La palabra coercibilidad se usa para hacer referencia a la cualidad de coercible. A su vez, coercible significa que puede ser coercido.

Cuando hablamos de coercible hacemos foco en la presión que puede ejercer una autoridad sobre una o varias personas o entidades, con la finalidad de modificar algo en ellas.

Ahora, ¿qué significa coercer? Se trata de un verbo en desuso que alude a reprimir o impedir algo. Describe una forma de presión que se ejerce sobre otro individuo para forzarlo a cambiar sus conductas o incluso su voluntad.

Si vamos a las raíces etimológicas de este término, coercibilidad se conforma a partir de raíces del latín y su significado es cualidad de poder ser forzado, reprimido o sujetado, o bien cualidad de una ley que se puede exigir por un tercero. Está compuesta por el prefijo co-, que es indicador de unión; arcere, que significa contener o guardar; el sufijo –bilis, que sirve para indicar una posibilidad; y el sufijo –dad, cualidad.

Coercibilidad, RAE, diccionario
La palabra coercibilidad no tiene cabida en diccionarios de la RAE, pero hay mucha información al respecto en entornos legales.

Actualmente, coercibilidad no forma parte del diccionario de la RAE.

Coercible en el ámbito jurídico.

En el ámbito que compete al campo de las leyes, la coercibilidad es pensada desde el campo de las normas jurídicas.

Esto hace que el Estado tenga la competencia de poder ejercer su fuerza en caso de que haya individuos o entidades que incumplan con las normas o leyes que rigen a todos los ciudadanos de un territorio.

Una norma jurídica es una ley o regla que se debe respetar obligatoriamente y que permite regular actividades o conductas de modo masivo. Estas normas se pueden clasificar de dos maneras:

  • Normas imperativas: los individuos no pueden evitar cumplirlas, porque no son normas que dependan de aquello que las personas deseen o no, sino que son de cumplimiento obligatorio.
  • Normas dispositivas: estas normas son prescindibles porque media el principio autónomo de la voluntad.
Coercibilidad, fuerza, represión
La posibilidad de usar la fuerza física sobre los ciudadanos es uno de los elementos básicos de la coercibilidad.

Ahora bien, podemos decir que las normas jurídicas son coercibles porque el Estado tiene la completa potestad para desplegar su fuerza física sobre quienes elijan negarse a su acatamiento.

Violar una de estas normas puede significar recibir una respuesta que implique el uso de esas fuerzas, generalmente mediadas por autoridades estatales o nacionales, y que puede llevar a una privación de la libertad, entre otras medidas disciplinarias.

La coercibilidad de las normas jurídicas permite un uso legal y legitimado de la fuerza física, algo que no es habitual en prácticamente ninguna otra área de la vida en sociedad.

Este uso legal de la fuerza se hace, de algún modo, en nombre de un bien mayor, que vendría a ser garantizar el cumplimiento de la ley.

Esto, como característica legislativa, es diametralmente opuesto al concepto de incoercibilidad, que implica la ausencia de un accionar físico para hacer cumplir una norma, y que pretende que los ciudadanos se comporten y actúen como se espera de ellos espontáneamente.

Coercibilidad, fuerza, delitos, prevención.
La coercibilidad, aunque no se ejerza la fuerza, termina sirviendo para prevenir, en tanto amenaza, delitos.

El problema básico de este concepto, según algunas corrientes, es que no se proponen consecuencias negativas ante un posible incumplimiento de la ley, o sea que la estabilidad social un poco depende de la buena voluntad de los ciudadanos, inmensamente subjetiva y variada.

De todas maneras, esto no es correcto, ya que todas las normas proponen en su existencia sanciones para los incumplidores y solamente las jurídicas se sostienen en la coercibilidad para evitar fallas.

Lo que se critica desde la concepción de incoercibilidad no es el castigo ante el incumplimiento, sino que la sanción esté medida por la fuerza física y no por otras disposiciones menos propensas al abuso de poder.

Coercibilidad y apremio.

El apremio es un término que no comparte significado, pero sí similitudes, con el de coercibilidad.

Se trata de una palabra del ámbito judicial, que se puede definir como todo lo que puede hacer un juez para actuar en contra de un individuo que se niega a acatar lo que se le ordena.

O sea, es una forma de intimar a alguien que no quiere obedecer, para que sí lo haga. Es una vía de carácter sumario que resulta en un procedimiento que, al ser ejecutado, es más riguroso pero también más breve que lo que se tardaría en un juicio ejecutivo.

Fuerza prisión coercibilidad
La prisión funciona, sobre todo, porque la población es consciente de que los guardias pueden ejercer su fuerza.

Por ejemplo, es muy visto en casos de disputa por pensiones alimenticias en los cuales, ante la negación sistemática de la figura paterna para pagar lo que se debe, un juez puede tomar la decisión de enviarlo a prisión, embargarle los bienes u otras medidas. Estas determinaciones constituyen castigo pero también son una forma de ofrecerle a los damnificados una solución. Si un padre no paga, igual se le embarga lo necesario para poder sostener económicamente a sus hijos, que dependen de esto.

Aplicación de una pena, prisión y coercibilidad.

La palabra pena tampoco significa lo mismo que coercibilidad, pero tiene una estrecha relación. En este contexto se alude a una forma de castigo que el Estado tiene la potestad de imponerle a una persona que rompió una norma o ley, o sea, que cometió un acto delictivo.

La pena tiene, en líneas generales, una gravedad acorde a la clase de delito que se ha cometido.

Si bien, como decíamos, no es lo mismo que coercibilidad, sí podemos comprender que la amenaza de prisión es efectiva porque la coercibilidad existe. Si las fuerzas de seguridad nacionales no tuvieran potestad para generar una amenaza física, no habría motivos para no huir de una prisión, entre otras cosas. Esto significa que ese uso legal de la fuerza del que puede disponer el Estado, aunque no esté utilizado en presente, ya solamente como amenaza se utiliza para prevenir crímenes.

Coercibilidad en Derecho.

La noción de coercibilidad es muy ampliamente utilizada en los campos de estudio relativos al Derecho. En esta área, el significado más recurrente es aquel que refiere al potencial de provocar o ganar, utilizando técnicas para presionar (que pueden ir desde la amenaza hasta el uso de la fuerza).

Es decir, la coercibilidad en este plano es pensada como llevar a la coacción de un acuerdo entre diversas partes, o de una confesión, por ejemplo, de un sospechoso en un proceso penal.

Citar este artículo

Krause, G. (28 de octubre de 2022). Definición de coercibilidad. Etimología, Derecho. Definicion.com. https://definicion.com/coercibilidad/