La clasificación es la acción de clasificar, o sea, la organización o la ubicación de algo según una forma de organizar o comprender a las cosas. También es una lista una relación de orden entre objetos o individuos, que se ajustan a un criterio específico.
Por ejemplo, en el ámbito deportivo, la clasificación es el reflejo de los resultados en las diversas disciplinas competitivas.
La palabra clasificación está compuesta por el sufijo -ción que es indicador de acción o efecto, y permite comprender que la clasificación es justamente la acción o el efecto de clasificar. Por su parte, la palabra clasificar está compuesta del latín facere, que significa hacer, combinada con el latín classis, que significa clase. En este sentido, podemos comprender que clasificar es hacer u ordenar por clases.
La clasificación lleva implicada la necesidad de buscar en un todo todas las cosas que estén relacionadas de alguna manera, y luego agrupar esas cosas. En general, la finalidad de la clasificación es lograr la mejor forma de ordenar dentro de las disponibles, o sea, lograr un orden que resulte claro, para que luego cuando se deba buscar algo específico dentro de esa clasificación, resulte más simple llegar a encontrarlo.
También utilizamos la clasificación para recordar y tener sistematizados nuestros gustos o disgustos, y a nivel mucho más genérico esto sucede con restaurantes, películas, libros y otros, en sistemas que clasifican, por ejemplo, de 1 a 5 estrellas en función de la calidad, donde 5 es excelente y 1 es pésimo. Lo mismo sucede con los exámenes escolares o universitarios, en los que se clasifica a los alumnos en función de los conocimientos que demuestren o no tener.
La clasificación debe partir de un criterio, y las posibilidades de clasificaciones en este sentido son prácticamente infinitas. Es posible clasificar una organización por sus objetivos, por sus formas de insertarse en la sociedad, por su alcance, por su relación con el lucro, por ejemplo. O bien, podemos clasificar a las plantas según sus flores, o su utilidad, o la relación que tienen con el agua. También se pueden clasificar libros, personas, películas, comidas, hábitos, propiedades y cualquier cosa que sea necesario ordenar.
La clasificación existe desde que nacieron las ciencias en general, y está muy relacionada a la sistematización en estos entornos científicos. Hoy en día, con la cantidad de recursos nuevos y en constante expansión en materia informática, clasificar es una tarea mucho más simple y exacta, y los datos a procesar están ordenados y, de ser deseado, pueden estar al alcance de cualquiera que lo requiera.
A continuación, veremos diversos tipos de clasificaciones.
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Clasificación bibliográfica.
La clasificación bibliográfica y es aquella que se dedica a clasificar los elementos presentes en bibliotecas. El sistema que suele utilizarse es llamado Clasificación decimal universal o CDU y es un sistema mediante el cual se organizan los conocimientos, y se da un orden organizado a los recursos presentes en las bibliotecas, sistemáticamente. Los sistemas empleados para clasificar una biblioteca generan un agrupamiento del material que está relacionado, y normalmente lo organizan estructuralmente como un árbol jerárquico. Es una clasificación decimal porque se ordena por el principio de números de este tipo (del 0 al 9), es universal porque permite abarcar todo el conocimiento humano, es facetada porque la materia de los documentos depende del matiz elegido, es jerárquica porque las subdivisiones pueden ser divididas a su vez en componentes lógicos, y es sintética porque las clases que se enumeran son bloques sobre los que se hacen las clases compuestas y de complejidad, a través de diferentes recursos notacionales de carácter sintético que tiene.
Este sistema divide todo el conocimiento humano en diez grandes áreas o materias de interés, y a partir de ahí organiza toda la bibliografía según el interés de ordenamiento que corresponda en cada ocasión.
Hay otro tipo de forma de clasificar que se utiliza también muy extendidamente, que es el llamado sistema de clasificación por facetas. En este caso, lo que se hace es asignar varias categorías de clasificación a un mismo objeto, y así se pueden generar órdenes en función de diversas clasificaciones, no excluyentes entre ellas.
Clasificación biológica.
La clasificación biológica también es llamada taxonomía. Se trata de la disciplina científica que se encarga del orden de los organismos dentro de un sistema clasificatorio que ordena los taxones (los organismos que se emparentan entre ellos) jerárquicamente.
Los seres vivos se dividen así en cinco reinos: el reino animal, el reino fungi, el reino protista, el reino vegetal y el reino moneras, y se subdividen a su vez en tipos, clases, órdenes, familias, géneros y especies.
Clasificación periódica.
La clasificación periódica es aquello que conocemos como tabla periódica. Sirve para distribuir y organizar los diversos elementos dentro de la química, en función de determinadas características. Una de las formas más habituales de organización es la que parte desde ordenar las propiedades físicas atómicas. En este caso, se elige para ordenar el número atómico, que se define por la cantidad de protones que se encuentran dentro del núcleo del átomo de un elemento específico. Pero el sistema de ordenamiento además brinda la posibilidad de agregar otras variables de información para los 92 elementos naturales y para los artificiales generados en laboratorios.
Clasificación de tesis doctorales – clasificación UNESCO.
Este tipo de clasificación fue creado por la UNESCO. Es un sistema que parte de dos, cuatro y seis dígitos y que se utiliza para clasificar las tesis doctorales según sus áreas de estudio. Por ejemplo, el código número 11 corresponde a la lógica, y el 12 a las matemáticas.
Se trata de un sistema que, más allá de que está sistematizado digitalmente, sigue siendo el más utilizado por la división de la ONU que se dedica a difundir el conocimiento.
Clasificación jerárquica.
La clasificación jerárquica es la manera en la que identificamos las diferencias dentro del universo en diversos aspectos, de acuerdo a cuánto nos importa cada cosa. Esto nos permite tener una visión clara del mundo desde pequeños, clasificando las cosas por sus nombres, utilidades, y la importancia que tienen en nuestra vida cotidiana.
En este sentido, la clasificación forma parte permanentemente de nuestras vidas, y nos permite desenvolvernos ordenadamente, desde las cosas más importantes a las más básicas del día a día. Por ejemplo, clasificamos, aunque sea de forma inconsciente las cosas del hogar, y así sabemos en qué cajón guardar cada utensillo, o a qué habitación pertenece cada mueble, entre otras cosas. Incluso cuando combinamos colores hacemos gala de las clasificaciones que tenemos sistematizadas, considerando cuáles se agrupan entre ellos y cuáles se repelen, aunque no nos tomemos el tiempo de considerar esto activamente.
Clasificación cinematográfica.
En cine, la clasificación por edades permite, utilizando dentro de las imágenes las indicaciones correspondientes, clasificar los films en función de si son idóneos o no para determinados públicos, basado en la existencia o no dentro de las películas de determinadas temáticas, como las escenas sexuales, violentas, de abuso de drogas, blasfemas, imprudentes, con lenguaje obsceno u otros elementos que son más propios de un contenido dirigido a un público de edad adulta. Estas clasificaciones tienen generalmente una recomendación de edades, y pueden habitualmente llegar a restringir el contenido para ciertas edades de ser necesario.
En algunos lugares del mundo, es obligatorio ante la ley administrar estas clasificaciones para poder pasar las películas en funciones de cine.
Citar este artículo
Krause, G. (13 de enero de 2022). Definición de clasificación. Sus sistemas, sus contextos. Definicion.com. https://definicion.com/clasificacion/
