Esperanza es una palabra latina que nace de “esperare”. Es entendida como un estado de ánimo cuya característica principal es ser optimista y expectante. Podríamos decir que este término es propio de lo humano en el sentido que nace en un individuo y se manifiesta en cualquier acto humano. Esperanza es una emoción propia de las personas y refiere a algo que se percibe como posible y, por lo tanto, se desea hacer factible.
En tanto que la esperanza es un sentimiento, implica un valor emocional, por ello se plantea que es un estado de ánimo y se relaciona con algo que es positivo y que se espera que ocurra. Dicha espera se vive de modo expectante porque aquello que va a acontecer es algo bueno. Esperanza es querer o desear que ocurra algo y tener fe en que así será.
Se siente esperanza frente a situaciones difíciles. Sin embargo, se sostiene una mirada positiva a partir de la cual se conseguirán los resultados deseados. Los mismos permitirán transformar dichos momentos en otros más favorables, pues estos mejorarán para bien.
Asimismo, esperanza tiene otras connotaciones relacionadas con la vida de una comunidad o, mejor dicho, con el tiempo promedio de vida de una población. También, según se desprende de la teoría, con la denominación de ciertas zonas geográficas.
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Esperanza como mitología.
La esperanza como mitología refiere a la expresión popular “la esperanza es lo último que se pierde”. La misma responde al mito de Pandora. Según la mitología griega, Pandora fue la primera mujer en ser modelada en barro. Fue un pedido de Zeus el que creó este cuerpo femenino como respuesta a un enojo que tuvo con Prometeo, tras hacerse amigo de los hombres y de haberles regalado el fuego. Por ello, Zeus ordenó modelar a Pandora y dárselas a los hombres. Este cuerpo de mujer hecho en barro era encantador. Simulaba una doncella sensual y dueña de todos los dones. Sin embargo, Zeus le dio cualidades terribles que tenían que ver con un estado de ánimo cambiante, mentiras y un carácter variable.
Es a partir de este mito que se dice que Pandora trajo los males a la Tierra. Asimismo, se conoce la expresión “caja de Pandora” para referir a una mujer que recibe como regalo de los dioses una caja. La misma no podía ser abierta por nada en el mundo. Sin embargo, esta mujer sintió tanta curiosidad que la abrió y, en ella, se escondían todas las desgracias terrenales. Pandora cerró la caja, pero los males ya habían escapado. Por lo cual, lo único que quedaba era la esperanza. Es decir, la esperanza de que esos males no podrían acabar con la humanidad.
Algunos sostienen que la esperanza era uno de los males que contenía la caja. O sea, se interpreta que la esperanza alude a carencia y a algo pasivo, que solo espera. La reinterpretación mitológica, en tanto, asegura que este término refiere a aquello que posee la capacidad de no dejarse derrotar y continuar, firme y con fe, en la búsqueda de su propósito.
Esperanza de vida.
La esperanza de vida es la cantidad de tiempo que vive alguien. Hablamos de esperanza de vida cuando queremos saber el número promedio de años que un individuo (o un grupo) puede alcanzar en una zona geográfica en particular. Esto permite conocer la tasa de mortalidad por edad durante un tiempo determinado.
Asimismo, se afirma que esperanza es una estimación de años adicionales que un sujeto vive. Entonces, podemos decir que hace alusión a una media hipotética de vida. Para encontrar el número de años estimados de existencia de una o varias personas se debe tener como base la tasa de mortalidad de los últimos meses o, mejor dicho, la más actual posible.
Sin embargo, la esperanza de vida cambia de acuerdo con el envejecimiento de la población y según se modifican las tendencias de mortalidad de una población. Asimismo, a la hora de estimar la esperanza de vida de una población es relevante conocer de manera detallada la esperanza de vida según el sexo, la raza, el estilo de vida, la alimentación, la edad, la salud, etc. de los sujetos que conforman una comunidad. Comúnmente, se cita la esperanza de vida al nacer.
Esperanza en religión.
En religión, la esperanza es vista como una virtud. La misma consiste en confiar con fe y entusiasmo en Dios y en sus promesas de cuidado y salvación. En este sentido, la esperanza es aquello a lo cual los creyentes se aferran cuando viven o transitan momentos difíciles.
Todas las personas experimentan situaciones de dolor, sufrimiento o desesperación. Si bien algunas de ellas pueden tener cierta respuesta, muchas, simplemente, necesitan ser acompañadas por una fuerza superior. Esta fuerza brinda las herramientas y la energía espiritual para salir adelante pese a la dificultad que se esté viviendo. Entonces, esa misma energía es la esperanza de la cual la religión habla. No es más que el camino para llegar a la divinidad y, sobre todo, una fe incondicional de que Dios escuchará el pedido y responderá.
La esperanza es la certeza de que se vivirá en el reino de la divinidad y se tendrá una felicidad eterna. Sin embargo, ese mismo reino se alcanza cuando se cree con el corazón en que algo superior provee protección y seguridad. Es decir, una confianza pura en las promesas de salvación que un ser superior ha hecho.
Esperanza en matemáticas.
La esperanza matemática se refiere a un tipo de variable aleatoria denominada X y se entiende como el número que representa a una variable a partir de un valor medio. También se la denomina como valor esperado. Para encontrar dicho número se debe realizar la siguiente operación:
- Sumar las posibilidades de que ocurra un suceso de modo aleatorio.
- Considerar el valor del suceso aleatorio.
- Sumar dichas probabilidades y multiplicarlo por el valor del suceso.
En otras palabras, la esperanza matemática es el valor promedio del total de los datos. Este concepto ha sido introducido por la teoría de la probabilidad.
Esperanza en geografía.
En cuanto a geografía, existen muchos territorios llamados Esperanza. Uno de ellos está ubicado en la provincia de Santa Fe, Argentina. Se trata de una ciudad ubicada en el centro-este de la región ya mencionada y es considerada como la Primera Colonia Agrícola Organizada de todo el país. Esto ocurrió en 1856, cuando llegaron al lugar diferentes familias colonizadoras. Cada una de ellas recibió una parcela de tierra y se transformó en propietaria de dichas tierras. Esto dio paso a la urbanización de los espacios, pues aparecieron los caminos, los árboles y las diferentes viviendas.
En la superficie argentina encontramos, asimismo, otra ciudad llamada Esperanza, ubicada al sur del gran territorio. Más precisamente, en el departamento de Güer Aike, en la provincia de Santa Cruz. Se trata de un poblado pequeño en el que, según el censo poblacional de 2010, habitan 135 personas. Se fundó en el siglo XX y tuvo como nombre Pueblo Ness o Esperanza Ness.
México es otro país con varias ciudades llamadas con el mismo nombre. Algunas de ellas están ubicadas en Sonora, Chihuahua, Guanajuato y Puebla. Cuba, República Dominicana, Puerto Rico y Filipinas también tienen una ciudad de nombre Esperanza.
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Navicelli, V. (1 de agosto de 2022). Definición de esperanza. En mitología, tiempo de vida, religión, matemáticas y geografía. Definicion.com. https://definicion.com/esperanza/