La resolución de conflictos es la forma en la que las personas y grupos sociales encuentran soluciones para sus diferencias y problemas. Se trata de una instancia fundamental de los vínculos, tanto individuales como grupales y sociales.

Los desacuerdos y diferencias son realidades propias de la vida vincular y social humana. La resolución de conflictos es la manera en la que las personas y grupos intentan encontrar vías de solución pacífica para las diversas diferencias y conflictos de la vida social.

Habilidades de negociación, mediación y arbitraje son fundamentales para el desarrollo de la resolución de conflictos. El diálogo, la comunicación asertiva y la tolerancia representan instancias clave para la solución de problemas, en todos los ámbitos y aspectos de la vida social y vincular.

Se conoce con el nombre de conflictología a una disciplina que se encarga del estudio específico de los conflictos, sus causas y posibles soluciones. El análisis de conflictos permite una comprensión más clara de sus orígenes y de las posibles estrategias de solución en cada caso.

En el ámbito jurídico, se llama resolución alternativa de conflictos (RAD) a un sistema que se basa en la heteronomía, es decir, a la resolución de problemas mediante la intervención de un tercero. Este sistema utiliza técnicas de arbitraje, conciliación judicial y modelos basados en la participación de jurados o mediadores. Por otra parte, los modelos basados en la autonomía buscan desarrollar la solución de conflictos a partir de los propios implicados (facilitación, negociación y derecho colaborativo).

Resolución de conflictos
La resolución de conflictos es la manera en que las personas y grupos buscan soluciones positivas a sus diferencias y problemas

El conflicto.

Se considera al conflicto como algo propio de la naturaleza vincular y social humana. En todas las épocas y partes del mundo, existieron y existen importantes diferencias y divergencias entre los individuos, los grupos sociales y sus intereses. De manera que, el conflicto es algo propio de la naturaleza de los vínculos y forma parte constitutiva de la realidad humana.

A nivel personal, social y cultural, los conflictos son una realidad inevitable dentro de la vida humana. Tanto a nivel intrapersonal (la persona en relación consigo misma), como colectivo (las diferentes vinculaciones sociales y grupales), los conflictos son algo propio e inevitable de la existencia humana.

El origen fundamental de los conflictos se da a partir de la existencia de distintos intereses y diferencias que confluyen en las relaciones cada individuo y grupo social. La vida social humana no está exenta de conflictos y resulta un ideal pensar en una sociedad en la cual no exista conflicto alguno. Sin embargo, el conflicto puede ser un gran impulsor para desarrollar formas creativas y positivas de enfrentar las diferencias, y capitalizar sus potencialidades para el crecimiento de la sociedad.

La existencia de conflictos pone a prueba la capacidad humana para superarlos. Así, la resolución de problemas es la respuesta positiva frente a la existencia inevitable de los conflictos, tanto a nivel personal como social y colectivo. De la misma manera en que siempre han existido diferencias, problemas y conflictos en todos los niveles de la vida social y vincular, también se han desarrollado múltiples formas positivas de enfrentarlos y buscar soluciones creativas.

Muchos autores y pensadores han visto al conflicto como el motor de la sociedad, lo que lleva al movimiento, al cambio y la transformación de las bases y estructuras sociales. Filósofos como Nicolás Maquiavelo, Thomas Hobbes o Karl Marx vieron en el conflicto parte importante de la naturaleza humana y la fuente de origen del cambio y la transformación social.

Conflicto
Se considera al conflicto algo propio de la naturaleza de los vínculos humanos

Tipos de conflictos.

El conflicto es un fenómeno inherente a la naturaleza de los vínculos humanos. En todos los ámbitos e instancias de la vida social, se manifiestan conflictos debido a la compleja naturaleza de las dinámicas vinculares, propias del intercambio social y personal. En todos los casos, el conflicto se presenta como un fenómeno transversal en la vida vincular y social humana. A nivel personal, moral, cultural, religioso, político, etc., el conflicto representa una instancia inevitable en cada ámbito. A continuación, veremos brevemente los tipos de conflictos más destacados:

  • Conflicto personal: Se trata de los conflictos que la persona desarrolla consigo misma. Su origen puede ser muy diverso, ya sea por cuestiones afectivas, morales, sociales o cognitivas, la persona experimenta una situación de conflicto entre dos o más posturas dentro de su propia individualidad.
  • Conflicto vincular: Se trata de los conflictos que se originan a partir de los vínculos sociales y afectivos. Las relaciones vinculares y personales no están exentas de conflictos, tanto en la pareja como la amistad, la familia o los grupos sociales, las diferencias de posturas e intereses son el principal agente de conflicto a nivel vincular.
  • Conflicto social: Se trata de aquellos conflictos que surgen a partir del complejo entramado social en el que se desarrollan la mayoría de las actividades humanas. La sociedad en sí misma está constituida, en gran parte, por el conflicto, ya que la interacción e intercambio social de distintos sectores, grupos, culturas y diversidades hacen de la sociedad un espacio en el cual se desarrollan las principales fuentes de conflicto como algo propio e inevitable de la vida social.
  • Conflicto político: Estrechamente vinculado al conflicto social, los conflictos políticos son aquellos que surgen a partir de las diferencias políticas, no sólo de los distintos partidos sino de las posturas e ideologías acerca de cómo establecer un determinado orden político en la sociedad. La realidad política es en sí misma es una realidad conflictiva, ya que representa el espacio en donde se manifiestan las diferencias más importantes respecto al control, manejo y desarrollo de acciones que involucran el destino de todos los ciudadanos. El debate acerca de leyes, normas y derechos para las personas y el conjunto de la sociedad es uno de los espacios de mayor desarrollo y complejidad de los conflictos políticos.
Conflicto social
El conflicto social es una de las manifestaciones más comunes del conflicto
  • Conflicto moral: Se trata de aquellos conflictos originados por las distintas perspectivas acerca del bien y el mal. Los conflictos éticos y morales representan un aspecto fundamental e ineludible de la conflictividad humana, ya que no existe una definición absoluta de lo que se considera «bueno» o «malo», «correcto» o «incorrecto». La vida moral humana está enteramente atravesada por el conflicto como su principal fuente de reflexión y acción de los diversos problemas éticos y dilemas morales de la humanidad. A partir de esta naturaleza conflictiva de la moralidad humana, surgen las diversas corrientes y teorías éticas que buscan entender el comportamiento moral y delinear vías de acción hacia el «correcto obrar».
  • Conflicto religioso o cultural: Se trata de aquellos conflictos que involucran a las distintas posturas religiosas y culturales. En la sociedad y a lo largo de la historia, los conflictos étnicos, culturales y religiosos representaron uno de los aspectos más problemáticos de las sociedades y comunidades del mundo. Las diferencias religiosas, así como también las diversidades culturales y étnicas representan una fuente de conflicto cultural permanente, debido a la intolerancia, discriminación y absolutismo de las posturas más discriminativas.
  • Conflicto bélico o armado: Se trata de la instancia en la cual los conflictos políticos, sociales y económicos de los distintos Estados no llegan a zanjarse y derivan en un enfrentamiento armado. A lo largo de la historia, las guerras han sido la expresión más violenta y destructiva que pueden alcanzar los conflictos en aquellos casos en los que no se llegue a una resolución pacífica. Los conflictos armados se originan debido a la lucha de intereses políticos, territoriales y económicos que enfrentan a los distintos Estados en pugna por el dominio de la tierra, el poder o el mercado. La lucha por los recursos naturales y las diferencias ideológicas representan la principal fuente de conflictos armados.
Conflicto moral
El conflicto moral es aquel que surge a partir de los problemas relacionados con lo que se considera «bueno» o «malo», «correcto» o «incorrecto»

Breve historia del estudio sobre la resolución de conflictos.

A lo largo de la historia, los primeros en desarrollar un estudio teórico del conflicto fueron los filósofos, quienes se encargaron de estudiar el problema de los conflictos y su naturaleza desde enfoques globales. Principalmente, vinculados a los conflictos más importantes de la humanidad, como los problemas políticos y sociales. Ya en la Antigüedad, el filósofo griego Heráclito (s. IV a. C.) habló del conflicto como aquella fuerza de la naturaleza que motiva el cambio y la transformación en y la vida humana.

Posteriormente, durante el Renacimiento (s. XVI), el filósofo y diplomático italiano Nicolás Maquiavelo escribió «El Príncipe» . Una obra de filosofía política escrita con el fin de asesorar a los gobernantes en el arte de cómo tratar los conflictos sociales y políticos. Maquiavelo enfatizó en el realismo de la acción por sobre los ideales y valores morales para la resolución de conflictos a nivel social y político. Maquiavelo aconsejaba a Lorenzo de Medici, entonces gobernante de la ciudad de Florencia, que la forma más efectiva de resolver los conflictos sociales era a través de la coerción desde el Estado, imponiendo así la autoridad social. Según Maquiavelo, la mejor forma de resolver los conflictos sociales es a través de separar la política de la ética y la moral.

Thomas Hobbes, en su obra «El Leviatán», esbozó una teoría antropológica en la cual define al conflicto de intereses como algo propio de la naturaleza humana, la cual resume en su célebre frase: «El hombre es el lobo del hombre». Según la visión de Hobbes, el conflicto de intereses es propio del «estado de naturaleza», ya que los seres humanos, sin una autoridad que los regule, tienden a la dominación «por naturaleza». Esta tendencia a dominar lleva a las personas a un estado de conflicto permanente. Para evitar este «estado de naturaleza», Hobbes postuló que es preciso establecer un orden social que le otorgue el poder absoluto al Estado, como el principal agente regulador y solucionador de los conflictos sociales, mediante el control total.

Realismo
El realismo es la postura que establece que el conflicto forma parte del estado de naturaleza humano y no puede solucionarse, sino controlarse por la fuerza

En contraposición a la teoría antropológica de Hobbes, el filósofo y político Francés Jacques Rousseau postuló que es la sociedad quien corrompe al ser humano y no su propia naturaleza. Para la resolución de conflictos y el establecimiento de un orden social Rousseau propuso su teoría del «Contrato Social» (1762). Según este contrato, los ciudadanos se comprometen a respetar el conjunto de derechos y deberes a través del Estado, como forma de orden social consensuado entre las partes que conforman una sociedad.

A finales del siglo XIX, el filósofo y economista alemán Karl Marx explicó, mediante el conflicto, que la lucha de clases representaba el motor de la historia y el principal agente de cambio y transformación social. Marx postuló que el conflicto social, a través de la lucha de intereses de las distintas clases sociales, representaba el movimiento dialéctico de la historia, en una dinámica de contradicción y conflicto. Para resolver este estado de permanente contradicción histórica, Marx propuso una revolución de las clases oprimidas por sobre las clases dominantes, que termine definitivamente con la desigualdad, y así, con el conflicto de clases.

Por otra parte, en el ámbito de la psicología y la individualidad, el psicoanalista Sigmund Freud propuso una teoría sobre la naturaleza de la mente humana basada, fundamentalmente, en el conflicto interno del individuo. La estructura psíquica de la teoría freudiana describe a la psicología humana como una entidad en conflicto consigo misma y con las distintas fuerzas que integran la propia psiquis individual. El yo (conciencia individual), está dividido y pujado entre dos grandes fuerzas: el ello (el deseo natural instintivo), y el super-yo (el deber y la ley que limita el deseo).

En la actualidad, la resolución de conflictos es una disciplina con un marco teórico propio y consolidado. Especialistas y estudiosos de diversos ámbitos y enfoques desarrollan estudios importantes en el campo de la resolución de conflictos. En el siguiente apartado, veremos los distintos enfoques y teorías más importantes de la resolución de conflictos.

Conflicto interno
El conflicto interno es aquel que surge en el interior del propio individuo en relación consigo mismo

Enfoques, teorías y corrientes en el abordaje de la resolución de conflictos.

Existen diferentes teorías y enfoques de cómo llevar adelante estrategias para la resolución de conflictos. Según los distintos ámbitos, los modelos y perspectivas varían a partir de los contextos en los cuales se desarrollan. A continuación, veremos las corrientes y modelos más destacados:

Tres corrientes fundamentales en la resolución de conflictos.

  • Corriente jurídico-normativa: Se trata de abordar el conflicto a partir de un conjunto de normas jurídicas o morales. Este modelo resulta funcional cuando existe un consenso y acuerdo mutuo entre las partes sobre la validez de dichas normas, ya que el acuerdo de base permite debatir acerca de la aplicabilidad de de las normas en cada caso. Sin embargo, cuando no existe un consenso o acuerdo en el contenido o validez de las normas, el enfoque normativo se vuelve fútil, dando lugar a que alguna o todas las partes rechacen las normas por inadecuadas o inconvenientes. Esta situación de anomia lleva a abandonar la discusión normativa, lo cual desemboca en la imposición coercitiva de las normas.
  • Realismo coercitivo: El enfoque realista se trata de una corriente que tiene sus orígenes en el pensamiento de Maquiavelo y Hobbes. Según esta postura, la tendencia a dominar es propia de la «naturaleza humana». Este enfoque descarta la conciliación y el común acuerdo como vías efectivas de resolución de conflictos y, en su lugar, propone estrategias de coerción, más allá del consenso ético o la normativa moral. Según este modelo, el conflicto se genera porque la naturaleza humana tiende a la posicionarse en un lugar de dominación a nivel material y social. Todo individuo o grupo tiende hacia la dominación: en caso de poseer el dominio tenderá a incrementarlo, y en caso de carecer del mismo, tenderá a luchar para obtenerlo o arrebatarlo. Así, la lucha entre los dominantes y dominados es el principal agente de conflicto en la sociedad, y esto significa que el conflicto no puede ser resuelto, sino meramente frenado o controlado por la fuerza. Tanto Maquiavelo como Hobbes, propusieron modelos coercitivos de resolución de conflictos, para frenar o neutralizar, por la fuerza, la tendencia natural hacia la dominación.
  • Resolución de problemas: El enfoque de resolución de conflictos parte de las teorías propias de la conflictorología. Más allá de las posturas filosóficas, este modelo propone una visión radicalmente distinta a la del realismo o pragmatismo coercitivo de Maquiavelo y Hobbes. Mientras que para el realismo, el conflicto representa algo permanente y no puede «resolverse» sino meramente «controlarse por la fuerza», para el enfoque de resolución de conflictos, existe una posibilidad concreta de poder resolver efectiva o parcialmente los conflictos sin recurrir a medios coercitivos. El caso de este enfoque no representa un mero idealismo en el cual los ideales de «paz», «acuerdo» y «armonía social» son los objetivos a seguir. Por el contrario, propone una visión realista del conflicto a partir de alternativas concretas para su posible resolución, buscando desarrollar una dinámica inteligente y pacífica para enfrentar los conflictos. Así, a partir de la interacción entre cada una de las partes, puede llegarse, desde diversos medios y métodos, a alcanzar un tipo de concordia en la cual todas y cada una de las partes se vean beneficiadas.
Resolución de conflictos
A diferencia del realismo, el enfoque de solución de conflictos propone alternativas concretas para el abordaje pacífico y no coercitivo de los problemas

Tres enfoques básicos para abordar la resolución de conflictos.

  • Enfoque competitivo: Se trata de un abordaje de resolución a través de la competencia, en la cual cada una de las partes pugna por satisfacer sus propias necesidades compitiendo con el resto. Según este enfoque, para resolver un problema es preciso que una de las partes se vea beneficiada en detrimento de la otra, es decir, en el conflicto, una parte gana mientras que la otra pierde. Este modelo se expresa con el binomio (ganar-perder) y está basado en una resolución a través de la asimetría y la competencia.
  • Enfoque colaborativo: Se trata de un abordaje de los conflictos basado en la colaboración de las partes involucradas para el común acuerdo y desarrollo de soluciones colectivas. El enfoque colaborativo busca desarrollar soluciones en las cuales cada una de las partes sea un agente importante en la toma de decisiones, con el fin de llegar a un acuerdo que beneficie por igual a todos los involucrados en el conflicto. Este enfoque enfatiza en la capacidad humana de resolver conflictos colaborativamente, a través de habilidades básicas como el compromiso, el respeto y el entendimiento mutuo. Se sintetiza a este modelo con el binomio (ganar-ganar), en el cual todas partes involucradas ganan algo en la resolución del conflicto.
  • Enfoque evitativo: Se trata de un abordaje de los conflictos mediante la evasión o evitación de los problemas. Este enfoque parte de la idea de la irresolubilidad de los conflictos una vez dados, por lo que intenta desarrollar estrategias para evitar el enfrentamiento y el desarrollo de posibles conflictos. El enfoque evitativo es útil para prevenir futuros conflictos, pero no resulta tan efectivo una vez el conflicto ya se ha desarrollado.
Enfoque colaborativo
El enfoque colaborativo se basa en la distribución equitativa de la participación y los beneficios de la resolución de conflictos

Modelo Thomas-Kilmann.

La teoría de resolución de conflictos desarrollada por los investigadores Kenneth Thomas y Ralph Kilmann es considerada uno de los modelos teóricos de resolución de conflictos más destacados en la materia. El modelo Thomas-Kilmann consiste en un instrumento (conocido como TKI: «Thomas-Kilman Instrument») el cual realiza un estudio que evalúa el comportamiento de las personas en situación de conflicto. El instrumento estudia la conducta de las personas cuando se ven enfrentadas a una situación de intereses contrarios o incompatibles. El modelo se basa en dos ejes principales:

  • 1) Afirmación: consiste en medir el nivel de énfasis que las personas le dan a sus propios intereses o necesidades.
  • 2) Cooperación: consiste en medir el nivel de énfasis o importancia que las personas le dan a las necesidades o intereses de los demás.

A raíz de estas dos dimensiones básicas, el modelo TKI arroja que, según el nivel de afirmación y cooperación que los individuos desarrollen, existen 5 tipos básicos de reacciones ante la resolución de conflictos:

  • Competición: En esta reacción hay un mayor influjo de la afirmación sobre la colaboración y, por ende, la persona tiende a competir para alcanzar la satisfacción de su propio interés en detrimento de los intereses ajenos. Este comportamiento se basa en el egoísmo y el individualismo como formas de abordaje de conflictos.
  • Complacencia: Es la reacción opuesta a la competición, en la cual existe un mayor influjo de la cooperación por sobre la competencia. En este caso, la persona da mayor importancia a los intereses ajenos y tiende a complacer la satisfacción de las necesidades de los demás. Este comportamiento está basado en el altruismo y la generosidad.
  • Evitación: Es un tipo de reacción neutra, ya que no se inclina por ninguno de los intereses, sino que consiste en la evitación o evasión del conflicto. En este caso, la persona elije el no abordar el problema, lo que podría llevar a la delegación a una autoridad o figura de liderazgo que se encargue de resolverlo por ella.
  • Colaboración: La reacción colaborativa consiste en un equilibrio entre ambos ejes. A diferencia de las anteriores, la colaboración no busca ni ganar ni ceder en los problemas, sino realizar una transformación de conflictos, a partir de una dinámica de colaboración mutua.
  • Compromiso: Consiste en el enfoque del conflicto a partir del compromiso de cada una de las partes. En este caso, se asume que ninguno de los involucrados tendrá una satisfacción completa de sus intereses, y se tiende a la negociación comprometida para lograr la mayor ganancia y la menor pérdida para todas y cada una de las partes.
Modelo Thomas-Kilmann
El modelo Thomas-Kilmann estudia los diferentes comportamientos frente a una situación de conflicto.

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Aci, E. M. (27 de febrero de 2024). Definición de resolución de conflictos. Historia, corrientes, teorías y modelos. Definicion.com. https://definicion.com/resolucion-de-conflictos/