La palabra evidencia es utilizada para hacer referencia a una certeza, es decir, a una clase de certidumbre clara y precisa que se tiene o se sabe sobre determinada cosa. Algo evidente es algo que se explica por sí mismo, suele entenderse comúnmente como aquello que es obvio, claro e indubitable.
Como sustantivo abstracto, el término evidencia responde a dos acepciones distintas:
1) evidencia como una verdad indiscutible: «la evidencia de los hechos es incuestionable»; 2) evidencia como una prueba o una demostración, con carácter irrevocable, de un suceso: «la evidencia científica demostró la existencia de los agujeros negros».
Su flexión verbal proviene del infinitivo evidenciar que hace referencia a la acción de probar, mostrar, manifestar una cosa o hecho determinado. «los investigadores buscan evidenciar el caso con mayor claridad».
Su adjetivación se traduce en el calificativo evidente para señalar aquellas cuestiones que resultan obvias o muy ciertas, o bien para aludir a algo que se sabe por sí mismo: «el evidente comportamiento de las palomas»; «es evidente que los objetos caen debido a la fuerza de gravedad».
El concepto, incluso, es aprovechado como locución adverbial en las siguientes dos modalidades:
1) en evidencia, para dejar algo en conocimiento público, o desenmascarar y dejar a alguien en ridículo: «el criminal ha quedado en evidencia gracias a la acción del detective»; 2) evidentemente, para extraer una conclusión lógica o dar razón de un episodio: «evidentemente la lluvia cae por condensación de las nubes».
Etimológicamente, el vocablo evidencia proviene del latín evidens y significa aquello de lo cual no es posible dudar.
A continuación, describiremos las distintas nociones de evidencia según los ámbitos en los que se la emplea y sus respectivos contextos:
Índice de temas
Evidencia en el ámbito científico.
En la historia del pensamiento científico la noción de evidencia tuvo y tiene un papel fundamental como uno de los conceptos más importantes del método científico.
Según la filosofía de René Descartes (1596-1650), considerado uno de los fundadores de este método, algo evidente es aquello que se muestra visible al pensamiento, es decir, una idea que se presenta con absoluta claridad y distinción en la mente y que, por ende, es cierta e indubitable.
En su obra Discurso del método (1637), Descartes habla de los cuatro pasos del método científico para alcanzar la verdad a través de la certeza y llegar a un concepto que sea claro, evidente e indudable. En sus cuatro reglas, Descartes pone a la evidencia en primer lugar, seguida del análisis, la síntesis y por último, la comprobación.
A partir de este pensamiento, a lo largo de la historia Moderna y Contemporánea, se fue desarrollando un concepto científico del término evidencia. El surgimiento de la ciencia y los nuevos descubrimientos en el campo de la Física, la Biología y la Matemática hicieron un uso fundamental de esta noción, y aplicaron el término en muchas de sus obras e investigaciones.
Para lograr la certeza de algo y llegar a un conocimiento objetivo, como pretende la ciencia, es preciso realizar una investigación basada en un método que sirva para arrojar evidencia, la cual demuestre, fehacientemente, la realidad de una cosa. A partir de la idea de evidencia se puede discernir, entonces, entre lo que es cierto y lo que es dudoso.
Los principios de la ciencia moderna aún se basan en este concepto, junto con el método científico, para desarrollar sus investigaciones en todas las áreas del conocimiento.
Evidencia en el ámbito policial.
En el mundo de la criminalística, la idea de evidencia se usa para referirse a aquellos elementos de una escena del crimen que aportan posibles pistas para la investigación de un cierto delito.
En cada caso, se realiza un peritaje del lugar del episodio, en el cual interviene la policía científica que se encarga de recolectar toda la evidencia que sea relevante para ayudar a resolver el caso (objetos, manchas de sangre, cascos de bala, huellas, ropa, etc). Luego, un conjunto de investigadores especializados analiza la evidencia e intenta esclarecer el hecho.
Se llama evidencia, entonces, al grupo de elementos que son relevantes para la investigación de un crimen.
Evidencia en la literatura.
En la literatura de género policial, la evidencia es un concepto profundamente trabajado por grandes autores. Así es el caso de Arthur Conan Doyle (1859-1930), quien a través de su célebre personaje, el detective Sherlock Holmes, aplicó las ideas de la ciencia y el método científico para desarrollar las características de su personaje.
En su ficción, el detective Sherlock Holmes es un investigador privado que posee una aguda inteligencia, la cual le permite pensar científicamente y observar con claridad los hechos para resolver los más intrincados y misteriosos crímenes.
En cada una de las historias, Holmes es capaz de descubrir aquella evidencia que nadie más logra ver, lo que para él resulta evidente, para el resto es un completo misterio. Con el simple uso de su razón y observación científica logra desentrañar cada uno de los problemas hasta llegar al esclarecimiento. Luego, a partir de su astucia y con la ayuda de su fiel compañero Watson, elaboran un plan para poner en evidencia al criminal y atraparlo definitivamente.
Evidencia moral y religiosa.
En términos morales, la palabra evidente puede usarse en referencia a un tipo de certidumbre la cual, a diferencia de la evidencia científica, no proviene a partir de la razón sino mediante una convicción moral. Es decir, una certeza fundada en determinados valores y principios que funcionan como indicadores de lo que se considera un buen comportamiento o un correcto obrar.
Por ejemplo, alguien a quien le ofrecen una gran suma de dinero a cambio de traicionar a toda su familia. Si lo hiciera, esta persona se volvería inmensamente rica, viviría rodeada de lujos y no se esforzaría ni un día de su vida. Sin embargo, su respuesta es rotundamente negativa, ya que le resulta evidente, según sus preceptos morales, que realizar semejante acto es algo indebido, y rechaza enérgicamente el ofrecimiento del dinero, defendiendo su lealtad a la familia y a sus propios principios morales.
Similar es el concepto de evidencia que suele usarse en la moralidad religiosa, la cual proviene a partir de la fe. Se trata de una certeza moral basada en una creencia divina, la cual se considera indiscutible e incuestionable y que funciona como mandato o precepto de vida. Por ejemplo, los diez mandamientos de la cultura judeocristiana o la autoridad máxima de los dioses sobre el destino de los hombres en la cultura grecorromana.
Evidencia jurídica.
Por otra parte, en el ámbito del Derecho, podemos encontrar a la idea de evidencia haciendo referencia a aquellas pruebas que muestran los representantes de las distintas partes de un litigio frente a un juez. Los abogados presentan distintos tipos de pruebas que buscan establecerse como evidencia para certificar sus defensas ante el jurado.
Citar este artículo
Aci, E. M. (21 de febrero de 2023). Definición de evidencia. concepto, historia, usos y etimología. Definicion.com. https://definicion.com/evidencia/
