Definición de mediación

Mediación es el nombre que recibe un proceso en el que se apunta a la resolución de conflictos mediante el diálogo, la búsqueda de un acuerdo entre partes y la colaboración de ellas.

Es una forma de tratar de recuperar los caminos de reconciliación y de comunicación efectiva entre dos partes en conflicto, para apuntar al alivio de tensiones que esto puede desencadenar.

La palabra surge del término mediatio que, a su vez, surge del verbo mediare, es decir, interceder entre dos partes o encontrarse al medio.

Características.

La mediación tiene una serie de características particulares:

• Es una negociación entre dos partes, para tratar de alcanzar un consenso mínimo y poder avanzar.
• La finalidad de una mediación es la reconciliación, la solución de problemas particulares o la restauración de un orden previo al que había antes de que se originara el conflicto. 
• Quien interviene en este proceso es el mediador o mediadora: en función del contexto, puede ser distintas personas. Por ejemplo, en un conflicto en una familia puede ser un pariente, en un conflicto entre amistades puede ser otro amigo o, en instancias donde han intervenido abogados, puede ser otro profesional que ayude a que ambas partes lleguen a un acuerdo y eviten, por ejemplo, un juicio.
• Para llegar a este acuerdo, se apunta a escuchar las inquietudes de cada parte, a tratar de buscar una solución a ese problema con el compromiso del otro y la escucha activa de ambas partes.

Tipos.

Las mediaciones pueden tener lugar en diferentes contextos de la vida.

Mediación familiar.

Por ejemplo, la mediación familiar: esta instancia apunta a resolver conflictos dentro de una familia, para trabajar en las disputas que ocurren y promover la restauración del orden o, al menos, de la comunicación entre, por ejemplo, dos padres o dos familiares enfrentados.

Las temáticas que pueden llevar a requerir una mediación puede ser la custodia total o parcial de los hijos, y analizar opciones de custodia compartida; la distribución de una herencia o la resolución de conflictos que un testamento puede provocar; el divorcio y la distribución de bienes correspondientes a cada parte, entre otras.

En este plano, el rol del mediador es crucial fundamentalmente porque suelen ser situaciones donde hay niños en el medio, por lo que la transformación de conflictos en soluciones y acuerdos entre partes pueden ser beneficiosas para esas infancias.

Mediación laboral.

Otra intervención es la mediación laboral: este proceso tiene lugar en un ambiente de trabajo, e involucra a empleados o trabajadores y empleadores o jefes. La gestión de desacuerdos en esta instancia es particularmente sensible, ya que involucra el conflicto con colegas, con jefes incluso, lo que muchas veces pone en riesgo el puesto de trabajo de una de las partes involucradas.

Los métodos alternativos de solución de conflictos pueden involucrar una indemnización adecuada, el traslado a otras áreas de trabajo donde ambas partes puedan sentirse cómodas, o un acuerdo judicial entre ambas partes que impida la constitución de un juicio.

Mediación escolar.

Un proceso de mediación escolar es el que tiene lugar en instituciones educativas, donde docentes, padres y alumnos deben intervenir para poder resolverlo y contribuir con la resolución de disputas.

Esta situación puede involucrar no solo a los profesionales que trabajan dentro de la institución, sino que, si la situación lo amerita, es necesario que esas habilidades de negociación sean abordadas por otro profesional externo, como un psicólogo, un psicopedagogo o incluso un estudio jurídico si la situación lo requiere.

Aquí, puede trabajarse para que haya diálogo constructivo entre dos alumnos en conflicto, entre un alumno y un docente, incluso o conflictos entre los docentes y discusiones que pueden afectar a la enseñanza del alumnado.

El rol del mediador.

En toda mediación, el rol que cumple la persona que actúa de mediador o mediadora es esencial e, incluso, la clave para el éxito de ese proceso.

Debe cumplir con los siguientes requisitos:

• La imparcialidad y la neutralidad le permiten posicionarse con empatía y escucha activa a ambas partes, sin juzgar a cada uno, y tomando la mayor parte de la información que pueda recolectar para resolver la situación.
• Posibilitar la comunicación entre ambas partes de la forma en la que sea con mayor tolerancia, paz y respeto mutuo, dentro de las posibilidades. 
• Procurar mantener la confidencialidad de aquello que no puede o no debe ser revelado, para trabajar en la confianza que las partes sienten en este proceso y poder respetar que, cuando una situación implique tópicos sensibles, se pueda cuidar a la parte afectada.

Habilidades y técnicas.

Las habilidades en una mediación no solo le competen a quien actúa como mediador de la situación, sino que también cada una de las partes debe poder comunicar lo que le sucede de la forma más comprensiva y diplomática también.

En esta instancia, las habilidades interpersonales de cada una de las personas que intervienen van a ayudar al manejo de emociones, a analizar el conflicto y a alcanzar una resolución que pueda dejar conforme a ambas partes.

Es importante que haya comunicación efectiva, sin ambigüedades y que se desarrolle de forma asertiva. También, es relevante que quien guíe el conflicto pueda desplegar sus habilidades de negociación y persuasión para poder facilitar resoluciones y acuerdos que contribuyan con una pronta resolución y la conformidad, al menos parcial, de cada parte.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (30 de diciembre de 2023). Definición de mediación. Rasgos, tipos y habiliades. Definicion.com. https://definicion.com/mediacion/