La palabra relativo se emplea en el idioma español con varias acepciones diferentes. Parten todas de una raíz común, por lo que presentan algún tipo de vínculo, pero sus aplicaciones son específicas y diversas.
Dicha raíz común, el significado básico, hace alusión a todo aquello que no resulta absoluto y, por ende, se encuentra en relación con uno o más elementos. Lo destacado es que esta otra cosa suele ser una referencia con la cual este algo se mide y, por lo tanto, lo define.
Podemos rastrear etimológicamente el origen del término al vocablo latín relativus, que significa «que posee una relación, que lleva hacia atrás, que está vinculado con otra cosa». Se compone del prefijo –re (repetirse, hacia atrás), ferre (llevar), y del sufijo –ivo (relación activa o pasiva con otra cosa).
A partir de la acepción principal surgen las otras, más periféricas, entre las que se destacan, por detallar algunos casos:
- La referencia a algo que tiene un nivel de intensidad bajo o moderado. Como sucede si se afirma que las pérdidas que sufrió una empresa agropecuaria fueron relativas, ya que, por un lado, bajó el precio de la soja pero, por otro, subieron el maíz y el trigo.
- La referencia a un vínculo entre dos elementos, en general uno de un ámbito mayor que incluye al segundo. Así se evidencia si se afirma que el impulso del que nació la escritura del haiku es relativo a la cultura japonesa.
- La referencia, en el ámbito de la gramática, a los pronombres que operan relacionándose con algún referente previo para introducir una oración subordinada. Son llamados, precisamente, pronombres relativos. Por ejemplo, cuando «que» se usa como un pronombre relativo, como en el caso de «las casas de la parte norte del pueblo, que se construyeron todas mirando el mar…».
- La referencia, en el ámbito de la geografía, a ciertas localizaciones, pero cuando se habla de ellas tomando como punto de comparación otro lugar. Así, la Cordillera de los Andes está al oeste, si su posición relativa es en función de Buenos Aires, pero se encuentra al este, si su posición relativa se calcula tomando como referencia a Santiago de Chile.
- La referencia, en el ámbito de las matemáticas, a la cifra que representa un valor diferente según el orden que ocupe respecto a otros en un número compuesto. A este valor se lo denomina valor relativo. Por ejemplo, en el número 117, el primer 1 tiene un valor relativo de 100, mientras que el segundo 1 tiene un valor relativo de 10.
- La referencia a aquellas situaciones en las que aquello que se observa varía según el punto de vista, o la posición desde la cual se lo está observando. Esto aplica tanto al plano físico, en el que una casa parece diminuta a la distancia, pero es más y más grande a medida que nos acercamos a ella; y también en el plano abstracto, en el que se debaten ideas, como podría ser, por ejemplo, el tema de las huelgas, que tendrán una serie de explicaciones y motivos desde el punto de vista de los trabajadores, y otros muy diferentes desde los empleadores, o del Estado.
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Relativismo filosófico.
En parte relacionado con la última de las asociaciones periféricas, el relativismo es una postura filosófica que se caracteriza por la negación de las verdades absolutas. Tiene que ver con lo mencionado acerca del punto de vista, ya que postula que el saber es siempre incompleto, y que el modo de conocer del ser humano es siempre subjetivo.
Se hace mucho hincapié en esto, en la incapacidad de la objetividad en el conocimiento, a partir de argumentos que pasan por las maneras en las que fuimos, somos y seremos influenciados. Desde nuestra historia personal a lo que nos han contado de nuestra historia familiar, cultural y colectiva; nuestros usos y costumbres, valores, creencias y juicios, y lo que consideramos posible o no.
Esta es la base general, que después tiene su aplicación específica en cada caso. Ocurre así, por ejemplo, con el relativismo moral, una postura que niega la existencia de un bien absoluto o de un mal absoluto, cuantificable, medible, y evaluable de un modo objetivo. Más bien, propone la existencia de acciones correctas o adecuadas en ciertas circunstancias específicas que la rodean.
Relatividad lingüística.
Cuando hablamos acerca de la relatividad lingüística, hacemos referencia a una serie de teorías que giran en torno al efecto cognitivo y psicológico que presenta el lenguaje en el hecho de la variación cultural. En cuentas resumidas, lo que se propone es que personas que hablen lenguas diferentes, muy probablemente van a conceptualizar de modo distinto fenómenos iguales, y que esto sucederá como consecuencia de los efectos cognitivos que el vocabulario de cada lengua trae aparejados, cada una con sus peculiaridades gramaticales.
Hay estudios desarrollados a partir de cómo las líneas evolutivas genealógicas pueden establecer la forma en el que los individuos pudieron procesar la realidad, a partir de su diálogo interno. Dicho diálogo interno sucede de un modo natural en la lengua materna, que es aquella que cada sujeto emplea para comunicarse con sus semejantes. Pero esto cambia una vez que se adquiere la capacidad de transformar su estado cognitivo hacia maneras distintas de pensar, que brindan codificaciones nuevas y desembocan, tarde o temprano, en nuevos resultados.
En este ámbito entra a jugar la programación neurolingüística (PNL). Esta se enfoca en la potencialidad de relativizar (moldear) la aplicación de nuestra lengua materna al discurso interno y así lograr cambios sustanciales en el modo de enfrentar la realidad.
En resumen, se sostiene que la forma según la cual las personas procesan la realidad está fuertemente condicionado por el idioma que utilizan y por la estructura que ese idioma tiene. Esto predispone a hablar y entender de una manera específica, a procesar las ideas de acuerdo a un cierto patrón y, en definitiva, a llevar un estilo de vida particular.
Teoría de la relatividad.
Cuando hablamos acerca de la teoría de la relatividad lo hacemos incluyendo, por un lado, la teoría de la relatividad especial, y, por otro, la de relatividad general. Ambas fueron desarrolladas a principios del siglo XX por Albert Einstein, con miras a aportar claridad en ciertas incompatibilidades que se presentaban entre la mecánica, tal como Newton la había entendido, y las teorías del electromagnetismo.
La primera de ellas fue publicada en 1905, y se ocupa del movimiento de los cuerpos en la hipótesis de un escenario en el que las fuerzas gravitatorias estuvieran ausentes. Allí resultaron coherentes las ecuaciones propuestas desde el electromagnetismo con una nueva formulación de las dinámicas del movimiento.
Podría decirse que, a partir de la teoría de la relatividad especial, se propuso la unificación del espacio y el tiempo, en algo denominado directamente espacio-tiempo. Así, ya no se puede hablar de un tiempo absoluto en sí mismo. Aquí vemos el aspecto de lo relativo tal como se viene planteando: el tiempo era fijo, el dios Cronos, pero ahora tiene otros puntos de referencia externos que lo condicionan y modifican, como pueden ser la velocidad de la luz o el principio de equivalencia entre energía y masa.
Otra consecuencia que tuvo esta teoría se da en el ámbito de las matemáticas, ya que la velocidad de la luz pasa a ocupar el lugar de límite, y esto conduce a la eliminación de la postura determinista que el causalismo había sostenido hasta entonces.
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Lehrer, L. (11 de febrero de 2022). Definición de relativo. El relativismo filosófico, la relatividad lingüística y la ley de la relatividad. Definicion.com. https://definicion.com/relativo/