La palabra “perspectiva” proviene del latín perspectivus que, a su vez, proviene del concepto perspicere, que significa observar o mirar a través de algo.

Actualmente, el significado del concepto hace referencia a enfoque, o la manera mediante la cual se observa, se analiza, se describe o se considera algo. Es el punto de vista a partir del cual consideramos alguien o algo.

Tiene uso en diferentes disciplinas, pero en todas hace referencia a esta idea de la forma en la cual se mira algo. Aquí trataremos de mostrar cómo se define desde el arte, cuáles son sus características y algunos ejemplos útiles. ¡Comencemos!

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La palabra perspectiva hace alusión al punto de vista desde el cual observamos algo.

Perspectiva y arte.

En el ámbito artístico, la perspectiva es la modalidad gracias a la cual los objetos y sus formas son representados en función de cómo aparecen a la vista. Lo interesante aquí es que logran plasmar, en un plano bidimensional, una construcción realizada en tres dimensiones: esto permite que percibamos el fondo, el espacio, la profundidad en la imagen, el volumen, y demás características o particularidades que, sin la perspectiva, no podríamos mirar.

Fines del medioevo: Giotto.

Uno de los períodos culturales durante el cual la perspectiva cobró una gran importancia es el Renacimiento: sin embargo, para empezar a ver desde cuándo tomó relevancia, debemos remontarnos a algunos años más atrás, más específicamente al último período de la Edad Media.

Encontraremos en esta época al artista y muralista Giotto di Bontone, más conocido como Giotto: es gracias a quien se realizó, de cierto modo, el pasaje entre el arte medieval y el arte renacentista o, al menos, es uno de los impulsores de este cambio en el mundo artístico. Formado con un maestro más orientado a un estilo bizantino, el aprendiz pronto empezó a incorporar modalidades más realistas de representar en sus obras. Las leyendas sobre su persona afirman que sus habilidades en el dibujo estaban tan bien trabajadas que, en una ocasión, su maestro intentó espantar una mosca de la pared y luego se percató de que era un dibujo de su joven alumno.

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«El beso de Judas» (1305), de Giotto: Las figuras humanas tan realistas, y el uso tridimensional de las imágenes, abrió el panorama artístico bajomedieval a nuevas técnicas.

Dejó de lado las figuras planas, y apuntó a buscar el volumen en ellas (además del uso de claroscuros en su obra). Si bien su empleo de la perspectiva era bastante menos complejo que el posterior empleo que tuvo, dado que tampoco tenía grandes conocimientos en anatomía o en estudios específicos sobre perspectiva, sí abrió el camino a la pintura de tres dimensiones en la Europa de la época. Logró infundirle, también, una gran emotividad a sus pinturas (hasta esa época, la ausencia de expresión o no gestualidad eran la clave para las pinturas particularmente religiosas). Se sirvió también del empleo del escorzo, técnica gracias a la cual las imágenes parecen sobresalir de la pintura, o que se orientan hacia quien la está observando.

Renacimiento: Da Vinci.

El famoso pintor, escultor, anatomista e ingeniero (entre otras profesiones) italiano fue quien, hacia fines del siglo XV, instaura definitivamente el empleo de la perspectiva que hacia el período anterior se había cultivado.

Consideraba que el efecto que la perspectiva otorgaba contribuía con elevar las pinturas a la excelencia artística, ya que permitían poner en papel la forma en la que el ojo observaba de una manera muy precisa, por lo que se abocó a perfeccionar esta técnica.

Hacia mediados del siglo XV, Da Vinci incluye la noción de “perspectiva aérea” en uno de sus tratados sobre arte. Allí indicará que lo que hay que tener en cuenta es que, a medida que un objeto está más alejado del ojo humano, menor será la claridad con la que podrá contemplarse. Por tal razón, hay que respetar esta limitación y quitarle precisión a medida que lo representado está a mayor distancia.

También se le denominó perspectiva atmosférica, dado que la atmósfera, y su efecto visual (como por ejemplo el agua, el polvo en el aire, o la humedad que uno desee plasmar en un lienzo) eran fundamentales para saber discernir qué elementos serán más precisos y cuáles más difusos.

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La perspectiva aérea implica diferenciar los elementos que se encuentran en un primer plano, y hacerlos más nítidos, y a aquellos más alejados, menos nítidos.

Tipos de perspectiva.

Describiremos brevemente algunos de los usos que la perspectiva tiene en la pintura o en el dibujo:

  • De un punto de fuga: también llamada perspectiva paralela, los objetos que se representarán son observados de frente. Así, hay un “punto” que se encontrará a la altura de los ojos de quien observa, y es en ella donde todos los elementos representados convergerán.
  • De dos puntos de fuga: u oblicua, aquí el foco ya no es un punto, sino más bien un ángulo. Esto quiere decir que la representación que hagamos y se plasme se asemejará mucho más a cómo la ve nuestro ojo.
  • De tres puntos de fuga: también denominada aérea, esta perspectiva nos permite mirar un objeto ya sea desde abajo o desde arriba. Es decir, si miramos un objeto desde abajo, el punto se fuga se ubicará por encima de este objeto. Por el contrario, si a nuestro objeto lo observamos desde arriba, su punto de fuga se ubicará debajo de él.
  • Con cero puntos de fuga: con esta modalidad, nos encontraremos con que no hay ninguna línea paralela o punto alguno desde el cual podamos observar una forma. Es frecuente en el dibujo de paisajes, o en fotos sobre ellos.
  • Escorzo: como mencionábamos, el escorzo es una técnica visual mediante la cual un objeto es colocado de manera tal que parece “acortado” respecto de donde lo observa el espectador. Se presenta toda la figura para que lo observe, y tal adecuación de toda esta imagen al espacio (al lienzo, por ejemplo) creará esta ilusión. Una particularidad de esta modalidad de construir perspectiva es que los objetos representados, de cierta manera, se “modificarán”. Un círculo, por ejemplo, con esta técnica se asemejará más a una elipsis que a un círculo propiamente dicho; también, si dibujamos un cuadrado, tendrá una construcción más trapezoidal que estrictamente de “cuadrado”. Hay pinturas como la “Lamentación sobre Cristo muerto” (1476, aproximadamente), del pintor Andrea Mantegna, que es representativa de esta modalidad. En ella, se observa a Cristo, ya fallecido, en posición vertical sobre una mesa de mármol: el espectador verá frente a sí a un hombre desde la punta de su cabeza hasta la planta de sus pies, es decir, dibujado en su totalidad. Gracias a esta técnica, que combina de una forma muy cuidadosa el juego de luces, colores y perspectiva, se la ha considerado uno de los retratos más crudos sobre lo que aquella situación representa.
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La perspectiva no deja de ser una ilusión óptica, gracias a la cual se construye la ilusión de tridimensionalidad y profundidad.

¿Cómo se produce la perspectiva?.

Encontraremos que hay diferentes formas de crearla: con una modalidad más “rústica”, el empleo de un lápiz, sobre un lienzo o un papel, es la forma más tradicional de realizarlo.

Por otra parte, es común también que actualmente, y con lo avanzado del ámbito digital y tecnológico, se empleen diferentes programas, o software, que permitan generar dibujos tridimensionales. Estos son muy útiles para quienes realicen trabajos como en arquitectura, ingeniería, diseño gráfico, etcétera.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (27 de enero de 2022). Definición de perspectiva. Historia, uso en el arte y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/perspectiva/