Definición de patología

La palabra patología tiene, dentro del ámbito de la medicina y de la lengua cotidiana, dos usos muy extendidos. Por un lado, hace referencia a aquella parte de la medicina en la que se estudian todas las enfermedades existentes. Esta definición se asocia con su etimología:

• παθος, pathós, que se interpreta como enfermedad
• λόγος , logos, traducido como tratado o estudio

La otra definición, que también halla su origen en esos vocablos del griego, es conjunto de síntomas que dan lugar a una enfermedad. 

Dentro del ámbito médico hay múltiples ramas en las cuales adquiere relevancia la raíz pathos. Así sucede, por ejemplo, con la fisiopatología, la anatomía patológica, la patología cervical y las patologías en la columna, entre otras.

Hay, asimismo, más ciencias de la salud que aprovechan este concepto. Prueba de ello es la psicología, donde una de las áreas de trabajo es la psicopatología. En ella se trabaja con el estudio, análisis, investigación y tratamiento de trastornos relacionados con la salud mental. 

Historia de la patología.

Si debemos remontarnos a los orígenes de la patología como ciencia, indefectiblemente hablaremos de la Antigua Grecia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en esa época los conocimientos sobre medicina y ciencia no presentaban el nivel de avance que los haga ser una disciplina, en términos actuales.

En aquellos siglos, la medicina evidenciaba un profundo lazo con el saber mágico, con el ritual y con el conocimiento religioso en general. Era una forma precientífica del tratamiento de enfermedades y afecciones, pero esto no significa que deban considerarse menos válidas. Los recursos eran otros y eran limitados respecto de la tecnología actual y la información que hoy está al alcance. Esta manera de considerar el mundo no era exclusiva de los griegos: muchas culturas de la época vinculan estas tres áreas.

No es sino hasta aproximadamente el siglo V a. C. que surge una de las figuras centrales dentro del universo médico: Hipócrates de Cos (460 a. C.- 730 a. C.).  Sus aportes a la ciencia en general lo llevaron a que, aún hoy, sea considerado el padre de la medicina. 

Dentro del campo de la patología, sus estudios tuvieron que ver con el trabajo sobre síntomas de enfermedades. En este sentido, indagó acerca de las manifestaciones (en, por ejemplo, las epilepsias, o sobre algunos pacientes con neumonías) de determinadas afecciones. De la mano de esto, con el tiempo logró darle forma a su Teoría de los humores. 

Con este postulado, Hipócrates propuso que había cuatro fluidos de los que el cuerpo humano se componía:

• flema: asociada con alguien apático, retraído
• sangre: vinculada a una persona activa y entusiasta 
• bilis amarilla: predominante en aquellos que se consideraban fácilmente irritables
• bilis negra: relacionada con la melancolía.  

Su investigación dio lugar a la hipótesis de que, si había un desequilibrio en una de ellas, surgirían algunas enfermedades. Trabajó también sobre otras posibles causas de patologías en el cuerpo humano. 

• Señaló que una alimentación inadecuada causaría problemas a largo plazo. Sostenía que los organismos que dañaran al cuerpo se alojarían en él y provocarían enfermedades.
• Consideró que el cuerpo debía trabajarse de modo integral: preservar la salud era un cuidado de mente y cuerpo, y no de partes separadas entre sí. 
• Estableció que, para poder seguir el proceso de una patología y con la finalidad de prevenirlas, el diagnóstico era fundamental. Este tema fue tan central en su obra que incluso dedicó un tratado completo a ello, que se tituló «Prognosis«. Compuesto por el prefijo pro- (antes) y la raíz γνῶσις, gnosis (conocimiento), este material se denominó, de igual modo, «El libro de los pronósticos«.

Patología anatómica.

La patología anatómica, o anatomía patológica, estudia el cómo, las causas, de las enfermedades. También investiga las consecuencias que las afecciones provocan en el cuerpo y las formas en que pueden desarrollarse. Dado este interés en la construcción total del proceso de la enfermedad, se afirma que es un estudio morfológico de ellas (morfo significa «forma» en griego).

A los médicos especializados en esta área se los denomina patólogos o patólogas. Su trabajo, a grandes rasgos, tiene que ver con el análisis de tejidos obtenidos por medio de dos clases de intervenciones:

• Biopsias: estas pueden ser mediante la extracción de una parte de la masa del tejido o extrayendo líquido de él. También puede extraerse completamente el tejido considerado peligroso
• Cirugías

De este modo, y gracias al avance de las investigaciones en la actualidad, es posible estudiar todas las alteraciones que estos tejidos sufren. Además, se logra observar no solo si la lesión ha alcanzado a ese tejido en particular, sino que posteriormente se puede determinar si el daño se ha extendido a otros órganos.

Esta área en particular cuenta con dos divisiones, con objetivos específicos:

Citopatología.

Del griego κύτο,  kytos, célula, la citopatología estudia todas las enfermedades de la célula. Se analizan tanto la estructura y la morfología como las afecciones y lesiones que pueda haber en ella.

Se emplean microscopios, ya que son el instrumento especializado para tal observación. En función de la rama de la medicina donde se trabaje con esta modalidad, se extraerá tejido de diferentes áreas.

Por ejemplo, en el área oncológica, la extracción se realiza desde el tumor. En el campo de la ginecología, por otra parte, el examen se hace en el cuello del útero. Este último estudio se llama también citología cervicovaginal o, en la jerga cotidiana, Papanicolau.

Histopatología.

La palabra histopatología, cuya raíz ἱστός, histos, significa tejido, analiza el desarrollo de enfermedades en, efectivamente, tejidos.

Dentro de ella existen múltiples especialidades enfocadas en el examen de diferentes tejidos del cuerpo. Un ejemplo es la dermatopatología. Esta, que se relaciona estrechamente con la dermatología y con la patología quirúrgica, procede con el diagnóstico mediante biopsias, si es necesario. Así, se evalúa el tejido en función de cómo luce y de cómo se comporta en el organismo.

Otras ramas: la patología forense.

Otra disciplina, asociada con la medicina legal y con la anatomía patológica, es la patología forense. Esta tiene un estrecho vínculo, además, con el aspecto judicial de una investigación, ya que será el área encargada de determinar las causas de muerte en circunstancias violentas.

¿Qué se entiende por circunstancias violentas? Veamos algunos ejemplos:

• Situaciones en las cuales las causas naturales no son la primera opción
• Hechos en los que se sospeche que haya alguien que cometió un crimen y provocó el deceso (y que aún no ha sido identificado)
• mala praxis

A grandes rasgos, son todas aquellas situaciones exógenas al fallecido, es decir, causales externos a él. La patología forense, entonces, una vez que las autoridades pertinentes lo indican, tienen a su cargo múltiples exámenes. Gracias a estos se puede obtener la evidencia necesaria para descubrir las causas de la muerte.

Algunos de los exámenes son histopatologías, citopatologías, análisis en las fibras, raspado de uñas y otros estudios de tipo anatómico en general. Cabe destacar que, si la evaluación a nivel externo logra aportar las pruebas suficientes y concluyentes respecto de lo ocurrido, la autopsia (es decir, el examen interno del cadáver) en ciertas localidades de algunos países no es considerada necesaria. De lo contrario, deberá realizarse tras una orden que la habilite.

En ocasiones, su presencia es requerida asimismo en los tribunales para exponer los resultados de los laboratorios y contribuir con la resolución el caso.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (5 de mayo de 2022). Definición de patología. Usos, historia y ramas. Definicion.com. https://definicion.com/patologia/