Siempre que conocemos a alguien o que experimentamos algo nuevo en la vida y queremos compartirlo con las personas que más queremos, arrancamos comentando cómo es o cómo fue eso en cuestión. La pregunta ¿cómo es? conduce, ni más ni menos, que a la descripción de un objeto, de un ser o de un hecho. Entonces, al responder a dicho interrogante, estamos enumerando o afirmando aquellas cualidades que distinguen a un ser, a un objeto o a una situación determinada. Es por ello que, al describir organismos o elementos, los estamos individualizando al potenciar los rasgos propios que los definen, sean estos positivos o negativos.
La palabra cualidad tiene su origen en el latín qualĭtas, qualitātis, refiere a los rasgos innatos o adquiridos con el tiempo que hacen único a un ser vivo o inanimado. Es decir, características que lo distinguen y lo definen y que pueden tener un valor positivo o un valor negativo, de acuerdo a cómo se perciba a esa criatura u objeto. Lo valioso de la cualidad es que diferencia al ente descripto frente a los demás.
Si bien la cualidad “bondadosa” responde a la pregunta ¿cómo es Soledad?, no cabe duda de que otra gente también es bondadosa y, por lo tanto, comparte dicho atributo con Soledad. Pero la persona en cuestión posee rasgos más profundos, otras cualidades más arraigadas que la hacen única en su totalidad. Por ejemplo, podemos decir que, independientemente de bondadosa, es sensible, comprometida, divertida, amable, alegre y así, quien conoce a Soledad podrá descubrir que se está hablando de ella y no de otra mujer. Lo mismo ocurre con todo lo que existe, pues todo en el mundo tiene cualidades, es decir, rasgos, características, que lo distingue y lo define.
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Cualidad en la Filosofía.
En la Filosofía, la cualidad es definida como una propiedad o la forma de ser de algo en particular. Según Aristóteles, este concepto refería a la esencia de un ser o un objeto.
Con la modernidad, las cualidades se subdividieron en dos partes: por un lado, las cualidades primarias y, por otro lado, las cualidades secundarias. Las primarias son aquellos rasgos o atributos que pueden percibirse con los sentidos y que son propios del objeto o ser como, por ejemplo, el peso, el tamaño o la solidez. Mientras que las secundarias contemplan propiedades o particularidades que únicamente se advierten por alguno de los sentidos como, por ejemplo, el color de algo o el sonido que emite.
Cualidad innata o adquirida.
La cualidad puede ser innata o adquirida. La primera alude a características o rasgos que distinguen a un ser o un objeto desarrollándose en forma natural, existiendo desde siempre. La cualidad adquirida, en tanto, hace referencia a aquellas cuestiones que se vuelven propias luego de una transformación, ya sea producto de un proceso de educación o de una experiencia de vida a partir de la cual deviene un aprendizaje y una nueva forma de ser o de actuar.
Así es como podemos encontrarnos con seres vivos cuyas particularidades le son propias como, por ejemplo, que Lorena sea solidaria. A su vez, en otra persona esta cualidad puede que haya sido adquirida luego de haber vivir una experiencia de vida que la llevó a evolucionar como ser y transformarse en alguien solidario. Sin embargo, hay rasgos con los que se nacen. Es decir, un sujeto que es creativo, extrovertido y perseverante, por enumerar algunas opciones, vino a la vida con dichas capacidades. No quiere decir que otro no pueda desarrollarlas o adquirirlas con el paso del tiempo, pero lo harán en forma forzada pudiendo, o no, alcanzar esas cualidades. Pero sin olvidar que cada quien viene dotado con características que lo hacen único.
Es importante destacar que el vocablo cualidad es un atributo y, como tal, puede ser inherente a la persona, objeto o situación así como también puede ser adquirido con los años y, por lo tanto, también modificable. Por ejemplo, hablar es un atributo innato, mientras que cantar es adquirido pero no por todos, sino por quienes presentan un rasgo creativo y artístico.
Cualidad objetiva y subjetiva.
La cualidad objetiva y subjetiva hace referencia a que cualquier objeto, ser o situación puede ser visto, analizado y descripto según a la manera que se lo observe, es decir, al punto de enfoque.
Esto quiere decir que habrá miradas de un mismo hecho, persona o elemento que podrán ser compartidas y otras que tendrán diferencias, pues todo dependerá desde dónde se pare el observador. Por ejemplo: un abrigo puede ser impermeable porque así se lo describe y, además, porque al usarlo podemos notar que no permite el paso del agua ni de la humedad. Entonces decimos que, objetivamente, esa prenda posee la cualidad de evitar el paso del agua.
La belleza de un lugar, la comodidad o utilidad de un producto o el modo de ser de un sujeto, en cambio, puede generar muchos puntos de vista, ya que cada uno lo observará de acuerdo a su sistema de creencias y de lo que considera una cualidad positiva o negativa. Es decir, se formarán cualidades subjetivas sobre los mismos objetos, hechos u organismos.
Cualidad y calidad.
Hay conceptos que resulta importante diferenciar debido a que no hacen referencia a lo mismo. Tal es el caso de cualidad y calidad, siendo confundidos con frecuencia. El motivo de esta confusión radica en que cualidad puede focalizarse en aspectos tanto positivos como negativos.
Es decir, cualquier característica que pueda definir de antemano a una persona, a un hecho o a un objeto. Mientras que, calidad refiere a excelencia. Si bien, ambos términos coinciden en que son inherentes a algo, la calidad supone una comparación con otra cosa de su mismo tipo.
Cualidad de una persona.
Las cualidades de una persona refieren a cómo es. A partir de allí se abre el juego hacia un sinfín de propiedades o atributos. Es posible describir, entre otras cuestiones, su personalidad, sus capacidades y habilidades o hasta su forma de actuar en la vida. Entonces, podemos afirmar que Juan es creativo, fuerte, bondadoso e inteligente o que es perezoso, aburrido y temeroso. Cada ser u objeto será poseedor de ciertos rasgos que lo harán único.
Muchas veces esta enumeración de características tiene que ver con el entorno que rodea al organismo o al objeto. Solo así se entenderán los atributos positivos o negativos con los que se defina al elemento o ser en cuestión. Es importante destacar que la mayoría de las veces, cuando hablamos de cualidad hacemos referencia a connotaciones positivas ya sea de alguien, una cosa o una situación determinada. Sin embargo, pueden existir -y no se pueden negar- la existencia de connotaciones negativas.
Cabe resaltar que la cualidad siempre responderá a la pregunta ¿cómo es? En este marco, siempre estaremos hablando de los adjetivos que reflejan lo observado. Es por ello que se afirma que las cualidades de una persona pueden ser innumerables y muy variadas, pero en todo momento hay que tener en cuenta que esto estará fuertemente vinculado con el entorno social.
Para qué sirve la cualidad.
La cualidad no solo designa las características o atributos de un ser, un objeto o una realidad, sino que invita a descubrir múltiples miradas en torno a un mismo asunto. Simultáneamente, también permite conocer las bondades físicas de algo y otros encantos.
Cuando hablamos de la cualidad física nos referimos a las aptitudes que son de índole motriz y fisiológico, las cuales llevan a un ser vivo a realizar cualquier tipo de movimiento o actividad física. Como cualidad física básica encontramos el poder caminar, la velocidad, la flexibilidad y la fuerza, además de la coordinación y la resistencia.
Mientras que la cualidad del sonido apunta a los rasgos que lo distinguen, siendo estos la intensidad, la duración, el tono y el timbre. Esta cuestión se define en el campo de la música y es una descripción de las ondas sonoras capaces de ser oídas por el hombre.
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Navicelli, V. (9 de diciembre de 2021). Definición de cualidad. Innata o adquirida, objetiva y subjetiva. Definicion.com. https://definicion.com/cualidad/