Según el diccionario, la palabra vocación se refiere a la inspiración con la que Dios llama a un determinado estado, generalmente al religioso. Además, se utiliza más ampliamente para nombrar la inclinación de los individuos a profesiones o carreras determinadas.
La palabra vocación viene del latín vocatio, que a su vez viene de vocātus, que es participio del verbo vocāre, cuyo significado es llamar. Además, la palabra lleva en su componente el sufijo -ción, como un agente de acción y efecto. En este sentido, la vocación vendría a ser fundamentalmente un llamado.
Durante muchísimo tiempo, la vocación ha sido utilizada para designar al llamado que invita a ser parte de la vida en consagración religiosa. Es que este término encuentra su origen en las escrituras bíblicas, y está relacionado profundamente con la escucha. Hoy en día, el término es empleado en un sentido mucho más amplio y cotidiano, para nombrar a la llamada que los individuos pueden sentir por un ámbito en particular, en lo que pueden ser misiones humanitarias, profesionales, espirituales, científicas u otras.
En plural, o sea, si decimos vocaciones, la palabra es utilizada para designar la cantidad de aspirantes a la vida religiosa, particularmente, quienes aspiran a ser sacerdotes.
Vocación religiosa.
Según el cristianismo, las vocaciones son aquello que sirve para difundir correctamente la Palabra de Dios, tal como se encuentra en las escrituras bíblicas. Las vocaciones de esta religión en particular pueden ser pastores, diáconos, sacerdotes, entre otros.
La vocación, según el cristianismo, es entendida como una llamada de la mismísima divinidad. En este sentido, es Dios el suscitador de vocaciones a través de las oraciones de sus creyentes. Se trata de una vocación que se acerca más a las experiencias espirituales, y que se puede vincular a una forma de despertar espiritualmente. Particularmente, la adoración perpetua es concebida como una manera de despertar vocaciones. Según la fe del cristianismo, la vocación es un llamado de Dios hacia el fiel. El fiel es quien decide si cumple con este llamado o no lo hace.
En este ámbito, también son llamados vocaciones los matrimonios, las familias y los bautismos.
Vocación profesional.
Desde que se estableció la orientación vocacional a principios del siglo pasado, el uso de esta palabra evolucionó, enfáticamente en cuanto a desarrollar individualmente talentos y habilidades para elegir y disfrutar una disciplina o ámbito de estudio. Gracias a esta incorporación conceptual, han disminuido considerablemente los usos que refieren a su significado religioso, imponiéndose como modo de uso cotidiano esta acepción.
La vocación en este sentido es definida como el deseo de estudiar determinada carrera universitaria, o bien una actividad profesional, ocupación, o determinada actividad, cuando aún no se poseen todos los saberes o capacidades necesarias para llevarla a cabo. Es un tema que se investiga con asiduidad en los ámbitos de las ciencias de la educación.
Orientación vocacional.
La orientación vocacional sirve para ayudar a las personas a esclarecer sus aptitudes para el ejercicio de determinados oficios o profesiones.
Se trata de una conjunción de prácticas y actividades, cuyo objeto es la exploración de los diversos intereses de las personas, así como el análisis de las ofertas académicas disponibles y las oportunidades existentes en el mundo laboral.
Generalmente, esta herramienta está destinada a las personas que están por terminar los estudios medios y acercándose al momento del ingreso a la universidad.
El objetivo de esta herramienta es ejercer de guía para los jóvenes que están en proceso de elegir una profesión que se relacione con sus ámbitos de interés, con la capacidad que puedan tener en este ámbito y con las posibilidades reales que se encuentran en el mercado de trabajo. En este sentido, es fundamental que la vocación se ajuste a las necesidades concretas que se hallan en el entorno laboral, para que además de estudiar, la persona pueda luego trabajar de lo elegido.
Vocación y trabajo.
Más allá de los tests de orientación vocacional, la verdad es que, siendo realistas, no todos pueden terminar la escuela en la vida real, y no todos acceden a la posibilidad de estudiar en la universidad luego de esto. Por esto, muchas personas comienzan a trabajar desde muy jóvenes, sin acceder a la posibilidad de elegir trabajar de aquello que más quieren, que les gusta, o para lo que sienten que están especialmente hechos.
En este sentido, muchas personas eligen un trabajo sin elegirlo realmente, por repetición, porque es lo que hacían sus padres, porque es lo que esperan o porque saben que tiene mucha salida laboral. Incluso haciéndole caso a un orientador vocacional puede suceder que nos embarquemos en el estudio o ejercicio de algo que en realidad no se corresponde a nuestra verdadera vocación.
Es importante tener esto en cuenta para comprender que una profesión no es necesariamente una vocación para todo el mundo. Que nos dediquemos a algo no significa que esto nos apasione o que nos hayamos sentido toda la vida llamados a ejercer esto que hacemos.
Por ejemplo, si yo quiero dedicarme a escribir y siempre lo quise, es probable que esta sea mi vocación. Si, sin embargo, aunque quiera dedicarme a escribir y escriba en mi casa todos los días, para comer y llevar adelante la economía de mi hogar debo trabajar de administrativa en una oficina de lunes a viernes, mi vocación seguiría siendo la escritura, aunque mi trabajo sea el de administración. Incluso si no estudiara para mejorar mi escritura y sí estudiara administración de empresas, mi vocación no estaría ahí, porque no hay más que un interés económico o laboral en esa decisión.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta otra cosa: la gente cree que si trabajas de aquello que consideras tu vocación, en realidad no estás trabajando. O bien, que únicamente te producirá placer, y que entonces será como no trabajar. Bien, esto no es así. Un trabajo es un trabajo y que nos guste lo que hacemos no tiene por qué significar que no nos cansa, o que siempre nos gusta. La vocación no elimina todos esos factores, así como tampoco es motivo para que le pidamos a la gente que trabaja de lo que ama que nos regale su trabajo. Esto es algo que suele pasar con la mayoría de los artistas, a los que se les pide favores porque se considera que solo hay placer y no inversión de recursos en los resultados que ofrecen. O con los humoristas, a los que se les pide que cuenten un chiste como si tuvieran un repertorio siempre listo y no les supusiera ningún esfuerzo, ni necesitaran motivación, o simplemente tener ganas de hacerlo.
Además, es importante recordar que únicamente tener vocación no alcanza. Para lograr vivir de lo que amamos hay que esforzarse, estudiar, estar siempre en movimiento y no esperar que el éxito llegue solo. La vocación o los «dones» son buenos si se explotan, pero de nada sirve si simplemente se quedan ahí, alimentando la frustración de nunca llegar a donde queremos, porque en realidad nada hacemos más que saber que deberíamos estar ahí.
Citar este artículo
Krause, G. (12 de enero de 2022). Definición de vocación. Religiosa y profesional. Orientación vocacional y relación con el trabajo. Definicion.com. https://definicion.com/vocacion/
