La palabra némesis no tiene su definición en el diccionario de la Real Academia Española. Se trata de un término que fue incorporado del griego, a partir de la diosa de la justicia, la venganza y la fortuna.
Hoy en día, el concepto de némesis hace alusión a la justificada aplicación de una retribución por medio de un agente adecuado. De aquí que se desprendan dos grandes líneas:
- Cuando esa retribución es aplicada por uno o más individuos, estamos en el ámbito del enemigo, o los enemigos. Y es en este sentido que se habla de un némesis en las películas, libros o en el mundo del animé: es aquel enemigo poderoso que lleva al héroe a dar lo mejor de sí, una y otra vez, hasta triunfar. Pero no es cualquier opositor casual, tiene que presentarse un enfrentamiento intenso. Por ejemplo, Lex Luthor en relación a Superman; el Duende Verde con respecto al Hombre Araña, o el Guasón para Batman.
- Cuando esa retribución proviene de la propia dinámica de los acontecimientos de la vida, el rol de «agente adecuado» pasa a tomarlo un principio más abstracto, como podría ser el destino o el karma. Mucha gente se rige por una creencia inconsciente en estas fuerzas, al comportarse de modo tal que se evite «la mala suerte» o el castigo de alguna divinidad.
La novela «El Conde de Montecristo«, de Alejandro Dumas, presenta la particularidad de que ambas líneas se entrecruzan, a lo largo de su trama, en la meticulosa y despiadada cadena de eventos que Edmond Dantés pone en marcha a modo de venganza. Y esta es otra característica que se puede asociar de manera muy natural con la diosa griega: la venganza.
En la película «Snatch: Cerdos y Diamantes«, del director Guy Ritchie, se pone en boca de un mafioso malvado una idea similar, cuando éste le pregunta a dos hombres que están por ser torturados si saben lo que significa la palabra «némesis» y, al manifestar ellos su ignorancia al respecto, les dice que es la aplicación de un castigo justificado por medio del agente idóneo (en este caso, él mismo).
En cuanto al origen etimológico, podemos destacar la presencia de la raíz indoeuropea –nem, que trae el significado de «asignar, distribuir, tomar».
La diosa griega, orígenes.
Si nos adentramos en el mundo de la mitología griega, nos podremos encontrar allí con Némesis, llamada también Ramnusia, o «la diosa de Ramnunte«, en su santuario de la ciudad de Ática. Se trata de la diosa de la venganza, el equilibrio y la justa retribución, pero, curiosamente, también de la solidaridad y la fortuna.
Se cuenta que Némesis proporcionaba los castigos a aquellas personas que desobedecían a quienes tenían el derecho de darles órdenes (en especial a los hijos y a las hijas que desobedecían a sus padres). Era la receptora de los votos secretos de amor y vengaba a los infelices que habían sido traicionados por sus amantes.
Se habla del origen de Némesis como hija de Nix (diosa Noche) y se cuenta que era cortejada por Zeus. De hecho, era perseguida por él y, como ella no correspondía aquellas intenciones, a fin de escapar del dios cambió de forma más de mil veces, hasta convertirse en una oca. Pero Zeus se convirtió, entonces, en cisne. Y la hizo suya.
Esta unión tuvo como consecuencia que Némesis pusiera un huevo, que fue hallado por unos pastores y entregado por ellos a Leda. Se dice que a partir de ese huevo nacieron los llamados Dioscuros, Castor y Polux, y también Helena, la bella mujer que sería, más tarde, la causante de la famosa guerra de Troya.
La diosa griega, atribuciones.
Al ser Némesis una deidad primordial, no se halla sometida a los dioses olímpicos. Entre sus funciones se destaca la de castigar, en especial la desmesura. Se asegura de dejar en claro a los seres mortales que, por su naturaleza humana, tienen prohibido ser demasiado afortunados y que no han de alterar con sus actos, buenos o malos, la balanza de equilibrio universal.
Para ejemplificar esto podemos citar el caso de Creso, un hombre que era excesivamente feliz y por eso Némesis lo condujo a una expedición para enfrentar a Ciro, que terminó provocando su caída.
Por esto se atribuye a Némesis la función de equilibrar la balanza de felicidad e infelicidad de todas las criaturas mortales, y se la culpa a ella cuando le suceden súbitas catástrofes a aquellos que gozaban de una felicidad demasiado plena. Más tarde, tomó la forma de las Furias, una diosa que se ocupa de castigar crímenes.
Pero en tradiciones más recientes esta visión ha evolucionado, y en lugar de temer la catástrofe por el solo hecho de ser feliz, se nos enseña que ésta llega cuando se ha asignado a algo una importancia excesiva. El filósofo Vadim Zeland, por ejemplo, habla del concepto de «potencial excesivo«, que se genera cuando los mortales atribuyen demasiada trascendencia a un hecho, y afirma que es eso lo que las llamadas «fuerzas equiponderantes» (otro nombre para Némesis) vienen a barrer con implacable resolución. Así, la felicidad que simplemente se vive y se disfruta con integridad no sería motivo de temor en sí misma.
La «hipótesis Némesis».
En el ámbito de la astronomía, se habla de la «hipótesis Némesis» para hacer referencia a una teoría surgida en el año 1984, en un artículo firmado por Piet Hut, R. A. Muller y Marc Davis. En él, los investigadores proponían que Némesis podría ser una pequeña estrella oscura, probablemente una enana marrón, que orbita mucho más allá que Plutón.
Lo que afirman estos expertos es que el Sol es, además del centro de nuestro sistema solar, parte de un sistema binario. Y que en dicho sistema binario cuenta con la compañía de esta estrella llamada Némesis, a la que nominaron de este modo basándose en la diosa de la justicia y la retribución adecuada, ya que perturba a la nube de Oort con periodicidad, generando una gran cantidad de desajustes y catástrofes.
Estos autores afirman que la enana marrón Némesis podría ser, también, un pequeño agujero negro. En todo caso, lo importante es el carácter binario del sistema en el que se encuentra involucrado nuestro Sol, vinculado con Némesis orbitando, aproximadamente, entre uno y tres años luz. El desajuste en la nube de Oort se produciría, según esta teoría, cada 26.000.000 de años, cuando Némesis, al acercarse, la desestabilizaría, generando una lluvia de relevantes cometas hacia el Sol. Esta lluvia de cometas podría estar relacionada con algunos de los impactos y las grandes extinciones que han tenido lugar en nuestro planeta.
Hay otra hipótesis que va en una línea parecida a esta, y es la del planeta X. Se trataría de un masivo planeta que se hallaría más lejos que Plutón. Fue formulada por Konstantin Batygin y Mike Brown, y en 2016 afirmaron que este planeta X podría ser el causante de los cuerpos helados pequeños en el Cinturón de Kuiper (una especie de disco formado por escombros, que se localiza en el sistema solar).
A favor de estas teorías, se puede decir que, a partir de un estudio surgido en 2017, se propone que las estrellas como el Sol se originan con, al menos, un compañero. Luego de profundos análisis en estrellas jóvenes de la nube molecular de Perseo, los astrónomos consiguieron respaldar la teoría en el modelado.
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Lehrer, L. (9 de febrero de 2022). Definición de némesis. Sus orígenes en la mitología griega y la hipótesis Némesis, en astronomía. Definicion.com. https://definicion.com/nemesis/
