El vocablo «juego», usado para hablar de una actividad con reglas y con fines lúdicos, proviene del latín iocus, que significa «broma» o «diversión».
Se lo asocia con actividades recreativas, divertidas, que se realizan en momentos de ocio y para pasar el rato. Suele ser una palabra relacionada con la actividad que hacen los más pequeños (juego de niños), pero veremos que hay infinidad de posibilidades para adolescentes, adultos, y para toda la familia.
Nuestro idioma lo usa también en expresiones específicas para hablar de cuestiones ajenas a lo lúdico. Tal es el caso de la expresión «juego de palabras«, con la cual nos referimos a algunos usos del lenguaje que son ingeniosos. Veamos algunos ejemplos:
- Trabalenguas: Tres tristes tigres comen trigo en un trigal.
- Calambur: ¡Ave César de Roma! A veces arde Roma.
- Adivinanzas: Oro parece, plata no es. ¿Qué es? (la respuesta es el plátano).
Otra expresión conocida es «juego sucio«: esto significa que alguien actuó de forma deshonesta con otra persona. Por ende, la usamos para hablar de un engaño. Y si uno «conoce el juego» de alguien, significa que ha descubierto las intenciones ocultas de alguien, y no caerá en ninguna trampa.
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Características del juego.
Dada la multiplicidad de juegos que existen en el mundo, nos detendremos en algunas características generales que pueden aplicarse a todos ellos:
- Es libre: si alguien obliga a otra persona a jugar, pierde su sentido.
- Tiene reglas: aun cuando son muy simples, todo juego se guía por reglas que organizan las actividades.
- Tiene su propia lógica: las reglas determinan cómo se juega, qué se puede hacer, qué no y cuántas personas pueden jugar. Es una convención.
- No tiene ningún otro fin más que el entretenimiento: el juego termina cuando se cumple el objetivo.
Tipos de juegos.
Existen numerosas categorías que dentro de sí contienen múltiples juegos:
Juegos de mesa.
Muchas veces, los padres enseñan a sus hijos cómo jugar juegos de mesa, y se los suele guardar en el hogar. Esto es así porque en ocasiones hay algunos elementos indispensables que no pueden improvisarse con cosas a mano. Además, suelen requerir una explicación previa. Veamos los elementos que suelen estar en un juego de mesa:
- un tablero
- instrucciones o reglas
- dados y fichas
- tarjetas extra de juego
Es importante conocer de antemano tales reglas (quienes mejor las conozcan, más ventajas van a tener).
Algunos juegos son más sencillos, otros más complejos, pero existen múltiples ejemplos:
- Monopoly: el objetivo final es adquirir más propiedades que los demás participantes. Por turno, cada participante podrá comprar inmuebles, usar sus tarjetas y negociar con otros jugadores.
- Juegos de tablero tradicional: aquí incluimos juegos como el ajedrez o las damas. Estos se juegan de a dos.
- Juegos de cartas: hay múltiples opciones en este grupo. Puede incluirse aquí el póker, el truco, muy extendido en Argentina, o la canasta, que tiene también variaciones en cómo se juega y sus reglas en función del lugar. Hay variantes para jugar de a una persona, como el solitario
Juegos infantiles.
Los juegos infantiles, finalmente, son aquellos orientados a los más pequeños. Suelen ser juegos en equipos, y así aprenden a cooperar, a ayudarse, a competir, además de divertirse.
Pueden también desarrollar la imaginación propia y la creatividad, y muchos juegos le permiten recorrer el entorno (un patio, un parque, el hogar), y expresar incluso sus emociones.
Algunos juegos típicos entre los más pequeños son la rayuela, saltar la soga, jugar a las escondidas. Los cumpleaños son un contexto típico donde los juegos se hacen presentes. Dos juegos clásicos son los siguientes:
- El juego de la silla: Se arma una ronda con una silla menos que la cantidad de participantes (10 sillas, 11 jugadores). Se pone música: cuando la canción es detenida por alguien, todos deben sentarse rápidamente; quien no lo logre queda eliminado. Jugarán ronda por ronda hasta que quedan dos niños, una silla, y la ronda final entre ambos.
- La gallina ciega: Vendan los ojos de un niño con un pañuelo; lo hacen dar unas vueltas y luego deberá buscar a los demás niños que están a pocos metros. Ellos cantan, para orientarlo, y él debe avanzar a tientas para tocar uno por uno y eliminarlos.
Algunos juegos populares y su historia.
Juegos de cartas.
Veremos que la historia de los juegos de cartas (o juego de naipes) nos remonta a muchos siglos atrás. Se ha discutido si su origen es egipcio o chino. Sí se considera que las primeras cartas fueron fabricadas hacia el siglo XII, cuando empieza a utilizarse el papel, en China.
De cualquier manera, se sabe que ingresaron a Occidente gracias a que los árabes introdujeron el juego en España, tras las invasiones a la península.
Quienes juegan regularmente a las cartas conocen dos tipos de barajas:
- La baraja inglesa. Tiene 52 cartas en total (2 comodines, más 52 cartas que corresponden a 13 cartas por palo).
- La baraja española. Esta tiene o bien 40 cartas (10 por palo) o bien 48 (12 por palo).
La denominación de «palos» sirve para diferenciar cuatro grupos al interior del juego. Se suelen clasificar, en la española, de la siguiente manera:
- espada
- copa
- oro
- basto
En la inglesa, se cree que la diferencia tenía que ver con representar en las cartas las clases sociales:
- diamante: representaba el oro, por ende, la clase más alta;
- pica: la punta de una lanza; por ende, se atribuye a la nobleza;
- corazón: asociado con la «bondad», representaba al clero;
- trébol: representa al sector campesino.
Los reyes que aparecen en esta baraja se supone que son 4 personajes reales: Julio César (diamante); Alejandro Magro (trébol); Carlomagno (corazón) y David de Israel (espada).
El joker, bufón o comodín, a su vez, era la carta con mayor valor antiguamente. En la actualidad, suele ser una carta que, como la palabra «comodín» indica (deriva de comodus, «que se acomoda») toma, en ese momento, el valor de la carta que reemplaza.
Rompecabezas.
Para conocer el origen del rompecabezas, debemos desplazarnos hasta el siglo XVIII; más precisamente, hasta 1760. Ese año falleció el rey del imperio británico Jorge II, quien será sucedido por su nieto, Jorge III (1738-1820). Ese año, también, un cartógrafo llamado John Spilsbury construyó el bosquejo de lo que sería un mapa diseccionado, como lo denominó.
¿Cuál era la finalidad de este mapa? Simplificar la enseñanza de los países y sus ubicaciones a los jóvenes que estuviesen aprendiendo geografía. Spilsbury se ganaba la vida dibujando mapas, y decidió transferir un diseño de papel sobre una plancha de madera.
Poco a poco, empezó a expandir los mapas fragmentados que construía, y empezó a armar proyectos de otros continentes. De la madera se pasó al cartón, ya que era más sencilla su fabricación en este formato, aún cuando los de madera soportaban mejor el paso del tiempo.
En la actualidad, los rompecabezas se van adaptando de acuerdo a las edades:
- Los que son para los más pequeños (hasta 3 o 5 años, por ejemplo), generalmente tienen menos piezas, y son de mayor tamaño. Esto es por dos motivos:
- que sea entretenido para el pequeño que juega (un juego que lo exija demasiado a tan temprana edad puede frustrarlo);
- evitar que muerdan o traguen las piezas.
- Los que son para niños, adolescentes o adultos usualmente se construyen a la inversa: más piezas, y son de menor tamaño.
En 2021, en Alemania, un hombre terminó un rompecabezas de 54 mil piezas en casi cinco meses. La pieza completa mostraba una galería repleta de cuadros famosos colgados, y personas que los miraban, y tenía 8,5 m de largo y 2 m de ancho. El récord Guinness de un rompecabezas tan grande se determinó por última vez en 2008, en Singapur, cuando un hombre armó uno de 10 m de largo por 11,8 m de ancho y casi 213 mil piezas.
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Fernández, A. M. (13 de abril de 2022). Definición de juego. Historia, tipos y características. Definicion.com. https://definicion.com/juego/