Puntualidad es un vocablo que hace alusión al cuidado que una persona tiene para poder cumplir con un objetivo, o llegar a algún destino, en el horario y día acordado con otra persona.

Este sustantivo abstracto proviene de otro sustantivo, puntual, que tiene origen en el latín punctum, es decir punto. Esta palabra, en español, puede utilizarse también con términos como diligencia, exactitud, precisión o incluso plazo límite. Se utiliza para hablar sobre alguien que actúa en conformidad con límites de fecha y tiempo preestablecidos.

La puntualidad es considerada un elemento positivo en las personas, de modo general; sin embargo, su ausencia es también un factor común. Es valorada de diferentes maneras en función del país, y de la sociedad, ya que es un valor consensuado de manera social. De igual modo, es también un factor valorado de diferentes maneras en diferentes contextos de una misma sociedad.

Puntualidad y agenda
La puntualidad se caracteriza por la organización adecuada de tiempos de una persona.

Cómo calcular la puntualidad.

La puntualidad, cuyos sinónimos pueden ser llegar (a algún lugar) a tiempo o entregar (algo) a término, es un hábito que se incorpora a la vida de las personas. Para poder medir ese tiempo, y poder establecer un límite (por ejemplo, llegar a un horario específico a un lugar determinado), las personas utilizamos instrumentos que señalen con precisión la hora, es decir, el momento del día en el que nos encontramos. El elemento más extendido en nuestra sociedad para tal medición es el reloj.

Este instrumento, que segmenta el tiempo en tres unidades distintas (horas, minutos y segundos), puede tomar múltiples formas:

  • Un reloj digital (que señala la hora exacta en una pantalla)
  • Un reloj analógico (que indica la hora con manecillas o agujas)
  • Un reloj de sol
  • Un reloj de bolsillo
  • Un despertador
  • El reloj de un teléfono

Este elemento, de uso tan cotidiano en la sociedad por todas las personas, es elemental para la existencia diaria. Las personas nos servimos del tiempo para (además de llegar con puntualidad a algún lugar) saber cuánto tiempo nos queda hasta una próxima actividad, cuánto falta para que llegue alguien, cuánto demora algo en cocinarse o en cuánto tiempo nos llega un paquete a nuestro hogar.

Hora mundial
Los relojes son un elemento esencial para la vida cotidiana.

El control del tiempo es fundamental en nuestra cotidianeidad. Junto con el calendario, que segmenta el año en días, es la manera en la cual todos tenemos una referencia idéntica, con un muy pequeño margen de error y sin importar el lugar del mundo en el que nos encontremos.

La puntualidad y el contexto social.

El estar a tiempo es una práctica o una actitud que tiene un factor crucial: es un vínculo con los otros. En este sentido, se construye sobre la base de nuestras relaciones con otras personas; no tiene el mismo valor en todos los contextos ni significa lo mismo para todas las personas, ni mucho menos en todas las sociedades. De este modo, la puntualidad es un elemento que tiene un fuerte componente cultural.

Hay culturas o países en los cuales una invitación a una reunión informal, a una hora específica, presupone de los demás que lleguen a la hora precisa. Llegar tarde, aún en una circunstancia informal y de confianza, se considera una falta de respeto por los demás invitados y quienes son anfitriones del evento. Sin embargo, en otros lugares, indicar que una reunión informal empieza a una hora tiene como mensaje indirecto que no se espera a los invitados en el horario preciso, sino unos minutos más tarde, incluso una hora más tarde.

Este tipo de acuerdos sociales es, como bien se ha mencionado, contextual. No se interpreta de la misma manera poder asistir 30 minutos más tarde a una reunión informal que hacer lo mismo en un contexto más formal. La asistencia a lugares de trabajo, por ejemplo, supone de parte del trabajador una llegada a término.

Hay lugares de trabajo que, además, llevan registro de la puntualidad para incorporarlo a los salarios como modo de recompensa por la llegada a tiempo. De igual modo, las continuas llegadas tarde y las ausencias reiteradas a la jornada laboral pueden contribuir con que, a largo plazo, se rescinda el contrato laboral con esa persona.

En otros espacios de la vida social, la puntualidad es un factor fundamental para el funcionamiento adecuado de ciertas actividades. Un ejemplo puede ser un aeropuerto.

Aeropuertos
Los aeropuertos se caracterizan por la puntualidad en vuelos, para ofrecer un mejor servicio a sus pasajeros.

Es común que quienes realicen un viaje en avión de un punto a otro necesiten, entre su salida y su destino, un vuelo extra. Este vuelo extra se contempla en el denominado vuelo con escalas, que supone un punto intermedio entre dos aeropuertos. Allí las personas pueden realizar escalas que duran algunas horas e incluso gran parte del día; tales tipo de vuelos son más económicos, pero suponen muchas más horas hasta llegar a destino.

Por tal motivo, la puntualidad y la precisión en los horarios es casi obligatoria: hay aeropuertos como en Argentina que, en caso de realizar vuelos internos, se precisa una hora de adelanto hasta estar en la sala de embarque. Cuando el vuelo es internacional, se precisa hasta tres horas de anticipación para ingresar a la sala de embarque.

Pasado el tiempo de espera, la persona no puede ingresar allí y pierde su vuelo. Por tal motivo, la puntualidad entre vuelo y vuelo es fundamental, ya que puede llevar a que una persona pierda el próximo vuelo. Cabe destacar que este factor no depende del pasajero, sino de la gestión que desde el aeropuerto debe hacerse.

Cómo trabajar en la puntualidad.

La puntualidad es, además de un factor cultural y social, un hábito que se le ha sido inculcado a alguien, o bien algo que ha aprendido con el tiempo. Como tal, si el hábito no está construido, es posible trabajar sobre él y mejorarlo si afecta en nuestro día a día.

Además de poder ayudarnos a llegar a tiempo a algunos lugares, la puntualidad supone también organización. Para poder llegar a tiempo a un lugar, antes deben realizarse ciertas actividades que permita acomodar nuestro cronograma para, a futuro, llegar a término.

Agenda y registro
El registro de nuestras actividades puede ser útil para descubrir qué nos hace ser impuntuales.

Una primera manera de comenzar a trabajar en este hábito es iniciar un registro, más o menos detallado, sobre cada actividad que debemos realizar en el día. Esto permite que veamos con claridad el panorama diario y que podamos organizar con antelación las actividades que nos lleven más tiempo. Por ejemplo, si sabemos que durante la mañana necesitamos una hora para desayunar y alistarnos a salir, podemos planificar temporalmente levantarnos unos minutos antes para poder hacer todo y salir a tiempo.

El registro de actividades puede hacerse tanto en una agenda como desde un teléfono. Existen múltiples herramientas con las cuales poder incorporar tareas, citas y recordatorios de manera simple. Incluso, estas herramientas permiten personalizar las alarmas y que se nos informe, con varias horas de antelación, que tenemos un pendiente. Esto nos refresca la agenda diaria, y permite que nos acomodemos al tiempo disponible hasta llegar a ese momento.

En este sentido, también es útil, si frecuentemente llegamos justo a tiempo o con minutos de retraso, planificar llegar con anticipación. ¿Qué significa esto? Que si debemos llegar a un lugar o encontrarnos con alguien a las 10:30, organicemos nuestras actividades para poder llegar con 15 minutos de anticipación. Esto nos permite contar con un margen de tiempo que es favorable para nosotros: si surge algún imprevisto camino al encuentro, incluso así llegaremos a tiempo.

Otra razón por la cual es común que las personas falten a la puntualidad es el exceso de tareas. Muchas veces, para ayudar a otros o para ser amables con sus compañeros de trabajo, las personas suman actividades extras que añaden minutos a sus obligaciones y que retrasan tareas posteriores. Es importante reconocer qué actividades son prioritarias y cuáles no (y cuáles llevan a que nos atrasemos) y tratar de darle más valor a nuestro tiempo de trabajo y de descanso.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (10 de agosto de 2022). Definición de puntualidad. Cómo calcularla y cómo ser más puntuales. Definicion.com. https://definicion.com/puntualidad/