Precio es el nombre con el que se conoce al valor de un bien, un servicio, un producto o una mercadería, entre otras.
Este valor, por lo general, está expresado en términos monetarios, es decir, en dinero: esto puede ser en monedas, en papel billete, u otras opciones.
Su valor, su estabilidad y los cambios que pueda sufrir son un elemento transversal para, por ejemplo, la macroeconomía (es decir, aspectos como presupuestos, recursos nacionales, el desarrollo de empresas y demás).
Sin embargo, también son relevantes para la microeconomía (en función de cómo se comportan los consumidores como familias o individuos).
Los cambios de los precios pueden impactar tanto en el mercado interno (en la competencia, en los negocios más pequeños) aunque su impacto mayor es en el grueso de la población, en los consumidores.
El término proviene del latín pretium, es decir, recompensa o aquello de gran valor. Por este motivo, se vincula con otros términos semejantes como apreciar o precioso.
Índice de temas
Conceptos relacionados.
Al momento de hablar sobre qué son los precios, encontramos una serie de conceptos que siempre aparecen estrechamente vinculados. En primer lugar, tenemos la noción de valor.
Si el precio alude al monto (en términos numéricos) de cuánto cuesta adquirir u obtener un elemento, producto o servicio, el valor es la estimación que se hace para llegar a un determinado precio.
Consideremos, por ejemplo, un producto que cuesta $1000, como una mochila. $1000 es su precio, es decir, el monto que es necesario presentar al fabricante o al vendedor para que este entregue el producto.
Ahora bien, el valor de esa mochila estará determinado por múltiples factores:
- La calidad de la tela con que está confeccionada
- Si está reforzada internamente
- Si es impermeable
Estos valores no están determinados tanto por el costo sino por necesidades sociales, es decir, si todas estas características que tiene el producto hacen que para el comprador valga la pena pagar ese dinero o no.
Muchas veces, el valor está determinado por factores subjetivos como la marca a la que pertenece y los sentimientos que esto puede despertar en sus clientes.
Por ejemplo, adquirir un producto de una marca reconocida a nivel mundial tiene un valor social elevado, pues nos hace parte de un grupo exclusivo de personas que pueden acceder a él.
La gente, entonces, paga por su valor, ya que cuenta con el poder adquisitivo para poder pagar por un precio aún si este está más elevado que en el resto del mercado.
Esta estrategia se conoce como marketing de lujo, y está estrechamente vinculada con la oferta y demanda de un producto. Esto significa que, cuando un producto es muy solicitado y no se encuentra disponible para todos, su costo puede elevarse casi sin problemas.
Gasto e inversión.
Otro grupo de conceptos vinculados con la noción de precio son los de gasto e inversión.
Gasto, por una parte, es el nombre que recibe el egreso de dinero que se hace para poder obtener un producto o un servicio.
Por ejemplo, si consideramos el presupuesto con el que un pequeño emprendimiento de cocina cuenta para poder ofrecer sus productos, los gastos son todo aquello que permita sostener el negocio:
- Alquiler e impuestos (luz, gas, agua, internet, limpieza)
- Costos de mantenimiento
- Compra de insumos para la cocina
- Compra de artefactos para la cocina
Según el tipo de gasto, es posible reducirlos: por ejemplo, los insumos de cocina pueden resultar más económicos si encontramos un proveedor que los venda a un precio más bajo. Otros gastos no son posibles de ser reducidos, como por ejemplo el costo del alquiler del local.
La inversión, por otra parte, es dinero que se asigna para comprar determinados activos o recursos que brinden un rédito económico. Esta puede tomar múltiples formas: puede implicar invertir en instrumentos como acciones, bonos, cambio de dinero a una divisa fuerte, y otras.
Sin embargo, la inversión también puede ser adquirir maquinaria de alta tecnología para acelerar procesos en un negocio, por ejemplo, o contratar personal capacitado para poder agilizar procesos laborales.
En todos estos casos, la inversión implica el pago de un precio para ese servicio, con la esperanza de que, en el corto o largo plazo, resulte beneficioso para nosotros.
Tipos de precio.
Veremos, a continuación, algunos ejemplos de los distintos tipos de precios y cuáles son sus usos.
Cuando un vendedor lanza sus productos al mercado, uno de los primeros elementos para definir es el precio de venta. Este es el resultado de un proceso previo que incluye los siguientes aspectos:
- La compra de materiales (cómo obtenerlos, el costo de adquirirlos, si deben ser traídos de otra localidad u otro país, entre otros);
- El costo de realizarlo, el tiempo que lleva, cuántas personas son necesarias para su fabricación;
- Si hay maquinaria específica necesaria para ese producto o no;
- La calidad final.
Cuanto más extenso y complejo sea este proceso, más elevado será su precio; de lo contrario, su precio de venta puede ser más bajo.
Por otra parte, al encontrarnos con que ese producto está en un mercado junto con otros productos similares de otros productores, surge la pregunta de cómo se determinan esos precios. Para ello, existe un segundo concepto, el de precio de mercado. Esta es la referencia gracias a la cual se indican dos aspectos:
- Cuánta cantidad de dinero los clientes están dispuestos a pagar por ese producto (como mínimo y como máximo).
- Cuál es el costo mínimo y máximo del que los productores y fabricantes deberían partir para producirlo.
Estos precios, además, pueden ir variando de acuerdo al modo en el que esos productos se vendan. ¿Qué significa esto? Veamos los siguientes ejemplos.
Cuando un vendedor analiza las estrategias gracias a las cuales define los precios, le asignará, a cada producto, un precio de venta particular. Por ejemplo, si vende manteles para mesa, puede elegir que, en función del tiempo de producción y la calidad de la tela, su costo de producción es $500 y opta por venderlos a $1000, para obtener un 100 % de ganancias.
Esto significa que, si vende cien manteles en un mes, obtendrá $100.000, con un costo de producción de $50.000.
Sin embargo, puede optar por no venderlos de forma individual (es decir, el precio al por menor), sino que tiene la oportunidad de vendérselo a una casa de diseño que opta por comprarle 200 manteles al mes.
Debido a la gran cantidad de producto solicitado, el vendedor de manteles los vende a un menor precio: para determinarlo, debe contemplar que su ganancia unitaria es del 100 %. Al hacer un descuento en 200 productos, o aplicar una promoción por la cantidad, puede permitirse una ganancia menor en cada uno (por ejemplo, venderlos a $750), y continuar obteniendo ganancias.
Este es el denominado precio al por mayor. Es una estrategia utilizada por el distribuidor cuando se venden grandes cantidades de un producto en un corto plazo de tiempo, y tiene múltiples beneficios:
- Reduce los costos de producción: el costo unitario de cada producto ya no es el mismo, ya que la producción en grandes cantidades disminuye este valor;
- Permite obtener un flujo importante de dinero en muy corto plazo;
- Ayuda a mejorar el vínculo con el comprador: si las condiciones de compra y venta son exitosas, es probable que pueda extenderse el vínculo comercial a largo plazo, asegurando de este modo una rentabilidad económica para ambas partes.
- Permite que el fabricante llegue a más clientes.
Muchos negocios optan por ser tanto minoristas como mayoristas. De este modo, se aseguran de contar con dos tipos de clientes: quienes compran en grandes cantidades y aquellos que optan por pagar el precio de cada producto, de forma individual.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (26 de abril de 2023). Definición de precio. Tipos, características y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/precio/