La palabra incentivo es un adjetivo que se usa para hacer referencia a algo que mueve o excita hacia el deseo o la ejecución de algo.

La expresión, además, sirve para referir específicamente a un estímulo ofrecido a una persona, a un grupo de personas o a un sector económico, con la finalidad de generar una mayor producción y un aumento en los rendimientos.

Etimología de incentivo.

Etimológicamente, incentivo procede del latín incentivum.

Es una expresión que surge de la mano del poeta Prudencio, a lo largo del siglo IV d. C, pero se presume que es considerablemente más antigua. En esta aparición, refiere a un elemento que estimula o un aguijón.

Flauta, incentivo, tono, orquesta.
En sus orígenes, una de las palabras que conforma a «incentivo» refería al instrumento que daba el tono a los demás.

Este sentido en el vocablo del latín se cruza con incitamentum, cuyo significado es lo que incita, lo que activa el movimiento. A su vez, se entremezcla en su estructura con términos que derivan del verbo incendere, que alude a encender aunque también enardecer.

Pero es más complejo, porque incentivum es ciertamente la forma neutra en su versión sustantiva de incentivus-a-um, que en el siglo I a. C. servía para nombrar el o la que inicia el tono. Era aplicado a instrumentos de música para hacer alusión al instrumento que, dentro de un grupo, daba el tono para que los demás pudieran dar comienzo a una interpretación de música.

Era dicho, por ejemplo, en un conjunto de instrumentos, tibia incentiva, para reconocer a la flauta encargada de dar el tono. Es desde ahí que comenzó a ser usada de forma figurada para nombrar algo que genera un comienzo. Al cruzarse con la noción referida a un aguijón o cualquier tipo de instrumento instigador, tanto de valor concreto como abstracto, culminó por dar lugar a la expresión que nos ocupa: incentivo, que deriva de incentivus, ese híbrido.

Así, la etimología de incentivus es es conformada por el sufijo –ivus, que indica la relación con un verbo; sobre incentum del mencionado verbo incinere, que refiere a lo que da inicio a un canto o al instrumento que da comienzo a una melodía.

Cómo funcionan los incentivos.

El objetivo de los incentivos es el de inducir un comportamiento específico en una persona, grupo o sector. Para esto, lo que se hace es asociar una serie de castigos y recompensas a determinadas acciones.

Incentivo, deseo, recompensa, medalla.
El deseo de ser recompensado puede ser un incentivo para cumplir con determinados objetivos.

Es por el conocimiento de esas probabilidades que los incentivos logran inducir comportamientos, pues las personas a las que estos se aplican actuarán, supuestamente, haciendo una evaluación racional de los costos y beneficios que sus acciones acarreen.

Es por esto que los sujetos a los que se orientan los incentivos harán una consideración de la situación que los llevará a desarrollar un modo de conducta que es el que busca quien haya estado a cargo de diseñar el incentivo, siempre y cuando el diseño del mismo sea correcto.

En términos prácticos, para motivar el esfuerzo de alguien se podrá establecer un incentivo que lo premie cuanto más se esfuerce en sus tareas. Si lo que se quiere, por otro lado, es motivar la represión de determinadas conductas, el incentivo fijado tendrá que ver con castigar las prácticas que quieren evitarse, o bien premiar a quienes no las hagan.

Incentivo, castigo, cadenas.
La posibilidad de un castigo en el horizonte puede ser el motivo para reprimir determinadas conductas.

Esto dependerá de cada caso específico, de cada entorno y de la persona encargada de decidir qué quiere lograr y cómo hacerlo.

Tipos de incentivo.

Se pueden identificar diversos tipos de incentivos, que podemos tipificar en los siguientes grupos:

  • Incentivos de carácter monetario o financiero: son los incentivos que más se utilizan en múltiples espacios, pero sobre todo en el ámbito laboral. Se trata de una de las maneras más efectivas de incentivar comportamientos, pues suponen un mayor ingreso de dinero para aquellos que cumplan con lo que se espera de ellos. Pueden cobrar la forma de aumentos salariales, pagos por comisión en el caso de vendedores, premios en dinero o en acciones, o sistemas de premios por cantidades de venta.
  • Incentivos de tipo moral: estos buscan empujar a los individuos a hacer lo que es supuestamente bueno o correcto según los parámetros de la sociedad en la que habitan. Estos incentivos son mucho más difíciles de aplicar que los anteriores, pues cada cultura tendrá distintos valores, y a veces hasta pueden contradecirse entre ellas. Por otro lado, es cada sujeto el que en última instancia decidirá si está o no de acuerdo con cada una de las convenciones morales, y según esa adhesión o rechazo a las mismas es que se comportará o no como se esperaría.
  • Incentivos naturales: estos incentivos están basados en la propia naturaleza de los seres humanos. Si las personas en general tenemos tendencia a la curiosidad, por ejemplo, se las puede intentar motivar a determinadas experiencias que cumplan con la finalidad de saciar esa curiosidad. Con otras necesidades naturales ocurre lo mismo, y, aunque puede ser efectivo, hay que tener en cuenta que, sin embargo, algunas cosas son genéricas, pero no totales. Es decir, puede no ser útil con todos por igual.
  • Incentivos mediados por la coerción: el último tipo de incentivo se sostiene en hacer énfasis respecto de las consecuencias de carácter negativo, o castigos, que puede tener el hecho de no comportarse del modo esperado. Son incentivos basados en lo negativo, y por lo tanto no generan una motivación interna en los individuos, que solamente actuarán como se pretende por miedo a las represalias.
Incentivo, premio, estrellas.
Podemos pensar en la buena atención de los servicios como mediadas por el incentivo de una buena puntuación para expandir la clientela.

Incentivo en economía.

En el ámbito de la economía, un incentivo es eso que induce a un individuo, o a un grupo humano, un accionista, un agente o un sector a comportarse de un modo determinado, mediante un sistema de recompensas y/o castigos.

Las estructuras de incentivos son un tema central en los estudios relativos a todo tipo de actividad económica, ya sea en cuanto a analizar la toma de decisiones de los individuos como para evaluar la cooperación y la competencia en una institución más grande, como el Estado.

En última instancia, son los incentivos los que ayudan a darle valor al dinero y contribuir así al éxito de las organizaciones.

Citar este artículo

Krause, G. (26 de febrero de 2023). Definición de incentivo. Etimología, funcionamiento, tipos y economía. Definicion.com. https://definicion.com/incentivo/

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