Autoafirmación es un proceso gracias al cual podemos reconocernos nuestras habilidades y logros, de modo tal que se fortalece la confianza en uno mismo y la propia autoestima también. Es una poderosa herramienta de valoración propia y de autoaceptación, ya que nos permite hacer una revisión de lo que se ha alcanzado hasta un momento dado, y poder hacer un balance.

La palabra proviene de la unión entre auto-, es decir, propio, y del término affirmatio, es decir, brindar un argumento de modo tal que no haya vacilación alguna.

Fundamentos.

Entre los ejes fundamentales para poder construir la autoafirmación, encontramos que el desarrollo de una profunda autoconciencia, así como la construcción de nuestra autoexploración, son ejes ineludibles para este trabajo.

Reconcimiento interno
La autoaceptación, es decir, explorar en nuestras emociones y conductas y reconocerlas, son un primer paso para avanzar hacia la autoafirmación.

La autoconciencia puede entenderse como un reconocimiento y una comprensión elaborados sobre nuestra identidad personal, sobre nuestra convicción moral, sobre nuestras emociones, pensamientos, patrones de conducta y otros. Este trabajo no resulta de un día para otro, sino que es efecto de un proceso de observación, de análisis, y de puesta en valor de aquello que nos hace ser como somos, con sus aspectos positivos y negativos.

De este modo, en esta especie de autoanálisis parcial sobre nosotros mismos adquirimos mayor autocontrol sobre nuestro mundo interior, e incluso puede haber mayor empatía hacia uno mismo cuando comprendemos las causas de nuestras acciones y trabajamos para superarnos.

Por otra parte, la autoexploración también es otra forma de desarrollo interior y de autodescubrimiento. Podemos trabajar sobre nuestras motivaciones y llevar adelantne una autoevaluación sobre nuestro pasado, nuestro presente y cómo podemos encaminarnos hacia nuestros objetivos a futuro.

Su relación con la autenticidad y la integridad personal.

La autenticidad trabajada de la mano de nuestra autoafirmación puede ayudarnos con nuestro empoderamiento personal. La autonomía de poder decidir sobre nuestras acciones sobre la base de nuestras convicciones e ideales tiene un profundo impacto en la afirmación de la identidad de una persona.

Cuidado personal
El trabajo sobre nuestro empoderamiento personal es esencial para construir nuestra identidad.

Esto se debe a que adquirimos mayor conocimiento y empoderamiento emocional, y actuamos en función de aquello que no pone en riesgo nuestros valores por presiones o expectativas ajenas.

Así, la autoafirmación también posibilita la construcción de las bases de nuestra integridad personal: gracias al autoconocimiento, se adquiere la suficiente seguridad en uno mismo como para que tengamos la fortaleza interior de ser fieles a nosotros mismos en todo momento.

Cómo desarrollarla.

Hay múltiples maneras de trabajar sobre nuestra autoafirmación, y esto depende de en qué contexto nos encontremos, de los objetivos que tengamos en mente y, también, de nuestra predisposición hacia este ejercicio, que puede resultar complejo.

Por una parte, y a propósito de la complejidad que esto puede suponer, la construcción de la confianza en nosotros mismos es una de las primeras formas en las que podemos trabajar nuestro autoconcepto.

La forma en la que nos autopercibimos, o las diferentes maneras de autodefinición que hayamos construido sobre nuestra persona, pueden ser también una forma de enfrentar el mundo, los conflictos, de explorar objetivos y de relacionarnos con otros.

Una autoimagen positiva se fortalece con autoconfianza y con la capacidad de valorar nuestra superación personal a lo largo de nuestra vida.

Sortear obstáculos
Podemos trabajar en metas y objetivos para fortalecer nuestra autoconfianza y descubrir nuestra propia capacidad de superación.

Esta autoapreciación nos permite también ser más capaces de soportar la crítica o el rechazo: gracias a la capacidad de autovaloración, nuestra resiliencia se fortalece y una opinión o crítica negativa puede ser tomada como una oportunidad de autoobservación, de valoración y de crecimiento personal.

Además, al tener un mayor autocontrol emocional, podemos potenciar nuestra autoafirmación en la gestión de conflictos, por ejemplo. Las situaciones adversas, si bien pueden suponer un evento que genera estrés y temor, pueden ser abordadas desde una perspectiva que, si bien nos prepara para que no todo salga como nosotros deseamos, sí podamos estar más listos para afrontarlo y que podamos encontrar soluciones y oportunidades.

Su impacto en diferentes contextos.

Si consideramos la autoafirmación en relaciones familiares, personales o de amistad, podemos pensarla como aquello que nos ayuda a construir vínculos significativos. Con ellos, podemos ser nosotros mismos sin dejar de lado nuestra coherencia personal o nuestros valores, y con quienes nuestra autoexpresión tiene lugar y validez.

Es importante contar con un grupo de personas que nos potencien y con quienes podamos ser nosotros mismos, para trabajar nuestra identidad y autoestima.

Esto es un factor positivo para nuestra identidad, ya que nos permite sostener una comunicación abierta, reflexiva y honesta. Además, en esta instancia, nuestras necesidades y deseos tienen el espacio para poder ser manifestados, lo que nos hace sentir confianza no solo en los demás sino en nuestro propio valor personal.

Por otra parte, la autoafirmación en el trabajo consiste en poder construir vínculos de valor con nuestros colegas y relaciones que trascienden el espacio laboral, pero también nos permite habitar un entorno donde nuestras ideas se escuchen y donde podamos proyectar metas.

Así, la autoafirmación permite que cada quien pueda sentirse valioso y respetado y que su toma de decisiones esté respaldada no solo por su propio conocimiento y experiencia, sino que sus colegas también puedan valorarla.

Esta herramienta es útil cuando se desea mostrar liderazgo personal y la autoiniciativa suficiente para plantear nuevas propuestas y nuevos proyectos. Así, no solo se potencia uno mismo en su propia singularidad, sino que impacta positivamente sobre el resto del equipo y del espacio de trabajo, ya que es una empresa que puede crecer y mejorar.

Finalmente, además de los ámbitos sociales en los que tiene resultados positivos, la autoafirmación en salud es un aspecto ineludible cuando pensamos en la salud física y mental de una persona.

Es, gracias a su multiplicidad de manifestaciones, una herramienta de autocuidado, de bienestar personal y de empoderamiento mental. La autoapreciación es una forma de autorespeto, de confiar en nosotros mismos y eso se refleja en nuestra salud mental.

Nos ayuda a mejorar nuestra autoestima, al poder reconocernos nuestros aspectos fuertes y valiosos, y aprendemos de asertividad en la comunicación, ya que nos permite posicionarnos con claridad respecto de nuestras necesidades, nuestros deseos y nuestros límites.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (20 de diciembre de 2023). Definición de autoafirmación. Rasgos, fundamentos y aplicaciones. Definicion.com. https://definicion.com/autoafirmacion/