La palabra inflación alude a la acción y el efecto de inflar o de inflarse, es decir, algo que crece, que se abulta o que se hincha excesivamente.

No es aplicada, generalmente, en forma positiva, y suele ser usada para señalar que alguien es engreído o vanidoso. Además, se emplea con el propósito de indicar que hay una abundancia respecto de algún objeto o elemento.

Sin embargo, la acepción más conocida se enmarca en el ámbito de la economía. La inflación, en este contexto, refiere de modo general a una elevación del nivel de todos los precios en una sociedad. Este fenómeno genera numerosas consecuencias al interior de los países ya que altera profundamente la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, entre otras consecuencias.

La palabra proviene del latín inflatio y su significado es, también, acción o efecto de la suba en los precios.

Precios de comida
La inflación supone un aumento repentino en los precios, principalmente en los alimentos.

Características.

A continuación, veamos cuáles son algunas de las características más importantes de la inflación:

  • Suba, durante un determinado periodo de tiempo, del precio en bienes, servicios y productos
  • Este fenómeno, además, genera que el valor del dinero que una persona posee comience a disminuir: por tal motivo, en un corto o mediano plazo, la cantidad de dinero que se posee bajará de manera proporcional al aumento de la inflación
  • Este fenómeno está presente en todos los países y sociedades del mundo
  • El costo de los impuestos también se incrementa para poder sostener la estructura económica del país

Un rasgo para tener en cuenta es que la mayor parte de los países tienen inflación, incluso en un porcentaje mínimo. Esta es una responsabilidad que muchas naciones asumen (ya que se recomienda que haya un pequeño porcentaje) y que le asignan a instituciones financieras como bancos.

Clasificación.

Existen diferentes tipos de inflación, y esto varía de acuerdo con el aumento en los precios:

  • Deflación: es la situación inversa a lo que comúnmente se conoce como inflación, es decir, es un descenso en los precios. Esto ocurre generalmente cuando la oferta (de bienes, servicios y productos) es mayor que la demanda: como resultado de este excedente en el stock, quienes producen deben reducir los precios para no perder sus productos.
  • Desinflación: es el proceso durante el cual los precios comienzan, paulatinamente, a descender. Esto suele ocurrir en el plazo de 12 meses y, si bien puede que en ese lapso suban parcialmente, continúan bajando. Es importante destacar que tal baja de precios nunca llega a ser cero.
  • Reflación: este fenómeno es resultado de una intervención estatal mediante políticas fiscales. Esto significa que se crea un escenario de inflación: se aumentan los precios, se estimula la actividad económica y es una manera para poder salir adelante de una recesión económica.
  • Estanflación: esta situación ocurre en períodos críticos de la economía, y es uno de los escenarios menos favorables para los bolsillos de quienes trabajan. Además de aumento en precios y pérdida del poder adquisitivo de la población, aumenta el desempleo, baja drásticamente el PIB del país y hay una situación de estancamiento económico (de ahí el nombre del fenómeno).
Pérdida de valor
En los diferentes escenarios de inflación hay siempre una pérdida de poder adquisitivo.

El caso de la hiperinflación.

Otro concepto conocido es el de hiperinflación. Este fenómeno supone no solo una inflación muy alta, sino que es una que se sostiene durante demasiado tiempo. Una de las formas de discernir entre una inflación y una hiperinflación es el aumento que registran los precios de productos en el lapso de hasta un mes.

De acuerdo con algunos autores, la hiperinflación ocurre si en un mes el aumento de precios alcanza o supera el 50 %. Sin embargo, otros autores señalan que el índice de que existe una hiperinflación es si los precios subieron, en un lapso de tres años, en más del 100 %.

Como la inflación propiamente dicha, la hiperinflación genera un grave impacto en el poder adquisitivo. Un escenario de esta magnitud supone, necesariamente, una intervención del Estado y un plan de emergencia: este fue el caso de lo ocurrido en Argentina a fines de la década de los 80. El país, tras una crisis económica, tuvo una hiperinflación en 1989: tras que en abril la inflación alcanzara un 460 %, el mes siguiente llegó hasta 764 %.

Formas de medirla.

Actualmente, uno de los índices empleados para medir la inflación y la variación de precios es el IPC o Índice de Precios al Consumidor. Este indicador económico supone una gran base de información con, fundamentalmente, los elementos que constituyen la canasta básica de la sociedad.

La medición de estos precios tiende a tener un plazo de un año y lleva el control del costo de vida de las familias. Además sirve como registro de cómo la inflación impacta en los consumos particulares.

Alguna de las categorías de productos que se suelen incluir en un IPC son los siguientes:

  • alimentos, bebidas
  • transporte
  • vestimenta y calzado
  • medicamentos
  • costos de vivienda
  • ocio y lo recreativo
  • educación
Transporte público
Los aumentos en el precio del transporte son otra característica de una inflación.

Al cabo del período de tiempo determinado para medir los precios, se comparan estos con los del período anterior. Esta comparación también puede realizarse entre naciones y permite analizar cómo varían los costos de vida entre un lugar y otro.

Impacto.

En un plano microeconómico, el principal impacto de la inflación es la pérdida del poder adquisitivo, es decir, que el valor del dinero comienza a disminuir poco a poco. Dicho de otro modo, los salarios de la gente comienzan a perder valor con el paso del tiempo.

Una de las formas en que se evitaría el impacto macroeconómico de la inflación es que, a medida que los precios suben, los salarios también lo hagan. Esto le permitiría a las personas seguir adquiriendo productos sin perder calidad de vida o, al menos, de poder mantener el estilo de vida que hasta ese momento tenían.

Esto da lugar a una segunda característica de la inflación: al bajar el poder adquisitivo, se pierde la capacidad de ahorro. Si alguien hoy logra ahorrar un 10 % de sus ingresos mensuales, pero está en un país cuya inflación (el mes siguiente) es de un 6 %, significa que tras 30 días podrá destinar únicamente un 4 % para ahorros. Esto ocurriría porque necesita ese 6 % restante para mantener su estilo de vida y costear sus gastos.

Capacidad de ahorro
El descenso en la capacidad de ahorro es otra característica de una economía inflacionaria.

Consideremos otro ejemplo:

  • Un país cuenta con una inflación mensual estimada de un 6 %
  • Al cabo de tres meses, la inflación esperada (si no aumenta o desciende tal porcentaje mensual) es de alrededor del 18 %
  • Una persona cuenta con un trabajo de oficina por el que cobra, hoy, $120.000

Consideremos que la inflación impacta, fundamentalmente, en servicios como transporte y alimentos. Para poder sostener el valor de su salario, al cabo de tres meses ese sujeto necesitaría tener un aumento de $21.600 para mantener el estilo de vida con el que contaba 3 meses antes, incluyendo todos sus gastos. Sin un aumento de salario al cabo de ese tiempo, su salario pierde un 18 % de su valor.

Esto repercute directamente en su capacidad de ahorro. Si hoy esa persona puede ahorrar $24.000, al cabo de esos tres meses ese monto será de $19.680.

En un plano macroeconómico, la inflación afecta directamente a las importaciones de productos. Cuando el valor de la moneda local baja, los costes de enviar productos al extranjeros aumentan: esto ocurre principalmente en países donde el valor de la moneda está en constante fluctuación frente a monedas más fuertes como, por ejemplo, el dólar, una de las divisas más estables.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de octubre de 2022). Definición de inflación. Rasgos, causas y consecuencias. Definicion.com. https://definicion.com/inflacion/