituye una parte esencial de un proceso más consciente del uso de recursos.

Una máxima conocida en el universo de la economía circular es la de las 3Rs:

  • Reducir: producir la mínima cantidad de desechos y residuos, para tener prácticas productivas más conscientes y cuidadosas. Esto supone una producción limpia, que fomenta la Ecoefficiency (ecoeficiencia), es decir, la menor cantidad de elementos posibles para la venta de servicios y bienes. Esta política Zero waste fomenta una ética del consumo más amigable con el entorno.
  • Reusar: esto implica utilizar un producto hasta el máximo posible, lo que supone su reutilización y arreglos que lo reparen para poder seguir usándolo. Aquí, el modelo productivo es esencial, ya que evita la obsolescencia programada, es decir, la disminución consciente de la vida útil del producto. Esto forma parte de la responsabilidad extendida del productor, quien debe atender al impacto de sus productos y procurar no apelar a estas estrategias.
  • Reciclar: esta instancia es la transformación de los elementos en nuevos materiales. Aquí incluimos el compostaje, el reciclaje, la separación de desechos y otras. Esto ayuda a tener menos desechos en una producción.

Diseño para la reutilización y reciclabilidad.

La instancia del diseño de un producto, cuanto atiende a la extensión de vida útil de este, puede involucrar una gran cantidad de factores: uso de energías renovables, una construcción sostenible de ese producto, la atención al impacto sobre la biodiversidad e incluso otras estrategias como el etiquetado ecológico, empaquetado sostenible y sistemas de intercambio local.

Cuando se utilizan elementos con materiales reciclables, se contribuye con la descomposición de estos elementos y su posterior reutilización.

Energías renovables
El empleo de energías renovables, como la energía eólica, contribuye con el uso de elementos ambientales como el viento para producir energía.

Uso eficiente y sostenible de los recursos.

El empleo eficiente de recursos implica atender a políticas de reciclaje de agua, restauración ecológica, análisis del ciclo de vida de la producción y eficiencia energética en el proceso productivo, entre otras. Es posible seguir normativas ambientales que fomenten esta gestión amigable de los recursos, para minimizar la huella ecológica y ser conscientes del impacto de estas medidas sobre la comunidad, el suelo y la naturaleza.

Usos y aplicaciones.

Encontramos que la economía circular tiene uso en una gran variedad de ámbitos productivos y económicos de la vida diaria.

En la industria manufacturera, la economía circular puede practicarse desde la denominada simbiosis industrial, es decir, las colaboraciones entre empresas para usar mutuamente sus recursos, elementos, materiales y productos, de modo que se gestiona un uso eficiente de ellos.

"Upcycling"
Existen diferentes tácticas, como el «Upcycling», que permite reusar determinados elementos en un nuevo producto de mayor calidad.

El ecodiseño, por otra parte, supone la combinación de ejes ambientales al construir un producto, desde la materia prima hasta su salida al mercado. También, encontramos el proceso de Upcycling (Suprareciclaje), que consiste en convertir productos en otros de mayor calidad, para no desecharlos.

El Downcycling (Reciclaje hacia abajo), por otra parte, es reciclarlos hacia productos de menor valor o utilidad.

En el ámbito de la construcción y vivienda, por otra parte, encontramos las siguientes opciones:

  • La construcción sostenible, que implica un mínimo daño ambiental y un uso más cuidadoso y eficiente de elementos para construir viviendas.
  • El ecodiseño que, como en la industria manufacturera, explora las posibilidades entre gestión ambiental y el uso de elementos que disminuyan el daño a los recursos naturales debido a la extensa vida útil de una edificación.
  • La certificación LEED es una normativa muy útil para edificios analizados y aprobados en función de criterios de eficiencia, inversión sostenible e innovación ecológica.

Otra opción es la rentabilidad ecológica, por otra parte, es el análisis y examen de proyectos edilicios que no solo sean rentables económicamente, sino también en materia ambiental, para cuidar el entorno, los tipos de elementos usados y su eficiencia a largo plazo.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (24 de enero de 2024). Definición de economía circular. Historia, rasgos y usos. Definicion.com. https://definicion.com/economia-circular/