Adaptabilidad es el nombre que recibe la capacidad o habilidad humana de respuesta frente a situaciones adversas, cambios, hechos novedosos o incluso de tolerancia a la incertidumbre.

Hace referencia, entonces, a la versatilidad y resiliencia que una persona tiene frente a algo que es usualmente sorpresivo y que puede llevarla a tener que poner en juego su flexibilidad.

La palabra proviene del término adaptar, que a su vez surge de la palabra latina adaptāre, es decir, alcanzar o ajustar una cosa a la otra.

Aspectos psicológicos.

Los aspectos psicológicos de la adaptabilidad tienen, como eje esencial, la predisposición emocional, mental, o física, incluso, para poder enfrentarnos a diferentes situaciones o eventos.

Adaptación a desafíos
Las habilidades psicológicas de la adaptabilidad permiten superar desafíos y eventos que nos ponen a prueba.

Es, también, una competencia que las personas pueden desarrollar poco a poco, para poder ir adquiriendo la agilidad de reinvención y poder, así, adquirir mayor experiencia, flexibilidad cognitiva, y flexibilidad emocional.

Además de poder trabajarla para poder desarrollarla y potenciarla, cabe destacar que encontramos determinados elementos como nuestra propia personalidad, las demás habilidades blandas que tengamos frente a estas situaciones, o también conocidas como soft skills:

  • resolución de problemas y capacidad de mantener la mente en frío para poder identificar oportunidades y soluciones
  • capacidades comunicativas como empatía o escucha activa
  • liderazgo y capacidad de guiar y orientar a otros y de compartir conocimiento para potenciar a los demás

Su vínculo con la inteligencia emocional y la salud mental.

Finalmente, es importante comprender el vínculo entre adaptabilidad, inteligencia emocional y salud mental. Estos tres aspectos combinados son esenciales para poder experimentar un cambio de la manera más sana y organizada posible.

Por una parte, la adaptabilidad se relaciona con la inteligencia emocional, ya que esta nos ayuda a gestionar, entender y comprender nuestras emociones. Cuando hay una buena autogestión de ellas, es posible enfrentarnos a una diversidad de situaciones adversas en las que tengamos una respuesta rápida, o una buena capacidad de recuperación.

Estrés y tolerancia
El trabajo sobre nuestra adaptabilidad emocional y psicológica nos ayuda a lidiar con más herramientas con el estrés y la tensión en múltiples aspectos.

Esta plasticidad nos hace mucho más propensos a la tolerancia, a tener apertura mental y a llevar adelante de mejor manera la gestión del estrés, ya que desarrollamos una inteligencia contextual que nos hace ser estratégicos en estas situaciones y ocuparnos de resolver lo importante en el momento.

En su relación con la salud mental, la adaptabilidad nos hace enfrentarnos a eventos con menor ansiedad o más control de ellas, a poder resistir mejor las frustraciones y a poder compartimentar lo relevante y lo urgente de lo que no lo es.

En el ámbito personal.

Conocer cómo gestionar nuestra adaptabilidad frente a eventos novedosos puede ayudarnos a trabajar, a desarrollar esta capacidad en diferentes contextos, para poder enfrentar situaciones cambiantes y adquirir mayor permeabilidad a la innovación.

Para desarrollar esta destreza, es importante que contemos con un enfoque holístico de ella: entender su vínculo con nuestra cotidianidad, con su fácil aplicación a diferentes contextos, a que podemos equivocarnos en el cambio y que siempre tenemos nuevas opciones para empezar.

Esta generación de conocimiento contextual, interpersonal y de nuestros propios procesos cognitivos también nos brinda la posibilidad de anticipación frente a ciertas señales, que nos hacen prever cómo resolver una situación.

En el ámbito laboral.

Trabajo y organización
Podemos aprender a desarrollar la adaptabilidad en pos de potenciar nuestro desempeño laboral.

En nuestro trabajo, la adaptabilidad nos ayuda en diferentes escenarios:

  • Aprender a sopesar opciones nuevas en el contexto laboral, para analizar con claridad y sabiduría cuál es la mejor opción, con motivos sólidos, para nuestra visión de futuro.
  • Aprender a trabajar en equipos, o en soledad, para poder aprender herramientas de comunicación efectiva y de retroalimentación
  • Adquirir conciencia situacional: aprendemos a adaptarnos a diferentes contextos de trabajo con nuestros superiores, con colegas y con subordinados. Esto nos permite aprender cómo desarrollarnos en cada uno de estos espacios.

Estas diferentes situaciones a las que estamos expuestos nos permiten trabajar en la reducción de la resistencia al cambio. La exploración de opciones, el salir de nuestra zona de confort y poder enfrentarnos a nuevos desafíos nos enseña sobre superación y mentalidad de crecimiento que, además de desplegarse en nuestro espacio de trabajo, nos queda como conocimiento para nuestra vida en general.

En la educación.

Otros espacios donde la adaptabilidad puede trabajar es en la educación: cuando se combinan, pueden contribuir de forma estratégica a preparar a los estudiantes y alumnos para un mundo en constante cambio, dinamismo y avances tecnológicos.

La utilidad de adaptar la enseñanza a los requerimientos internos y externos radica en poder mantener el compromiso, como docentes, de que los alumnos puedan ver sus propias necesidades individuales cumplidas y, a su vez, una búsqueda de constante mejora.

Esto supone planificación estratégica e incentivarlos a la colaboración conjunta, a desarrollar la perseverancia y a poder contar con pensamiento crítico para poder aprender a diferenciar opciones y elegir la que les resulte más eficaz.

Educación y adaptación
El trabajo educativo puede potenciarse con la adaptabilidad, que enseña a reconocer áreas en las que mejor nos desempeñamos, y enfocarnos en mejorarlas.

Los métodos de educación, las modalidades de enseñanza, las temáticas y las plataformas donde estudiar son hoy uno de los ejes donde más actualizaciones y diversificación encontramos. Es importante poder proveer la información suficiente para que los alumnos desarrollen su potencial, y puedan incorporarlas poco a poco.

Respecto de los métodos, la flexibilidad educativa contribuye con potenciar la creatividad, a desarrollar el pragmatismo y a poder tener mayor autocontrol de sus propias labores y responsabilidades. Cuando los docentes permiten mayor libertad, los alumnos, a la vez, a largo plazo adquieren la prudencia de tener que desarrollar la autoeficacia, analizar sus formas de aprendizaje y optar por fortalecer aquellas habilidades que le permitan enfocarse poco a poco en aquello que les interesa.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (22 de enero de 2024). Definición de adaptabilidad. Rasgos, usos y características. Definicion.com. https://definicion.com/adaptabilidad/