Definición de sustantivo propio

Sustantivo propio es el nombre que, desde la gramática, recibe un tipo de palabra con la cual se identifica a un ser o una entidad.

Al origen de este término podemos encontrarlo en las siguientes palabras.

• Sustantivo: proveniente del término latino substantivus, alude a aquello que tiene una sustancia, o aquello que existe. Es el término con el que se designan las palabras que nombran seres, objetos, personas y otros.
• Propio: del latín proprium, señala aquello que pertenece o identifica a alguien.

Una categoría más amplia: los sustantivos.

Los sustantivos propios, también denominados nombres propios, son una subclase de un grupo más grande, los sustantivos.

Estos son utilizados para nombrar, es decir, para señalar o designar un elemento (cuaderno, mi hogar), una persona (María, mi madre), un objeto (silla, casa), un ente inanimado (una raíz cuadrada, la libertad). Pueden nombrar también eventos (la guerra), cualidades (la bondad), elementos comunes contables (un kilo de pan) o sustancias que no pueden cuantificarse (agua).

Estas múltiples posibilidades hacen que los sustantivos se clasifiquen en múltiples grupos (propios, comunes, contables, incontables, abstractos, entre otros).

Sin embargo, todos tienen en común una característica: cuando nos encontramos con una oración, son el núcleo de ella. ¿Qué significa esto? Significa que el único tipo de palabra que puede llevar a cabo la función de sujeto es el sustantivo, cualquiera sea su clase y tipo.

Veamos algunos ejemplos:

• María me dijo que iríamos a comer afuera, pero nunca vino.
• La libertad es algo que todos los filósofos analizaron.
• Fumar es perjudicial para la salud.
• Yo quiero un kilo de pan.

En esos ejemplos, los vocablos María, libertad, fumar y yo constituyen el sujeto de las oraciones. 

La función de sujeto es llevada a cabo por el término que realiza la acción descrita en el verbo; dicho de otro modo, es el quién de la oración.

Mayúscula.

Por otra parte, una característica con la que los sustantivos propios cuentan es que son reconocidos dentro de una oración gracias a la mayúscula inicial. La mayúscula se opone a la minúscula, es decir, una letra cuya grafía es de menor tamaño.

El uso de la mayúscula inicial, particularmente en español, está casi exclusivamente limitado a los sustantivos propios. Por convención, y de acuerdo con la ortografía, no utilizar una mayúscula inicial en estos sustantivos se considera un error.

Si en la actualidad la mayúscula está limitada a ser inicial (como en los nombres propios) o sostenida (como en siglas, por ejemplo CIA), en la antigüedad su uso se extendía a todo el sistema de escritura.

Consideremos, por ejemplo, la antigüedad romana: en aquella época, se utilizaba la mayúscula cuadrada, con fuertes líneas rectas y muy pocos usos de serifas (es decir, los pequeños remates o adornos que algunas letras pueden tener). 

Posteriormente, su uso comenzó a modificarse y a limitarse a distinguir solamente las palabras que aludieran a personas, ya que la minúscula carolingia comenzó a ser utilizada con frecuencia. Esta, creada hacia el siglo IX d. C. durante el imperio de Carlomagno (742-814), es la base de la actual minúscula.

Tipos.

Veremos, a continuación, algunos tipos de sustantivos propios que existen en nuestra lengua.

Antropónimos.

Los nombres de personas así como los apellidos, constituyen la lista más conocida de sustantivos propios. Veamos algunos ejemplos:

• Nombres propios:
  • Ana
  • María
  • Esteban
  • Lucas
  • Carlos
  • Juana
  • Martín
  • Emilia
• Apellidos:
  • Pérez
  • Hernández
  • Martínez
  • Roca
  • Arroyo
  • Fernández
  • Casas

Muchos de los apellidos que en español existen derivan de nombres, y se utilizaban con el significado de hijo de. Así, Martínez significa hijo de Martín; González significa hijo de Gonzalo, entre otros.

Los nombres de persona cuentan, además, con la particularidad de que en muchos casos pueden ser adaptados a la lengua de cada país.

Veamos los siguientes casos:

• Pedro, en español, equivale a Pierre en francés y a Peter en inglés.
• Ana, en español, puede traducirse como Anne, en inglés.
• Guillermo, en español, adopta la forma William en inglés, y Wilhelm en alemán.
• Juan puede transformarse en John, en inglés, y es Jean en francés.

Topónimos.

Del griego τόπος, topos, es decir, lugar, y ονομα, ónoma, es decir, nombre, los topónimos son las palabras que aluden a territorios geográficos. Son válidos tanto para países como para localidades, islas, y otros:

• España
• Estados Unidos
• Bélgica
• Argentina
• Brasil
• China
• Japón
• India
• Rusia
• Buenos Aires (capital de Argentina)
• Toledo (comunidad autónoma de España)
• Islas Baleares (archipiélago español)

La particularidad de los topónimos es que, en algunos casos, pueden traducirse. Veamos a continuación algunos ejemplos:

• Estados Unidos es United States.
• Francia es France.
• Alemania es Germany en inglés y en alemán es Deutschland.

Dioses.

Los nombres de los dioses, en las diferentes culturas, son también sustantivos propios y, como tales, se escriben con mayúsculas.

Veamos a continuación algunos nombres:

• En la mitología griega: Zeus (dios del cielo y de los truenos, el más importante de todo el Olimpo), Apolo (dios de la música, las artes, la poesía y la naturaleza) y Artemisa (diosa de la caza, la virginidad y los nacimientos). También, Hera (diosa del matrimonio, el cielo y las estrellas), Atenea (diosa de la sabiduría, la justicia y protectora principal de la ciudad de Atenas) y Poseidón (dios de los mares y los terremotos), entre otros;
• En la mitología romana: Júpiter (equivalente de Zeus), Neptuno (equivalente de Poseidón), Minerva (equivalente de Atenea), entre otros;
• En la mitología hindú: Ganesha (con cuerpo de humano y cabeza de elefante, es quien protege contra la violencia, la negatividad y el odio) y Shiva (dios de la destrucción y de la transformación; su nombre significa el benévolo y es la imagen de lo masculino). Parvati (la sustancia de la que el Universo está constituido, es también la representación de lo femenino), Brahma (dios de la creación), Durga (diosa madre del universo, es la fuerza femenina en su estado más pacífico), entre otros.

Conceptos relacionados.

A continuación, veremos algunos conceptos que se vinculan con el estudio y la historia de los nombres propios.

Uno de ellos es la onomástica, es decir, un área de la lexicografía en la que se estudian, analizan y clasifican los nombres propios. 

Abarca múltiples tipos de estudios específicos, como la antroponimia (nombres de humanos), la toponimia o la bionimia, incluso (estudio de nombres de seres vivos como plantas, animales y otros). 

Además, y en relación con los nombres de las personas, encontramos el concepto de onomástico. Esto alude a, en la tradición cristiana, la festividad que tiene lugar un día al año ya que es el día de un santo.

Históricamente, los recién nacidos eran nombrados en función del santo que se conmemoraba el día de su nacimiento. Veamos algunos ejemplos:

• El 19 de marzo es el día de San José, esposo de la Virgen María. 
• El 15 de mayo es el día de San Isidro, patrón de los trabajadores agricultores.
• El 18 de enero se homenajea a Santa Margarita de Hungría, quien dedicó su vida a predicar la palabra de Dios como una monja.
• El 13 de septiembre se conmemora a San Juan Crisóstomo, uno de los cuatro padres de la Iglesia oriental.

En la actualidad, la tradición de llamar a los recién nacidos por el santo o la santa que corresponde ese día ha caído en desuso. Sin embargo, continúa siendo practicada.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de marzo de 2023). Definición de sustantivo propio. Tipos, historia y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/sustantivo-propio/