Gestalt es, en alemán, un sustantivo que significa forma o figura. También tiene otras traducciones en español, ya que no hay una palabra exacta para ella: puede hablarse de configuración, estructura e incluso de unidad ordenada. Sin embargo, es también el nombre de una corriente teórico-experimental de la psicología que surgió en Alemania durante la segunda década del siglo XX.
Su área de estudio es la percepción humana, el modo en que se configuran los elementos que llegan a la mente mediante los sentidos, y temáticas vinculadas con la memoria. De ahí que también se la denomina la psicología de la forma o psicología de la percepción.
Existen múltiples áreas en los que esta palabra aparece, y todos están vinculados con este significado original. Por ejemplo, existen las leyes de Gestalt, principios según los que el cerebro transforma la información que recibe para organizarlas. También, la pedagogía Gestalt (o gestalt, con ge minúscula), propuesta teórica de la segunda mitad del siglo XX.
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Orígenes: la reacción contra el conductismo.
A principios del siglo XX, en el ámbito de la psicología se había posicionado con fuerza la corriente conductista. Esta teoría, posterior a la del psicoanálisis freudiano, ponía en primer lugar el estudio y análisis del comportamiento humano. No se enfoca en el análisis de procesos psíquicos o cognitivos, dado que no eran elementos observables. La imposibilidad de observar los estados mentales hizo que fueran relegados en el conductismo, casi considerados como un elemento poco científico. Hay que tener en cuenta que las formas de hacer ciencia, en aquel momento, seguían el paradigma de las ciencias consideradas científicas (física, química, matemáticas).
Fundadores.
Max Wertheimer (1880-1943) fue un psicólogo alemán nacido en Praga (República Checa). Investigador y docente, fue el fundador de la psicología gestáltica. De origen judío, huyó a Estados Unidos en el 33, con el ascenso del nazismo al poder en Alemania.
Sin embargo, ya hacia 1910, él y sus alumnos (Wolfgang Köhler y Kurt Koffka) comenzaron a investigar desde perspectivas alternativas al estructuralismo, paradigma científico dominante en la época.
Una de las principales ideas que plantearon en aquel momento era la observación holística de la mente, como un todo: hay una identidad en ese conjunto, que no es la simple suma de sus partes. Esta mirada integral no concernía únicamente a lo cognitivo, sino que la persona, como un ser complejo, atravesado por diferentes factores, es también un ser en el que todas sus partes (cuerpo, mente) conviven con dinamismo y lo caracterizan.
Además, respecto de las concepciones de lo real, o la realidad, también nuestra forma de aprehenderlo está atravesada por nuestra subjetividad: no percibimos lo real, sino que nosotros construimos tal percepción. Esta es, entonces, la gran protagonista de esta teoría.
Friedrich y Laura Perls.
En Frankfurt, hacia 1930, Friedrich «Fritz» y Laura Perls eran una pareja de psicoanalistas y psicoterapeutas que trabajaban en el Instituto Psicológico de Frankfurt. Con un amplio recorrido en el psicoanálisis freudiano, también eran estudiosos de teorías de la filosofía. Laura había trabajado con estudiosos como Paul Tillich, teólogo protestante y filósofo existencialista; por su parte, «Fritz» era conocedor de las teorías holísticas de lo que hoy entendemos como neuropsicología.
En 1933, con el ascenso del nazismo al poder, y dado que provenían de familias judías, huyeron a Sudáfrica. Allí vivieron más de diez años antes de trasladarse a Nueva York; en ese tiempo, revisaron algunos postulados del psicoanálisis y comenzaron a elaborar sus propias propuestas teóricas.
En esta revisión trabajaron también, hacia el 50, con la compañía de Paul Goodman (1911-1972), escritor que hacía algunos años investigaba sobre psicoterapia. El fue quien redactó los textos en los que los Perls trabajaban. Hacia 1951, finalmente publicaron el libro fundador de la teoría gestáltica, Gestalt Therapy.
Leyes de la Gestalt.
Las denominadas leyes de la Gestalt son la sistematización teórica de cómo surgen las percepciones, para la mente humana, a partir de un estímulo inicial. Este tipo de leyes son útiles no solo en esta disciplina en particular, sino que otras, como el diseño, también la emplean. Son operaciones básicas, elementales, de la mente humana.
Se pone en evidencia, además, cómo los estímulos que el cerebro recibe pueden interpretarse se diferentes formas aún cuando son causadas por el mismo estímulo. En este caso, veremos las leyes que se aplican en función de la vista y cómo, en función de todos los elementos que haya alrededor construyen figuras específicas.
Primera: ley general de Prägnanz o ley de la buena forma.
Esta ley propone que la percepción del humano transformará el estímulo recibido en la forma más simple que pueda. ¿Qué significa esto? Que aun cuando nos encontremos frente a imágenes complejas, intrincadas, la mente trata de buscar en ello un patrón, algo reconocible, familiar. Por esto, en alemán, Prägnanz significa concisión: es algo sencillo, económico (en términos de simplicidad), sin complicaciones.
Segunda: ley general de figura y fondo.
La ley de figura y fondo sugiere que lo que el ojo observa será traducido rápidamente en una figura que se opone a un fondo. Esto significa que lo primero que construimos en la mente es la figura, porque nos centramos en ella primero; luego, percibimos el fondo.
Para graficar esta ley, consideremos las famosas ilusiones ópticas, juegos visuales donde es posible observar, por ejemplo, una copa o dos personas mirándose de frente. Aquí se aplica la ley de figura y fondo: no es posible, simultáneamente percibir la copa y los rostros humanos. Podemos ver ambos, sí, pero nunca podremos observar ambos al mismo tiempo.
Leyes particulares: el principio de semejanza.
El principio de semejanza se utiliza para hablar de cómo se busca unir elementos que, entre sí, tengan una cierta similitud. Ya se que agrupemos por color, por forma, o por familiaridad, se los organiza como un bloque, como una unidad.
Ley de simetría.
Mediante el principio de simetría, nuestra mente percibe las formas de una manera que no solo es elemental para la mente humana, sino que es una manifestación básica en la naturaleza. La mente, entonces, tiende a buscar el equilibrio y la simetría.
Si el cerebro recibe la imagen de dos figuras que son simétricas entre sí, las percibirá automáticamente como iguales. Si tomamos distancia de esa figura, y nos alejamos, pronto la percibiremos como si fuese un único objeto.
Ley de proximidad.
Mediante la ley o el principio de proximidad, todo objeto que esté cerca de otro tiende a percibirse como si fuesen entidades de un mismo grupo o categoría.
Si a estos objetos se le suman otros elementos que se encuentren próximos, el cerebro hará la misma operación que antes. Interpretará estos nuevos objetos como si fuesen parte de esa primera figura unificada que percibió.
Ley de continuidad.
Con la ley de continuidad, se llega a la conclusión de que cuando tenemos un patrón o un conjunto de elementos que pueden estar cerca, los percibimos como unificados. De ahí que, aunque haya un corte o una interrupción entre ellos, nuestra mente continuará extendiendo ese patrón, para no separarlos.
Ley de dirección o de destino común.
Finalmente, la ley de dirección supone que cuando visualizamos un patrón que tiene una misma ubicación y dirección, posemos percibirlo como una única figura. Así, un ejemplo es cuando observamos un grupo de aves que vuelan en el cielo. Tienden a configurar formas particulares que nuestro ojo percibe así, como un todo.
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Fernández, A. M. (30 de julio de 2022). Definición de Gestalt. Historia, desarrollo y leyes. Definicion.com. https://definicion.com/gestalt/