Definición de fuerza física

La fuerza física es un concepto que puede definirse como la cantidad de tensión que se aplica sobre otro cuerpo para sortear su resistencia. De esta forma, es posible moverlo o trasladarlo de lugar. 

Es un concepto que se compone de dos partes:

• Fuerza: proviene del término latino fortia. Alude a la capacidad de poder mover algo, de tener vigor.
• Física: del griego φυσικός, physikós, se vincula con naturaleza (el término physis se relaciona con phyen, que significa nacer o crecer).

De esta manera, podemos considerar este término desde una perspectiva científica, estrictamente vinculada con la física. Sin embargo, también podemos concebir este concepto desde su dimensión social y cultural, y desde el valor histórico que la fuerza física, como símbolo, ha tenido en la sociedad.

Fuerza física en su dimensión científica.

Para poder describir la fuerza física en su dimensión científica, veamos cómo se compone.

La fuerza se define, desde esta ciencia, como un fenómeno (una magnitud) o una acción: gracias a la fuerza, se modifica el estado de reposo en un cuerpo. 

Hemos mencionado que la fuerza es una magnitud: esto significa que es una propiedad medible en algún tipo de unidad. El tiempo se mide en segundos o minutos; la longitud, en centímetros o metros; la temperatura en grados centígrados, entre otras.

En el caso de la fuerza, su medida es el newton, que se simboliza con una N, y la manera de calcularla es con la siguiente fórmula:

F = m.a

“F” es la fuerza que se necesita para desplazar un cuerpo, “m” es masa (o peso) y “a” es la medida de aceleración, que se calcula en m/s², es decir, metros por segundo al cuadrado.

Fuerza física y cuerpo humano.

Otra forma de comprender el concepto es pensándolo desde una perspectiva más vinculada con la anatomía. En este sentido, el cuerpo humano tiene la capacidad de poder realizar múltiples acciones que, si se trabajan y entrenan específicamente, pueden potenciarse.

El desarrollo que podemos alcanzar nos permite concebir al cuerpo como una herramienta de trabajo, gracias a la flexibilidad, la resistencia y la elasticidad: aquí entra en juego también la fuerza. Estos cuatro elementos se conciben como capacidades físicas elementales. De este modo, entre los múltiples ejemplos de ejercicios que podemos hacer para el desarrollo corporal, están los ejercicios de fuerza física. 

Este tipo de entrenamientos se realiza para poner más esfuerzo sobre los músculos. Esto se realiza aplicando resistencia, o peso, sobre los músculos. Si se aplica resistencia, hay un gasto mayor de energía para desplazar esa resistencia; si se aplica peso, el ejercicio específico cuesta más, y hace que los músculos trabajen con más carga para desarrollarse.

Es importante, al momento de realizar este tipo de ejercicios, contar con un profesional (un entrenador o una entrenadora). También, es importante, en caso de que se tenga alguna lesión en algún músculo, informar esto, señalar los ejercicios que nos están restringidos, y no forzarnos.

El trabajo de fuerza puede realizarse de múltiples maneras, ya que existen muchas áreas con las cuales trabajar. Por ejemplo, una disciplina tradicional que trabaja la fuerza física es la halterofilia.

Este deporte consta de un entrenamiento muy intenso de los músculos para aumentar la fuerza. Se levanta el máximo peso posible (lo que el cuerpo del deportista pueda resistir) por arriba de la cabeza.

Sin embargo, no es la única manera de trabajar la fuerza. Hay algunas maneras de hacer este trabajo en, por ejemplo, un gimnasio, y utilizando las máquinas que allí hay:

• Hipertrofia: denominado en la lengua común “crecimiento del músculo”, es una forma de entrenamiento en la cual aumenta el volumen de la fibra muscular. Este tipo de ejercicios trabaja aumentando progresivamente el peso con el que se hacen las rutinas, y con sus respectivos descansos.  
• Ejercicios en circuitos: también llamado circuit training, es una modalidad en la que se hacen ejercicio con pequeños descansos entre uno y otro. La duración de cada uno puede hacerse por tiempos (treinta segundos, hasta un minuto usualmente) o por repeticiones. Se puede trabajar en bloques de, por ejemplo, 5 ejercicios por circuito, y la duración total es de 5 circuitos. Una vez que termina el primer circuito, se hace un descanso predeterminado (entre uno o tres minutos) y se continúa con los restantes.

En estos tres ejemplos sobre el desarrollo de la fuerza física es importante respetar no solo los pesos indicados, y las repeticiones, sino también los descansos. En el descanso se incluyen qué días se trabaja uno u otro grupo muscular, también un hábito adecuado del sueño (con 7 horas al menos) y hábitos de alimentación saludables.

Existen otro tipo de ejercicios que entrenan la fuerza física sin recurrir a elementos externos, y se denomina calistenia. Del griego καλλος, kallos, que significa belleza, y σθενος, sthenos, es decir fortaleza, es un tipo de entrenamiento que se realiza, en la forma más tradicional, sin ningún tipo de carga adicional.  

Se ha popularizado en los últimos años ya que se presenta como una alternativa para una ejercitación de resistencia y de fuerza poco común. Se desarrolla, además, la flexibilidad y la coordinación. Es un trabajo muy completo, y puede realizarse en cualquier lugar (el hogar, un parque, al aire libre, en un gimnasio).

La fuerza y resistencia se puede trabajar con ejercicios estáticos, muy complejos, y que demandan una alta fuerza muscular. También hay otros más dinámicos, con giros que, si se realizan sin un buen trabajo previo en el cuerpo, puede provocar una lesión. 

Fuerza física como valor cultural: historia.

A lo largo de nuestra historia como cultura, hay ciertos valores que han perdurado desde hace mucho tiempo atrás. Si nos remontamos a la Antigua Grecia, vemos el género, o el sexo, tenía un estrecho vínculo con la dimensión política: los hombres eran ciudadanos libres, que protegerían a Atenas. A las mujeres no les correspondía tal honor, ni tampoco la categoría de ciudadanas, ya que sus labores eran otras.

A esto, se le sumaban algunos valores particulares inherentes a esta función de protección asociada con lo masculino. La areté griega señalaba a alguien virtuoso, que representara la perfección y la excelencia:

• había que ser justo
• había que ser equilibrado, moderado
• había que ser valiente

Esta característica se asemeja a la virtus romana.

Hay personajes históricos que representan este tipo de valores: en Grecia, encontramos a Heracles (en la tradición romana fue llamado Hércules). Este dios, hijo de Zeus y Alcmena, se distinguió por tener una fuerza extraordinaria desde muy pequeño. Está considerado uno de los arquetipos culturales sobre la fuerza, la virilidad y la valentía.

En otra tradición cultural, la Biblia, existe un personaje que se asocia con la fuerza también. Él es Sansón, sobre quien se señala en este libro que poseía una fuerza superior a la de cualquier mortal, que le era infundida por Dios. Es considerado el hombre más fuerte de la Biblia, y el encargado de liberar, en aquel momento, al pueblo de Israel de los filisteos.

Como estos dos ejemplos, existe también un ejemplo femenino tradicional. Ella es Cirene (del griego Κυρήνη), una ninfa guerrera que optó por dejar de lado las tareas tradicionales de las mujeres de la época que vivía en montañas, bosques, y cuidaba rebaños.

La mitología cuenta que su fuerza física y valor era tal (llegó a matar un león con sus propias manos) que enamoró a Apolo, el dios de la música y la adivinación. Este personaje destaca ya que, como la historia lo señala, tales tareas (la fuerza física, la defensa, la lucha cuerpo a cuerpo) no eran características asociadas a lo femenino.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (13 de julio de 2022). Definición de fuerza física. Perspectivas, historia y personajes. Definicion.com. https://definicion.com/fuerza-fisica/