Según la definición del diccionario, el machismo es una actitud prepotente de parte de los hombres hacia las mujeres. Esto engloba a una conjunción entre formas de actuar, relacionarse o de comunicarse que resultan en una ofensa hacia el género femenino.
De todos modos, una descripción teórica no es suficiente. El machismo es definido como una modalidad de violencia que abarca muchas prácticas de discriminación, violencia física, violencia simbólica, violencia económica, violencia psicológica y otras.
La palabra machismo comenzó a estar más presente en la vida cotidiana gracias a las luchas del feminismo por visibilizar las múltiples violencias que afectan tanto a mujeres como a miembros del colectivo LGBTIQ+. Se trata de una realidad sistemática que se encargan de estudiar algunas ramas de las ciencias sociales, como la sociología, la antropología y la filosofía, por ejemplo.
Etimológicamente, machismo viene del latín masculus, cuyo significado es varón. Se trata del término macho sumado al sufijo -ismo que se utiliza de manera despectiva para referirse a los varones que ejercen violencia contra las mujeres.
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Violencia de género.
El machismo es considerado el principal causal de la llamada violencia de género. Esto es, una variedad de violencia que está ejercida por los hombres hacia las mujeres, y cuya motivación es básicamente el hecho de que las víctimas sean mujeres, o incluso el abuso de poder que se desprende de una sociedad desigual.
El punto cúlmine y acaso el más grave de los modos de expresión de la violencia de género es el llamado femicidio, en el que una mujer es asesinada simplemente por ser mujer. Se considera machismo pues es la educación machista la que lleva a un hombre a creer que puede disponer de una mujer de ese modo, como si fuera una propiedad que, o cumple con lo esperado, o se puede descartar.
Hay otras formas de violencia de género muy graves, y otras más simbólicas o difíciles de percibir. En cuanto a las graves, podemos enumerar el abuso sexual, la violencia física (golpes, empujones), la violencia psicológica y la manipulación económica. A las demás, más simbólicas, las trataremos en el apartado siguiente.
Micromachismos.
En la vida cotidiana hay múltiples conductas consideradas machistas, pero que parecen mínimas en función con otras manifestaciones violentas más graves.
En los últimos años, producto del estudio y del consenso entre investigadoras, se empezaron a nombrar estas conductas como micromachismos. Se trata de conductas pequeñas, acaso imperceptibles que, en conjunto, ponen a la mujer en un lugar inferior.
No son necesariamente violencias catalogadas como graves, sino que se engloban dentro de un sistema cuya lógica permite que la mujer sea discriminada, ninguneada o empobrecida, entre otras cosas.
En estos términos, podemos identificar a los micromachismos como aquellos gestos, actitudes, comentarios, modos de prejuzgar y otras pequeñas acciones que suceden en el ámbito de lo cotidiano y que contribuyen a generar una brecha mayor en la desigualdad entre hombres y mujeres. Esto genera que, sistemáticamente, las mujeres estén en un escalón inferior al del sexo opuesto en cuanto a lo social, lo laboral, lo jurídico, lo familiar y lo económico.
De esta inequidad es también que se desprenden las otras violencias, pues arman un terreno fértil para ejercerlas sin pagar consecuencias.
Algunos ejemplos de micromachismos (no todos, pues la lista es muy larga) son:
- El color rosa para las niñas y azul para los niños: No solamente los colores, sino que también las cocinitas para que jueguen ellas, y los coches de bomberos para que se entretengan ellos. Desde la infancia se imponen oficios y obligaciones para unos y para las otras, muy desiguales. La mayoría de los juegos de niñas son, de hecho, simulaciones de la maternidad.
- El marido «ayudando» en casa: Es muy habitual escuchar que un hombre que limpia, cocina o hace tareas de cuidado está «ayudando». Sin embargo, generalmente las mujeres también trabajan, con cargas horarias similares, y nunca se duda de que estas actividades sean efectivamente una obligación.
- La cuenta en el restaurante: Se sienta una pareja a comer, llega el momento de pedir la cuenta y, aunque la pida la mujer, le traen el resumen al hombre. Se asume que él debe pagar y no solamente eso, sino que se asume que es el que tiene los medios económicos para hacerlo.
- El «padrazo»: Se le dice «padrazo» a los hombres que cambian pañales, cocinan, llevan a los hijos al jardín o a la escuela, etc. En el caso de las mujeres, simplemente se les dice «madres», porque se asume, una vez más, que no está haciendo más que cumplir con sus obligaciones irrenunciables.
- La amistad entre el hombre y la mujer no existe: Esta falsa afirmación da lugar a muchas situaciones de acoso, en las que la mujer dice que no pero se invisibiliza, como si siempre tuviera que estar dispuesta y no hubiera una excusa válida.
- Mansplainning: El mansplainning es lo que sucede cuando un hombre le explica a una mujer algo que ella no le preguntó, a veces incluso sin saber más que ella. Es muy habitual de parte de hombres sin un título acorde que le discuten a una profesional, como si supieran más que ellas simplemente por ser varones.
- La carrera profesional: En el caso de los hombres, nunca se cuestiona que sigan con su vida profesional, aun habiendo tenido hijos. En el caso de las mujeres, sin embargo, se ve como un sinónimo de «mala madre» el poner las prioridades sobre cualquier cosa que no sean sus pequeños.
- Como una nena: Corrés como una nena, llorás como una nena, hablás como una nena, etc. Asociar la feminidad con lo débil o con lo inferior es una forma de micromachismo que cala en las infancias y que luego se convierte en menosprecio por parte de adultos que fueron educados de este modo.
Algunos reclamos en contra del machismo.
En los últimos años se levantaron internacionalmente muchísimos movimientos feministas que buscan acabar con las violencias machistas, tan internalizadas en la sociedad.
Los reclamos que surgen de estos movimientos son variados, pero todos coinciden en la exigencia del cese de los feminicidios, la violencia de género y la trata de personas con fines de esclavitud sexual.
Algunos reclamos más, que pesan muy fuerte y que están cambiando legislaciones a lo largo de todo el globo, son el aborto legal, la eliminación del techo de cristal y la extensión de licencias por paternidad, entre otras cosas.
Citar este artículo
Krause, G. (31 de mayo de 2022). Definición de machismo. Violencia de género, micromachismos, feminismo. Definicion.com. https://definicion.com/machismo/