El vocablo diseño procede del italiano disegno que, a su vez, deriva del latín disegnare. Tradicionalmente, se lo ha asociado con otra palabra del español, “designio”, y tal vínculo no es en vano: ambas comparten la raíz signum, que se traduce como señal, marca o insignia. Así, y de acuerdo con las múltiples definiciones del concepto, diseño alude a la planificación gracias a la cual se dará resolución a un problema.
Esto supone la creación de elementos, ya sean físicos o virtuales, sobre los que considerarán los siguientes aspectos: su forma, cómo lucirán finalmente y cuál será su utilidad y/o función.
Aquí trataremos de dar un panorama general sobre su historia. Además, te presentaremos una disciplina donde el diseño es fundamental. ¡Comencemos!
Índice de temas
Historia general del diseño.
Tradicionalmente, y en función de ramas vigentes en la actualidad, se indica que el diseño nació con la Revolución Industrial. Esta será la época con la que inicia la construcción de maquinaria que permitirá la producción en serie, la industrialización. Sin embargo, un vistazo a antiguas civilizaciones y sus esculturas, monumentos, edificios y obras de arte que se han guardado en el tiempo nos darán otra perspectiva. Si bien puede haber tenido su consolidación como disciplina hace aproximadamente tres siglos, el diseño es transversal a todas las culturas, sociedades y tiempos.
Diseño y Revolución Industrial.
Sin embargo, y como adelantamos, es a partir del siglo XVIII cuando la profesionalización de este trabajo cobrará relevancia. Además de la capacidad creativa de cada diseñador, hay un ordenamiento en función de utilidad y de significado que será valioso dentro de su contexto cultural.
Gracias a la revolución en materia social y tecnológica que durante tal período ocurrió, y que tuvo su origen en Gran Bretaña, empezó a fortalecerse el valor que las múltiples innovaciones de la época tendrán. Surgirá la máquina de vapor, así como otras que permitirán el aumento de las fabricaciones al permitirse una producción a gran escala sin precedentes, a la vez que disminuyeron notablemente los tiempos en que se producían.
Con el paulatino afianzamiento de la industrialización vinieron cambios sociales y demográficos:
- La gente empezó a trasladarse del campo a las ciudades en busca de otras oportunidades.
- Surgió la burguesía industrial, aquella dueña de los medios de producción y de distribución también.
- Del mismo modo, apareció el proletariado, clase social de trabajadores, sin medios de producción ni intervención en el proceso productivo. Esto, en poco tiempo, hizo que se evidencien las condiciones precarizadas en que ellos vivían.
1851: La Gran Exposición en Londres.
Con la avanzada en tecnología, manufactura, producción y creciente industrialización, a mediados del siglo XIX se organizó en Londres una exposición en la que alrededor de cien mil objetos fueron exhibidos.
Fue un acontecimiento habilitado a todas las clases sociales, y lo que en principio estuvo pensado para cerca de dos millones de asistentes pronto no bastó. Los presentes finalmente fueron casi diez millones.
El lugar donde se realizó tal evento es considerado una obra central para la ingeniería moderna: fue The Crystal Palace, o El Palacio de Cristal, construido por Joseph Paxton (1803-1865), y ubicado en el corazón de Hyde Park, centro de la ciudad.
Paxton, antiguo jardinero, y paisajista, ideó el inmueble tras su trabajo en invernaderos y en importantes jardines de la zona. Allí aprendió cómo emplear el vidrio y el hierro. Este es, además, el primer edificio completamente prefabricado en la historia de la ingeniería y la arquitectura. ¿Qué significa esto? Que sus partes fueron previamente diseñadas para luego “armarse” y montarse en el lugar definitivo: esto tomó entre 5 y 8 meses, algo nunca antes visto para una construcción de aproximadamente 600 metros de largo.
Arts and Crafts.
Hacia fines del siglo XIX, más específicamente en el año 1880, surgirá en la nación el movimiento llamado Arts and Crafts. Será una corriente central para la historia del diseño, ya que reaccionará contra la producción en serie de baja calidad y mal gusto, como consideraban, en pos de recuperar las antiguas costumbres relacionadas con un trabajo más artesanal.
Características del diseño.
Consideraremos tres etapas, muy generales, sobre la manera en que la aplicación del diseño puede hacerse.
En primer lugar, la observación: el diseño viene a responder necesidades cotidianas, prácticas, para la vida de la gente, por lo que es fundamental saber, mediante el análisis, para qué servirá aquello que va a construirse o crearse.
Luego conviene organizar un esquema gracias al cual podamos planificar cómo se construirá lo que imaginamos o formulamos. Aquí es donde se evidenciará la utilidad o el valor de nuestro proyecto, ya que podremos dar cuenta de cuál es la respuesta que ofrecemos a una necesidad.
Finalmente, la construcción. En esta instancia llevaremos a un plano real (concreto) lo que hemos diseñado. Se necesitarán, para ello, tanto insumos como elementos que permitan darle forma al proceso de producción.
Un campo de trabajo: el diseño industrial.
Para continuar con el desarrollo de la historia sobre el diseño, nos enfocaremos en una de las disciplinas donde el diseño es la piedra angular.
El diseño industrial apunta a ser una actividad creativa cuyos productos (y su utilidad y/o funcionalidad) pasen necesariamente por una producción con medios de la industria.
Son fundamentales, para esta ciencia, no solo el conocimiento en materia de diseño en su significado más elemental (creativo), sino que deben poder combinarse con otros saberes, desde manejo de herramientas y programas digitales hasta conocimiento sobre matemáticas, ergonomía y metodología. También es esencial la complementación con cuestiones del campo social y cultural. Hay una denominada “sociología del diseño” gracias a la cual los diseñadores podrán interpretar las conductas sociales y culturales, y saber que ellos son la fuente para la construcción de objetos y elementos que faciliten la vida de la sociedad. Al fin y al cabo, son los humanos los destinatarios de tales productos.
Si la profesionalización del diseño tiene como puntapié a la Revolución Industrial, el diseño industrial tiene como hecho central el nacimiento de la Staatliche Bauhaus (1919-1933), o Bauhaus, como es conocida mundialmente. Esta surgirá en Alemania, en Weimar, y su fundador fue Walter Gropius (1883-1969).
Los principios que orientaban a esta escuela, cuya denominación completa era “Casa de la Construcción Estatal”, tenían que ver fundamentalmente con poder combinar tanto el arte y la creación con la técnica. Su nombre surge de la combinación entre Bau («construcción») y Haus («casa«). Gropius, arquitecto, y descendiente de una familia de arquitectos también, apuntó a la combinación entre lo funcional y lo estético.
Hubo una importante recuperación del aspecto artesanal que impactó directamente en el modo en el que se hacían sus actividades: se impartían talleres, centrales para la formación de quienes integraban esta escuela (algo que ya habíamos visto como eje del movimiento Arts and Crafts en Gran Bretaña, casi 70 años antes).
Hubo figuras muy famosas del mundo del arte que impartieron clases en la escuela: Wassily Kandinsky, pintor ruso y teórico del arte abstracto; o Paul Klee, pintor alemán de origen suizo, cuyo estilo se relaciona con el expresionismo, el arte abstracto o el surrealismo.
En la actualidad, el diseño industrial se ha constituido como una carrera universitaria que se estudia en múltiples ciudades del mundo. Hoy por hoy, las necesidades de la época y las adaptaciones al mundo digital, que cada vez impacta en más ámbitos, hacen necesarias, para el diseño industrial en particular y para el diseño en general, la actualización constante y la puesta en relación entre diseño de calidad y accesibilidad para todos.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (22 de marzo de 2022). Definición de diseño. Historia, características y área de saber. Definicion.com. https://definicion.com/diseno/