El concepto de negligencia se emplea, en español, para hacer referencia a una falta de cuidado, por parte de alguien, respecto de una situación o ser vivo. Es, entonces, una forma de señalar un descuido que puede medirse de diferentes modos.

El término proviene del latín negligentia, cuyo significado es igual que el que ha perdurado en nuestra lengua.

Características.

A continuación veremos algunos rasgos generales de lo que se considera una negligencia en el lenguaje coloquial.

En primer lugar, implica un riesgo tanto para uno mismo como para otros. El riesgo que aquí se ve involucrado puede adoptar diferentes maneras:

  • Puede ser una circunstancia en la que algún acto se realice con poca atención o con escaso cuidado.
  • Puede tratarse de una situación en la que no se garantizan los elementos necesarios para completarla de forma exitosa y adecuada.
  • Puede ser el olvido de un elemento (un documento, por ejemplo).
  • Puede aludir, también, a realizar una determinada actividad sin tener el conocimiento y/o la información imprescindible para realizarla.
Error o descuido
La negligencia puede considerarse un descuido, incluso un error, en el desarrollo de alguna situación.

Estos riesgos, a su vez, pueden implicar que una serie de pasos no se complete con éxito o que se pierda por ejemplo un turno o una cita y otros casos de negligencia vinculada con documentación.

Sin embargo, una de las maneras más recurrentes en la que la negligencia impacta es que puede afectar a la salud o a la vida de una persona.

Es por este tipo de episodios que la negligencia puede estar calificada como un delito, siempre en función de la gravedad con la que se afecta a alguien más, y también de acuerdo al grado de consciencia que el o la responsable de la falta tenía al respecto.

A propósito de esto, cuando una negligencia puede concebirse dentro de un marco legal y ser denunciada, puede suponer el pago de una cuantiosa suma de dinero a favor del individuo afectado.

Otro rasgo de la negligencia es, por lo general, que el autor (o la autora) no dimensiona la consecuencia de sus actos. Puede que esa persona no piense en su responsabilidad en una situación o que, incluso, tampoco le importen las consecuencias.

Indemnización por negligencias
Cuando la negligencia se convierte en un delito, la persona afectada puede reclamar una indemnización: estas suelen ser muy elevadas.

En el universo jurídico.

En el mundo del Derecho, la negligencia está considerada un delito en tanto en cuanto se considera un daño por parte de alguien que violó ciertas formas de comportamiento o de actuar.

Quien señala haber sufrido ese daño se considera el o la demandante; el sujeto que ha cometido el delito es el demandado o la demanda.

Un ejemplo de esto puede ser una persona que, mientras conduce, está mandando un mensaje de texto a través de su teléfono. Existe una gran probabilidad de que, por este descuido, pueda atropellar a un ser vivo, pueda chocar contra otro vehículo o generar algún otro tipo de accidente, más o menos grave.

Cuando un hecho como este ocurre y en la Justicia se comprueba que efectivamente ocurrió una negligencia, quien demanda tiene el derecho de recibir una indemnización. Con este nombre se conoce a una compensación (por lo general, económica) que se le debe pagar a la persona afectada dentro de un determinado período de tiempo.

En el universo de la salud y la medicina.

Dentro del ámbito de la medicina, se conoce con la denominación de negligencia médica al acto que un profesional de salud o que un proveedor de asistencia médica comete contra un paciente.

Esta negligencia ocurre cuando no se ha respetado un procedimiento o cuando una operación tuvo algún tipo de error. También sucede si un diagnóstico o un medicamento resulta erróneo.

En estas circunstancias, el perjudicado por este mal servicio puede denunciar al profesional de la salud, a quien provee asistencia médica o a la institución y/o clínica donde los hechos ocurrieron. Si la víctima no puede hacer la denuncia por sí misma, porque no se encuentra con las condiciones físicas o psicológicas adecuadas o porque ha perdido su vida, la familia puede iniciar tal reclamo.

La negligencia, en este contexto, ocurre porque no se ha preservado con la debida precaución y atención la salud. Esto puede haber provocado alguna de las siguientes situaciones:

  • Una mala praxis: esta implica una operación o atención que puede haber sido innecesaria, que provocó dolor o incluso la pérdida de una vida.
  • Una mala administración de medicamentos: esto ocurre si se dio una dosis no adecuada (excesiva o menor) para el paciente o un medicamento al que alguien es alérgico.
  • Un mal diagnóstico: esto desencadena una serie de situaciones como poner en marcha un tratamiento (que no era el correcto) o aceptar una cirugía que no correspondía.
En medicina
En la medicina, la negligencia implica tanto medicamentos mal administrados como cirugías realizadas de forma errónea y/o innecesaria.

Negligencia emocional.

Otro ámbito en el que se emplea el término negligencia es al hablar sobre problemáticas que ocurren dentro de una familia. Esto, denominado negligencia infantil, negligencia familiar o negligencia parental, alude a la ausencia de cuidados del menor por parte de sus padres o de sus tutores a cargo.

Esta forma de maltrato contra las infancias ocurre frente a la ausencia de:

  • Cuidado físico
  • Cuidado emocional
  • Cuidado psicológico
  • Cuidado sanitario
  • Cuidados de otra índole, como el aspecto educativo

Esta responsabilidad, muchas veces, responde a un contexto más amplio de violencia al interior de ese clan. En muchos casos, la negligencia también implica malos tratos contra los niños, insultos verbales, maltratos físicos, violencia sexual o abandono.

Los más pequeños, y los menores de edad, requieren que un adulto pueda acompañarlos, cuidarlos, demostrarles afecto y protegerlos. Cuando esto no ocurre, y el contexto del hogar es uno en el que el chico no está seguro, es necesario que se tomen cartas en el asunto. Sin embargo, en múltiples ocasiones estas problemáticas son invisibles para terceros y no logran ser detectadas a tiempo.

Las infancias, en estos contextos, pueden comenzar a desarrollar conductas que, si ocurren repentinamente, pueden llamar la atención de los mayores (por ejemplo, otros familiares o sus docentes en la escuela). Algunas de estas manifestaciones de que algo ocurre en la casa son las siguientes:

  • Comienzan a demostrar algunos rasgos de agresividad o a romper cosas a su alrededor (como juguetes).
  • Su vínculo con otros compañeros y/o niños se vuelve un poco hostil, lo que hace que muchas veces se muestre retraído.
  • Se perciben comportamientos como ansiedad o nerviosismo.

Estos hechos, en cuanto son percibidos por un adulto, pueden implicar que se lleve a cabo una sesión con un profesional de la salud mental, donde el niño o la niña pueda hablar sobre lo que le ocurre, siempre que le sea posible. Si la circunstancia lo amerita, deberá involucrarse a la Justicia para analizar lo que ocurre en el hogar, para preservar, tanto como sea posible, al menor de edad.

Infancias y cuidados
Los menores de edad cuentan con el derecho de ser cuidados y protegidos por los adultos que los tienen a cargo.

Otro uso.

Además de los usos que se pueden hacer en el Derecho, en el plano médico y en el ámbito familiar, existe un empleo del término negligencia para hablar de una afección a nivel neurológico.

Esta se conoce como negligencia espacial o heminegligencia visuo-espacial. Es una incapacidad que impide que la persona perciba o responda a estímulos que se ubican del lado contrario a donde ha tenido una lesión cerebral.

Tal lesión es, muchas veces, resultado de un accidente cerebrovascular, y comúnmente el daño se ubica en el hemisferio derecho: por este motivo, la falta de percepción o de reacción ocurre en la zona izquierda.

Los efectos de esta afección son, por ejemplo, dificultades al peinarse en el lado contrario a la lesión o dificultad para aplicar maquillaje. Además, actividades básicas como usar jabón o secarse con una toalla, en esa parte, también se complican (al igual que vestirse o ponerse zapatos, entre otras). Sin embargo, sumado a estas situaciones, puede ocurrir que alguien tenga problemas para comprender leyendas en carteles públicos y entonces no tomar el colectivo o autobús en el lugar adecuado.

La rehabilitación para la heminegligencia suele implicar diferentes técnicas como reentrenar la visión y el seguimiento de movimientos (como tomar un objeto): a grandes rasgos, se hace que el paciente trabaje constantemente con el recordatorio de que hay un lado lesionado al que debe aprender a observar nuevamente.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (6 de febrero de 2023). Definición de negligencia. Rasgos, tipos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/negligencia/