Accidente es el término que se emplea para señalar, en términos generales, a un evento o acontecimiento que no corresponde con el orden usual de las cosas. En este sentido, se aplica fundamentalmente para aludir a hechos que resultan dañinos y peligrosos para las personas y para los objetos que nos rodean, entre otros.

Es, además, un término empleado en la medicina, para aludir a enfermedades que afectan a las personas y que suelen presentarse de modo imprevisto.

Otro uso del término es en la gramática, donde se habla de accidente gramatical: esto indica las modificaciones y variaciones que una palabra adopta para poder manifestar ciertas características como género, número, entre otras.

El término tiene su origen en el vocablo del latín accĭdens, que significa caer sobre u ocurrir: con el paso del tiempo, adoptó la noción de evento azaroso y desafortunado.

Como hecho desafortunado.

Un accidente, en tanto en cuanto implica un hecho repentino, es una situación que puede suponer un posible riesgo de lesión o daños que pueden ser leves o muy peligrosos.

Una de sus características principales es que no es posible prever que ocurra. ¿Qué significa esto? Significa que las condiciones en una situación determinada no nos permitían percibir que podría ocurrir un hecho desafortunado.

Hecho inesperado
Un accidente es un hecho desafortunado que, a menudo, puede resultar peligroso para la integridad física.

Por este motivo, un accidente puede ser un corte mientras cocinamos, sufrir un golpe de un objeto que cae repentinamente o, también, un resbalón o caída al piso. También se denomina accidente a eventos negativos vinculados con el tráfico y el manejo de vehículos.

Si bien en muchos casos puede haber un descuido de una de las dos partes (un peatón que cruza mal o un auto que conduce a una velocidad no permitida), en ocasiones ambas partes estaban correctamente ubicados y un accidente ocurre.

Hay distintas maneras de clasificar los accidentes; veamos algunos contextos.

Accidente laboral.

Los accidentes laborales son eventos que ocurren mientras una persona realiza su trabajo. Además, estos hechos pueden provocarle una imposibilidad temporal de trabajar, una lesión o incapacidad o, incluso, la muerte.

Este tipo de hechos están atravesados por normativas y por la actuación de abogados, llegado el caso, para poder determinar si el accidente fue un descuido provocado desde el lugar de trabajo. Esto puede ocurrir si no se siguen las normas de cuidado obligatorias. También, estas investigaciones permiten verificar si el trabajador no actuó de la manera adecuada o si, efectivamente, fue un accidente que no era posible prever.

Accidentes viales.

Los accidentes de tránsito o siniestros viales son aquellos en los que están involucrados peatones y conductores (de cualquier tipo de vehículo).

No es posible considerar un accidente una situación en la que, por ejemplo, un conductor maneje en estado de ebriedad y choca a una persona. En este caso, hay una negligencia por parte del conductor, que puede provocar la muerte de la otra persona, y es un hecho que está penalizado por ley.

Los accidentes viales pueden tomar múltiples formas: pueden ser colisiones frontales, vuelos en la ruta o en una autopista, atropellos o, incluso, choques.

Accidentes viales
Los accidentes de tráfico pueden involucrar tanto a dos vehículos que colisionan como a un vehículo y un peatón, entre otros ejemplos.

Accidente doméstico.

Un accidente doméstico involucra un daño o lesión que una persona sufre en el ámbito del hogar. Estos pueden ocurrir en distintos espacios:

  • En la cocina, una persona puede cortarse con un utensilio afilado, o quemarse con el uso de fuego y ollas;
  • En el baño, las caídas en la ducha (por el piso con jabón u otra sustancia resbalosa) son un evento fortuito.

Es importante poder contar siempre con un kit de seguridad que incluya gasas o apósitos elásticos para proteger la zona. También, si hay una herida de gravedad, es importante poder contactar con una ambulancia o con la asistencia de alguna persona cercana que nos ayude.

En geografía.

Desde la geografía, el uso del término accidente está vinculado con la forma que una superficie terrestre puede adoptar. Esto significa que, mientras más accidentada se considere esa zona, más elevaciones y pendientes, por ejemplo, puede presentar.

De este modo, el término se utiliza para señalar aquellas localizaciones que deben recorrerse con especial cuidado. En este tipo de situaciones, siempre es muy útil poder contar con alguien que habite la zona, o alguien que trabaje como guía allí, y nos indique por dónde ir y qué áreas evitar.

Veamos, a continuación, algunos accidentes geográficos comunes:

  • Acantilados: son extensos paredones de tierra que caen de forma vertical, muy pronunciado, sobre el mar. Son un accidente frecuente en la costa, y se forman como resultado del oleaje y las corrientes marinas sobre el espacio terrestre.
  • Valles: son canales entre montañas, que suelen estar acompañados de ríos. Son una de las formas más comunes de accidente geográfico, y pueden presentar grandes variaciones. Resultan de la erosión eólica e hídrica del terreno, a lo largo de miles de años.
  • Archipiélagos: son conjuntos, a menudo muy numerosos, de islas que se agrupan muy próximas entre sí. Son de origen volcánico, es decir, surgen como resultado de erupciones de magma que se han convertido en terreno sólido.
  • Volcanes: son grandes montes con un conducto y un cráter por el que salen gases, vapores y otros materiales total o completamente fundidos. Existen volcanes inactivos (que no han registrado erupciones en largo tiempo o en los que es casi imposible que ocurra una) y los activos, que son más peligrosos.
Accidente geográfico
En geografía, un accidente es el nombre con el que se conoce a terrenos y formaciones con un terreno irregular.

En gramática.

Con el nombre de accidente gramatical se conoce a las variaciones que ciertas palabras de la lengua pueden sufrir para indicar determinados rasgos. Veamos algunos de ellos.

Los sustantivos y adjetivos, por ejemplo, tienen dos accidentes:

  • Género: esta característica corresponde a una clasificación que muchas lenguas hacen de sus elementos, y permite clasificarlos dentro de las categorías de masculino (como aquel), femenino (como aquella) y neutro (como aquello), en ciertos casos.
  • Número: esta indica la cantidad de referentes en una oración o en un sintagma. En español, esta categoría se divide en dos: singular, cuando es una única persona, y plural, si son dos o más.

Por otra parte, palabras como un verbo no cuentan con el accidente gramatical género (a grandes rasgos, porque se trata de una acción o un proceso, y a estos no les corresponde este tipo de análisis). Sin embargo, cuenta con otras categorías:

  • Persona: esta categoría se divide en tres:
    • Primera persona: alude a quien expresa el mensaje, el yo de ese enunciado.
    • Segunda persona: alude a un vos (o un , según el país), es decir, a alguien que nos escucha.
    • Tercera persona: alude a un él o ella, es decir, a la persona de la que se está hablando.
  • Tiempo: son las formas en las que se ubica la acción descrita en el verbo dentro de tres categorías posibles, pretérito, presente o futuro. Cada lengua cuenta con múltiples manifestaciones, más o menos específicas, de estos tres tiempos.
  • Modo: describe si la acción expresa algo real (indicativo), algo hipotético o probable (subjuntivo) o una orden (imperativo).
  • Número: de igual significado que en los sustantivos y adjetivos.
  • Voz: expresa la relación entre verlo y sujeto:
    • Voz activa: la oración se construye de modo tal que se destaca la acción que el sujeto realiza. Un ejemplo es Los leñadores cortan el árbol.
    • Voz pasiva: el foco está en el objeto o la persona que recibe esa acción, por ejemplo El árbol es cortado por los leñadores.

En medicina.

Dentro de la medicina, el concepto de accidente está vinculado con una afección en la que el flujo de sangre que debe circular al cerebro se detiene. Esto se conoce como accidente cerebrovascular o ACV.

Las causas por las que un ACV puede ocurrir son múltiples, pero una de las más frecuentes es la aparición de coágulos que tapan una arteria del cerebro e impide que la sangre circule. Otra de las causas es cuando un vaso sanguíneo se rompe y sangra en nuestro cerebro.

Algunos síntomas de que estamos sufriendo un ACV incluyen:

  • Se adormece un lado del cuerpo (incluyendo rostro y brazos).
  • Hay dificultad al hablar y al comprender si una persona nos habla.
  • Aparece una sensación de mareo y de coordinación, que hace que podamos perder el equilibrio.
Mareo y desequilibrio
Uno de los síntomas de un accidente cerebrovascular es el mareo y la sensación de falta de equilibrio.

Existen algunos hábitos que ayudan a poder prevenir un ACV consisten en lo siguiente:

  • Llevar una alimentación adecuada e incorporar frutas y vegetales
  • Beber agua
  • Disminuir el uso de sal
  • Realizar actividad física con frecuencia
  • Evitar el tabaco y el alcohol
  • Controlar la presión y el colesterol

Por otra parte, los exámenes médicos anuales son también muy útiles para conocer si, en algún punto, tenemos riesgos de sufrirlo. Entre los exámenes que se efectúan, para conocer este riesgo están los exámenes cardíacos y, también, tomografías o resonancias magnéticas.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (25 de marzo de 2023). Definición de accidente. Tipos, características y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/accidente/

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