Tutoría es el nombre que recibe el proceso mediante el cual una persona, en calidad de alumno o estudiante, es acompañada por otra persona (el tutor o la tutora) a lo largo de su proceso de estudio y/o preparación académica.
La tutorías pueden ser una alternativa de las escuelas o centros educativos, o pueden ser un asesoramiento que se busca por fuera de este establecimiento. Pueden ocurrir de múltiples maneras y con múltiples formas de desarrollarse, ya que dependen tanto del área de estudio como del alumno y del docente.
La palabra está vinculada con el término tutor, es decir, aquella persona que está encargada de la orientación académica de una persona en el transcurso de su recorrido educativo. A su vez, este término tiene origen en el vocablo latino tutor, es decir, dirigir, observar u orientar.
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El rol del tutor.
En una tutoría, encontramos dos actores esenciales:
- Quien ejerce de tutor o tutora, es decir, quien ejerce el apoyo educativo.
- Quien ejerce de tutorado o tutorada, es decir, quien ocupa el rol de estudiante.
La tutoría puede ser ejercida por un docente de la misma institución educativa o que conforme la consejería estudiantil pertinente. Por ende, ya conoce a los alumnos, sus necesidades y sus familias, también. Este punto es fundamental ya que el vínculo entre el tutor y el alumno no es solo con el material académico: también se apunta a incluir en esta dinámica a padres y tutores legales.
De este modo, puede haber una participación integral entre escuela y hogar para la mejora de las habilidades de los tutorados.
Habilidades del tutor.
La labor del tutor es orientar a la persona a lo largo del aprendizaje a través de la enseñanza de algunos puntos particulares:
- asesoría en técnicas de estudio y hábitos de aprendizaje
- metodologías de enseñanza
- estrategias para brindar ayuda con la lectura
- potenciación de sus puntos fuertes
- mejora de sus puntos débiles
- estrategias de aprendizaje
- ayuda en la preparación para exámenes
- asistencia en la gestión del tiempo
De esta manera, el tutor o la tutora debe trabajar activamente con sus estudiantes para poder aplicar estas enseñanzas durante las mentorías, y fomentar valores positivos para la mejora progresiva y continua. Al realizar una evaluación de las necesidades académica de sus alumnos, puede destacar los puntos fuertes y los débiles en ellos.
Además, en la tutoría, quien instruye y orienta a los alumnos debe tener las habilidades para poder poner en práctica estas herramientas y hacer una evaluación del aprendizaje de su alumno y de su desempeño académico. Así, puede estar atento a posibles cambios y mejoras a lo largo de la guía pedagógica.
Gracias a esta dinámica particular que se instaura entre tutor y tutorado, es posible que estos últimos logren depositar su confianza en su tutor, plantear problemáticas específicas o dudas que no logren resolver con sus docentes en la cotidianeidad.
Beneficios de una tutoría.
Gracias a las tutorías, es posible que el alumno obtenga una instrucción personalizada, más efectiva. Esto es fundamental para la prevención del fracaso escolar y los puntos negativos en las calificaciones.
Sin embargo, no es el único beneficio: es también la forma gracias a la cual las tasas de abandono de los estudios pueden disminuir. Cuando las necesidades particulares de un alumno ralentizan su desempeño, el tutor trabaja para que el impacto de estos factores negativos interfieran lo menos posible en su desarrollo educativo.
Estas dificultades en la vida del alumno pueden ser problemas o dificultades en el aprendizaje, o problemáticas vinculadas a su entorno social, económico o familiar.
Tipos de tutoría.
Veamos, a continuación, algunos tipos de tutoría.
Tutoría individual.
En primer lugar, encontramos la tutoría individual. Con esta forma de acompañamiento, el tutor se encuentra disponible para un alumno, sin otros alumnos en simultáneo.
Esto puede ser útil para llegar a conocer en profundidad al tutorado, para potenciar el análisis de su situación particular y para resolver con rapidez las dificultades que se presentan.
Esta forma puede resultar beneficiosa para tutorados que prefieran una instancia más íntima de educación personalizada, al menos en las etapas iniciales de su tutoría, hasta lograr la confianza suficiente en el proceso de tutoría y en su tutor.
Tutoría en grupo.
También encontramos la tutoría en grupo. Esta permite una instancia más bien abierta y diversa entre diferentes tutorados y un tutor. Estas tutorías grupales no pueden, sin embargo, reunir a una gran cantidad de alumnos. Cada tutor puede tomar un grupo reducido de alumnos: de este modo, puede conocer sus particularidades y sus puntos fuertes y débiles.
Además, esta modalidad contribuye con la interacción entre los tutorados, fortalece el trabajo en equipo y permite que, a largo plazo, puedan ayudarse y asistirse mutuamente en tareas donde el tutor no necesite intervenir obligatoriamente.
Tutoría en línea.
Las tutorías en línea, por otra parte, están enmarcadas dentro de lo que se conoce como educación en línea. Implica un acompañamiento pedagógico a través de dispositivos y con la presencia obligatoria de tecnología, como plataformas de aprendizaje específicas para cada necesidad.
Este tipo de procesos simplifican algunas cuestiones que con la tutoría presencial pueden resultar factores en contra, como el hecho de no tener que trasladarse hasta el lugar donde la tutoría tiene lugar. Eso implica, además, no perder tiempo en transporte, tanto al ir como al regresar de esa tutoría.
Las tutorías en línea, u online, son un elemento fundamental del aprendizaje a distancia.
Tutoría entre pares.
Finalmente, un último grupo está constituido por las tutorías entre pares. Esta se implementa entre alumnos o estudiantes que comparten un mismo nivel educativo y que, por ende, tienen un similar recorrido académico hasta ese momento.
La puesta en práctica de las diferentes estrategias y habilidades aprendidas con el tutor es el principal beneficio de esta modalidad. Además, permite que los alumnos encuentren, en sus pares, a compañeros con quienes comparten experiencias, problemáticas y dificultades y una empatía diferente que la que un docente puede tener.
Esta estrategia consiste, a grandes rasgos, en hacer que los alumnos trabajen de a pares. La elección de los grupos no es aleatoria, sino que el tutor debe hacer un análisis previo para ver qué alumno puede potenciar a otro. De este modo, se fortalece el ejercicio de tutoría a través del aprendizaje cooperativo entre alumnos.
Formas de aplicar una tutoría.
Las tutorías pueden servir para reforzar distintas áreas del recorrido académico. Por una parte, es común que se efectúen en el marco de determinadas asignaturas que a los alumnos les pueda costar llevar adelante con éxito. Con esta asistencia, pueden fortalecer el desarrollo de habilidades de estudio, tomar clases particulares sobre las temáticas para reforzar o participar de talleres educativos útiles.
Esto implica que puede haber una tutoría aplicada para matemáticas, lengua y literatura, ciencias u otras materias. Sin embargo, también pueden no estar restringidas a un contenido específico sino a hábitos de estudios, o mejora en las competencias educativas. Dicho de otro modo, los tutores pueden contribuir con la capacitación en habilidades blandas de sus tutorados.
Así, es posible ayudar a que los alumnos poco a poco puedan abordar los contenidos obligatorios desde otra perspectiva, y que haya desarrollo del pensamiento crítico. De este modo, pueden aprender a reflexionar sobre el contenido, a cuestionarlo y a pensarlo desde diferentes perspectivas, en lugar de solo aplicar técnicas tradicionales como la memorización sin reflexión.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (28 de abril de 2023). Definición de tutoría. Tipos, beneficios y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/tutoria/