El vocablo referente se emplea para señalar a alguien o algo que alude a otro elemento o sujeto. Esto puede interpretarse como si ese algo a lo que se apunta es un símbolo. Por tal motivo, esta definición suele utilizarse para hablar de los principales exponentes de un área. Ellos son quienes destacan entre otros y resultan elementales y centrales para esa disciplina o área de saber.
Referente también es empleado en la lingüística, y más específicamente en la semiótica, para señalar aquello concreto y específico a lo que una denominación (como una palabra) hace referencia.
Proviene del latín refĕrens, y entre sus usos está hablar o aludir a una cosa.
Su vínculo con lo social.
Una de las acepciones más extendidas en la lengua española sobre referente es aquella que alude a un sujeto sobresaliente respecto de otras. Esta manera de destacarse es considerada como un valor positivo, lo que significa que quien es tomado como un referente suele suponer un modelo que se debe seguir.
Las razones por las que una persona se convierte en una o un referente en su área pueden ser diversas:
- Su labor excepcional en un campo o disciplina, como haber alcanzado determinadas metas que en ese sector son relevantes (por ejemplo descubrir o demostrar algo, adquirir títulos o premios, etc)
- Su labor externa en el servicio social, su impacto sobre la gente, su influencia sobre otros miembros de esa área o de otros.
Quien se transforma en un referente no solo puede diferenciarse de otros, sino que también trabaja para poder contribuir con que diferentes miembros de esa comunidad puedan sobresalir. Es, de cierto modo, quien muchas veces logra allanar el camino para las futuras generaciones y abre posibilidades para aquellos que continuarán trabajando en su área.
Los referentes son a menudo considerados también grandes visionarios en lo suyo: por este motivo suelen estar especializados en un tipo de conocimiento. Esto puede ser solo el puntapié para una carrera más extensa y abarcativa. Sin embargo, la especialización en un ámbito permite conocerlo a fondo, trabajar en un cierto plano y poder explotar al máximo el conocimiento.
Otra característica positiva de los referentes es que, así como trabajan por y para sí mismos, pueden aprender a compartir aquello que saben.
Al compartir sus conocimientos no solo logran mostrar cómo construyeron su camino hacia un objetivo en particular: también pueden enseñar a futuros colegas qué errores deben evitar, maneras de optimizar su tiempo y su labor para enfocarse en otros aspectos y reflejar cómo su camino a una meta nunca está exento de dificultades, errores ni riesgos.
En el mundo del marketing.
Un sector que tiene larga data en la sociedad y que en la actualidad es uno de los más rentables es el universo del marketing, o mercadotecnia.
Esta disciplina implica un conjunto de actividades, saberes y procesos a través del cual se puede aprender a promocionar, mostrar y vender un producto hacia su público.
Históricamente, este ámbito (en estrecho vínculo con la publicidad) ha tenido una visión negativa en determinadas áreas de la sociedad. Esto se debió, en general, a que muchas veces se reforzaban estereotipos sociales. Por ejemplo: la difusión sobre productos de limpieza supo orientarse específicamente a mujeres mientras que las publicidades de autos solían ser destinadas a hombres.
En la actualidad, y como resultado de esta construcción que la publicidad y el marketing realizaron durante largo tiempo, han surgido diferentes referentes que apuntan a transformar y modificar la negatividad del sector.
Los grandes referentes de hoy en día no solo son de habla inglesa (Estados Unidos fue una de las grandes naciones referentes del siglo XX al respecto), sino que también en el ámbito hispanohablante surgieron nuevas figuras. Estas personalidades son muy relevantes en un contexto como el contemporáneo en el que la figura del emprendedor (que posee un negocio, una pequeña empresa) requiere de este tipo de servicios para poder dar a conocer sus propuestas, aproximarse a más clientes y poder despegar en su sector.
Su uso en la lingüística.
La lingüística es una disciplina surgida a principios del siglo XX en Europa. Una de sus ramas, la semiótica (también denominada semiología), es la encargada del estudio, análisis y observación de los signos y símbolos que existen en una comunidad humana.
Para poder comprender el rol del referente en esta ciencia, veamos uno de los conceptos más importantes y al que está indisolublemente vinculado:
- Signo: la definición más extendida de signo es que es un ente psíquico, compuesto de dos partes o caras:
- el concepto (de modo general, la representación mental que tenemos de una palabra). También se lo conoce como significado
- la imagen acústica (la representación concreta, oral, escrita o mediante otra forma, de ese vocablo). Se la denomina significante
El signo era, para el padre de la lingüística (Ferdinand de Saussure, 1857-1913), un elemento de carácter social. Al ser social, tenía ciertas características particulares:
- Podía ser modificado a lo largo del tiempo. Por ejemplo, era posible cambiar su significado, actualizarse, ampliarse o restringirse (mutable)
- A su vez, poseía como rasgo central la permanencia como tal, es decir, que tendía a no ser modificado (inmutable)
- Los elementos del signo lingüístico (imagen acústica y concepto) están unidos a través de un vínculo de arbitrariedad, es decir, no hay razón natural (ni razón alguna) por la cual un determinado concepto se vincule a una determinada imagen acústica. La unión surge de una convención entre personas, es decir, es un lazo construido por la sociedad
Ahora bien, un filólogo y lógico norteamericano, Charles Peirce (1839-1914), definió al signo no a partir de dos elementos (imagen acústica y concepto), sino a partir de tres:
- el significado
- el significante
- el tercer elemento que entra en juego es el referente
Este nombre denomina al elemento real al que el signo lingüístico (en tanto en cuanto elemento compuesto por dos partes) hace referencia en última instancia. Es la entidad en el mundo real a partir de la cual se origina ese signo.
Por tal motivo, se señala que el referente es el elemento que cumple con la función referencial.
¿Cuál es la función referencial? Entre las diferentes funciones del lenguaje, es decir, las finalidades que tiene el lenguaje (como medio de comunicación), encontramos la representativa o referencial. A través de ella se comunica sobre un aspecto de la realidad, es la que informa respecto de algo, usualmente de modo objetivo.
La diferencia entre la postura de estos dos autores no radica tanto en que el primero no haya reconocido al referente como parte del signo, sino que Peirce sí lo incluye en su definición de signo, es decir, es un elemento compuesto por tres partes, no dos.
En otros autores posteriores, la postura similar a la saussureana se justifica al señalar que el referente no siempre es un elemento concreto sobre el que explícitamente se pueda dar una definición. Un ejemplo de ello es tratar de describir el referente de una preposición como «de».
La postura de quienes sí consideran que el referente debe incluirse es tomar en cuenta que cuando se habla de referente no se alude estrictamente a un objeto real (un perro, un gato, una mesa, un edificio). El referente puede ser abstracto (la verdad, la mentira, la libertad) y también puede ser imaginario (un unicornio, un animal que habla).
Citar este artículo
Fernández, A. M. (28 de noviembre de 2022). Definición de referente. Clasificación, tipos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/referente/
