El músculo es, en la anatomía, un órgano o compuesto de tejidos fibrosos. Gracias a que se contraen y se relajan o extienden, permiten el movimiento en el cuerpo.

Los tejidos fibrosos de los que el músculo se compone se llaman también fibras contráctiles.

El cuerpo humano tiene más de 600 músculos en total, ubicados en diferentes partes del cuerpo. Todos tienen una utilidad específica en función de dónde se ubican.

Atletas corriendo
Los seres humanos tenemos alrededor de 650 músculos distribuidos en todo el cuerpo.

Origen del término.

La palabra tiene su origen en el vocablo del latín muscŭlus. Esta, a su vez, surge del término griego μῦς, que significa “ratón”. Es común que algunos términos relacionados con la medicina o la anatomía tengan su origen en palabras relacionadas con animales. Veamos un ejemplo:

  • La palabra cáncer proviene del griego καρκίνος, karkínos, utilizado para señalar al cangrejo, pero también se usaba para hablar de una úlcera dañina. Se lo denominó de este modo desde lo metafórico:
    • Por la dureza del tumor, que se asemeja al caparazón de este animal (de acuerdo con lo sugerido por Hipócrates);
    • Cómo la lesión en órganos parece ramificarse: esto se asemeja a las patas y pinzas de este animal, que son varias.

En este sentido, músculo se asoció con la palabra ratón porque en aquella época se notaron similitudes entre el bíceps (músculo) y este roedor:

  • La parte central del músculo se asemeja al cuerpo del animal;
  • El tendón recuerda a su cola.

Tipos de músculo.

Una primera forma de clasificar los músculos se asocia con el tejido del que se componen y con cómo funcionan. Para poder comprenderlos, cabe definir dos pares de conceptos:

En primer lugar, estriado y no estriado. Serán estriados los músculos con las siguientes características:

  • que son rojos,
  • que tienen una alta velocidad al momento de contraerse,
  • que están dentro de los huesos gracias al tendón.

En segundo lugar, los conceptos voluntario y no voluntario:

  • Serán del primer grupo si pueden contraerse a voluntad de la persona.
  • Serán del segundo aquellos sobre los que no tenemos poder de elegir cuándo contraer: por ejemplo, el corazón.
Corazón
El corazón se ubica en el grupo de músculos involuntarios, ya que funciona por sí mismo.

Así, clasificaremos los músculos en tres grupos:

Músculo esquelético.

El músculo esquelético es uno estriado y voluntario. Va unido al hueso (o al esqueleto), y por ello es que mueven al hueso cuando se contraen y cuando se relajan.

Músculo liso.

El músculo liso se denomina también musculatura lisa. Se compone de fibras muy delgadas, y hay dos grupos:

  • El multiunitario: se encuentra en las paredes arteriales, en las bronquiales, y es también el que ayuda a que el ojo se dilate. Las células que lo componen son independientes entre sí.
  • El unitario (o visceral, ya que está en las vísceras del aparato digestivo). Este funciona como un todo, por lo que no hay independencia de movimiento en las células.

Músculo cardíaco.

El músculo cardíaco se ubica únicamente en las paredes que rodean al corazón. Se le denomina también miocardio. Es, como el esquelético, un músculo estriado.

Grupos musculares.

Una división común sobre los más de 600 músculos que componen el cuerpo humano se hace en grupos. A grandes rasgos, son cinco: hombros, pecho, espalda y abdomen, brazos y finalmente piernas.

Esta división suele ser muy útil, en particular, para quienes realizan ejercicio físico. Es muy importante conocer cómo trabajar en cada parte del cuerpo, con qué intensidad debe hacerse, con qué frecuencia y con cuántas repeticiones. ¿Cuál es la finalidad de esto? Evitar lesiones y trabajar los músculos de manera adecuada.

Espalda y brazos
Es importante que el trabajo de los músculos se haga con un profesional.

Lo ideal, en este sentido, será tener un profesor o un instructor haya estudiado y sea quien oriente a la persona durante toda su actividad. Es también adecuado contar con un profesional en caso de que ya haya una lesión de cualquier tipo, o también si se está en proceso de rehabilitación. Es importante poder trabajar el músculo para contribuir con dos aspectos:

  • reactivar la movilidad en esa área
  • fortalecerlo

Cabe destacar que en el trabajo físico, más que el trabajo sobre un músculo, se trabaja en conjunto de músculos: de ahí la clasificación en grupos.

El pectoral (que no es un músculo per se sino un grupo de ellos), los cuádriceps y el músculo dorsal se engloban en los grupos musculares grandes. Tienen una alta cantidad de fibras.

Por otra parte, los medianos serán glúteos (que es, a su vez, el músculo más grande del cuerpo), hombros, isquios, abdominales, entre otros.

Los pequeños, finalmente, serán los músculos del cuello, los gemelos, y los músculos del antebrazo.

Funciones del músculo.

Las principales funciones de los músculos serán:

  • Generar movimiento en el cuerpo, y en las extremidades, gracias a la contracción y la relajación;
  • Ayudar a mantener la estabilidad, y a controlar la postura del cuerpo;
  • Contribuyen con la circulación de la sangre por todo el cuerpo;
  • Ayudar a tener órganos sanos gracias a la contracción, en el caso de los músculos involuntarios;
  • Generar calor: se contraen para que aumente la energía calórica y podamos, si por ejemplo estamos pasando frío, aumentar nuestra temperatura.
  • Un funcionamiento poco común (contracciones, dolores) puede ser la señal de alarma de que algo no está trabajando adecuadamente.

Lesiones del músculo.

Las lesiones en los músculos ocurren cuando se aplica sobre ellos una fuerza excesiva. No están restringidas únicamente al ámbito del deporte y la ejercitación. ¿Qué significa esto? Que una persona puede lesionarse en otras circunstancias:

  • Si levanta algo de golpe, puede provocarse daño en la espalda, por ejemplo
  • Si hace un mal movimiento al pisar
  • Los desgarros son una contracción muy fuerte o un estiramiento intenso. Las lesiones más comunes de este tipo se producen en la espalda baja y en las piernas.
Lesión en rodilla
Una lesión del músculo tratada a tiempo puede ayudar a una rápida recuperación.

Una lesión del músculo es reconocida rápidamente por algunos síntomas. La persona sentirá dolor intenso, casi inhabilitante, en la zona lesionada. También, puede haber hinchazón del área, y cambiará de color (usualmente habrá enrojecimiento, o un tono similar al de un hematoma). La sensación de estar quemándose en el área lesionada es, también, otra señal de lesión.

Se recomienda mover lo menos posible el área lesionada, no solo porque es muy doloroso, sino que puede empeorar la lesión. Tampoco se sugiere aplicación de calor en el momento, o masajes. Esto se destaca, sobre todo, si no hay un profesional cerca que pueda asistir. Es muy probable que recomiende enérgicamente reposo por unos días, incluso meses, si la lesión es grave y requiere cirugía.

En el caso de que la lesión sea lo suficientemente grave para una cirugía, es fundamental que se realice. Un músculo mal curado puede afectar la movilidad de esa área, y puede afectar la vida cotidiana. Cabe destacar que la cirugía supone un período prolongado de recuperación, de reposo, y de cuidados posteriores. Esto puede afectar la vida laboral, y exigir asistencia de terceros. Sin embargo, tras la recuperación, es muy probable que pueda retornarse a las actividades de siempre, con atención a situaciones de riesgo donde pueda haber una nueva lesión.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (28 de abril de 2022). Definición de músculo. Grupos, funciones y lesiones del músculo. Definicion.com. https://definicion.com/musculo/