El panenteísmo es una corriente teológica que afirma la existencia de un Dios a la vez inmanente y trascendente al universo. El Dios del panenteísmo es inmanente porque está «en» el mundo, forma parte de él, pero a su vez, es trascendente porque está «más allá» del mundo. Esto quiere decir que Dios abarca todo el universo pero no se limita a él, sino que es superior a los límites del universo. Según el panenteísmo, la inmanencia y trascendencia de Dios son rasgos propios de la naturaleza divina.

El término «panenteísmo» se compone de los léxicos griegos «pan» (todo), «en» (en) y «theos» (Dios), que se traduce como «todo en Dios». A diferencia del panteísmo y el pandeísmo (todo es Dios), el panenteísmo no sólo afirma la identidad entre Dios y el universo, sino que resalta, además, su carácter trascendente. Dios es todo el universo y mucho más que el universo; es el creador del universo, pero no se limita sólo a su creación. Mientras que el panteísmo y el pandeísmo afirman la naturaleza inmanente de Dios como una única entidad divina: Dios y el mundo son un único y mismo ser; el panenteísmo agrega a esta concepción inmanente de Dios un carácter trascendente: Dios es el mundo y, al mismo tiempo, es superior al mundo.

El término «panenteísmo» fue acuñado durante el siglo XIX por el filósofo masón Karl Christian Friedrich Krause, quien buscó mediante este concepto conciliar las diversas posturas teológicas del teísmo, el deísmo y el panteísmo en una sola concepción de Dios que las unificara. Según Krause, Dios abarca los «tres términos del mundo»: la naturaleza, el espíritu y la humanidad y, a su vez, es una entidad superior a estos tres términos que conforman el universo.

Si bien el término panenteísmo fue acuñado por Krause en el siglo XIX, el concepto de un Dios inmanente y trascendente al universo es una idea que ya estaba presente en muchas de las religiones antiguas. El hinduismo, el budismo o el taoísmo en Oriente desarrollaron ampliamente este concepto de un Dios inmanente y trascendente al mundo. En especial el hinduismo, con su concepto de «Brahman» como la energía espiritual y el principio vital de todo lo que existe, tanto en el universo como más allá de él.

En la historia de la filosofía occidental, el concepto de un Dios inmanente y trascendente al mundo fue de gran importancia para el desarrollo del neoplatonismo (s. III d. C.) Principalmente, en la figura de su creador Plotino, quién postuló a lo Uno como la energía suprema presente en todo el universo y, a su vez, trascendente y superior a los límites del universo. Posteriormente, en la filosofía moderna y contemporánea, filósofos como Spinoza, Whitehead o Hartshorne presentaron modelos teológicos basados en las ideas principales del panenteísmo.

El concepto de panenteísmo es importante en disciplinas filosóficas y teológicas como la teología, la metafísica o la filosofía de la religión e, incluso, en áreas menos científicas como la espiritualidad y el misticismo. En la actualidad, el panenteísmo forma parte importante de los debates entre ciencia y religión. En versiones nuevas que vinculan el panenteísmo con la ecología como la ecoespiritualidad, la ecología profunda y la Teoría de Gaia, encontramos importantes vinculaciones entre la teología natural y la ciencia moderna.

Dios panenteísta
El panenteísmo postula una idea de Dios inmanente y a la vez trascendente al universo

Principios filosóficos del panenteísmo.

Inmanencia y trascendencia de Dios.

La base filosófica del panenteísmo se constituye a partir de dos conceptos opuestos entre sí pero que unificados conforman el concepto panenteísta de Dios:

  • Inmanencia: Es la cualidad de Dios de estar vinculado con el mundo de manera intrínseca en su propia sustancia. Según el panenteísmo, Dios es parte del mundo y está vinculado ontológicamente a él. La inmanencia representa a Dios «en el mundo», sujeto a las leyes y límites de su propia Creación.
  • Trascendencia: Es la cualidad de Dios de trascender al mundo, es decir, tener una realidad ontológica superior y cualitativamente distinta al resto del mundo, los entes y el ser humano. La trascendencia representa a Dios «más allá del mundo», superior a las leyes y límites que rigen al resto de los entes. Según el panenteísmo, ambas cualidades constituyen la esencia divina de Dios.

La inmanencia y la trascendencia son conceptos vinculados al orden de la constitución metafísica y la ontología de los entes en el mundo. Según el modelo metafísico del panenteísmo, el universo, los entes y la Creación son inmanentes, es decir, que su naturaleza ontológica está determinada por los límites, leyes y condiciones del universo (espacio, tiempo, entidad, etc.). Mientras que la trascendencia representa un orden metafísico superior a los límites y leyes del universo, es decir, que no está sujeto a las condiciones metafísicas y ontológicas que circunscriben al mundo. Dependiendo de los distintos modelos panenteístas, la trascendencia puede ser una cualidad exclusiva de Dios o, en otros casos, también una cualidad propia de las almas, la mente o los ángeles.

Dios inmanente y trascendente
La inmanencia y la trascendencia son cualidades esenciales del Dios panenteísta

Comparación con el teísmo y el panteísmo.

El panenteísmo fue postulado por Krause con la intención de superar y unificar las diferencias propias de modelos teológicos como el teísmo y el panteísmo:

  • Teísmo: Postula que Dios es el creador del universo pero este no se vincula con él sino que sólo se limita a crearlo. Según el teísmo, Dios es una entidad superior, separada del mundo. Luego de la Creación, se mantiene inactivo y no guarda relación con el universo. El modelo metafísico teísta se basa en un dualismo ontológico donde Dios tiene una esencia cualitativamente distinta del mundo, los entes y el ser humano y, por ende, permanece separado del universo y sus entes.
  • Panteísmo: Postula que «todo es Dios», es decir, que tanto Dios como el universo son una única y misma sustancia. Según el panteísmo, Dios creó el universo y se fusionó con él en una misma existencia. De este modo, todo lo que existe en el universo es Dios, desde la más minúscula partícula hasta la totalidad de las galaxias e inmensidad del cosmos. El modelo metafísico del panteísmo se basa en un monismo ontológico donde Dios y el universo son un sólo y único ser.

A raíz de estas dos vertientes teológicas, el panenteísmo busca unificar y superar la contradicción entre ambas posturas. Según la posición panenteísta, a diferencia del teísmo, Dios es creador del universo pero se vincula con la Creación activamente, formando parte de ella, abarcándola y dando un orden ontológico al universo en su totalidad. Al mismo tiempo, a diferencia del panteísmo, el Dios panenteísta no sólo se limita a crear y abarcar el mundo ontológicamente, sino que goza de una naturaleza superior al universo que trasciende los límites de la Creación. Así, la trascendencia de Dios garantiza su existencia suprema, al mismo tiempo que su inmanencia garantiza su relación activa con la Creación.

Teísmo y panteísmo
El panenteísmo busca superar las contradicciones entre teísmo y panteísmo

Panenteísmo en la teología natural: argumentos a favor de la existencia de Dios.

La teología natural, por oposición a la teología revelada, es la rama de la teología que busca fundamentar racionalmente la existencia de Dios, mediante la argumentación filosófica. En este sentido, el panenteísmo forma parte esencial de los debates en materia de teología natural y se vincula con los argumentos más importantes a favor de la existencia de Dios:

  • Argumento cosmológico: Busca probar la existencia de Dios como causa creadora del universo. Según el argumento cosmológico, el universo tiene una causa que originó su existencia, esa causa fundamental del universo es Dios. El panenteísmo involucra el argumento cosmológico en su propio concepto de Dios, ya que la divinidad panenteísta no sólo es creadora del universo, sino que se vincula activamente con él.
  • Argumento teleológico: Busca probar la existencia de Dios a partir de hallar un diseño inteligente en el universo y un fin último para todas las cosas. Según la posición teleológica, el universo ha sido creado con un fin inteligente por un Dios inteligente, ya que todas las cosas del mundo parecen tener un diseño y un fin específico que da razón a su ser. En este sentido, el panenteísmo toma los fundamentos teleológicos en su concepto de que Dios se vincula con el universo para cumplir el fin último del retorno de la humanidad a Dios (historicismo de Krause).
Creación
El panenteísmo incluye los argumentos a favor de la existencia de un Dios creador inteligente para el universo

El panenteísmo de Krause: krausismo.

En 1828, Karl Christian Friedrich Krause publicó una obra titulada Ideal de la humanidad para la vida en la cual apareció por primera vez el término «panenteísmo». Krause desarrolló el panenteísmo en el marco de las discusiones teológicas entre teísmo, panteísmo y deísmo (religión natural), dando lugar a una corriente que lleva su nombre «krausismo», basada en el concepto panteísta de Dios. El objetivo final de Krause fue la construcción de una religión universal que unificara las diversas posturas teológicas en una concepción íntegra que dio a llamar «panenteísmo».

Krause creó el concepto de panenteísmo, en parte, para eludir las críticas y acusaciones de panteísmo en su pensamiento por parte de sus opositores en la Universidad de Gotinga. Sin embargo, su principal objetivo radicó en la creación de una metafísica que superara los amplios problemas filosóficos y sociales que suscitaban tanto el teísmo como el panteísmo de la época.

A nivel filosófico, el panenteísmo de Krause afirma tanto la inmanencia como la trascendencia de Dios. Según Krause, Dios reabsorbe «los tres términos del mundo»: la naturaleza, el espíritu y la humanidad unificándolos en un todo orgánico. Para explicar la dinámica de este todo universal, Krause partió de un historicismo, según el cual la relación de Dios con el mundo y el ser humano tiene una historia, es decir, se desarrolla a través del tiempo. Esta historicidad del panenteísmo afirma que, luego de un proceso evolutivo, la historia culmina en un retorno de la humanidad a Dios, que representa la meta final de la Creación. Así, Krause unifica lo que en el teísmo (Dios separado del mundo) y en panteísmo (Dios confundido con el mundo) intentando superar los problemas metafísicos de ambas definiciones de Dios.

Krause argumentó que, para llegar a «conocer a Dios» mediante el pensamiento o la razón natural, no debe procederse a través de un método crítico e inductivo, como solían fundamentarse los teísmos y panteísmos, sino a través de un proceso filosófico que Krause denominó «sintético» y «objetivo», por oposición al método tradicional «analítico» y «subjetivo». Según este proceso filosófico krausiano, el método parte de Dios mismo para terminar en la concepción panenteísta del universo.

El panenteísmo de Krause fue pionero no sólo en términos filosóficos y teológicos sino también en cuestiones sociales y humanísticas. El pensamiento krausiano se destacó por reivindicar la importancia de la esfera humana en la teología y la sociedad. Dio una importante valoración a la ciencia y la educación, reivindicó la igualdad entre el hombre y la mujer, los derechos de los niños e, incluso, fue pionero en reflexionar acerca de los derechos de la naturaleza (ecologismo). Se llamó «krausismo» a la corriente pedagógica y filosófica que se expandió por toda Europa, especialmente en el krausismo español de Julián Sans del Río, que tuvo una importante influencia en la educación, la ética y la moral de la época.

Krause
Krause concibió al panenteísmo con el fin de unificar las diversas versiones teológicas del teísmo y el panteísmo

Orígenes históricos y desarrollo del concepto de panenteísmo.

Panenteísmo en la religión: el hinduismo.

La primera y más antigua concepción panenteísta de Dios la hallamos en la filosofía hindú, conocida con el nombre de vedanta, por provenir de los libros sagrados llamados «Vedas», cuya compilación es anteriro al año 1100 a. C. En el último capítulo del Rig Veda, el Purusha Sukta, se da una descripción detallada de la unidad espiritual de todo el universo. Describe la naturaleza de Purusha como un Ser Supremo inmanente al mundo de la manifestación y, a la vez, trascendente a él. Purusha es definido como el «Ser Original», cuya naturaleza es eterna y omnipresente. De Purusha surge el Sukta, que es la voluntad creativa primordial que mueve al universo a través del espacio y el tiempo.

Posteriormente, en los textos conocidos como los Upanishads, se brinda una descripción metafísica de Purusha como el «Ser Cósmico Original», la «Suprema Personalidad de Dios» que representa el «Yo Absoluto» del universo, la consciencia y el principio universal de todo lo que existe.

En el verso IX. 4 del Bhagavad Gita, Krishna, que es considerado la suprema personalidad de Dios, afirma:

El mundo entero está atravesado por mí, en mi forma invisible. Todos los seres están en mí, aunque yo no esté en ellos».

Bhagavad Gita, IX.4.

En este pasaje se puede apreciar la concepción panenteísta del Dios hindú, como un Dios a la vez inmanente al universo y a todos los seres y, al mismo tiempo, trascendente y superior a todo lo que existe en el universo.

Hinduismo
En la religión hindú, la figura de Krishna se presenta como un Dios Absoluto, a la vez inmanente y trascendente al universo

El panenteísmo en la filosofía antigua.

Los debates filosóficos acerca de una divinidad inmanente y trascendente al mundo se remontan a los orígenes de la filosofía. La idea de que «todo es uno» ya está presente en el pensamiento de filósofos presocráticos como Heráclito y su modelo basado en el Logos (razón) que impregna y rige todo el cosmos. Desde Platón y Aristóteles, la dicotomía entre trascendencia o inmanencia de la sustancia divina fue un tópico importante en los debates filosóficos de la Antigüedad.

Sin embargo, no es hasta la llegada del neoplatonismo de Plotino (s. III d. C.), que las bases del pensamiento panenteísta se manifiestan con claridad en el concepto neoplatónico de «lo Uno». Plotino llamó «lo Uno» a un Dios trascendente e inefable que representa la unidad indivisible del ser, la cual está más allá de todas las cosas por cualidad metafísica. Al mismo tiempo, todas las entidades del universo existen como una emanación de lo Uno, es decir, que la existencia de «lo Uno» garantiza la existencia del resto de los seres del mundo. De lo Uno emanan el «Nous» (Mente Divina) y «Psyché» (Conciencia Cósmica o Alma Universal), y de estas emana el resto de los seres del mundo. Así, la realidad se constituye como un conjunto de emanaciones de lo Uno en diferentes niveles de manifestación ontológica. En este sentido, lo Uno de Plotino es a la vez trascendente e inmanente al mundo, ya que, por un lado, es el ser metafísico por excelencia separado de todas las cosas y, por el otro, representa la emanación del resto de los niveles metafísicos de existencia.

Lo Uno
La metafísica neoplatónica de «lo Uno» reúne las ideas generales que definen la concepción panenteísta de Dios

El panenteísmo moderno.

Durante el desarrollo de la filosofía moderna, las concepciones teológicas acerca de la naturaleza de Dios y su relación con el mundo y el ser humano atravesaron una importante transformación. El surgimiento del pensamiento científico y la importancia del racionalismo y el empirismo suscitaron nuevos enfoques respecto de la idea de Dios y su relación con el universo.

El filósofo holandés Baruch Spinoza es considerado uno de los principales representantes del panteísmo moderno. Sin embargo, importantes ideas de su metafísica van más allá del panteísmo clásico e involucran conceptos propios del panenteísmo. Spinoza afirmó que «Todo está en Dios» y que «Sin Dios, nada puede ser ni concebirse». Los entes individuales del mundo no son otra cosa que la manifestación de los infinitos atributos de Dios que se extienden a través de toda la Creación. La naturaleza ilimitada de Dios se expresa en una diversidad y pluralismo de sustancias, cuya naturaleza ultima remite siempre a la sustancia divina.

No obstante, Spinoza no se limitó al panteísmo sino que afirmó que, si bien todo existe en Dios, su Naturaleza Suprema goza de una existencia aparte que lo distingue cualitativamente del resto de sus manifestaciones cósmicas. En este sentido, el Dios de Spinoza, si bien representante del panteísmo moderno, también ostenta cualidades propias de un Dios panenteísta.

Spinoza
El sistema metafísico de Spinoza incluye importantes concepciones propias del panenteísmo

Principales figuras del panenteísmo.

  • Karl Christian Friedrich Krause (1781-1832): Creador del panenteísmo y fundador de una nueva corriente teológica que lleva su nombre: el krausismo. Krause fue un filósofo masón que dedicó gran parte de sus estudios al intento de conciliar las posturas diversas en materia de teología como el teísmo, el deísmo y el panteísmo. La nueva concepción de Dios inaugurada por Krause influenció en gran medida en el ámbito teológico de la época, en especial, en los trascendentalistas ingleses y, sobre todo, en el krausismo español.
  • Julián Sanz del Río (1814-1869): Filósofo y jurista español, fue el introductor del krausismo en España. Sanz del Río llevó las ideas panenteístas del krausismo al contexto filosófico y pedagógico de España, donde tuvo una importante repercusión e influencia, tanto en la teología y la filosofía como en la pedagogía y la sociedad. En un discurso pronunciado en 1857, en la Universidad Central de Madrid, Sanz del Río sentó las bases del panenteísmo y el krausismo en España.
  • Alfred North Whitehead (1861-1947): Matemático y filósofo inglés, fundador de la corriente filosófica conocida como filosofía de procesos, cuya aplicación abarca campos muy diversos como la teología, la ecología, la educación, la física o la psicología, entre otras. La concepción de Dios de Whitehead está ligada a su metafísica de procesos, según la cual la realidad no está constituida de objetos materiales separados ontológicamente, sino que se trata de un ciclo de procesos en movimiento y de relaciones mutuas. Para explicar la realidad como proceso, Whitehead necesitó pensar en un Dios que sea capaz de dar orden, movimiento y finalidad a los procesos del mundo. Whitehead describió a Dios como una «naturaleza dipolar», compuesto de dos partes: una inmanente, es decir, mezclada con el devenir de los procesos del universo y la otra trascendente, que expresa la naturaleza ilimitada de Dios, una naturaleza que Whitehead describió como eterna e inmutable y que proporciona la posibilidad de realización a los procesos del mundo.
  • Charles Hartshorne (1897-2000): Filósofo norteamericano, se dedicó principalmente a la filosofía de la religión, la teología y la metafísica. En la década de 1940, Hartshorne retomó el concepto de panenteísmo en sus estudios acerca de la teología del proceso, también llamada «proceso de Filosofía», iniciada por Whitehead. Hartshorne realizó un estudio exhaustivo de las diversas posturas teológicas y descartó tanto al panteísmo como el pandeísmo para reivindicar el panenteísmo como concepto más perfecto de Dios. Según Hartshorne, el panenteísmo contiene en sí mismo al panteísmo y el pandeísmo excluyendo sus negaciones arbitrarias. El Dios de Hartshorne es concebido como una entidad absolutamente perfecta que puede llegar a ser «más perfecto», pues, su perfección es ilimitada. En este sentido, Hartshorne distingue dos tipos de perfecciones: una inmanente, sujeta a las posibilidades de perfectibilidad del universo; y otra trascendente, la cual representa el carácter infinito de la perfección de Dios.
Perfección de Dios
Hartshorne descartó tanto al teísmo como el panteísmo y postuló al panenteísmo como la versión más perfecta de la definición de Dios

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Aci, E. M. (21 de junio de 2024). Definición de panenteísmo. Características, historia, teísmo, panteísmo, teología y metafísica. Definicion.com. https://definicion.com/panenteismo/