Si nos detenemos en el origen del término, scientia proviene del latín y su significado es “conocimiento”. La palabra en latín proviene del verbo scire, que significa “saber”, “conocer”. A grandes rasgos, podemos definir al concepto ciencia como el conjunto de conocimientos que se obtienen a través del razonamiento y de la observación. De este cúmulo de saberes, que se estructuran para darles más forma y sistematicidad, se podrán desprender leyes, principios e hipótesis.
Algo interesante sobre ella es pensar que podemos considerarla como parte de lo cotidiano de nuestras vidas, pues, en tanto y en cuanto implica observación y análisis de la realidad que nos rodea, puede que sea más próxima a nosotros de lo que podemos llegar a pensar.
Para iniciar este artículo, recorreremos su historia y nos referiremos a tres aspectos particulares de ella, en tres áreas geográficas diferentes, y también hablaremos de algunas figuras fundamentales para la historia.
Índice de temas
Ciencia en la antigüedad.
Pensar en la “antigüedad” como un concepto unívoco supone incurrir en un error, ya que la historia de este momento nos deja ver que eran múltiples las culturas que, desde hacía ya tiempo, construían saber, hacían ciencia y empleaban recursos e inventos para demostrar sus teorías. Sin embargo, podemos hacer una breve aproximación.
Ciencia y el Antiguo Egipto.
De esta región podemos destacar no solo algunos avances tecnológicos sino que, fundamentalmente, hay que mencionar en el área de astronomía. También, han contribuido con aportes tanto en matemáticas, química, veterinaria, arquitectura, y si bien el aspecto religioso estaba en estrecha relación con el saber científico, esto no impidió que ya en la Grecia Antigua recurriesen a esta zona geográfica para aprender de los sabios egipcios.
Uno de los grandes misterios, que sin embargo delata lo avanzado de su civilización en aquel entonces, es cómo se construyeron las Pirámides, que si bien son más de cien, las tres más famosas (de las cuales sólo la de Keops ha perdurado) datan del 2500 a. C., aproximadamente. Lo impresionante es el nivel de precisión y lo complejo de su construcción: dado que no han perdurado los documentos que describen este procedimiento, el paso a paso ha sido algo complejo de determinar para historiadores y arqueólogos.
Ciencia en Antigua China.
Como miembros de la cultura occidental, quizás la zona oriental del planeta nos parezca ajena, más aún si consideramos este período de su historia, tan antiguo. Si nos enfocamos específicamente en China, una de las más antiguas y famosas civilizaciones, veremos que sus descubrimientos y avances son amplísimos, anteriores incluso a los de los europeos para la época. Tendremos por ejemplo descubrimientos de que allí hubo una tempranísima producción de papel y técnicas para fabricarlo que datan ya desde el siglo I; es una cultura famosa también por sus estudios y avances en medicina, que datan de más de tres mil años. La ligazón que también aquí existía entre ciencia y misticismo religioso (se pensaba que los emperadores tenían origen divino) puede considerarse en relación con un temprano estudio de los cielos, y poseía una gran valoración social, ya que había una corte exclusivamente conformada por astrónomos.
Antigua Grecia y la ciencia.
Si bien su historia ha sido ampliamente estudiada y documentada, nos enfocaremos aquí en dos aspectos claves de su historia. Además de múltiples avances ya conocidos (fundadores de las bases de la geometría; un importantísimo caudal de filósofos; mitología y obras fundamentales para la literatura posterior, etcétera), destacaremos dos. Uno es el avance en medicina: como hemos mencionado, y aquí no será la excepción, la relación ciencia/religión era estrecha. Se ha documentado que muchas enfermedades se consideraban de origen divino, con una lógica de castigo que los dioses realizaban. Pero también trabajaron ampliamente en la parte más compleja de la medicina, como, por ejemplo, la extracción de objetos que provocaban heridas en los cuerpos, como lanzas, flechas, etcétera.
En el área de la matemática también se han destacado: uno de los personajes más famosos es Tales de Mileto, filósofo, astrónomo y matemático que comprobó algunos teoremas (cinco, más específicamente), y se supone que es quien introdujo el conocimiento geométrico en Grecia.
Ciencia moderna: Breve historia.
Uno de los aspectos más relevantes de la ciencia moderna es la consideración del “método científico” como aspecto fundamental. Aquí surgen nuevas reflexiones sobre el quehacer científico, que describiremos brevemente.
Alrededor del siglo XV surgirán nuevos planteos, nuevas preguntas y nuevas formas de concebir la ciencia. En principio, se pondrá distancia entre la reflexión científica y su relación con lo religioso/místico/teológico, por cuanto carecía de fundamentación racional: esta ruptura es fundamental para la posteridad.
Método científico.
Permite sistematizar, ordenar, las formas en las que una investigación o estudio se llevarán a cabo, y es fundamental para la producción posterior de nuevos aportes y saberes. Se vale de algunos elementos fundamentales:
- Observación: es el examen detallado, con atención y rigurosidad, de fenómenos del mundo que nos rodea. Es clave aquí un registro que nos permita describir, y buscar explicaciones posteriormente, siempre situando lo observado en un contexto más o menos preciso.
- Hipótesis: suponen un punto de partida en relación con una suposición, que posteriormente se comprobará si es verdadera, o falsa, en función de los siguientes pasos del método.
- Experimentación: esta es la instancia en la cual, a partir de presunciones o ideas con las cuales se ha trabajado, se someterán a prueba las hipótesis y teorías propuestas.
- Demostración: aquí es donde se verá si las hipótesis han logrado demostrarse o no. Esto tendrá como base o apoyo la información obtenida del paso anterior.
A continuación, describiremos algunas de las figuras más importantes a lo largo de la historia.
Personajes históricos de la ciencia.
Hipatia de Alejandría (350 o 370- 415 D.C.).
Nacida a mediados del siglo IV en Alejandría (en Egipto, aunque parte del Imperio romano en aquel entonces), no solo es una de las primeras científicas de la que tenemos registro, sino que además fue una brillante filósofa, astrónoma y matemática. Su padre Teon, matemático y profesor en el Museo de Alejandría, fue clave pues alimentó su espíritu curioso al incentivarla a estudiar, algo impensado para una mujer en aquel momento. Tuvo grandes detractores, principalmente ligados (según la historia) a grupos religiosos del momento: era una poderosa figura que gozaba de autoridad política y moral. En aquel momento, era amiga, maestra y consejera de Orestes, prefecto imperial. La violencia de su muerte (llevada a cabo por un grupo de personas que la torturaron y golpearon) se ha atribuido tanto a razones políticas como religiosas, y ocurrió durante la decadencia del Imperio Romano. Su fallecimiento llevó a que Orestes renunciase a su cargo, y pasó a la historia como la “mártir de la ciencia”.
Zhang Heng (78 -139 A.C.).
Inventor, astrónomo, pintor y científico de China, es conocido por haber ideado un “sismógrafo”: un detector de terremotos que data de casi el siglo I A.C. El artefacto, en forma de vasija, constaba (hasta donde podemos conocer, ya que la forma precisa en la que actuaba es desconocida hasta la fecha) de ocho dragones con una esfera en sus bocas y que, debajo, tenían 8 sapos. Ubicados como una brújula (norte, sur, este, oeste), cuando se detectaba un sismo la bola caía: quienes se encargaban de cuidar esta vasija lo oían y podían determinar la dirección (no así la intensidad) desde la cual el sismo procedía. Falleció muy joven en el 139 d. C., y es también famoso por haber descrito con mucha precisión el “número pi”: en aquel momento, su valor era de 3, y Zhang lo aproximó a 3,16, mucho más cercano al 3,14 que actualmente conocemos.
Galileo Galilei (1564-1642).
Si hay un personaje fundamental para la ciencia moderna y el quiebre con lo religioso es Galileo Galilei. No solo es el primero en formular leyes sobre el movimiento, sino que su aporte fundamental, y que le costó en vida, fue la refutación de la teoría geocéntrica (que tenía a la Tierra como centro y eje alrededor de la cual giraba el universo) y la confirmación de la teoría heliocéntrica, ya trabajada por Copérnico, que ponía al Sol como centro del universo. Su trabajo le costó ser proscripto, perseguido, enjuiciado y, sus ideas, prohibidas (él debió jurar que eran herejía). Casi 400 años después, Juan Pablo II, tras un proceso de revisión sobre aquellos hechos, declaró públicamente que Galileo era inocente de su condena, y que, por tanto, tenía razón.
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Fernández, A. M. (24 de noviembre de 2021). Definición de ciencia. Historia de la ciencia y personajes fundamentales. Definicion.com. https://definicion.com/ciencia/