Definición de verdad

Verdad es el nombre que recibe aquella propiedad mediante la cual hay una conformidad o una relación de correspondencia entre el estado de una cosa y aquello que se dice sobre ella.

Es, de este modo, una afirmación que se ajusta fielmente respecto de lo que ocurre en la realidad, y es un concepto ampliamente utilizado y analizado desde diferentes disciplinas, como la filosofía, las matemáticas, la lógica y otras.

Sin embargo, y lejos de ser solamente un objeto de estudio de algunas disciplinas, es un concepto dentro del cual podemos incluir otros términos. Por ejemplo, se vincula con la integridad, la fiabilidad, la fidelidad y el deber de actuar con ética y honestidad intelectual frente a otros.

La palabra proviene del latín veritas que, a su vez, deriva del término verus (verdadero).

Historia y diferentes teorías.

Las teorías sobre la verdad, en dónde radica, quién o qué posee la verdad, y otras preguntas surgieron desde hace miles de años y es, probablemente, uno de los objetos de análisis más antiguos en nuestra civilización.

Uno de los autores que hace alusión a este concepto es Platón. La verdad es, para él, una virtud, un ideal difícil de alcanzar pero tras el cual el hombre está a lo largo de su vida.

Sin embargo, una de las teorías más conocidas en el universo de la filosofía es la propuesta aristotélica de la verdad como una correspondencia, que filósofos como Sócrates también habían abordado.

En esta propuesta, la verdad es aquello que se manifiesta como una propiedad de un enunciado, en función de los hechos. Dicho de otro modo, un enunciado es verdadero siempre y cuando se adecúe con aquello que sucede en la realidad. Por el mismo motivo, será falsa si lo que en él se expresa no tiene coherencia con el estado del mundo y sus hechos.

Por otra parte, existe otra teoría sobre la verdad: la teoría coherentista. Esta también propone una correspondencia, pero esta relación ocurre entre un conjunto determinado de oraciones o proposiciones.

Su vínculo con distintas disciplinas.

La forma en que es posible concebir la verdad no solo está atravesada por la relación que establece entre un estado de cosas y lo que se dice de ella, sino que también tiene que ver con el ámbito en el que es utilizada. Dicho de otro modo, es importante concebir cómo la verdad puede definirte en cada espacio.

Por ejemplo, en la filosofía, la verdad es, en última instancia, y como resultado de sus múltiples formas de ser concebida, el vínculo entre un ente y la realidad. En función de ello, es posible describirla como un ideal, como una aspiración humana o como que lo único verdadero es aquello absoluto.

René Descartes (1596-1650), en el siglo XVII, plantea que la única verdad posible, es decir, la única certeza, es que el sujeto piensa: en función de ello es que ese yo cartesiano logra construir un mundo. Al respecto de este mundo, también sostenía que era posible hallar tantas verdades y posturas como ideas.

Por otra parte, en un ámbito como las matemáticas o las denominadas ciencias duras, la verdad se rige por otras lógicas. En estas disciplinas, el abordaje o la interpretación del conocimiento científico no tiene que ver con la subjetividad o la relatividad, sino que hay demostraciones empíricas que no es posible modificar: es lo más próximo, entonces, a una verdad absoluta, objetiva, e irrefutable.

En la historia, por ejemplo, la verdad es aquello que coincide entre los hechos de la realidad y lo que se afirma, por ejemplo, que en determinado año sucedió cierto evento, o que una persona hizo determinada acción.

Sin embargo, la historiografía nos demuestra cómo la verdad también es una narración, sujeta a la interpretación, la representación y la descripción que una persona o un conjunto de personas efectúan. De este modo, puede adquirir un carácter relativo, y puede ser una construcción.

De manera similar puede considerarse la verdad desde, por ejemplo, el derecho. En un proceso penal, por ejemplo, el descubrimiento de la verdad o el conocimiento de esta está supeditado a poder demostrarlo con pruebas, a poder respaldar esas afirmaciones.

Como resultado, encontramos la denominada verdad jurídica, que no necesariamente se corresponde con la verdad de la realidad o de lo que efectivamente puede haber sucedido. Esta verdad jurídica resulta de pruebas, documentación, validaciones mediante la perspectiva de testigos, de profesionales y de personas involucradas en este proceso.

Tipos.

Es posible clasificar la verdad en función de algunos tipos: una de estas clasificaciones es la de verdad absoluta. Con este nombre se conoce a aquella que no es posible cuestionar, refutar ni negar ya que son inmutables, irrefutables e imposibles de contradecir. Por ejemplo, un minuto tiene 60 segundos, o 2+2=4, o el color negro es el opuesto del color blanco.

Por otra parte, encontramos que existe el concepto de verdad relativa que, al contrario que la verdad absoluta, se presenta como una alternativa entre otras. En este sentido, está vinculada con la verdad subjetiva, es decir, con aquella que depende de quién lo dice y de su propia experiencia y percepción.

Una verdad subjetiva puede enunciarse como una verdad absoluta, por ejemplo Esta casa es hermosa: al utilizar el verbo es, que se atribuye por lo general a la denominación de una esencia, podría afirmarse que, esencial y objetivamente, esa casa tiene esa cualidad.

Sin embargo, en tanto en cuanto la belleza o no de algo depende también de quien lo dice, no es una descripción que pueda afirmarse como verdadera, ya que no se rige por esa lógica.Por otra parte, la verdad objetiva está vinculada con la noción de verdad absoluta, ya que es aquella que alude a un estado de la realidad que no es posible refutar, o que no depende de la percepción de quien la enuncie.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (28 de julio de 2023). Definición de verdad. Rasgos, historia y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/verdad/