La inmortalidad es un concepto que supone la vida eterna y la superación de la muerte, en términos de una existencia más allá de los límites de la mortalidad. La idea de inmortalidad se define por oposición a la noción de la muerte como límite de la vida. Decimos que algo o alguien es «in-mortal» cuando no-muere, es decir, que se trata de un ser o entidad que no experimenta la muerte como fin de la vida.

La idea de la inmortalidad ha existido desde tiempos inmemoriales. En todas las culturas y religiones del mundo encontramos la noción de una vida post-mortem como la cualidad de vivir eternamente y superar el umbral de la muerte. La inmortalidad es una de las características esenciales de la mayoría de los dioses de las religiones antiguas. A diferencia de los seres humanos, criaturas finitas y mortales, los dioses son inmortales, es decir, no experimentan la muerte y gozan de una vida eterna en un plano de existencia superior al de los mortales.

La mitología griega y la ambrosía constituyen un gran ejemplo de la importancia de este concepto en la antigüedad. Los griegos llamaron ambrosía al alimento de los dioses y la definieron como la sustancia divina que les confiere juventud y vida eterna. El término «ambrosía» se compone de los vocablos «an» (no) y «brotós» (mortal) y se traduce literalmente como «inmortalidad».

Una de las obras más antiguas sobre la inmortalidad es el Poema de Gilgamesh (2500 a. C.), una epopeya acadia que narra las peripecias del rey Gilgamesh en busca de la inmortalidad. El poema trata sobre el deseo humano de superar la muerte, la imposibilidad de alcanzar la inmortalidad y la aceptación de la finitud de la vida humana.

La alquimia también fue un ámbito en el que la inmortalidad significó un elemento esencial. Los primeros alquimistas buscaron desarrollar el elixir de la vida y alcanzar la fuente de la juventud. La legendaria piedra filosofal se trató de un objeto con propiedades mágicas, cuyos poderes podían otorgar juventud y vida eterna a sus poseedores.

A nivel filosófico, la inmortalidad es un concepto que responde a una de las preguntas más fundamentales del ser humano: ¿Qué hay más allá de la muerte? Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos se han preguntado por la muerte y la posibilidad de una vida post-mortem. En la filosofía griega, el filósofo Platón (s. V a. C.) elaboró una teoría sobre el alma inmortal, según la cual en el ser humano coexisten dos naturalezas opuestas: el alma (inmortal) y el cuerpo (mortal). Para Platón, el alma pertenece al mundo de las Ideas eternas y es de naturaleza inmortal, a diferencia del cuerpo que es imperfecto y, por ende, experimenta la muerte y la finitud.

En el cristianismo, la inmortalidad es un concepto central de su sistema religioso. Según las creencias cristianas, la inmortalidad se alcanza en la vida post-mortem, tanto en el Paraíso como en el Infierno. La inmortalidad es la garantía de una vida eterna más allá de la muerte, en la cual, según los pecados o las buenas acciones, a las almas les espera una vida eterna de gozo en el Paraíso o una vida eterna de sufrimiento en el Infierno. La propia figura de Cristo experimenta la resurrección y su posterior ascensión a los Cielos, en la vida eterna junto a Dios padre.

En la actualidad, la inmortalidad continúa siendo una idea que despierta el interés de la humanidad en muchos aspectos y ámbitos diversos. Tanto en la ficción como en las ciencias, el concepto de inmortalidad no ha sido abandonado a pesar del paso de los siglos y los avances científicos. Técnicas modernas como la criogenia, la clonación, la medicina regenerativa o la edición genética son formas a través de las cuales se manifiesta el concepto de inmortalidad en una sociedad contemporánea, atravesada por el discurso científico y empírico de comprender el mundo y la vida humana.

Inmortalidad
La idea de superar la muerte es un concepto que ha acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales

Inmortalidad en la mitología y la religión.

La inmortalidad es un concepto central en todas las religiones del mundo. Las creencias ancestrales de los pueblos antiguos se plasmaron a través historias acerca de deidades inmortales, santos y figuras religiosas que alcanzaron la vida eterna. Mitos de creación, muerte y resurrección abundan en la gran mayoría de las cosmovisiones antiguas. Sus ideas acerca de la vida y la muerte han sido transmitidas a través de sus mitologías, leyendas y saberes espirituales.

Inmortalidad en la mitología griega.

La inmortalidad en la cosmovisión griega es un concepto que se manifiesta de diversas formas: En primer lugar, es un elemento mitológico central que divide el mundo divino del mundo humano. La cualidad de ser inmortales es aquello que diferencia a los dioses de los hombres, ya que estos son mortales y están sujetos a la finitud de la vida, mientras que los dioses gozan de la inmortalidad como característica divina fundamental. La ambrosía como el elixir de la vida o alimento que confiere inmortalidad a los dioses es una comida (o bebida) a la que sólo las divinidades olímpicas pueden acceder. Sin embargo, los límites entre el mundo mortal y el inmortal, muchas veces, no son infranqueables. La mitología griega nos ofrece una gran cantidad de mitos que tratan el problema de la mortalidad y la inmortalidad a través de paradojas, moralejas y enseñanzas sobre cómo los antiguos pensaban y entendían la idea de inmortalidad.

Dioses griegos
La ambrosía es el alimento que confiere inmortalidad a los dioses griegos

4 mitos griegos sobre la inmortalidad.

El mito de Tántalo narra cómo este es castigado por robarle la ambrosía a los dioses y compartirla con los mortales. La historia relata cómo Tántalo ofrece un banquete a los dioses y, al quedarse sin comida, decide matar a su hijo Pélope y darlo en ofrenda a las deidades olímpicas que inmediatamente advirtieron el crimen de Tántalo. Furioso, Zeus envió a Hermes y a las moiras a que trajeran devuelta el alma de Pélope del Inframundo y le devolvieran la vida recomponiendo su cuerpo. En cuanto a Tántalo, después de muerto, fue condenado a una eternidad de torturas en el Tártaro (lugar más profundo del Infierno griego), por los crímenes cometidos contra los dioses.

El mito de Aquiles narra cómo el héroe griego es dotado de inmortalidad gracias a la acción de su madre Tetis, quien lo sumergió en la Laguna Estigia cuando era un bebé. Las aguas sagradas de Estigia tenían la cualidad de conferir inmortalidad a quien se bañara en ellas. Tetis sumergió a su hijo casi por completo, dejando su talón fuera del agua para sostenerlo. Años después, en la guerra de Troya, el casi inmortal Aquiles, es asesinado por una flecha que atraviesa la única parte mortal de su cuerpo: el talón. En la Odisea, Homero cuenta que, una vez muerto, Aquiles se encuentra con Ulises en el Hades, lamentando su trágica muerte en batalla.

Aquiles
El mito del talón de Aquiles representa la paradoja de la inmortalidad humana

El mito de Titono refleja otro aspecto de la complejidad que alcanza la idea de inmortalidad en la mitología griega. La historia narra que Titono, hijo de Laomedonte y hermano de Príamo, era poseedor de una belleza deslumbrante. La diosa Aurora se enamoró perdidamente del joven Titono y pidió a Zeus que le confiera inmortalidad a su amado. El rey de los dioses concedió su deseo e hizo inmortal a Titono. Sin embargo, Aurora se olvidó pedir, además, la juventud eterna para su amado, de modo que Titono no podía morir pero su cuerpo envejecía conforme al paso del tiempo y su belleza se perdió en los primeros años de inmortalidad. Finalmente, Aurora, horrorizada por la vejez de Titono, lo encerró eternamente en una habitación solitaria.

El mito de Glauco es otro ejemplo de las diversas formas en las que aparece representada la inmortalidad en las historias antiguas. En esta oportunidad se narra la historia de cómo un simple mortal llega a convertirse en una divinidad inmortal de los mares. Glauco, humilde pescador de Antedón, en la región de Beocia, alcanzó la inmortalidad al ingerir una planta divina que otorgaba juventud y vida eterna. No hay especificaciones de cuál era esta planta, sólo se señala que se trataba de un fruto muy exótico que Glauco, al parecer, ingirió por casualidad. A partir de entonces, Glauco se convirtió en una deidad de los mares que ayuda a los náufragos y aconseja a los navegantes con sus dotes oraculares y proféticos.

Juventud eterna
El mito de Titono representa la paradoja de la juventud y la inmortalidad

La escatología griega.

Según la escatología griega, la muerte no es el fin absoluto de la vida, sino que existe una vida post-mortem en el Hades (Infierno griego). Para los griegos, todas las almas, al morir, continuaban su vida como espectros sin cuerpo en el Hades, un mundo subterráneo descripto como anodino, oscuro y sombrío. La geografía del Hades se divide en dos grandes regiones:

  • Los Campos Elíseos: Descripto como un Paraíso en medio del Infierno, es un lugar reservado para las almas virtuosas.
  • El Tártaro: Descripto como el lugar más profundo, oscuro y sombrío del Hades, destinado a las almas criminales o malévolas.

El resto de las almas mortales eran convertidas en sombras que vagaban eternamente por el Hades a través de un espacio sin principio ni fin. Estos espectros se nutrían de las ofrendas de sus seres queridos. De aquí, la importancia de los ritos funerarios en la necrópolis o cementerios para los antiguos griegos.

Hades
En la mitología griega, el Hades es el lugar donde habitan las almas en la vida post-mortem

Inmortalidad en el hinduismo y el budismo.

Tanto el hinduismo como el budismo comprenden la mortalidad y la inmortalidad a través del concepto de la reencarnación. La transmigración del alma, también llamada en occidente «metempsicosis», es la forma en la que los antiguos hindúes y budistas concibieron el paso de la vida a la muerte y luego a la reencarnación. Según ambas filosofías, las almas reencarnan una y otra vez en distintos cuerpos eternamente, gobernadas por el movimiento de la Rueda del Samsara (Ciclo de reencarnación y muerte). Este ciclo es eterno y se rige por la ley del karma. Se trata de la ley que gobierna el mundo material como lugar en el cual se experimenta, de forma cíclica y constante, el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte.

Sin embargo, existe una forma de superar la ley del karma y salir de la Rueda del Samsara, a través de la meditación y prácticas espirituales para alcanzar la inmortalidad. En este sentido, la inmortalidad que profesan hinduistas y budistas se trata de una inmortalidad espiritual. El objetivo principal de toda práctica espiritual del budismo y el hinduismo reside en «no volver a reencarnar», es decir, superar la ley del karma a través del dharma (conocimiento espiritual) que permita liberarse del constante ciclo de reencarnación y muerte. En e budismo, se llama nirvana al momento de iluminación espiritual en el que se alcanza la liberación del Samsara; en el hinduismo, se conoce con el nombre de moksha (liberación) a la superación del ciclo de reencarnaciones.

En la mitología hindú, existe el concepto de «amrita» (del sánscrito «sin muerte») es el nombre que recibe el néctar divino de los dioses. Se traduce comúnmente como «inmortalidad» y suele estar asociado al Soma que es el equivalente hindú de la ambrosía, es decir, la comida o alimento de los Devas (dioses hindúes).

Budismo e hinduismo
Tanto el budismo como el hinduismo comprenden la inmortalidad desde la reencarnación

Inmortalidad en otras mitologías y religiones.

  • Mitología egipcia: Para los egipcios, la inmortalidad era una cualidad esencial no sólo de los dioses, sino también de los gobernantes y faraones que eran vistos como semidioses o humanos divinos. De aquí, la importancia de sus ritos funerarios: la momificación, los mausoleos, tumbas, criptas y sarcófagos egipcios estaban destinados a celebrar rituales de inmortalidad. En su mitología, la inmortalidad está representada en la resurrección del dios Osiris, quien muere a manos de su hermano Seth y es resucitado por su esposa Isis. Osiris se convierte así en el dios del más allá, encargado de regir la vida post-mortem de las almas humanas. El Libro de los Muertos es una obra fundamental de la escatología y la tanatología egipcia. Se trata de un texto funerario que consiste en una guía para la vida post-mortem que ayuda a las almas difuntas a superar el juicio de Osiris, atravesar el inframundo (Duat) y alcanzar la vida eterna en el paraíso (Arau).
  • Mitología nórdica: a diferencia de los dioses griegos o egipcios, las divinidades nórdicas no son inmortales pero pueden acceder a la vida eterna si comen del fruto de la diosa Idunn. Su nombre significa «siempre joven» y se trata de la diosa que guarda las manzanas de la juventud eterna, que los dioses deben comer para alcanzar el estado eterno de la divinidad. Respecto al más allá, la mitología nórdica habla del Valhalla, un enorme y majestuoso salón ubicado en Asgard y regido por el dios Odín. El Valhalla es el lugar al que van las almas de los muertos que fueron seleccionadas por Odín, mientras que las otras almas se dirigen al Fólkvangr, presidido por la diosa Freya. Se conoce como Ragnarök (destino final de los dioses) a la batalla del fin del mundo en la en la que los dioses del panteón nórdico se enfrentan a los gigantes. De aquí, la concepción mortal de los dioses en las creencias nórdicas, ya que morir en batalla era considerado el máximo honor para la cultura nórdica, los dioses mismos morían en la balla del Ragnarök como héroes épicos.
Mitología egipcia
La inmortalidad es un concepto fundamental de la mitología y la cultura del antiguo Egipto

Filosofía de la inmortalidad.

En filosofía, la inmortalidad es un concepto que pertenece al ámbito de la metafísica y la teología. Desde la filosofía antigua, los filósofos se han preguntado por la vida después de la muerte y la posibilidad de comprender y explicar la inmortalidad desde el pensamiento racional. Entre los filósofos antiguos más destacados en pensar la inmortalidad se encuentra Platón, quien elaboró una teoría del alma inmortal, conocida con el nombre de metempsicosis.

Platón y la inmortalidad del alma.

Se llama metempsicosis a la teoría platónica de la transmigración de las almas, la cual consiste en el viaje del alma individual luego de la muerte hasta alcanzar la reencarnación en un nuevo cuerpo. Platón elaboró su teoría del alma inmortal sirviéndose de conceptos propios del pitagorismo y los misterios órficos, de los cuales extrajo la idea de la transmigración del alma.

Según la teoría platónica, el alma humana es inmortal y atraviesa un constante proceso de reencarnaciones. Platón llamó anamnesis o reminiscencia a la capacidad del alma de recordar su naturaleza inmortal y sus vidas pasadas. Según la reminiscencia platónica, el alma, al reencarnar en un nuevo cuerpo olvida su origen eterno y queda atrapada en los límites finitos y mortales del cuerpo físico. Así, el dualismo platónico divide al ser humano en dos naturalezas: el cuerpo (mortal e imperfecto) y el alma (inmortal y eterna). La tarea del alma consiste en separarse del cuerpo y recordar su naturaleza inmortal a través de la práctica de la filosofía y la búsqueda del conocimiento.

En su obra República, Platón narra el mito de Er, un guerrero que, al morir en batalla, luego es resucitado por los dioses para volver a la vida y contarle a los mortales el destino del alma después de la muerte. Er habla de la vida post-mortem y de su viaje al más allá, describe cómo las almas son trasladadas al Cielo si fueron virtuosas o devueltas a la Tierra si cometieron crímenes, explica la reencarnación y describe las esferas celestes del plano astral.

Metempsicosis
La teoría platónica de la metempsicosis explica el viaje que atraviesa el alma en la vida post-mortem

Inmortalidad en la teología cristiana.

En la teología y la metafísica del cristianismo, el concepto de inmortalidad obtiene una significación distinta de las concepciones antiguas, ya que para los cristianos existe un único cuerpo y una única alma que, luego de la resurrección, vivirán eternamente como una unidad espiritual y física indisociable. En este sentido, la metafísica cristiana rechaza la teoría de la metempsicosis y desarrolla una concepción de la vida post mortem basada en la idea de la resurrección y no de la reencarnación.

Existe una sutil pero significativa diferencia entre la idea de reencarnación (volver a encarnar en otro cuerpo) y la resurrección (volver a la vida en un mismo cuerpo). Esta unidad cuerpo-alma se ha dado desde la Creación de Adán y Eva en el Jardín del Edén. Sin embargo, debido al pecado original, los seres humanos han sido condenados a la mortalidad de su cuerpo y la separación de su alma que, luego de la muerte, debe expiar sus pecados en el Purgatorio, antes de recuperar su cuerpo y alcanzar la vida eterna.

Según la concepción del alma cristiana, la inmortalidad es un estado de vida eterna que se alcanza luego de superar la muerte en la resurrección. En este sentido, todas las almas mortales lograrán la inmortalidad gracias a la resurrección de Jesucristo. El sacrificio de Cristo ha salvado a la humanidad del pecado original y ha trastocado la mortalidad en inmortalidad. Así, la inmortalidad cristiana se define como la cualidad de vivir eternamente en un cuerpo resucitado que es liberado para siempre de la muerte física.

Resurrección de Cristo
La resurrección de Cristo significa la restauración de la inmortalidad a todas las almas humanas

Inmortalidad en la literatura.

En la literatura, el concepto de inmortalidad adopta dos grandes dimensiones de significados: una es la inmortalidad como ficción, es decir, el concepto de inmortalidad trabajado desde la propia creación ficcional. Esta dimensión es principalmente desarrollada por la literatura fantástica y la ciencia ficción como géneros que trabajan la inmortalidad desde diversos enfoques y desarrollos ficcionales.

Por otro lado, también existe la noción de inmortalidad literaria respecto de una obra o autor determinado. En este sentido, se habla de inmortalidad de las grandes obras que trascienden a su época y se convierten en obras de todos los tiempos. Tómese como ejemplos clásicos la Ilíada y la Odisea de Homero, los dramas de Shakespeare o el Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes.

Obras literarias sobre la inmortalidad.

  • El cuento El inmortal (1949) del autor argentino Jorge Luis Borges es una obra que trata, en palabras del autor, sobre «una ética para inmortales». Narra la historia de un hombre que oye hablar de una supuesta Ciudad de Los Inmortales, donde fluye un río cuyas aguas otorgan la inmortalidad a quien las beba.
  • En la novela Intermitencias de la muerte (2005), el escritor portugués José Saramago imagina una sociedad en la cual, por inciertas razones, la muerte deja de actuar. Las consecuencias de esta accidental inmortalidad representan una profunda reflexión acerca de los problemas éticos, espirituales, filosóficos y sociales relacionados a la posibilidad humana de superar la muerte.
  • La autora francesa Simone de Beauvoir, en su obra Todos los hombres son mortales (1946), narra la historia de un hombre que recibe el don de la inmortalidad y se enfrenta al vacío existencial de ser lo único que perdura mientras todo a su alrededor se muere.
  • En Viejo muere el cisne, de Aldoux Huxley (1939), se narra la historia de un millonario estadounidense que gasta su fortuna en pagarle a un médico para que prolongue indefinidamente su vida.
  • La obra de ciencia ficción El hombre bicentenario (1976) de Isaac Asimov, traza una línea desde la inmortalidad de un robot hasta la búsqueda de la experimentación de la mortalidad humana.
  • La obra Sinfin (2020) del autor argentino Martín Caparrós, se ambienta en el año 2070 en un pequeño pueblo de la Patagonia que es el único lugar en el que aún existen la vejez y la muerte.
Literatura e inmortalidad
En la literatura, la inmortalidad es abordada principalmente desde la ciencia ficción y el género fantástico

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Aci, E. M. (11 de julio de 2024). Definición de inmortalidad. Manifestaciones en la mitología, la religión, la espiritualidad, la filosofía y la literatura. Definicion.com. https://definicion.com/inmortalidad/