El término abdominal hace referencia a aquello relativo o relacionado con el abdomen, es decir, con la parte del cuerpo que se ubica entre el tórax y la pelvis (el vientre).
Biológicamente, es el área donde están alojados múltiples órganos esenciales para nuestra supervivencia, como son el páncreas, el hígado o el bazo, entre otros.
Proviene del término en latín abdōmen, y significaba relacionado con el estómago.
Índice de temas
Características.
Veamos, a continuación, algunos rasgos principales del área abdominal.
Su vínculo con la pelvis y el tórax.
La zona abdominal es la zona ubicada entre el tórax y la pelvis. Veamos a qué corresponde cada uno de ellos.
El tórax es la parte entre el cuello y el abdomen: también es conocido como pecho. Su característica principal es que protege dos órganos importantes:
- el corazón
- los pulmones
Está constituido, además, por las costillas, que recubren los órganos internos del cuerpo y son los que le confieren, a esa zona, una forma semejante a un triángulo.
Por otra parte, la pelvis se ubica en la zona inferior del tronco. Tiene dos partes principales:
- La cintura pélvica: es una estructura ósea con forma de anillo que se compone por el sacro, el cóccix y los coxales.
- La zona vertebral lumbar: está compuesta por cinco vértebras, que son las de mayor tamaño ya que son las encargadas de soportar todo el peso del cuerpo cuando estamos erguidos.
Es una cavidad que tiene forma redondeada y que se vuelve más estrecha hacia abajo. Es, además, la parte del cuerpo que une el tronco superior con las extremidades inferiores.
Órganos que contiene.
El abdomen, al ubicarse en el centro del cuerpo, es el que contiene todos los órganos que constituyen el aparato digestivo. Estos son los siguientes:
Hígado.
El hígado es el encargado de extraer nutrientes (como proteínas y carbohidratos), de sintetizar la bilis (que ayuda a la digestión) para evitar que se acumule en él y aumente el nivel de bilirrubina en la sangre de la persona y de descomponer las grasas en el intestino delgado.
Vesícula biliar.
La vesícula biliar, comúnmente conocida como vesícula, es la encargada de almacenar la bilis. Tiene forma de pera y no supera los 6 cm de tamaño. Es común que las patologías que se generen en ella se deban a que se obstruye el libre paso de la bilis hacia el intestino.
Estómago.
El estómago es un órgano que, en su máxima capacidad, puede alcanzar los 25 cm de alto y alrededor de 12 cm de ancho. En él, los alimentos que una persona consume son digeridos y mezclados con los jugos digestivos.
La complejidad de este proceso hace que, cuando hay desequilibrios, la salud de la persona se vea afectada y puede sufrir calambres, dolores estomacales, gases o cólicos.
Intestino delgado.
El intestino delgado es el encargado de absorber la mayor parte de los nutrientes que hemos ingerido. Es un órgano que pueda alcanzar entre 3 y 7 m de largo, y se divide en tres partes:
- Duodeno (del griego δωδεκαδακτύλη, es decir, de doce dedos de longitud): es la parte más delgada del intestino delgado, y la encargada de continuar absorbiendo nutrientes.
- Yeyuno (del latín ieiunum, vacío): además de continuar con el proceso de absorción de nutrientes, absorbe también agua, para que posteriormente el cuerpo pueda usar.
- Íleon (del griego εἰλεός, torsión): absorbe vitaminas, sales y grasas. Es además la última porción de intestino y se une al ciego (la primera parte del intestino grueso).
Intestino grueso:.
Finalmente, el intestino grueso es la última parte del aparato digestivo en procesar los alimentos que ingerimos; además, absorbe agua y electrolitos. Todo aquello que no haya podido ser digerido en el intestino delgado, es decir, que sea un desecho de la digestión, es aquí transformado en heces. Estas, posteriormente, son expulsadas del cuerpo hacia el recto.
Músculos.
La zona abdominal se divide en dos partes: por un lado, está la denominada cavidad abdominal, donde se alojan los diferentes órganos que este contiene.
Por otra parte, encontramos la pared abdominal. Esta se divide en dos áreas con una serie de músculos en su interior.
Pared anterolateral.
La pared anterolateral se conforma por tres grupos de músculos pares:
- El oblicuo externo: es la sección lateral del abdomen, y la más grande.
- El oblicuo interno: también llamado oblicuo menor, es el encargado de asistir durante la respiración. Es, además, lo que ayuda a que el tronco se tuerza.
- El transverso del abdomen: este se origina en las costillas, y se ubica a lo largo de la denominada línea de alba, es decir, que llega hasta el pubis.
Pared abdominal posterior.
En la pared abdominal posterior se encuentran cuatro músculos:
- El psoas mayor: es un músculo largo, que ayuda a flexionar el muslo y, de todos los músculos que ayudan a flexionar la cadera, es el más poderoso.
- El psoas menor: este es un músculo delgado y alargado, y se ubica atrás de los órganos internos.
- El ilíaco: este se ubica a los extremos laterales, tiene forma de triángulo alargado y contribuye a flexionar el muslo.
- El cuadrado lumbar: este se extiende desde la última costilla hasta el hueso de la cadera, y ayuda a flexionar la columna y, de igual modo, a mantenerla extendida y erguida.
Importancia.
La importancia de fortalecer la zona abdominal radica en que contribuye con diferentes factores positivos para nuestra salud:
- Nos ayuda a mejorar nuestro equilibrio
- Disminuye los dolores lumbares y de espalda
- Reduce el riesgo de lesiones si realizamos un mal movimiento o uno brusco
- Ayuda a mantener la estabilidad cuando realizamos deportes
El área abdominal es utilizada constantemente, y a diario, para múltiples tareas, simples y complejas. Su correcto entrenamiento puede hacerse de diferentes maneras: con ejercicios específicos para esa zona, con ejercicios generales como el levantamiento de pesas o con actividades como salir a correr, a caminar o el baile.
Es común que la zona abdominal sea un interés específico de quienes realizan actividades deportivas. Esto se traduce en querer marcarlos, es decir, que se observen los cuadrados musculares que lo componen. Si bien los ejercicios específicos ayudan a fortalecerlo y a trabajarlo, la manera de poder verlos con claridad solo se logra cuando el porcentaje de grasa del cuerpo disminuye.
De ahí que se indica (tanto por parte de profesionales de la nutrición como entrenadores físicos) que, para poder alcanzar este objetivo, lo importante es comenzar a reducir calorías de forma paulatina, y siempre con un plan nutricional.
Esto puede ser complementado con ejercicios aeróbicos o de cardio, que específicamente contribuyen con el descenso en el nivel de grasa. Por este motivo, quienes son atletas de alto rendimiento son más propensos a poder observar su abdomen marcado con mayor facilidad, ya que su actividad los lleva a sostener niveles de grasa bajos.
Dado que esos niveles se alcanzan gracias a una dieta que restringe y limita el consumo de ciertos grupos de alimentos (como carbohidratos), el estado de marcar los abdominales no suele poder sostenerse en el largo plazo. Esto también se conoce como la etapa de definición, que implica mantener el nivel de masa muscular ganada y disminuir el nivel de grasa.
Quienes compiten, por ejemplo, en fisicoculturismo, en las últimas etapas previas a una competencia disminuyen todo lo posible el consumo de líquidos que el cuerpo pueda retener. De este modo, la piel queda más adherida al músculo, y es posible observar con mucha precisión el desarrollo muscular de todo el cuerpo.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (20 de marzo de 2023). Definición de abdominal. Ubicación, partes e importancia. Definicion.com. https://definicion.com/abdominal/