Colonialismo es el nombre que recibe un sistema político de dominación sobre un territorio extranjero. Este dominio se ejerce desde el plano político, militar, económico, cultural y también social, por lo que influye profundamente en la vida de los colonizados.
Esta es una práctica realizada desde hace miles de años sobre los territorios, y está motivada por diferentes objetivos. Sin embargo, con el fin de la Edad Media, esta práctica alcanzó una modalidad hasta entonces no vista, y una gran cantidad de países se convirtieron en colonias. En algunos casos, hasta el día de hoy no han logrado adquirir su independencia.
La palabra proviene de colonia que, a su vez, proviene de un término en latín idéntico, y que se utilizaba para señalar a un conjunto de colonos. Con ese nombre se conocía a los labradores y trabajadores del campo encargados de trabajar la tierra.
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Causas y características.
Las razones por las cuales una nación o un territorio decide iniciar la labor de conquista y expansión hacia otros territorios son diversas. Dependen del propio contexto social y político de ese territorio, e incluso de lo que ocurre en territorios vecinos. Veamos algunas causas:
- Al conquistar un territorio, esa nación se hace dueña de los recursos económicos y naturales (metales preciosos, agua, tierras): así, pueden dar comienzo a su explotación para tener beneficios económicos.
- El enriquecimiento originado de esa explotación lleva a que la nación colonizadora adquiera más poder respecto no solo de la colonia, sino de otras naciones o potencias que puedan ser una amenaza.
- La evangelización o conversión de los pueblos colonizados en una religión considerada más válida respecto de otras también es otra motivación. Al implantar esta nueva religión, la nación dominante se asegura que las personas adhieran únicamente a esa religión y, en ocasiones, quienes ejercían su antigua fe eran perseguidos y castigados.
- El monopolio comercial que deviene de la conquista de un territorio permite trazar nuevas rutas comerciales donde la nación colonizadora se beneficia.
Existen otros factores que también influyen sobre el proceso de colonización, pero que tienen que ver con ideas y construcciones respecto de la cultura propia y la ajena. En este sentido, con el auge de ideas vinculadas con el nacionalismo, la identidad de una cultura empieza a depender, también, de su dominio y poderío respecto de otras naciones.
También, y en relación con ideas como el nacionalismo, hay ocasiones en las que ideologías xenófobas o racistas también son el motor que impulsan este expansionismo. Cuando las ideas de superioridad e inferioridad entran en juego, es por lo general la nación colonizadora la que se construye como dominante, civilizada y evangelizadora desde lo cultural o lo religioso. Así, la esclavitud o el tráfico de personas para trabajar en los territorios se valida a través de esta ideología.
De este modo, las misiones de las hegemonías que es enseñar a otras culturas (inferiores, donde la barbarie tiene lugar) lo que deben saber para progresar. Con estas construcciones teóricas, los pueblos colonizadores justifican las invasiones, los genocidios y matanzas de grandes cantidades de poblaciones colonizadas, al igual que la sustracción de sus recursos.
Tipos.
Existen dos formas típicas de colonialismo mediante las cuales una metrópoli ejerce dominio directo sobre otras naciones:
- la colonización de poblamiento
- la colonización de explotación
La primera comprende una serie de elementos como un despoblamiento local, en el territorio conquistado (ya sea porque era poco habitado o porque, tras un enfrentamiento, los colonizadores habían arrasado con los habitantes). De este modo, los habitantes de la metrópoli emigraban hacia las nuevas tierras para aumentar la población y explotar algún recurso, como la tierra, por ejemplo.
Este es el caso de lugares como Canadá o Nueva Zelanda, cuando los colonos británicos comienzan a habitar las tierras. También, es el caso de Argelia, colonia francesa desde mediados del siglo XIX hasta 1962.
La segunda hace referencia a una forma de dominio mediante la cual se busca hacerse de los recursos económicos y naturales, para explotarlos. Aquí se incluye la obtención de mano de obra barata, la posesión absoluta del territorio y la creación de nuevas rutas comerciales para el beneficio de la metrópoli.
Este es el caso de India, colonia británica desde 1770 que sirvió para la expansión del imperialismo inglés por Asia. Fue denominada la joya de la Corona, por la cuantiosa cantidad de riquezas que fueron extraídas de allí.
Otra forma de colonialismo es el neocolonialismo. Esta continúa siendo una forma de control que, a diferencia del colonialismo tal cual se lo conoce, aquí hay uso de recursos sobre antiguas colonias, y es un dominio indirecto. Aunque esos países que antiguamente eran colonias ya no permanecen bajo administración política de sus colonizadores y lograron independizarse, continúa habiendo dominio sobre ellos desde el plano económico.
Esta situación comienza a ser percibidas y denunciada a mediados del siglo XX, durante la denominada descolonización de África. Cuando uno a uno los países del continente comenzaron a adquirir autonomía política e independencia, inmediatamente después dependían nuevamente de las potencias.
La independencia de los países de este continente ocurre en el marco de un mundo industrializado y de avanzada tecnología en la que no podían competir. A esto, se le sumaba la inestabilidad política y social, y la crisis económica que atravesaban tras años de luchas.
Principales potencias coloniales.
Si bien el fenómeno del colonialismo no es novedoso ni reciente, sí es característico de la expansión de ultramar de las potencias europeas desde el siglo XVI. Veamos a continuación algunas de las potencias más poderosas y la expansión que lograron:
El caso británico.
El Imperio británico tuvo un conjunto de territorios (tanto colonias como protectorados) dominados durante casi 400 años. En su punto más álgido, contaba con casi 40.000.000 km² de superficie y más de 450 millones de pobladores.
Los territorios dependientes se ubicaban en los cinco continentes, y una de las colonias más importantes fue la India. Su desintegración inicia tras la Segunda Guerra Mundial, como resultado de la crisis generalizada por el enfrentamiento bélico.
El caso portugués.
Portugal es, junto con España, una de las primeras potencias en obtener el control de grandes masas de territorio por fuera de sus propias fronteras, y uno de los más extensos imperios (desde 1415 hasta el último tercio del siglo XX).
A principios del siglo XV, llega al norte africano: desde allí, comienza a navegar la costa continental hasta que casi 100 años después llegan a las costas del Brasil. Sin embargo, su colonización se extendió también hasta Asia.
Es una de las primeras metrópolis en contar con sus regentes que vivieron en el territorio colonizado, pues hacia 1915 el rey Juan VI y sus cortesanos se instalan en Brasil. De este modo, se protegían de las invasiones napoleónicas que amenazaban con llegar hasta el nuevo continente.
Tal y como ocurre en el resto de países latinoamericanos, Brasil usa este momento a su favor para independizarse y, en 1822, la corona portuguesa pierde a su más importante territorio. Desde allí, inicia su desintegración: la independencia de sus dos últimas colonias en 1975 (Mozambique y Angola) marca el fin del imperialismo portugués.
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Fernández, A. M. (26 de septiembre de 2023). Definición de colonialismo. Historia, tipos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/colonialismo/