El vocablo espontáneo se utiliza, comúnmente, para señalar algo que se produce sin que haya intervención externa. Puede ser empleado como un sinónimo de términos como involuntario, automático o, incluso, instintivo.

Está vinculado, en primer lugar, con la personalidad de alguien, o con características vinculadas a actuar dejándose llevar por sus impulsos. Es, además, una cualidad que puede considerarse tanto negativa como positiva.

En otros usos, lo espontáneo es un concepto empleado en la ciencia para señalar que algunos seres vivos surgían por sí mismos, sin intervención de ningún agente externo.

Se trata de una palabra que tiene su origen en el latín spontaneus, y se aplicaba con el mismo significado que en la actualidad.

Como rasgo en una persona.

Espontaneidad y sorpresa
La espontaneidad, como rasgo en una persona, suele vincularse con lo sorpresivo y lo imprevisible.

La espontaneidad es una capacidad de las personas que tiene un estrecho vínculo con el aquí y el ahora. ¿Qué significa esto? En principio habla de un comportamiento en el que prima más el impulso que la racionalidad, donde lo imprevisible está presente y donde hay una naturalidad que la reflexión no tiene.

El comportamiento espontáneo, tal y como ocurre con otras formas de comportarnos, puede medirse en función de su adecuación, o no, a una cierta situación.

La espontaneidad de decir que algo no nos gusta, por ejemplo, sin reparar en lo que los demás puedan considerar, puede ser adecuado en un contexto familiar, de intimidad, donde tengamos confianza con el resto de la gente. Sin embargo, una expresión de este tipo en un ámbito laboral, formal o donde no conozcamos a los presentes puede que no caiga bien.

Ser espontáneos también se vincula con nuestra intuición, con aprender a reconocerla y con saber cuándo recurrir a ella y cuando no. Tal y como en el ejemplo de señalar algo que no nos gusta en uno u otro contexto, la espontaneidad nos permite volver a nosotros y reconocer aquel instinto primario que nos genera una circunstancia o un evento. Si aprendemos a reconocerlo, aprenderemos a adquirir más flexibilidad y adaptación en momentos o episodios que no sabemos cómo resolver.

Esto, a su vez, permite que aprendamos a tener confianza en nuestro punto de vista, en nuestro modo de ver el mundo y en cómo nos sentimos.

Al mismo tiempo, si la espontaneidad puede ser algo positivo, también puede transformarse en algo negativo. Esto muchas veces hace que nos expongamos a cuestiones que son riesgosas, que nos involucremos en conflictos innecesarios o que tomemos una mala decisión, a raíz de hacerlo rápidamente y sin reflexión.

El equilibrio entre poder hacer o decir lo que sentimos, y poder reconocer cómo, cuándo y a quién, puede contribuir a hacer de la espontaneidad una herramienta útil.

Equilibrio
La espontaneidad puede tratarse de algo positivo o negativo en función de la situación y las circunstancias; es útil aprender a equilibrarla.

En ciencia.

Una de las teorías científicas que más repercusión han tenido en la historia de la ciencia es la teoría de la generación espontánea. Esta, a grandes rasgos, sostiene que hay algunas formas de vida que pueden surgir de la materia inorgánica (u orgánica, en algunos casos), sin intervención de agentes externos, es decir, de modo espontáneo, involuntario.

Esta propuesta data de, al menos, el siglo IV a. C. : en aquella época se aceptaba la idea de que de la humedad, o incluso del sudor, podía surgir vida nueva. Aristóteles era uno de los pensadores que estaba a favor de esta teoría; Tales de Mileto, o Demócrito, entre otros, también apostaban por esta idea.

Cabe destacar que su veracidad era considerada, incluso, hasta alrededor del siglo XVIII d. C.

La forma en la que se suponía que la vida podía generarse espontáneamente era la siguiente:

  • Había que conseguir ciertos elementos:
    • Trozos de carne
    • Fango
    • Excremento
    • Basura
    • Ropa vieja
  • Se los dejaba apartados en algún lugar:
    • Un área húmeda
    • Un área oscura
    • Tierra mojada

Después de cierto tiempo, si alguien se aproximaba al sitio podía observar que crecía moho, moscas, renacuajos, larvas de otros insectos e incluso ratones. Cabe destacar que, además de estos experimentos, no había otra vía para verificar o refutar esta teoría.

Generación espontánea
Durante siglos se creyó que algunas formas de vida, como moscas o larvas, podían surgir de sitios como basura, fango o excremento.

No es sino hasta fines del siglo XVII que un médico, Francesco Redi, lleva adelante el primer experimento con el que esta teoría caería. Para probar que no era cierto que los insectos nacían espontáneamente, colocó trozos de carne en unos envases de vidrio. A algunos de ellos los dejó abiertos y, a otros, cerrados.

Si la teoría de la generación espontánea era cierta, aparecerían gusanos u otros insectos en ambos frascos. Al tiempo de iniciar esta experiencia observó que las larvas solo estaban en los recipientes abiertos. Además, cerró esos envases abiertos: las larvas se transforman en insectos, que luego pusieron huevos que se convertirían en nuevas larvas, por lo que se reiniciaba el ciclo de vida.

Sin embargo, el ensayo más conocido es el de Louis Pasteur, hacia mediados del siglo XIX. Este químico francés es conocido por haber descubierto que, si se eleva la temperatura del vino, se podía matar sus bacterias sin modificar el sabor (lo que se denomina pasteurización).

El debate en torno a la aparición espontánea de vida continuaba en aquellos años. Félix-Archimède Pouchet, un médico y naturalista, sostenía que a través de un experimento podía comprobar que efectivamente la generación espontánea era cierta. En su fórmula, realizada con un recipiente sellado, introdujo en el envase un poco de heno; luego de unos días, había algunos organismos y bacterias.

Pasteur, que sostenía que en algún momento del procedimiento había ingresado aire o alguna pequeña bacteria, hizo su propia experimentación, lo que contaminó el área de trabajo. Esta estuvo atravesada por polémicas entre él, Pouchet y los científicos de la época.

Usó tubos con cuello en forma de S (para mantenerlos esterilizados y evitar el ingreso de aire y microbios), introdujo caldo hervido en ellos y luego retiró los envases del fuego. A uno le cortó el cuello: solo cuando el aire entraba en contacto con el envase cortado, aparecían organismos.

El envase cerrado, esterilizado y sin microbios, no producía microbios. Con su experimento se cerraron siglos de hipótesis sobre la generación espontánea.

En medicina.

En la medicina, y en el área de salud reproductiva, se conoce con el nombre de aborto espontáneo a la pérdida de un feto que tiene menos de 20 semanas de gestación.

Pérdida de embarazo
Uno de los síntomas de un posible aborto espontáneo es sentir cólicos.

La noción de espontáneo, aquí, se vincula con que no hay causas claras respecto de por qué puede ocurrir esto, aunque en muchos casos está relacionado con distintos factores:

  • Útero bicorne
  • Problemas hormonales
  • Problemas de coagulación
  • Embarazo ectópico (es decir, el óvulo crece en las trompas de Falopio u otros lugares fuera del útero)

Este hecho es frecuente en la población gestante, y existen algunos síntomas para reconocerlo:

  • Manchas de sangre profusas.
  • Secreción de flujo más frecuente que de costumbre, y/o secreción de tejidos.
  • Calambres y dolores muy intensos, como cólicos, sobre todo en la zona de la cintura y la espalda.

Al cuerpo puede tomarle algunas semanas en recuperarse del aborto espontáneo, y quien está gestando debe acudir a consultas de control. Si los dolores permanecen, si hay un cuadro febril o si continúan las secreciones con coágulos o malos olores, es importante acudir de inmediato a un profesional, ya que puede haber un cuadro de infección.

Si bien el organismo se recupera completamente al cabo de un cierto lapso, el impacto psicológico de la pérdida suele ser muy difícil. Por lo general, se espera a pasar el primer trimestre para anunciar la pronta llegada de un bebé. Esto se vincula, precisamente, con la posibilidad de que haya una pérdida y de que el embarazo no continúe tras las primeras semanas.

Frente a este episodio, la familia puede sentir la pérdida de una manera muy dolorosa, fundamentalmente si ese embarazo era deseado o planificado. Es importante que puedan contar con profesionales que asistan y que habiliten el espacio al duelo y que, de igual modo, los parientes y amigos puedan acompañar ese proceso de pérdida de una forma respetuosa y amorosa.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (25 de febrero de 2023). Definición de espontáneo. Tipos, rasgos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/espontaneo/

Ahora sigue con: