El lenguaje figurado se trata de una forma del lenguaje que se vale de la utilización de palabras con significados diferentes a los que habitualmente tienen. El lenguaje figurado se vale de recursos como las frases hechas, las metáforas, las personificaciones y otros recursos de carácter retórico. La relación entre el término que se utiliza con la idea que se quiere expresar puede ser de una semejanza real («soy un cubito de hielo», por ejemplo, para decir que tengo frío), o puede ser de una semejanza imaginaria (En «humor verde» el color no tiene nada que ver con los chistes subidos de tono).

La palabra lenguaje, que significa idioma, viene del provenzal lenguatge, que significa conjunto de lenguas. La palabra figurado viene de figura, que a su vez viene del latín figura, que sirve para referirse a una imagen que parte de un modelado, efigie o forma.

Gracias a este tipo de lenguaje, la lengua resulta mucho más expresiva y connotativa que sin su existencia.

El lenguaje figurado es opuesto al lenguaje literal, que se trata de utilizar las palabras o expresiones en su significado exacto.

Poesía cursiva tinta pluma
La poesía utiliza muchísimo el lenguaje figurado.

A veces, al utilizar expresiones de lenguaje figurado, se genera una situación de cambio semántico, en la que el nuevo significado se suma al original o lo desplaza. Si se suma al original, la palabra pasa a ser de carácter polisémico, o sea, que tiene múltiples significados. Esto sucede, por ejemplo, con expresiones como cuello de botella, pata de la silla, copa del árbol y otras.

El lenguaje figurado se usa poco en ámbitos formales, pero sí se da más habitualmente en la comunicación cotidiana y coloquial, ya que todo el tiempo utilizamos frases hechas, exageraciones, ejemplos, metáforas y otros elementos de este tipo de lenguaje. Si yo digo que me rompieron el corazón, estoy exagerando un nivel de tristeza y una decepción probablemente muy grandes.

El lenguaje figurado se vale de la sugerencia de significados no convencionales, lo que hace que el interlocutor o el lector deban intentar una comprensión que parta de la escucha o la lectura activa, pero también que deban compartir ciertos códigos lingüísticos, ya que muchas veces los códigos varían según las regiones o contextos, y algunas palabras, aún en los mismos idiomas, pueden no sugerir las mismas cosas según la ubicación en el mapa. Entre España y Argentina, por ejemplo, hay palabras totalmente cotidianas en uno, que en el otro son palabras obscenas, y esto aplica para ambos lados.

Comprensión niños mundo
Como todo en la comunicación, el lenguaje figurado requiere que las partes de una conversación tengan un piso de acuerdo acerca de significados y significantes.

Lenguaje figurado en la literatura.

En la literatura, el lenguaje figurado se considera uno de tantos recursos de estilo, como por ejemplo las metáforas o las personificaciones. Se trata de recursos estéticos que permiten jugar con las palabras con mayor soltura, en detrimento del lenguaje coloquial, con el que solo podríamos hacer afirmaciones exactas y sin lugar a poner en juego la mente del lector apelando a sus propias interpretaciones de lo que escribimos.

Dentro de estos recursos, la metáfora es uno de los de mayor utilidad, y más ampliamente reconocido, que nos deja crear, extender y cambiar los significados de las palabras de las que nos valemos para contar nuestra historia. Se trata de una herramienta muy utilizada en literatura, pero también en la vida cotidiana, y hacemos uso de esta de inconsciente y automáticamente, sin necesidad de esforzarnos o percatarnos siquiera de lo que hacemos.

En la metáfora, se genera una relación de semejantes entre dos términos y alguna de las cualidades que existen entre las dos. Lo que se hace es comparar abreviadamente, como cuando hablamos con doble sentido. Por esto, con la metáfora hacemos una referencia poética a esa cualidad que nos interesa que sea resaltada, y el resultado es que expresamos lo mismo, pero con mayor belleza.

Algunos ejemplos de metáforas.

  • La casa es un horno.
  • Tengo mariposas en la panza.
  • Tus ojos son estrellas en la noche.
  • Tú eres mi sol.
  • Verte me genera una revolución en el alma.
  • Tienes la cara de un ángel.
  • Estoy en la luna.
Mujer retrato moda
Decir «tus ojos son mi sol», es una metáfora que podría halagar a los ojos o señalar la importancia de la existencia de determinada persona.

Lo que hacemos al utilizar metáforas es identificar a un individuo u objeto con otro, con lo que comparta una cualidad que queremos resaltar.

Otro recurso del lenguaje figurado del que se vale la literatura es la personificación. En este caso, se trata de atribuir a los animales o incluso a objetos o plantas cualidades de carácter humano.

Algunos ejemplos de personificaciones.

  • La luna me sonríe y me hace sentir alegría.
  • La naturaleza es sabia.
  • El viento está furioso.

Además, la literatura se vale de las hipérboles, que se trata de exagerar hechos o circunstancias dentro de un relato. Se utiliza mucho en literatura, pero también en el lenguaje de uso cotidiano, o por ejemplo en la propaganda política y comercial, además de ser muy común en relatos o bromas de carácter humorístico.

Algunos ejemplos de hipérbole.

  • Me duele tanto tu ausencia que no puedo respirar.
  • No hay nada en el mundo más grande que mi amor.
  • Estoy tan cansado que temo no poder levantarme nunca más.
  • Soy la persona más afortunada de la historia de la humanidad.
  • Tengo millones de problemas.
  • Me comería una vaca entera.
Globos de aire caliente cielo
Una forma de exageración podría ser decir «¿Viste el cielo? Hay millones de globos.»

Otro recurso del que puede valerse la literatura es el símil. En este caso, se trata de una comparación entre dos cosas, como con la metáfora, pero con la diferencia de que el símil se vale generalmente de preposiciones como «que» o «como», o un verbo como «parecer» para dejar establecido que se está comparando.

Ejemplos de la utilización del símil en la literatura.

  • Tus mejillas son como suaves el algodón.
  • Tu cara es blanca como la nieve.
  • Eres tan duro como una roca.
  • Te pareces a un ángel.

El lenguaje figurado en la comunicación cotidiana.

Dentro del habla cotidiana, se utiliza el lenguaje figurado con recursos como las metáforas, frases hechas, exageraciones, idiotismos, calambures, onomatopeyas, paradojas, oximorones, alusiones y otros.

Algunos ejemplos del lenguaje figurado en conversaciones coloquiales son:

  • El tiempo es oro.
  • Se le iluminó la cara.
  • La noticia fue un balde de agua helada.
  • Estaba en la flor de la juventud.
  • Se te han puesto los ojos como platos.
  • Muérdete la lengua antes de hablar de mi madre.
  • Hizo de tripas corazón.
  • A mi vecino le falta un tornillo.
  • Me muero de hambre.
  • De aquí no se va ni Dios.
  • Échame una mano, a ver.
  • Callado como una tumba.

Citar este artículo

Krause, G. (22 de enero de 2022). Definición de lenguaje figurado. En literatura, en comunicación verbal. Definicion.com. https://definicion.com/lenguaje-figurado/