Crucigrama es una palabra compuesta por un vocablo latino y otro griego. En el primer caso, encontramos a “crux”, también “crucis” que significa “cruz”. En el segundo caso, “γράμμα”, que representa a “gramma”, es decir, algo que es escrito, que es una letra. Por lo tanto, el concepto que comenzamos a estudiar es la unión de “crux” y “grama” que, en armonía, hace alusión a aquello que está escrito en cruz. O, en el mejor de los casos, escritura cruzada.

Como bien podemos deducir, un crucigrama es un juego o una actividad lúdica donde entra en acción la capacidad intelectual de aquel que lo realiza. Es una pieza, cual rompecabezas, compuesta por cuadros vacíos que marcan diferentes recorridos y que, al completarlos, forman palabras cruzadas que pueden leerse desde muchos sentidos. A diferencia, por ejemplo, de una sopa de letras, el crucigrama responde a una serie de casilleros vacíos que deben rellenarse a partir de ciertas referencias que permiten completar las operaciones. Es decir, develar los mensajes ocultos que se acomodan a cada espacio vacío dentro del cuadro lúdico.

Las referencias recién mencionadas indican el orden (horizontal o vertical) y el significado del vocablo que debe colocarse de manera deletreada en cada casillero. La misma debe leerse en un sentido y, a su vez, permitir formar otras palabras.

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Juego mental en el que se completan casilleros con las letras de ciertas palabras.

Todo crucigrama está compuesto de dos elementos fundamentales.

  1. Celdas vacías: no son más que cuadros en blanco representados por un número, el mismo que refiere a una referencia concreta. Existen celdas en negro que separan los términos, unos de otros.
  2. Referencias: significado de una palabra que, a partir de un trabajo intelectual, permite al sujeto que practica el juego deducir cuál es el vocablo al que hace mención, el mismo que debe ser escrito en cada uno de los casilleros o celdas del punto 1. Cuentan con un número que no se repite.

Es importante mencionar que estas referencias o definiciones se encuentran al pie del crucigrama o en uno de sus márgenes y representan pistas, huellas intelectuales que permiten resolverlo. A su vez, se dividen en dos partes: por un lado, las referencias que responden a las celdas que están ubicadas en sentido horizontal dentro del cuadro y, por otro lado, las que corresponden a la línea vertical.

Completar un crucigrama supone una tarea de comprensión de los enunciados para dar con la noción correcta, la misma que encaja en las celdas, en cualquiera de los dos sentidos ya definidos. Las palabras que están ocultas dentro del crucigrama y que se forman gracias a ir resolviendo las referencias, están, a su vez, entrelazadas. Es decir, puede que haya vocablos que comparten una o más letras, ya sea que se lean de modo horizontal o vertical. A medida que se completan los casilleros, encontrar los contenios faltantes se torna mucho más sencillo.

Cómo surgió el crucigrama.

El crucigrama, o rompecabezas con palabras, data de tiempo antiguo. Se cree que surgió en el siglo I, y el primer rastro de este juego lúdico se encontró en las ruinas de Pompeya. El mismo fue denominado Cuadrado de Sator y muestra claramente la escritura cruzada tanto en sentido vertical como horizontal. Esta primera tabla estaba compuesta por cinco palabras de origen latino, ellas eran: SATOR, AREPO, TENET, OPERA, ROTAS. Términos que, al leerse en todos los sentidos, dan como resultado un multipalíndromo.

Ya en el siglo XIX se crearon los juegos mentales que tenían como eje central la mecánica de la lectura cruzada. Luego, un periódico inglés publicó lo que sería el primer crucigrama moderno de la historia, inspirado, como bien se podrá imaginar, en los antecedentes antiguos de esta actividad lúdica. El responsable de dicha publicación fue el periodista Arthur Wynne, quien diseñó un lienzo en forma de plantilla que estaba hueco en el centro.

Para 1924, la empresa editorial Simon & Schuster comenzó a ofrecer libros que contaban con diferentes lienzos de este juego mental, transformándose en la primera a nivel mundial de las compañías dedicadas a este tipo de contenido. A partir de allí, en muchos países los crucigramas se implementaron en las escuelas como herramienta para relacionar conceptos y fijar aprendizajes. Sin embargo, hubo naciones en las que la complejidad de su alfabeto hizo que estos juegos mentales demoraran en llegar como, por ejemplo, en los casos de China y Japón.

Pese al avasallamiento tecnológico, los crucigramas no han perdido su lugar, pues existen sitios online en los que se puede disfrutar de estos rompecabezas de palabras.

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Los crucigramas suelen aplicarse en terapias para la memoria.

Características de un crucigrama.

El crucigrama es un juego mental, rompecabezas o lienzo con celdas cuyas características lo definen como un pasatiempo estratega. Pero veamos con un poco más de detalle.

Postura activa.

El crucigrama obliga al jugador a estar en constante actividad, pues debe leer cada referencia y encontrar la palabra justa e indicada para completar cada casillero, según corresponda. Algunos de estos casilleros son blancos y otros negros.

Listas o pistas.

Al margen del cuadro o plantilla a completar, hay dos listas de definiciones, ambas están enumeradas. Una se corresponde con las palabras horizontales, mientras que la otra lo hace con los conceptos en vertical. Los números que las identifican también se encuentran en el diagrama o plantilla para referir dónde es que debe ubicarse el vocablo una vez develado.

Palabras cruzadas.

Como bien ya hemos mencionado, las palabras dentro del crucigrama se entrelazan, ya que comparten una o varias letras. Esto permite, también, que el llenado de los casilleros sea más rápido a medida que se avanza. De allí su nombre o sus otras formas de nombrarlo como, por ejemplo, rompecabezas de palabras.

Temáticos.

Los crucigramas suelen ser temáticos, esto sirve para reforzar algún tipo de contenido o, simplemente, como ayuda para enfocar el mundo de palabras por encontrar.

crucigramas tipos
Existen diferentes tipos de crucigramas, pero todos ellos siguen la misma mecánica intelectual.

Tipos de crucigramas.

Existen diferentes tipos de crucigramas, esto dependerá de su función o propósito. Detallaremos los más conocidos.

  • Crucigrama silábico: es aquel rompecabezas de palabras en el que se deben completar los casilleros con una sílaba por cada uno, y no con una letra.
  • Crucigrama con personaje: se trata del juego mental que se acompaña por la imagen de una figura pública, a partir de la cual hay que colocar su nombre en los casilleros que correspondan.
  • Rompecabezas de palabras estilo blanco: un crucigrama en el que el jugador debe estar más atento, pues no existen las celdas negras, las mismas que delimitan el lienzo. En este caso, el jugador deberá deducir los espacios entre las letras de los contenidos.
  • Crucigrama autodefinido: es aquel en el que se llenan las celdas con la palabra en cuestión a partir de las pistas que aparecen en esos mismos recuadros.
  • Crucigrama translator: es el tipo de plantilla empleado para fijar conceptos, especialmente, cuando se estudia otro idioma.
  • Rompecabezas de palabras numérico: aquí se definen los números en lugar de las palabras. Estos deben escribirse de a un dígito por celda.
  • Crucigrama críptico: se basa en una frase, la cual sirve como pista y como sinónimo para encontrar la palabra oculta.

Sea de un tipo o de otro, completar un crucigrama siempre es lo mismo. Es decir, el participante debe leer las dos listas de definiciones o referencias, deducir la palabra en cuestión y verificar que coincide la cantidad de letras de la misma con las celdas que figuran en la plantilla.

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Navicelli, V. (14 de junio de 2022). Definición de crucigrama. Historia, características y tipos de crucigramas. Definicion.com. https://definicion.com/crucigrama/