La productividad es el vínculo entre las cantidades de productos que se obtienen en un sistema de producción y los recursos que se utilizan para la obtención de esa misma producción.

Además, se puede definir como la relación entre los resultados y el tiempo que se empleó para llegar a ellos. Cuanto menos demora suponga, más productivo será entonces el sistema.

En realidad, la productividad es lo que indica la eficiencia, conectando cuantitativamente los recursos que se usan con la cantidad de producción que se consigue. En el caso mencionado anteriormente, el tiempo es un recurso.

Tiempo, productividad, trabajo.
El tiempo es un dato fundamental para la productividad porque hace un recorte para cotejar con el resultado.

Etimológicamente, la palabra productividad se forma a partir de raíces del latín, y su significado es cualidad de poder llevar a cabo. Se compone del prefijo pro-, que se entiende como a favor, delante; doctus, que es guiado o conducido; –tivo, que describe una relación pasiva o activa, y el sufijo –dad, indicador de cualidad.

Para qué se mide la productividad.

La productividad es una medida que brinda la economía para dimensionar cuántos bienes y servicios fueron elaborados por los distintos instrumentos que se utilizaron para ese fin durante un período de tiempo específico. Esto incluye, entre otras cosas:

  • Trabajadores.
  • Capital.
  • Tiempo.
  • Tierra.
  • Materia prima.

Su objetivo principal es la medición de la eficiencia de la producción por cada recurso que se emplee a lo largo del proceso. Con eficiencia nos referimos a la obtención del mayor rendimiento posible con un menor uso de recursos.

O sea que cuantos menos de estos se requieran para la producción de una cantidad idéntica, más productivo será el sistema y, por ende, más eficiente.

Productividad, tiempo, reloj.
Un sistema será más productivo que otro si logra los mismos o más resultados en un menor tiempo.

Es necesario decir que la importancia de este dato radica, entre otras cuestiones, en el potencial que tiene para mejorar la calidad de vida de las personas. El indicador, con las consecuentes decisiones que se tomen a partir de él, afectará en los salarios y en la rentabilidad de un proyecto, de modo que se aumenten además las inversiones y los puestos de empleo.

La utilidad del conocimiento de la productividad abarca a todas las empresas, pero también a un país o a una industria de manera completa.

Con este indicador se pueden conocer datos fundamentales para la gestión. Entre otros:

  • Cantidad producida al mes por cada trabajador.
  • Cantidad de producción de una maquinaria.
  • Tiempo utilizado para cada tarea de producción.

Tener estos indicadores sirve para la posterior puesta en marcha de diseños de planes y estrategias a fin de poder incrementar el rendimiento y la eficiencia.

Cómo se calcula la productividad.

La productividad es calculada mediante el uso de una fórmula muy simple, que es el cociente entre la producción que se obtuvo y los recursos que se usaron.

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El cálculo de la productividad es simple, pero es importante saber que hay elementos que no son medibles.

Es fundamental, en todos los casos, prestar especial atención a las unidades con las que se trabaja. Esto es así porque no siempre se puede observar la productividad.

Por ejemplo, en el caso de las tareas de atención al público, que son posibles de calcular de un modo aproximado pero no son observables de modo directo por la falta de datos cuantitativos al respecto. La buena o mala atención es de algún modo subjetiva, y calcular esto dependerá del criterio personal de cada evaluador o de las políticas propias de cada privado.

Tipos de productividad.

En función de los factores que sean tenidos en cuenta, la productividad puede ser clasificada en tres grupos:

  • Productividad laboral: define los aumentos o disminuciones del rendimiento, teniendo en cuenta el trabajo que se necesitó para el producto al comienzo. También relaciona la producción resultante con el trabajo necesario para ese fin.
  • Productividad total de los factores: la producción que se obtiene es relacionada con la suma de todos los factores que tuvieron intervención en la misma. Estos son la tierra, el capital y la mano de obra.
  • Productividad marginal: mide la producción que se consigue adicionalmente con una unidad adicional de un factor productivo y mantiene el resto de los factores constantes.

Factores a tener en cuenta para mejorar la productividad.

Mejorar la productividad es la finalidad de la mayor parte de las empresas, pues influye de modo directo sobre la economía de la misma.

Productividad, atención al cliente.
Una buena atención al cliente puede ser la diferencia clave entre la elección de una empresa u otra.

Hay ciertos factores que se pueden considerar para mejorar la productividad. Algunos de ellos son:

  • Lanzamiento constante de nuevos productos.
  • Mejora del servicio de atención al cliente.
  • Llegada a nuevos mercados.
  • Apertura de más sucursales.
  • Rebajar los costos para favorecer un impacto en los precios.
  • Fomentar el trabajo por objetivos.
  • Identificar los recursos que se emplean para cada tarea.
  • Tener procesos formalizados.

Particularmente en el ámbito industrial, se suman otros factores:

  • Relevación de trabajos de tipo manual.
  • Incorporación de nuevas tecnologías y actualización de procesos.
  • Garantizar una fuente que tenga todos los datos que se necesiten agrupados.
  • Inversión en capacitación de empleados.
  • Inversión en tareas de mantenimiento.

Productividad personal.

El dato de la productividad es, como dijimos, fundamental para sostener y hacer crecer cualquier tipo de negocio. Pero en el mundo profesional es también de gran importancia la productividad personal, que nos permite pujar por (y acceder a) cada vez mejores puestos laborales, entre otras cosas.

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La productividad personal será el primer paso hacia el éxito profesional que nos propongamos.

Para mejorar nuestra productividad, hay algunos aspectos claves a tener en cuenta:

  • Cuidado personal: descansar, alimentarse y tomarse vacaciones son factores fundamentales a considerar para mantener la productividad. Los ritmos de vida acelerados pueden funcionar a corto plazo, pero a la larga nos sobrepasan y el resultado termina siendo peor.
  • Tiempo: no es importante solamente tener tiempo, sino aprender a organizarlo y gestionarlo sin recargarnos con tareas de más. Hacer más, en el caso de un individuo, no supone necesariamente una mayor productividad. Sobre todo, si por querer abarcar muchos compromisos terminamos atrasándonos con tareas múltiples.
  • Equilibrio: este elemento se vincula con los dos anteriores. Se trata de sostener cierto equilibrio entre nuestra vida laboral y el resto de nuestras actividades diarias. Esto es fundamental para mantenerse saludable y es la salud lo que sostiene en primera y última instancia la productividad que podamos tener.

Para garantizar estas tres claves, podemos:

  • Seleccionar herramientas que sirvan de ayuda para mejorar la productividad, como notas, calendarios o lo que sea útil para cada caso.
  • Tener un registro de las actividades laborales y por fuera de él, considerando cuánto tiempo se emplea para cada una de ellas y evaluando cómo se podría optimizar, en caso de ser posible.
  • Planificar los días con antelación.
  • Empezar con las tareas más cortas, algo que suele brindar la motivación necesaria para seguir con el resto.
  • Limitar la disponibilidad. No hace falta responder todos los mensajes de inmediato, sobre todo si no se relacionan con lo que estamos haciendo y no son urgentes.
  • Planificar descansos e interrupciones para no cansarse de más y cortar abruptamente el flujo de trabajo.
  • Descansar luego del trabajo, desconectarse todo lo que sea posible para renovar la energía y la voluntad.

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Krause, G. (9 de enero de 2023). Definición de productividad. Finalidad, cálculo, tipos, factores. Definicion.com. https://definicion.com/productividad/