Se usa la palabra estereotipo para hacer referencia a un modo de percibir cierto fenómeno (una cosa, un hecho, una persona, un grupo de personas) de un modo sesgado y parcial, a partir de ciertas ideas generales que existen en relación con esa realidad. Lo que sucede en los estereotipos es que no hay un encuentro auténtico con el fenómeno que ha surgido, porque la percepción se interrumpe a mitad de camino para filtrarse con las ideas previas y dar lugar a una imagen simplificada y parcial. Están muy relacionados con las relaciones en sociedad y las características con las que en general se asocia a ciertos sectores, minorías o individuos.
Los estereotipos son, en esencia, una preconcepción de carácter general que se apoya en una serie de creencias acerca de cualidades o características adjudicadas a determinado fenómeno. Suelen mezclarse en este sesgo valores culturales, económicos o de índole social, que se traducen en una visión rígida y acotada de la realidad.
Es común que se asocie con un acercamiento que tiene algo de caricaturesco a la hora de valorar una cuestión, muchas veces se refiere a un grupo social. Suele tratárselo trazando un patrón de conductas basadas en prejuicios, lo que produce un alejamiento de la realidad y un condicionamiento de los sujetos que integran dicho grupo.
Depende de cada persona el hecho de dejarse llevar por la inercia del estereotipo, que implica un no-esfuerzo perceptivo, un pensar con la masa, con la corriente; o bien asumir la responsabilidad sobre la propia percepción, visión y conciencia, estableciendo una relación más directa con las personas y los fenómenos reales con los que nos encontramos. En ese sentido, se dice que los estereotipos tienen una naturaleza mutable.
Si estudiamos el término a partir de su origen etimológico, veremos que se remonta al griego, y está compuesto por la palabra stereós, que se emplea en el sentido de algo que se halla tieso, sólido o rígido; y por tipos, que hace referencia a una impresión o un molde. Así, vemos la línea en lo que se refiere a “una impresión que proviene de un molde tieso”.
En esta misma dirección de sondear en el pasado, agregamos el hecho de que, en la antigüedad, se llamaba estereotipo a la impresión que se tomaba de un molde de plomo empleado en las imprentas en vez del tipo original. Quizá se encuentre aquí el vínculo más claro con la metáfora acerca de un conjunto de ideas preconcebidas que da lugar a una impresión.
Los estereotipos en la psicología social.
Cuando se los estudia desde el ámbito específico de la psicología social, se afirma que los estereotipos son construcciones de índole cultural que se crean en torno a un grupo de personas, y que están basadas en generalizaciones, prejuicios o percepciones exageradas del mismo. Es común que se le atribuyan ciertas cualidades o características a una comunidad, que empiezan a expandirse como un reguero de pólvora y terminan por asentarse como prejuicios sociales.
La óptica distinta que se brinda desde este campo de estudio pasa por el hecho de que, si bien es usual que el término esté asociado a connotaciones negativas, la conformación de estereotipos es parte de un funcionamiento natural en la mente humana, ya que se ha comprobado que resulta más simple aprehender la realidad circundante a partir de categorías y pautas establecidas de antemano, y que se utiliza esa base como referencia para enfrentar nuevas situaciones.
Claro que sí se presenta un problema en el caso de que los estereotipos sustituyan o bloqueen la percepción verdadera de los individuos: hasta un punto es referencia, cruzada esa línea delgada se torna en prejuicio.
Los psicólogos establecen tres niveles de operación de los estereotipos:
- Cognitivo:Es el aspecto que sirve a fin de reconocer de un modo veloz la realidad circundante, y para lo cual se emplean los conceptos previos que se han almacenado acerca de ella.
- Afectivo: Entra a jugar cuando existen sentimientos de aprecio o de desprecio para con un estereotipo específico, ya se trate que incide sobre una persona, un hecho o un grupo social.
- Actitudinal: Este nivel implica que los sentimientos del plano afectivo han motivado una determinada conducta o reacción, y las ideas en torno a una situación social se han transformado, de ese modo, en una actividad práctica con consecuencias en la realidad.
Medios de comunicación y redes sociales.
El tema de los estereotipos ha cobrado mucha relevancia en tiempos recientes por su presencia y difusión en la publicidad, los medios de comunicación masiva, así como en la realidad de internet y las redes sociales. Hoy en día, por ejemplo, las redes sociales han resultado ser un caldo de cultivo para el surgimiento (o la expresión) de un sinfín de estereotipos, desde los parámetros de belleza hasta cómo han de comportarse las personas para obtener algo (un reconocimiento, aprobación, fama o felicidad).
Esto ya sucede desde hace años, con la televisión como fuente de lo que estaba y no estaba a la moda, o en la onda, y de cómo son vistos ciertas culturas o pueblos desde una posición determinada. Hay una tendencia muy clara a generar estereotipos en la industria del cine, con los estándares de belleza requeridos, con los roles que ocupan, en general, los hombres y las mujeres, y con la visión que se tiene de lo que es el éxito.
Hay un ejemplo muy claro de un estereotipo que fue puesto de relieve por el actor argentino Ricardo Darín, cuando le comentó a un periodista, en una entrevista televisiva, que había rechazado una propuesta de Hollywood para trabajar con el director Tony Scott. El entrevistador no podía creer que Darín hubiera declinado una oportunidad así, a lo que el actor respondió que lo habían ido a buscar para que trabajara de narcotraficante mexicano. ¿Por qué solamente concebían que un actor latinoamericano trabajara en esos papeles?, se preguntaba Darín. No le gustó la visión sesgada de la industria y rechazó el trabajo.
Hay un foco de atención especialmente puesto en los cánones de belleza y en la cuestión de género. Al momento de plantear ideales de belleza, es indiscutible que la publicidad y las redes juegan un rol esencial. Los comerciales que nos pasan en la televisión o en los videos de la Internet, y las imágenes que constantemente parecen emerger de la pantalla de las computadoras, influyen, sin lugar a duda, en nuestra forma de percibir lo que es bello y lo que no, en la ropa que está bien usar, en lo que queremos comer o en los pasatiempos y diversiones que elegimos.
En torno a la cuestión de género sucede lo mismo. Surgieron muchas voces, por ejemplo, en contra del rol típicamente hogareño que se les atribuía a las mujeres en la mayoría de los avisos publicitarios. La mujer lavando el baño, cocinando, cuidando a los niños; mientras que el hombre aparecía manejando camionetas, poniéndose desodorante de noche para salir a conquistar el mundo o bebiendo tragos en las fiestas. Hemos de tomar conciencia de que estamos embebidos de mensajes, ya sea desde la publicidad, lo que hacen o eligen los personajes de las películas o series que nos gustan, o lo que vemos en las redes. Recibimos ideales y, a veces, nos encontramos en una posición muy vulnerable ante ellos.
En un mundo hipercomunicado como éste, se establecen con facilidad cánones de la estética y roles de género, a partir de los estereotipos que marcan lo que supuestamente es bello, o lo que triunfa. Depende de un esfuerzo que es propio de cada persona, aplicar un filtro a estos mensajes y ejercer la facultad del discernimiento.
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Lehrer, L. (26 de junio de 2022). Definición de estereotipo. En psicología social y su presencia en medios de comunicación y redes sociales. Definicion.com. https://definicion.com/estereotipo/
